Cap 15: Mi amor 1/2 (+18)
Dedicado a Flordeloto_12
🔞Este capítulo contiene escenas sugestivas.🔞
(Es mi primera vez escribiendo eso, así que no me juzguen, pronto agarraré práctica TuT)
Continuaron besándose en pequeños piquitos, por unos minutos. Poco después esos piquitos se fueron volviendo más largos, más profundos y más húmedos.
Pero en ese momento Katsuki se apartó de él, tratando de desviar la vista.
—¿Qué pasa? —se queja por la pausa abrupta.
—Yo... lo lamento Eiji —desvía la mirada apenado—. Me contaste que... te tomaban sin consentimiento... —se empieza a incorporar —. Creo que vamos muy rápido.
Ambos se sentaron en la cama, Eijirou con preocupación y Katsuki con algo de pena.
—Kats, no tienes que disculparte amor. ¿Te diste cuenta cuando nos besamos? Yo estaba seguro contigo, te di mi confianza, mi consentimiento —acaricia su brazo—. Yo contigo me siento en un mundo muy diferente al que sentía con mi ex. Podemos seguir, a menos que tú no quieras. Esta decisión corresponde a ambos, no solo a mí.
—No... no tenemos lubricante —intenta excusarse.
El pelirrojo, con las mejillas sonrojadas, sacó una pequeña botella de lubricante de su bolsillo, bajo la mirada sorprendida del chico, quien no pudo evitar reprimir una risa.
—¿Desde hace cuánto tienes eso?
—Desde que bajé a verte —no se atreve a verlo a los ojos—. Es que en serio... tenía ganas de conocerte... y tal vez más a fondo.
Al sentir las caricias del pelirrojo, la misma sensación que tenía cuando se enamoró de él volvió a aflorar en su cuerpo. Miró fijamente sus ojos rojos, tratando de buscar alguna razón para no seguir, porque la verdad sí quería explorar ese lado de Eijirou.
No encontró ninguna excusa para detenerse.
Tomó suavemente su rostro y volvió a besarlo atrayéndolo hacia él. Se acostaron en la cama bajo profundos besos y un poco de lengua. El labio superior del rubio fue mordido suavemente por el pelirrojo, lo que provocó que este lo atacara con otro beso más fuerte.
Katsuki bajó sus labios a su mejilla, y luego a su cuello, mordiendo delicadamente la piel expuesta. Mientras hacía esto, Eijirou se fue quitando la playera, dejando expuesto un bien entrenado torso.
A pesar de estar disfrutando el momento, el más alto volvió a detenerse al darse cuenta de las cicatrices que se escondían debajo de su camiseta.
—¿Por qué te detienes? —se da cuenta de que mira sus marcas—. Oh, por esto —las acaricia.
—De solo pensar en que alguien se atrevió a dañarte... —aprieta las sábanas de la cama—. No estoy seguro de seguir. Bueno, sí quiero, pero...
—Tienes miedo de lastimarme.
—Sí.
—Mi amor, ya te lo dije, contigo me siento seguro. Y sé que esto no será una aventura de una noche. Si quieres seguimos, si no, podemos acurrucarnos o... ver una película —sonríe de forma tierna.
Katsuki se encontraba en un dilema grande. Por un lado, su lado moral le pedía que no siguiera, que respetara la intimidad de su ahora novio y que le diera tiempo. Por el otro, su lado romántico le decía que continuara, que le demostrara al pelirrojo como lo amaba, y que eso le daría una nueva experiencia a ambos
Como dirían por ahí, al final ganó el amor.
—Si estamos seguros, entonces hay que seguir.
Retomaron su anterior posición y la boca del rubio fue acariciando el cuello del moreno.
—¡Kats! Eso da cosquillas —suelta unas risas.
—Quiero verte reír entonces.
Luego de un par de besos más, el par ya se encontraba con nada más que una manta puesta, y Katsuki besaba a Eijirou otra vez en esos dulces y sedientos labios, mientras acariciaba su piel y desenredaba su cabello.
—¿Estás listo? —murmura cerca de su oreja.
—Sí, lo estoy.
—Ponte boca abajo entonces —le ordena gentilmente.
Ya sabiendo lo que seguiría, Eijirou obedeció, no sin darle un último beso en la boca. Puso los brazos en la cama y ahí dejó su cabeza, esperando a su novio.
—Trata de relajarte —destapa la botella—. Si te tensas será más difícil.
Eijirou no puede evitar contraerse cuando siente la mano de Katsuki acariciar sus glúteos y después sentir humedad en su entrada. Suelta un pequeño quejido al sentir algo moverse.
—¿Duele?
—S-solo un poco. Me acostumbraré.
El balanceo de caderas de Eijirou delata que está sintiéndose cómodo.
Katsuki espera un poco e introduce un segundo digito, expandiendo con movimientos de tijera y tratando de encontrar ese punto dulce dentro del pelirrojo.
No tomó mucho encontrarlo al pulsar en una zona y escuchar un gemido sonoro.
—¡Katsy!, ¡Katsy! —repite dos veces mientras su respiración se agita.
Si no fuera porque faltaba un poco más de preparación —y aún estaba cuerdo—, lo habría tomado en ese mismo momento. Solo introdujo un tercer digito y siguió presionando ese lugar para escuchar las suplicas de su amante.
—Por favor —se queja entre gemidos—... yo... yo ya no puedo más...
—Yo tampoco.
Sacó su mano de ahí y lo reemplazó con su miembro, el cual había despertado con los primeros gemidos de Eijirou. Comenzó lentamente, para que se acostumbrara, no iba a atacarlo por sorpresa. Acarició sus hombros mientras sentía su respiración y escuchaba sus suspiros.
Un poco más y se introdujo por completo, para placer de Eijirou.
—¡AHH! —arquea su espalda.
—¿Estás bien amor? —pregunta cerca de su oreja.
—Bas... bastante —comienza a calmarse.
No fue hasta que se acostumbraron a la sensación que comenzaron las estocadas, primero suaves y rítmicas y luego más bruscas, pues los ruidos que soltaba Eijirou no hacían más que excitar al rubio.
—¡Por Dios, justo ahí!, ¡Kats, sigue allí! —casi gritaba.
—¿Quieres que... te de la vuelta?
—¡Por favor!
Con un rápido movimiento, Eijirou terminó con la espalda sobre el colchón, sintiendo un fuerte beso en los labios mientras Katsuki lo seguía estocando.
Ambos tenían las manos en el colchón, Katsuki con las suyas encima de las del pelirrojo, dejando algunos arañazos en la tela.
Que importa que Tetsutetsu vea esos rasguños.
A quién le importa que alguien lo escuche.
A la mierda su ex.
Al carajo el pasado.
Entre gemidos y más besos, dos cuerpos ansiosos por probar un poco del fruto prohibido se juntaron y fue toda una maravilla para ambos, en especial para Eijirou.
Finalmente estaba con alguien que le daba ese cariño y amor por el que estaba carente. Finalmente conoció a su media naranja.
Finalmente puede amar.
Besando impetuosamente a alguien de varios centímetros más alto que él, Fumikage no despegaba sus labios con los de Mezo, quien lo seguía besando en la cama del cuarto.
—Nunca pensé que encontraría a mi media naranja en un lugar escondido —acaricia la mejilla del más alto.
—Yo tampoco pensé que mi alma gemela vendría del otro lado del mundo.
—Me gustas mucho Mezo. Conocerte fue todo un placer.
Sin temerle a esa boca llena de cicatrices, el azabache apenas había puesto un pie en la habitación y le pidió más besos al peli gris, el cual aceptó gustoso. A pesar de su inexperiencia mutua, no estaba tan mal dar un par de piquitos.
Mezo pasó su nariz por el cuello de Fumikage y le provocó un par de risitas.
Se detuvieron un segundo para hacer contacto visual. Negro y rojo mirándose fijamente. Volvieron a darse otro beso, pero esta vez le sumaron un par de caricias. Las pequeñas manos de Fumikage acariciaron el enorme pecho de Mezo y ambos se sintieron cómodos con esto.
Pero en el momento en el que la mano del peli gris acarició su cuello, abrió abruptamente los ojos después de soltar un pequeño gemido.
—¿Estás bien? —se preocupa al verlo apartarse un poco.
Respiró varias veces hasta tranquilizarse. Llevó su mano a su pecho y luego a su frente, cerrando fuertemente sus ojos.
—Lo... lo siento mucho Mezo —se calma un poco más.
—¿Todo está bien?
—Es que... yo nunca me he sentido así. Jamás...
—¿Así como?
—No te lo dije, pero... soy asexual
—Homorromántico al parecer.
—Panrromántico —corrige.
—¿Por eso te detuviste? —acaricia su hombro—. Lo siento, debí saberlo.
—No es que no lo sepas es que... yo no lo entiendo. Nunca... había tenido apetito sexual.
Mezo, viendo la creciente ansiedad de Fumikage, lentamente llevó su mano a su hombro para darle una pequeña caricia.
—Oye, está bien. No te estoy pidiendo nada. Además, yo debí haberte preguntado si podía tocarte en primer lugar.
—Ese no es el caso, yo nunca mencioné siquiera que no siento atracción sexual, así que esto también es mi culpa. Pero... lo que realmente me preocupa es que sienta esto, una... excitación —su cara se sonroja
Se escucha una risita proveniente del más grande.
—Creo que nos hace falta tiempo.
—La verdad sí. No tengo ninguna prisa por tener relaciones, pero... en serio quisiera poder hacerlo contigo —siente los brazos de su novio rodearlo en un abrazo, el cual no tarda en corresponder —. Perdóname Mezo.
— Si voy a estar contigo que quede claro que no voy a exigirte nada, mucho menos si no estas listo para ello.
Se separaron un poco después, con Mezo sonriente y Fumikage todavía avergonzado.
—Debo ir a mi casa, mañana hablamos —toma su mano gentilmente—. Hasta mañana Fumikage —besa su mano.
Inmediatamente después de que Mezo salió de la habitación, el azabache se derrumbó en el colchón, con los ojos un poco húmedo, pero feliz por encontrar a alguien que lo entendiera.
Después de una agradable velada y una rica cena, Momo y Kyoka caminaban rumbo al cuarto de la huésped. Kyoka estaba mucho más abierta de lo normal y Momo se encontraba completamente feliz de hablar con alguien que se interesaba por ella y no por su dinero o estatus.
—Esta es mi habitación —la invita a pasar—. Bienvenida.
—No pensé que fuera tan grande.
—¿Nunca habías venido a la suite presidencial?
—Soy animadora, no recamarera o botones, así que no.
El espacioso cuarto de hotel, que más parecía ser un departamento lujoso, tenía una impresionante vista de los árboles del pueblo. La cama era bastante grande y el baño ni se diga.
—El baño es más grande que mi habitación —se asoma impresionada.
—Y esta habitación es casi del mismo tamaño que mi cuarto.
—¿Más grande que tu cuarto?
—No, más pequeña.
¿Es en serio que, mientras ella tiene un cuarto del tamaño del baño, Momo tiene una habitación mucho más lujosa que el mejor cuarto del hotel?
Cosas de gente rica.
—¿Y por qué me invitaste aquí? —sigue inspeccionando el baño.
—Hace días pedí un paquete y quise dártelo ahora.
—No tenías por qué...
Al darse la vuelta, se encontró enfrente suyo dos cosas hermosas: Momo y una guitarra eléctrica morada.
—¿Es... es una...?
—Guitarra eléctrica previamente afinada y de excelente calidad. Y es toda tuya —se la pone enfrente.
La chica se fue acercando lentamente al instrumento, como si supiera que en algún momento iba a desaparecer. Al llegar a sus manos, lo contempló por unos segundos antes de tocar un par de escalas. Sonaba como una hermosa composición.
—Es... perfecta.
—Solo lo mejor para la mejor chica.
—Creo que podría besarte ahora mismo —suelta sin pensar.
—Pues hazlo.
La peli morada cayó en cuenta en ese momento de lo que había salido de su boca, y, si antes no se sonrojó, ahora puede decirse que el rojo es su tono natural de piel.
—¡PERDONA, HABLE SIN PENSAR! —cubre su rostro con la guitarra.
—Kyoka-chan... cálmate...
Un pequeño tirón de la guitarra la hizo reaccionar levemente, encontrándose frente a frente con la más alta mirándola fijamente a los ojos, llenos de ternura y belleza.
Ni el amanecer desde la colina es tan hermoso como su mirada.
Bajando la guitarra hasta dejarla a un lado con delicadeza y apoyándola contra la cama, la azabache colocó sus manos en la cintura de Kyoka
—Sí quieres besarme, ten por seguro que quiero que lo hagas.
Dejó de contemplar ese paraíso no al desviar los ojos, sino al cerrarlos para sentir los dulces labios de Momo. Era como saborear el mejor postre jamás creado y mirar fuegos artificiales al mismo tiempo.
Pese a la diferencia de estatura, Kyoka llevó sus brazos al cuello de la más alta y la atrajo para abrazarla y profundizarse más.
—No sabía que... yo te gustaba Momo-san.
—¿Gustarme? —se ríe—. Kyoka, me llamaste la atención apenas escuché tu voz, y cuando te fui conociendo me di cuenta de que ya estaba enamorada de ti.
Se volvieron a unir para seguir con el beso hasta quedar acostadas en la mullida cama de sábanas blancas.
—Gracias por su consumo, tengan linda noche.
—Tienen el mejor pastel de chocolate de la Tierra, sigan así.
—Muchas gracias por su servicio.
Mei y Tenya salieron tomados de la mano del cálido local. A diferencia de la peli rosa, el chico estaba nervioso de tomar su mano, pues jamás había hecho esto con una mujer que no fuera su mamá.
La noche entre ambos había sido bastante agradable. A pesar de no tener un repertorio de anécdotas tan grande como ella, Tenya la mantuvo entretenida contando varias historias graciosas para no quedarse atrás.
Más tarde tendría que disculparse con Denki por revelarle a Mei que se había vestido como una maid al perder una apuesta.
—Fue increíble —comenta Mei.
—Sí, el lugar es bastante popular y más en invierno.
—Deberíamos volver algún día.
—Aun te quedan unas cuatro semanas en el hotel.
—Y tal vez vuelva en el invierno.
—¿Tan solo para regresar a este local? —se burla ligeramente.
—Lo vale si también puedo volver a verte.
Ambos pararon de caminar con esas palabras. Tenya giró completamente sorprendido por esa entonación tan honesta y firme. Al mirarla, no tenía su típica mueca burlona. Llevaba plasmada una sonrisa sincera.
—Tenya, tú me gustas mucho. Me gustaste desde que nos conocimos en la recepción, solo temía que no sintiera lo mismo que yo. Y más porque ahora sabes algo más de mí —gira para verlo—. No sé, es normal que la gente se asuste de mí y si no lo hiciste por respeto pues...
No pudo soltar una palabra más al sentir los labios del peli azul sobre los suyos. Mantuvo sus ojos abiertos en esos 10 o 12 segundos que duró el beso, a diferencia del otro, quien en ningún momento los abrió y quitó el sonrojo de sus mejillas.
Tensei le había dicho que se arriesgara, aunque no estamos seguros de que tanto.
—T-tú también me gustas Mei —esquiva la vista al separarse del beso.
—Eso parece exageradamente obvio —acaricia su mejilla—. No besas en la boca a alguien que odias, ¿verdad?
En ese momento la tensa aura se rompió gracias a la risa de Mei, sumándole también la de Tenya.
Tenya finalmente se declaró.
Y Mei al fin encontró a su alma gemela.
Sentado en una cómoda cama del último piso, Izuku aun no podía asimilar que se encontraba en el cuarto del huésped cuyo apellido lo hacía poseedor de un enorme reconocimiento empresarial.
Y que, además, este lo hubiera cargado hasta allí.
Ahora ambos se encontraban viendo una película, aunque sin prestar mucha atención al enfatizar su plática.
—¿Cómo te hiciste tan bueno cuidando plantas?
—Mi mamá tiene una florería y ella me enseñó a mí y a mi hermana a como cultivarlas y cuidarlas. De hecho, creo que ahí has comprado las flores que me regalaste, jeje.
—Entonces supongo que la señora de cabello verde es tu mamá —el peliverde asiente—. Luce como una gran mujer.
—Como mencioné, ella nos crio sola después de que papá dejara este mundo. Y la verdad ha hecho un gran trabajo. Y, ¿cómo es tu familia?
—Grande —dice directamente.
—¿Cuántos son en total?
Shoto mostró su mano para comenzar a contar a los miembros de su familia.
—Primero está mi padre, luego mi mamá, mi hermana y mis dos hermanos, mi cuñada, mi cuñado Keigo y mi sobrina Lily.
—¿Eres tío?
—Sí, Lily es una pequeña muy linda, cumplió cuatro años hace tres meses. Fue grande la sorpresa que tuvimos cuando la conocimos, pues nunca supimos que Touya estuviera esperando.
—¿Tienes un hermano doncel?
—Sí, es el único de nosotros con esa condición, y eso que es el mayor.
—Los primogénitos o hijos únicos somos más propensos a adquirir esa condición. Hay excepciones, como Kacchan y Mirio.
—Espera, ¿eres un doncel?
—Ups —cubre su boca—. Mal momento para decirlo
La verdad es que Izuku no se lo había dicho no por pena, sino por miedo. Nunca le dice a la gente que es capaz de gestar a menos que la conozca profundamente.
—Lo siento.
—¿Por qué te disculpas Izuku?
—Debes pensar que soy un fenómeno.
—¿Por qué lo haría? El que seas capaz de tener un hijo propio no me parece extraño, actualmente se respetan bastante a aquellos que tienen un sistema diferente, aunque creo que hay que respetarse solo por ser un humano o ser vivo.
—Yo también estoy a favor del respeto por humanidad, no por género, sexualidad o estatus.
—Parece que tenemos algunas cosas en común a pesar de ser tan diferentes al mismo tiempo.
—Sí, tú eres rico, atractivo, exótico, muy buena persona.
—Y tú eres un ángel caído del cielo, divertido e increíble.
El rostro del pecoso se coloró con la parte de ángel.
—Nadie... me comparó con un ángel jamás.
—¿Por qué no? Pareces una belleza del cielo, tienes un alma noble y debes estar lleno de tal poder que cada vez que te veo o pienso en ti me enamoró mucho más.
Izuku se sorprendió por esa última parte. Algo dentro de él estaba flotando al escuchar tales palabras de alguien que, a sus ojos, es inalcanzable. No salió del trance aun cuando sintió un cálido beso en su mejilla, sin embargo, si lo hizo poco después para mirar al bicolor.
—Te amo Izuku —pone su mano sobre la suya.
—Yo... yo también te...
Tragó un poco de saliva antes de que sonriera y sacara una risita.
—Yo también te amo Shoto-kun.
La pareja soltó unas cuantas risas más hasta darse un tierno abrazo, acostándose en la cama.
Hicieron contacto visual un momento, dándose tiempo de admirar los hermosos ojos frente a ellos. Sus cuerpos se movieron solos y se unieron en un pequeño, pero muy tierno beso.
Un beso que llevaban días tratando de soltar.
Un pequeño quejido salió de Juzo al momento de despertarse y sentir la luz de Luna en sus párpados. Al acostumbrarse se percató que la luz estaba apagada, y pensó que tal vez Tetsutetsu se había encargado de eso.
Alzó la vista para encontrar a este último acariciando su cabello mientras lo dejaba recostarse en su desnudo pecho.
—¿Cómo estás Juzo? —juguetea sus mechones.
—Tranquilo —comenta mientas baja la vista.
—Si te soy sincero, entre está y las otras dos veces no puedo elegir mi favorita. Estar contigo hace maravilloso cada momento.
—Lo hicimos en el hotel, en el cuarto del spa y ahora... en mi habitación —dibuja círculos sobre la sábana.
El peliblanco aun no puede asimilarlo.
No puede creer que él y el peli gris ya se han acostado tres veces en esa semana. La primera vez fue cuando fue a devolverle un anillo que dejó en una sesión. Algo dentro de él, al verlo recién salido de la ducha, reaccionó antes que su cordura, terminando con ambos besándose y teniendo su primer encuentro sexual. Algo pasional y mágico para ambos.
La segunda vez ocurrió apenas esa mañana. Luego de esa confesión tan profunda, el mismo instinto se sincronizó en ambos y terminaron acabándose el aceite de manzanilla a manera de lubricante y arrugando las sábanas. Tuvo suerte de que Katsuki no lo descubriera.
Ahora, lo hicieron porque simplemente no podían pasar otro segundo sin verse. Tal vez no es sano, de seguro no lo es tener una necesidad de hacer el amor de esa forma. Pero es que Juzo no puede evitarlo. Esa manera de darle amor es única, maravillosa y especial. Nunca le habían dado amor de esa forma, pues en todos sus años solo ha tenido unas hermosas amistades con los chicos.
Este era su primer amor.
—¿Juzo, todo bien? —acaricia su espalda.
—Todo... esta perfecto.
Por otra parte, Tetsutetsu jamás pensó que ese hermoso masajista haya correspondido a sus sentimientos. Un beso accidental de cortesía fue suficiente para terminar enamorado de él.
Él es un creyente de que el destino siempre te hace darte cuenta de quién es tu alma destinada.
No pensó que se la enseñarían de una forma tan rápida.
Con un par de caricias y unos besos en la cabeza, la pareja de amantes se durmió nuevamente bajo la sincronía de sus corazones.
NUEVO CAPITULO SUBIDO MIS CRIATURITAS.
Siendo sinceros para esta parte me sentí completamente en blanco, y me apena reconocer que la imaginación me llegó al escribir la parte del delicioso con el Bakushima.
Y pues, CURIOSIDADES DEL CAPÍTULO.
1- EL hecho de que yo haya escrito unas escenas apasionadas tan pronto NO IMPLICA que en todas las relaciones se haga el amor en tan poco tiempo. Pero bueno, he leído tantos fanfics donde tiene el sin respeto a las primeras horas de conocerse, aquí al menos se dieron tiempo de conocerse y tener una cita XD.
2- Siento que tengo que plasmar un poco del tema de la asexualidad.
Un asexual sí puede enamorarse, pero no tiene un apetito o interés en las relaciones sexuales. En el caso de Fumikage el es asexual panrromántico, o que se enamora sin importar el género.
Algunas veces un asexual se excita o siente placer, pero siguen sin entender el por qué mantener relaciones sexuales es tan necesario.
Y siendo sinceros, lo digo porque yo soy asexual hetero romántica.
(nunca se lo habia dicho a nadie)
3- Hubiera escrito un poco de lemmon KyokaMomo, pero en cuanto a yuri no leo mucho contenido, no sé ni como mantienen relaciones.
4- ¿Se esperaban a que Touya fuera el de abajo? No sé, es que la primera vez que vi DabiHawks Dabi era el pasivo y me gustó, y nunca encuentró historias así (si conocen alguna me avisan)
4-¿Quién habría imaginado que el TetsuHone era tan lanzado 7w7?
5-¿Alguien puede explicarme como es que YA TENEMOS 2K LECTURAS?
❤❤ ❤❤
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¡¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!!!
No saben como me emociona que este proyecto este siendo tan bien recibido.
Les debo tanto criaturitas.
En agradecimiento pueden pedirme un especial.
Los invoco
tatianalucia89
lavistadesaturno
Lionel_Winter
Noha_Ron_90
Jhesica130008
Y a todos los que han seguido esta historia. Tienen el poder total de pedirme cualquier cosa sobre esta obra.
Los amo de aquí hasta el cielo y más allá de la galaxia.
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