Lunes, el día más aburrido de toda la semana, primeras horas con el profesor Lee, tocaba Matemática y cálculo avanzado, como odiaba aquellas materias, toda la pereza existente invadió su pequeño cuerpo haciendo que se levante tardísimo. Corrió por toda la habitación buscando dos camisetas, un poco de maquillaje, sus lentes de siempre y por último su mochila; tarde, pero recordó lo que le dijo a Zhang sobre su "hermano" así que, no podía dejar que este descubra que era una mentira, por ello se prepararía.

Llegó con las justas, saludó al hombre de la entrada, un anciano alegre que siempre le dejaba pasar cuando iba tarde.

Corrió hacia su salón, se chocó con algunas personas por los pasillos, solo se volteaba y con un frío "lo siento" todo lo arreglaba, seguía corriendo; ya estaba llegando a su salón, pero cuando golpeó a un hombre alto que vestía un traje azul no pudo solo disculparse y seguir su camino hacia las tres horas más horribles de la semana viendo el rostro del profesor Lee.

-Kim, usted sabe que no se debe correr por los pasillos, puede ocurrir un accidente- aquella voz, gruesa y fría, la voz del estricto profesor Choi, este estaba de pie frente al pequeño, el cual se encontraba en el suelo, junto al hombre de traje azul -Calma Siwon~ estoy bien, no lo ha hecho a propósito- aquella voz, tierna, varonil, suave, sensual, familiar; Zhang tomó algunos papeles que se escaparon de sus manos al chocar contra Junmyeon.

El menor reaccionó, había golpeado a su amado Yixing sin querer, se levantó rápidamente, tomó su brazo y lo ayudó a levantarse, también recogió los papeles que aún se hallaban en el suelo; el profesor Choi tenía una expresión seria, un tanto enojada, miraba a Jun con desaprobación; Yixing estaba un poquito serio, aunque en el interior moría de risa, la expresión del menor era muy tierna, sonrojado hasta las orejas, familiar pensó Yixing. -Está bien Siwon yo me encargaré de esto- el mayor de los tres asintió, se volvió a dirigir a Junmyeon -espero no se vuelva a repetir Kim- dijo mientras Siwon se alejaba, cuando se quedaron solos, empezaron a caminar.

-Perdón profesor, llevaba prisa, el profesor Lee me cerrará la puerta por llegar tarde a su clase, otra vez...- el mayor sonrió comprensivo -Entiendo Junmyeon, pero el profesor Choi tiene razón, pudiste hacerte daño- el menor asintió en un sonrojo -bueno, alégrate, porque hoy el profesor Lee no ha asistido a la institución~ así que tienes tiempo porque el profesor que te toca es el profesor...Kim~~- dijo el mayor recordando el apellido de su colega, Jun lo miró confundido -¿profesor Kim?- Yixing sonrió asintiendo -si~ mi colega Kim Minseok- el azabache abrió la boca -¡¿EL PROFESOR QUE LES ENSEÑA A LOS DE INGENIERÍA?!- el mayor asintió -no hagas tanto escándalo por favor, los demás salones están en clases, bueno, no te retrases más~ ve a tu salón, no olvides el examen sorpresa- Jun asintió y corrió mezclándose con las personas de los pasillos, esta vez con cuidado.

Las clases pasaron rapidísimo, ya casi era hora de salida, Junmyeon estaba tranquilo alistando su maleta para ir a casa, pero alguien tocó su hombro, era una chica, Hyemin -Kim-oppa~ el profesor Zhang te está buscando, está en la puerta del salón- le agradeció a la muchacha con una sonrisa, raro pensaron ambos, Jun salió del salón sin llamar mucho la atención, se encontró a Yixing algo nervioso, serio, diferente -dígame profesor ¿hice algo malo?- el mayor sonrió -no Kim, nada de eso, solo quería preguntarte...¿tu hermano asistió hoy? no lo he visto...y ayer no pude mandarle mensajes...estoy algo...preocupado...- Jun no sabía que decir, quiso decir que no, pero su lengua lo traicionó -sí, está en la facultad de ingeniería, dijo que visitaría a JongDae para pedirle unos apuntes de cálculo- maldijo en su cabeza, a Yixing se le iluminaron los ojos, aunque estaba celoso -vale, gracias Kim, te veo mañana en el examen, por favor estudia- dijo mientras se alejaba.

Junmyeon sonrió, entró al salón por su mochila, salió corriendo como si hubiese visto un fantasma, tomó su celular, llamó a JongDae.

☆LLamada☆

JongDae: HELLO ANGEL~~

Junmyeon: DAEE CALLATE!!

JongDae: Tu fuiste quien me llamó Jun -dijo el castaño con sarcasmo

Junmyeon: Ay~ ya sé, bueno, necesito que me ayudes

JongDae: Dime enano, ¿ahora que pasó con Zhang?

Junmyeon: Está yendo hacia tu facultad a buscar a Suho, así que DILE QUE ME VEA EN EL PARQUE ESTÁ FRENTE A LA ESTACIÓN PRINCIPAL

JongDae: Va enano, NO OLVIDES QUE DEBES IR A MI CASA, para lo de...tu sabes, malditos irresponsables

Junmyeon: Todavía no pasan los 5 días, pero iré, te avisaré~ deséame suerte~~

JongDae: Suerte enano, POR FAVOR DILE QUE SE CUIDE

Junmyeon: tranquilo~~ bueeno~ nos vemos, por favor dile eso~

JongDae: Está bien~ suerte~

-colgaron-
☆Fin de la llamada☆

Junmyeon corrió hacia el parque, era una buena opción, no mucha gente pasaba por allí, además que quedaba lejos de la universidad, pasaron como 20 minutos y llegó, entró a la estación, caminó hacia el baño, se cambió de camiseta, lavó su rostro y se maquilló un poco, guardó sus lentes en su mochila, salió en dirección al parque, se sentó en una de las bancas y esperó a Yixing.

Llegó jadeando, había corrido desde la universidad (como Junmyeon) lo vio sentado en una banca jugando con su celular, se le acercó y se puso detrás de él, tapó sus ojos -¿quién soy?- susurró en su oído Jun tocó sus manos sobre sus ojos y sonrió, las bajó suavemente y volteó a verlo -Yixing~- sonrieron y sus labios se juntaron en un beso tierno.

-te extrañé bebe, no te vi en la universidad...tu amigo me dijo que estabas aquí...lo fuiste a ver a él, y no a mi...- dijo el mayor haciendo un puchero, algo nuevo para Jun, no pensó que Yixing pudiera ser tan dulce debajo de toda esa aura sexual que solo él poseía. -perdón Yixing~ es que JongDae tenía que darme sus apuntes de cálculo...el profesor reprobará a Junmyeon si el pequeño no estudia, y como salí temprano, fui a echarle una mano a mi hermanito~ no te pongas celoso~- dijo Suho con una sonrisa -me tienes que recompensar bebe~- puso una de sus manos sobre la cintura del azabache.

Tenían todo el tiempo del mundo, paseaban tomándose de las manos, robándose besos y caricias, hablaban de cientos de cosas, aunque en varios momentos simplemente se miraban, hasta que -¿Podemos tener una cita?- preguntó Jun avergonzado, lo dijo sin pensar, pero era algo que en verdad anhelaba, no esperaba una respuesta afirmativa, ya que evidentemente no eran nada, pero soñar no costaba nada. -Claro que sí bebe~- dijo Yixing besando sus manos.

-En estos días vemos lo de nuestra cita~ tengo algo que decirte~~- Jun se sonrojó -Oh se me olvidaba~ te mandaré un mensaje en la noche bebe, quiero que juguemos a algo divertido mientras estamos solos~- dijo el mayor después de besar el cuello del pequeño. Junmyeon solo pudo asentir antes de derretirse entre los brazos del chino.

Ya era de noche, después del cansado día de universidad, carreras, rezos obligados, miradas acusadoras de su madre, y muchos cambios de ropa y personalidad, lo habían dejado muerto. Jun no tenía sueño, no podía dormir, pensó en jugar un ratito como para desestresarse, además de que extrañaba al mayor, seguía esperando el dichoso mensaje, pero Zhang no estaba con él como para que lo ayude, aunque como casi todas las personas del pueblo decían "los milagros existen".

Sintió su celular vibrar en su bolsillo, lo desbloqueó, y se llevó una sorpresa muy provocativa.

Zhang Yixing♡♡ había enviado una foto

A Junmyeon casi se le cae el teléfono en la cara después de ver aquella foto, no sabía que hacer, ahora entendía a lo que se refería el mayor con "juego", esta venía con un mensaje para NADA inocente. "Bebe~ te necesito, no te puedo sacar de mi mente, te extraño tanto".

Junmyeon no sabía que hacer, así que solo tomó su celular, y entre sonrojos demasiado evidentes se levantó de la cama, cerró su puerta y se quitó los pantalones, no sabía que tipo de foto mandar, había visto bastantes fotos de aquel tipo, pero nunca lo había intentado.

Pasaron unos minutos, empezaba a desesperarse, suspiró estaba muy nervioso, solo pudo mandar la foto y arrojar su celular lejos de él por el sonrojo que lo consumía.