Los nervios.

Después de aquel abrazo, Goth se levantó de golpe de la cama.

-Me di cuenta de mi error, papá, por mi culpa estás herido...- se entristeció.- ¡Planeo arreglarlo!.-

-Goth...- El Dios se sentó para poder ver a su hijo mejor.- No quiero que te acerques de nuevo a ella.-

El nombrado comenzaba a dudar, no sabía realmente si quería decirle a su padre todo el plan... O por lo menos una parte, ya no quería mentir más pero... Si le decía, su padre se preocuparía y estando mal herido no podría pelear, tenía que encargarse él solo, relativamente, ya que contaba con el apoyo de su primo, su tío, su hermano y su mejor amigo.

Resignado a no contarle, el menor suspiró y le sonrió a su padre mientras negaba con la cabeza.

-No te preocupes, papá, no lo haré.- sonrió nervioso.

-Está bien.- La muerte bostezó.

-Te dejaré descansar, iré con mamá.- habló mientras se aproximaba a la puerta para luego salir, dejando a su padre.-Demonios.- susurró molesto el Semidiós y corrió a buscar a su mamá en la sala.

Cuando llegó y le vio, se acercó a Geno y le jaló de la manga de su chaqueta para llamar su atención.

-¿Todo bien, Goth?.- su madre volteó a mirarle.

-Mamá... ¿Sigo castigado?.- Goth miró a Geno con un semblante triste, casi rogándole, esperaba así que su madre se tentara el corazón y le levantara el castigo.

El mayor suspiró, ese tipo de acciones seguro las habría aprendido de Reaper, él solía hacer lo mismo. Ya no estaba molesto con Goth, realmente nunca lo estuvo, así que le sonrió a su hijo con calma y le respondió.

-Mañana estarás sin castigo.- Básicamente, no estaba molesto, pero no dejaría que el castigo fuera tan corto.

-Oh...¡Gracias, mamá!.- el Semidiós se lanzó a abrazar a Geno expresando su gratitud, hasta que, en medio del abrazo recordó que hoy vería a Chara y que si lo arruinaba, probablemente no estaría vivo mañana, lo cual le recordó que estaba sumamente nervioso e inconcientemente susurró un "¿Y si para mañana ya me morí?"

-De nada, hijo.- Geno suspiró resignado, afortunadamente no alcanzó a escuchar lo último que dijo su hijo, debido a que prefirió recordar las palabras de Goth cuando le dijo que sentía algo más por Palette y mientras más pasaba el tiempo, más miedo tenía de que su pequeño fuera rechazado por el hijo del Soñador, pero no tenía de otra más que apoyar a su hijo y estar ahí para él en cualquier situación.

Por su parte, el mayor de los semidioses, dejando de lado su trauma, le hizo recordar a su mejor, mejor amigo, también recordaba aquello que le había dicho a sus padres, aún estaba seguro de lo que decía, no pensaba cambiar de opinión nunca, realmente sentía mucho por Palette, no comprendía bien estas cosas, pero sabía que quería a Palette, mucho, demasiado, aunque, sinceramente, comenzaba a sentirse nervioso... ¿qué pasaría si Palette no sentía lo mismo? lo quería, eso lo sabía, pero ¿y si él no lo quiere de la misma forma que Goth lo hace?

El primogénito de Geno sacudió un poco su cabeza, a veces solía mucho perderse en sus pensamientos; soltó a su madre y buscó aquellos vasos con los que antes había hablado con Palette y tomó uno para, gentilmente, lanzar el otro a Palette, esperando a que lo atrapara... y así fue, con algunas dificultades, pero el hijo del Soñador pudo atrapar el vaso sin que cayera al piso.

Mientras Goth y Palette se alejaban un poco hasta tensar el hilo que unía los vasos para poder hablar, PJ volteó a mirar a su primo más chico.

-Qué raro que no te parezcas mucho a Goth.-

-Tú y Gradient no se parecen en nada.- se alzó de hombros.

-Tiene sentido.- suspiró.- No se lo digas a Goth, pero creo que tú me agradas más, al menos eres menos idiota... Además, tú no estás enano.- rió ante su comentario.

-Gracias... supongo.- desvió la mirada sintiéndose incómodo, PJ tenía razón, no lo había notado pero Goth era más pequeño que él, pensaba que si se paraban juntos, con gente a los que no conocieran, ellos dirían que Goth sería el hermano menor, pero no era así, definitivamente, Raven sabía que su hermano era el mayor aunque, con lo poco que lo conoce, de hecho sí se comporta un poco más infantil.

-¿Nervioso?.- PJ preguntó sacando a su primo de sus pensamientos y resaltando lo obvio, sabía que Raven estaba preocupado y, para ser sincero, él también lo estaba, el más mínimo error y todos corrían peligro.

-Sólo un poco...- suspiró.

El mayor no volvió a decir nada e invitó a su primo a ir arriba junto con su hermano para poder relajarse un rato y así hicieron.

-Palette...-

-¿Qué pasa, Gothy?.- preguntó desde el otro lado de la habitación para luego cambiar el vaso de posición.

-Tengo... Tengo algo que... He querido preguntar...- La voz del Semidiós sonaba claramente nerviosa.

-Dime.- alentó alegre.

-Bueno yo...- el Semidiós se sentía muy nervioso, tenía miedo a lo que iba a decirle a Palette.- He estado pensando...-

-¿Sobre qué?.-

-Bueno....- suspiró.- Es que no sé cómo empezar.- Goth juraba que, a cada palabra que decía, se aumentaba una extraña sensación en su ser... Una rara sensación en su inexistente estómago, como una presión o un vacío, no sabía que era, definitivamente no era hambre, pero no estaba seguro del todo que fueran nervios, se sentía nervioso, pero se sentía feliz, inquieto, preocupado pero no molesto ni triste, sentía que podría explotar con tantas sensaciones.

-Tranquilo.- Goth escuchó cómo Palette soltaba un leve risa.- Dime.-

Temeroso, aún sin estar seguro de que fuera el momento adecuado, suspiró y sujetó el vaso con un poco más de fuerza, no demasiado, ya que, de ser así, el vaso perdería forma.

-¿Prometes no reírte?.-

-¡Lo prometo!.-

Nuevamente el Semidiós meditó sobre esto, realmente quería decirle a Palette lo que sentía... Pero no estaba seguro.

-De acuerdo...-

....

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