Dedicado a lavistadesaturno

Un jovencito de ojos negros abría los ojos lentamente después de varios minutos de inconsciencia. Al acomodarse, recordó que había tenido un ataque de pánico y acabado en el piso. Sin embargo, estaba en la cama de su habitación.

Unos momentos después, la puerta de su cuarto se abrió y entró un rubio alto de ojos azules, con un vaso con agua en la mano.

—Hola, ¿cómo te sientes? —le da el agua.

—Me...mejor gracias —comienza a beber.

—¿Qué te pasó?

Tamaki se exaltó por esa pregunta cuando estaba terminando de hidratarse. Todos en su escuela sabían de sus ataques y sabían que hacer. Pero ese chico era un completo desconocido.

—Tranquilo, está bien si no puedes decírmelo, pero es para evitar futuros malentendidos —pone una de sus manos en su hombro para acariciarlo—. Te encontré desmayado en la entrada de tu habitación y te dejé en la cama. Ya llamé a una médico para que te revise.

Ok, es un completo desconocido, pero algo dentro de él le decía que estaba bien confiar en él.

  ¿Por qué un extraño se preocuparía tanto por él?

—Yo... tengo principios de ansiedad. A veces cuando sobrepienso demasiado, mi mente se nubla y me he llegado a desmayar. Ya no me pasaba, pero creo que pudo interferir el hecho de que estoy en un nuevo lugar —deja escapar un suspiro—. ¿Puedo pedirte un favor?

— Claro.

— ¿Podrías mantener esto en secreto? No quiero que más gente sepa sobre mi condición.

— Mmm —separa su mano de su hombro—- Ok, pero si la situación lo requiere, le tendré que decir a alguien más, ¿entendido? —toma ligeramente su mano.

—En...entendido. ¿Y...cómo te llamas?

—Mi nombre es Mirio.

—El mío es Tamaki —sonríe.

El pequeño Tamaki en él celebraba internamente. Su terapeuta seguramente estaría orgulloso de él al haber podido decir más de dos preguntas y mantener una conversación sin tartamudear enfrente de una nueva persona.

Cuando se dio cuenta de que la mano de Mirio estaba tocando la suya, por increíble que pareciera no se exaltó. Al contrario, sentía su mano bastante suave.

—Muchas gra...

Fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose, dejándo ver a una chica rubia de ojos azules y grandes, vistiendo bata de doctora.

—Hola Mirio, ¿es él al que debo revisar?

—¡Pony! —separa su mano con la de Tamaki—.  Sí, solo para cerciorarse de que no tenga algo más.

— Oki doki, te diré el diagnóstico después, por favor retirate.

—A sus órdenes doctora —voltea a ver a Tamaki—. Hasta luego Tamaki-kun.

En otra habitación, un par de hermanos estaba poniendo de cabeza el orden que ellos mismos lograron en menos de un minuto, mientras buscaban algo.

—¡Te juro que estaba aquí! —Eijirou cierra una maleta y abre otra.

— ¿La reportarás? Tienes mucho dinero ahí junto con varias tarjetas.

—¡Deja tu eso! Fue la cartera que mamá me regaló en nuestro cumpleaños por llegar a los 18.

—Entonces sí hay problemas.

En ese momento, tocaron la puerta de su habitación, siendo Tetsutetsu quien abrió la puerta, dejando ver a un rubio de ojos rojos y traje de salvavidas.

— ¿Se encuentra aquí Eijirou Kirishima?

— Un segundo —gira la cabeza hacia adentro del cuarto— ¡Bro, te están buscando a ti!

Katsuki se sobó los oídos por ese estridente timbre de voz. Ni el cuando grita llega a tal volumen.

— Hola, ¿eres el de la piscina?

— Sí idiota, vine a darte algo —saca una billetera roja con un símbolo de dragón—. Me parece que esto es tuyo —ve los ojos del pelirrojo iluminarse—. ¿Estás...? —fue interrumpido con un abrazo.

— ¡Muchísimas gracias, pensé que la había perdido!

— Y lo hiciste tonto, por suerte para ti la encontré —se la da en la mano—, se más cuidadoso, no quiero tener que encontrarnos sólo cuando extravías cosas —se va.

Eijriou vió la billetera un segundo, antes de jurarse a sí mismo dos cosas.

Uno, no perdería esa cartera de nuevo.

Y dos, volvería a ver a ese rubio.

Fumikage había terminado de hablar con su hermano menor por llamada telefónica, y ahora se estaban escribiendo por mensajes.

Daiki
¿Y cuánto tiempo estarás allá?

Un mes, por las vacaciones. ¿Tu irás a algún lado?

No lo sé,papá dice que me tiene una sorpresa, espero que sea a un lugar cálido <3

¿Cómo puede gustarte tanto la luz y el calor?

¿Y a ti como puede gustarte tanto el frío y la oscuridad? Pareces un muerto viviente.

...

Tienes un punto.
Aquí son las 21:00, así que con tu permiso me iré a dormir.

Oki Doki. :3

Se levantó de la cama para poder cargar su teléfono y lavarse los dientes. Para ser su primer día en en hotel, no había estado tan mal. La gente era muy amable con los huéspedes y entre sí. Fue en ese momento cuando recordó al amable grandulón rescatandolo de esa mujer arpía. Le pareció un buen sujeto pese a su amenazante tamaño. Tal vez debería conocerlo un poco más.

Se fue a dormir con el propósito de buscarlo mañana.

Hanta estaba en el baño terminando de arreglar su cabello. Desde que había empezado su relación con Mina, ha tomado su arreglo personal más en serio, pues todo el tiempo quiere verse bien para la mujer que ahora es su esposa. Al salir del sanitario, vio a pareja recostada en la cama, usando solo ropa interior y una camisa azul de pijama, y viendo televisión con su mano en el vientre.

— Listo amor, terminé de bañarme. ¿Pediste algo a la habitación? —se sienta al lado de Mina.

— Encargué unos postres, pastel de fresa con crema y tarta de chocolate junto con un helado de vainilla.

—Este bebé nos salió muy goloso —toca el vientre de su pareja.

—Creo que eso viene siendo mi culpa.

—Pero creo que eso es algo bueno. Si le gusta mucho el dulce nuestro bebé será la cosa más linda del mundo, como su mamá.

Hanta se acercó al vientre de casi 8 meses de una sorprendida Mina

—Hola criaturita, soy papá, otra vez. No se si lo sabes, pero ahora estamos de vacaciones, en un hermoso pueblo que algún día te traeremos a conocer cuando seas mas grande. Solo puedo decirte que es un lugar bello y maravilloso, pero no tanto como lo es tu mamá.

Al alzar la vista, vio a su pareja derramando algunas lágrimas de felicidad y conmoción, antes de lanzarse sobre Hanta y besarlo —con cuidado por el bulto— hasta que llamaron por el servicio, a lo que él se levantó para recibirlo y darle de comer a su encantada pareja.

Tiene al mejor esposo del mundo.

Y el bebé tendrá al mejor papá.

Ochaco al fin se había terminando de instalar en la habitación. Prefirió no solicitar el servicio y hacerlo ella misma, y estaba orgullosa de su trabajo. Cuando ya estaba por dormirse, recibió una llamada de sus papás. Le preguntaban como había sido el viaje y que tal era el hotel, todo respondido de forma positiva, aunque solo había una cosa que no le gustó.

—Desearía que estuvieran aquí.

— A nosotros también nos hubiera gustado estar contigo, pero no podemos dejar desatendido el negocio. Por fortuna esta yendo bien, pero no queremos otro descuido.

Hace un año la empresa tuvo una equivocación que la llevó a una mala inversión y con eso una gran pérdida económica. Tuvieron que esforzarse el doble y en poco tiempo volvieron a la cima, con la admiración de la competencia por eso. Uravity no será la mejor de las compañías, pero sí la más respetada.

—Tal vez el próximo año podamos ir todos juntos.

—Eso espero, y gracias otra vez por dejarme venir aquí por vacaciones.

—Te esforzaste bastante en la escuela cariño, esta es una recompensa para ti.

—Cuando me gradue, podré empezar a trabajar en la compañía y los ayudaré, así todos podremos venir.

—Sabes que puedes dedicarte a lo que te guste cariño.

—A mi lo que me gusta es ayudarlos.

—Y la chica con la que te escribes cada tres días —su rostro comenzó a colorarse—. Aun no le escribes, ¿verdad?

— ¡Oigan! —si sus padres estuvieran ahí, les habría causado gracia y ternura el sonrojo de su hija—. Ella solo es una amiga, solo nos conocemos textualmente.

—¿No se supone que estas en su hogar ahora?

—¿Eh?

—Ella escribía todo el tiempo que trabajaba en ese hotel, ¿Cuál era su nombre?

—Sakura...

— No, el de tu amiga...¿Tania?...¿Tina?...

—Tsuyu...

¿Tsuyu?

¡Tsuyu!

¡Había encontrado finalmente a su amiga por correspondencia y no la reconoció!

¡¿Ahora como se iba a presentar!?

¡¿QUÉ IBA A HACER!?

—Cariño, ¿sigues ahí?

Momo y Shoto se encontraban en la habitación del antes mencionado haciendo una especie de pijamada como en sus épocas de secundaria. Shoto se encontraba desenredando el cabello de Momo, mientras ella no paraba de hablar del concierto que había deleitado en el restaurante.

—Su voz no es para nada parecida al cantante que mi padre llevó al cumpleaños de mi madre Shoto, ¡tiene una voz mil veces mejor que los otros artistas! Te hace sentir en el cielo y...

—Imaginarte millones de decenas y decenas de millones de estrellas, Momo-chan es la quinta vez que me lo dices —interrumpió mientras le acomodaba el cabello.

—Ups, lamento si te molestó.

—No, de hecho nunca te había visto tan impresionada desde que te enseñé a usar una cafetera.

—Es que debiste haberla escuchado Shoto-chan, ella tiene voz de un ángel.

—Pues yo hoy vi un ángel.

—¿En serio? —voltea a verlo. Desde que comenzaron a platicar, Shoto no había tenido la oportunidad de hablarle de su día—. Tienes la piel algo reseca, debe ser por el cambio de ambiente, te la arreglaré —saca un frasco con crema hidratante

— Como intentaba decirte —cierra los ojos mientras Momo trabaja—, hoy en el jardín conocí a alguien. Un chico.

—¿Huésped o empleado?

—El jardinero. No solo parece un ángel, tiene que serlo por lo lindo que es y lo maravilloso que es con las plantas que cuida. Sus ojos son bastante profundos y su cabello es esponjoso y suave.

—¿Cómo sabes qué es suave?

—Lo confundí con un arbusto y lo acaricié —dijo abriendo los ojos al no sentir las manos de su amiga en el rostro, viéndola reírse—. ¿No te parece que es algo tarde?

—Sí, ya me tengo que dormir. Buenas noches Shoto-chan.

—Aquí no por favor.

Un joven de cabellos morados intentaba conciliar el sueño sin éxito. El insomnio no lo dejaba ni en las vacaciones.

Intentó hacer lo que Nemuri le aconsejó: contar borregos, respiraciones o leer un libro, pero nada funcionó, ni siquiera reemplazando los borregos por gatitos o por conejos.

Se levantó de la cama mirando el reloj que marcaba 11:50. Hace 2 horas que debería estar durmiendo.

Fue entonces que recordó un consejo que su tío Shota le había dado una vez.

—A veces el insomnio se provoca por algo que pasó en tu rutina. Trata de recordar lo que hiciste y eso puede ayudarte.

Bien, ¿qué fue lo que hizo hoy?

Tomó el viaje al hotel y conoció a los hijos de las empresas Endeavor y Creati, recibió la llave de su habitación de un amable recepcionista, desayunó, pidió reservación para...

Cuando recordó el desayuno, también recordó al mesero rubio. A más detalle, pensó en sus ojos dorados —tan brillantes como los anillos de sus tíos— y tiernos —como los ojos de un gato juguetón—. También se acordó de su simpatía y ternura, y lo considerado que era, y además su delicioso café.

No fue hasta pensar en esa preciosa y pura sonrisa que finalmente se pudo quedar dormido.

La gran mayoría de los empleados ya iban a retirarse para dormir. Tenya también le estaba dando espacio al recepcionista nocturno para poder irse a casa.

— Duerman bien chicos, es la parte más importante del día como el desayuno y el baño —escucha el quejido de Katsuki.

—Tenemos unas 7 horas de descanso, así que no esperes que podamos dormir bien cuatro ojos —bosteza.

—Perdón Iida-senpai, él se pone de malas cuando tiene sueño —Denki trató de defender a su hermano mayor.

—¿Entonces tiene sueño todo el tiempo?

—¡Retráctate ahora mismo Deku femenina!

—Kacchan, baja la voz o despertarás a los huéspedes.

—Como la otra vez —Kyoka rodó los ojos.

Estaban por irse hasta que Tenya recordó algo importante.

—Un momento, necesito hablar con Togata y Kaminari por favor, los demás ya se pueden retirar.

Todos los demás se fueron —excepto Katsuki, para cuidar de su hermano menor—, dejando a Tenya, Denki y Mirio solos.

—¿Qué sucede Iida-senpai?

—Primero, tengo que felicitarte Togata-san, Pony me contó lo que hiciste con el huésped Amajiki, y ella me informó que se encuentra bien.

Mirio suspiró de alivio en su mente.

—¿Y por qué me llamaste también senpai?

—Verás, el recepcionista del restaurante no vendrá a trabajar esta semana y si pudieras cubrir sus turnos sería grandioso, en caso de que puedas.

—¡Claro que podré! —responde con orgullo—. Soy un Bakugou, adoptado, pero los Bakugou podemos con todo.

Katsuki, escuchando detrás de la pared, sonrió de ternura ante las palabras del menor.

—Eso sería todo, ya pueden irse a descansar.

Hola criaturitas :3

Hasta aquí el capítulo de hoy, y antes de que se vayan tengo unas cositas que decirles.

1-Los ataques de pánico muy pocas o raras veces provocan desmayos en la gente, sin embargo que yo lo haya puesto aquí fue por toque personal. Eso de los desmayos durante los ataques de pánico es un mito, pero si ven a alguien sufriendolo vayan a ayudarlo -así serás héroes como Deku :3-.

2- TetsuTetsu y Eijirou comparten el mismo cumpleaños, pero no son mellizos, esto se debe a que Tetsutetsu nació un año después, exactamente en el cumpleaños de Eijirou.

3-Daiki Tokoyami -como deben imaginarse o tal vez no- SÍ se trata de Dark Shadow, no es un OC.

4-¿Se esperaban a otro personaje de la clase B?, ¿Sí?, ¿no?. Bueno, tal vez se vengan algunos más de esa clase, de la clase A o tal vez algún sensei...

5-¡MUCHISIMAS GRACIAS POR LAS 100 LECTURAS! QvQ (algunos dirán que no es mucho, pero para mí sí lo es, las lecturas me inspiran para seguir)

Eso sería todo, nos leemos en la próxima actualización criaturitas.