La barrera ya estaba puesta en el Anti-void, esto significaba un sola cosa, no podía entrar ni salir nadie que Error no quisiera, en este caso, el código había sido modificado para que R!Chara no pudiera entrar, lo que significaba que, mientras la barrera funcionara, estarían a salvo.

A estas alturas del juego, R!Chara ya era consiente de que Error había puesto una barrera, ya que no podría entrar de vuelta, lo que, realmente, no le importó del todo, ella sabía que tarde o temprano Goth la buscaría, el medio no importaba, el punto era que Goth se aferrara a verla. Ahora, ella se encontraba vagando por su universo, estaba analizando a los Dioses, cada uno de ellos tenía una misión, establecida por Asgore, para detenerla.

Chara los veía desde lejos, estaba ligeramente sorprendida, se sentía importante, tenía a todos los Dioses moviéndose solo por ella, realmente le tenían miedo, era una lástima, no importase cuánto se esforzaran para detenerla, no lo lograrían, nadie podría, era imposible.

Cuando por fin se aburrió de ver a los Dioses, se dirigió un poco más lejos, al lugar dónde antes había sido desterrada por ordenes de Gaster y Asgore, siendo estas cumplidas por el mismo Sans. Una vez ahí, pensó en sus siguientes opciones, ya se había ganado la "amistad" del hijo de Reaper, eso sin duda, incluso, había obtenido más información, Reaper se había enamorado de un Sans de otro universo, este Sans en particular, llamó la atención de Chara desde un principio, incluso antes de saber que era pareja de Reaper y papá de Goth, más que nada, por el aspecto que tenía, aquel Sans parecía estar herido de gravedad, pero no le veía incomodado por eso.

Ya había identificado a los nuevos puntos débiles de Reaper, ahora, no le quedaba más que solo acatar su plan, debía ser paciente, la venganza es un plato que se sirve frío.

Dejando de lado a Chara, y, volviendo a Undertale, Sans y Geno estaban aún en el sillón, hablando sobre cosas aleatorias, el ambiente que llevaban era alegre, tal vez más de lo que se podía esperar, a esta altura, Geno ya había bebido más de lo necesario, mientras que Sans, aún mantenía casi intacto su primer vaso. Sans miraba cada movimiento de Geno atentamente, le parecía de cierta forma....tierno, incluso bajo los efectos del alcohol, eso lo hacía ver aún más llamativo.

-Entonces...¿me contarás qué tanto estuviste haciendo todo este tiempo en el que no venías?.- Sans rió al ver a Geno tomar el última trago de su vaso.

-¿Con..contarte? ¡O-oh! si, claro, déjame contarte~.- Geno rió.- Uno, d-dos...tres....¿siete...?.-

-Pfft ¿Qué?.- se soltó a las carcajadas.- Por Dios Geno, estás perdido.-

-¿P-perdido yo? Para nada, yo est-oy aquí, contiiiigo~.- Geno abrazó el brazo derecho de Sans, apegándolo más a él.

-Si, lo noté.- rió.- ¿Sabes, Geno?... te extrañé.-

Geno de inmediato se colocó encima de Sans y sujetó el rostro del contrario con ambas manos.

-¡Yo también te extrañeee! mucho, muchoooo.- Geno se acercó aún más a Sans y restregó su bufanda en su rostro.

Sans tomó las muñecas de Geno y lo cambió de posición, dejó a Geno abajo y el se puso encima de él, esta acción provocó que Geno hiciera una mueca de confusión, pero después siguió igual que antes y rió. Sans contemplaba el rostro de Geno, estaba ligeramente sonrojado, tenía una sonrisa "cautivadora."

-Me gustaría saber qué tanto hacías con Reaper, quiero decir, en un abrir y cerrar de ojos ya tenías hasta un hijo con él, pienso que es obra de Ink, pero realmente pensé que odiabas a Reaper.-

Geno entrecerró sus cuencas.

-Reaper~.- acarició el pómulo izquierdo de Sans.

Sans miró a Geno un tanto confundido, acaso ¿lo había confundido con Reaper? Bueno, quizás tiene sentido, todos tienen muchas similitudes en el rostro. Pensó que tal vez seguir el juego no estaría tan mal, podrían divertirse un rato, nadie lo sabría, y con lo alcoholizado que estaba Geno, seguramente ni él lo recordaría, era la ocasión perfecta, había que aceptar que los Sanses eran narcisistas, y, la versión Classic, no sería la excepción.

Aprovechó para con cuidado ir introduciendo su mano por debajo de la ropa de Geno, para escabullirse por sus costillas, causando pequeños suspiros y gemidos muy débiles de parte del contrario, Sans sentía todo poder sobre Geno, hasta cierto punto, lo excitaba, lo incitó a seguir por más, más roces, más caricias... incluso llegó a acercarse para besarlo, estaba tan cerca de lograr su objetivo, solo a unos centímetros más, sentía la respiración entrecortada de Geno, el calor invadía su cuerpo, exigiendo por más; no iba a desaprovechar esto.

-¿Quieres pasar un buen rato~?.- se acercó más y por fin chocó dientes con el contrarío.

-¿Q U É C R E E S Q U E H A C E S?.- escuchó una voz glitcheada justo detrás de él.

Hilos se apoderaron del alma de Sans, jalándolo lejos de Geno.

-Heya~ Error, tiempo sin vernos.-

-No te hagas el cínico conmigo, le dije a Geno que lo estaría vigilando.- el Glitch miró a Sans con desprecio.

.¡E-error! ¿Qué te dijeeeeee? ¡Estás cas-ti-ga-do!.- Geno hacía ademanes sin sentido alguno mientras hablaba y se levantaba con dificultad del sillón, por supuesto, estaba ya tan alcoholizado que no podía mantenerse en pie.

-Te odio tanto por esto, Sans.- Error trató de ignorar a su hermano, no le agradaba la idea de verlo en ese estado.- Vendrás conmigo.- aún con sus hilos aprisionando el alma de Sans, Error, volvió a entrar al portal con su "presa" atada, el portal se quedó abierto y fue solo cuestión de segundos para que Reaper saliera de este y cerrar el portal.

El Dios de la muerte, vio a su pareja y sonrió, ver a Geno siempre le sacaba una sonrisa, aunque claro, después arreglaría cuentas con Sans, de cualquier forma, lo que importaba ahora es que ya estaba de nuevo con el amor de su vida; no había podido pasar mucho tiempo con él ni con su hijo, en parte por su trabajo, pero además Chara estaba buscándolo, no podía bajar la guardia.

-Volví, Amor, ¿me extrañaste~?.- Reaper se acercó a Geno para ayudarlo a ponerse de pie, apenas había pasado poco más de una hora desde que lo había dejado y a Geno ya se le habían subido las copas.

-¡Reaper~!.- Geno se lanzó a abrazar al Dios y besarlo apasionadamente.

Esta acción no molestó a Reaper en lo absoluto, por lo que lo besó de vuelta y lo cargó, Geno respondió a esto entrelazando sus piernas al rededor de las caderas de Reaper.

-Volvamos a casa de tu hermano para que puedas descansar.-

-N-noooooo, no quiero hacer esoooo.- hizo un puchero.

Reaper llevó a Geno al sillón y se sentaron, Geno estaba encima suyo aún con sus piernas a los costados del Dios. Geno colocó sus manos en los pómulos de Reaper apretando un poco su rostro.

-Dime qué quieres hacer.- rió Reaper.

-¿Cu-alquier cosa?.-

-Lo que sea por el dueño de mi corazón.- respondió dando una sonrisa amable.

Geno sonrió de forma coqueta y abrazó a Reaper pegando ambos rostros, posteriormente comenzó a despojar a Reaper de su ropa de forma lenta y sensual, el Dios rió levemente al notar las intenciones de su pareja, esto sería interesante de ver.

-Yo quiero~...- dejó al aire su frase para después completarla.- Te quiero dentro de mi ahora~.- susurró sensual.

Reaper se sonrojó un poco, nunca pensó oír a Geno, a su Geno, decir tal cosa, empezó a pensar que lo dejaría emborracharse más seguido.

-Bien, entonces....¿qué estamos esperando~?.- Reaper comenzó a desvestir a Geno, realmente necesitaba sentirlo.

Con un movimiento ágil colocó a Geno debajo suyo ya completamente desnudo, se detuvo un momento para observar a su pareja, no importaba cuántas veces lo viera, siempre le parecía lo más hermoso que jamás hubiese visto antes, era perfecto y era solo suyo. A estas alturas de aquel "juego", Geno, ya había invocado su magia formando un miembro ya erecto, Reaper, por supuesto, no se quedaría atrás, por lo que se apresuró a hacer lo mismo; una vez ya ambos miembros en completa erección, Geno cambió de posición y se acercó lentamente a lamer la virilidad de Reaper, mientras hacía eso, se aseguró de mirarlo en todo momento, dirigiendo su única cuenca visible hacia el rostro de su pareja, con el fin de ver cada reacción de él.

Para Reaper, era más que placentero tal acto, Geno lamía con total agilidad, a tal grado que parecía un completo experto, hacía uso de su lengua y de sus manos para masturbar a Reaper; iba variando su velocidad, dependiendo de cuál era la reacción de su pareja. Reaper, casi por instinto, comenzó a mover ligeramente sus caderas en un vaivén lento, esto con el fin de sentir aún más placer.

Pequeños suspiros y gemidos ahogados salían de la boca de Reaper, alentado a Geno a continuar, faltaba poco para que el Dios terminara por correrse, no estaba del todo seguro sobre si quería hacerlo aún.

Como si Geno hubiera sido capaz de leer el pensamiento de Reaper, paró en seco, y, mientras Reaper estaba sentado en el sillón, Geno apoyó sus rodillas a los costados de Reaper, para después, con sus manos, colocar el miembro de su pareja en su entrada e irlo introduciendo de una sola estocada; una vez la erección de Reaper estaba dentro de Geno, este último gimió un poco al sentir aquel contacto.

No decían nada entre ellos, Reaper estaba muy impactado para hablar, y el placer lo deboraba cada vez más, por su parte, Geno estaba completamente concentrado en complacer sus necesidades, así que no pararía por nada.

Faltó poco tiempo para que el mismo Geno comenzara a dar saltos sobre la pelvis del contrario, con el afán de hacer pequeñas embestidas lentas y sensuales; este no era el mismo Geno que Reaper solía conocer, era un Geno bajo los efectos del alcohol dispuesto a hacer lo que sea. Pasaron unos minutos y la habitación estaba llena por sonidos lujuriosos, gemidos, jadeos, suspiros, además de el cuerpo de ambos esqueletos chocando el uno contra el otro para por fin llegar al clímax; Geno, había empezado a "montar" a Reaper a una velocidad más acelerada, podía sentir que pronto acabaría.

Reaper, no quería que Geno fuera quien cargara con todo, no, no, él era, un auténtico caballero, no permitiría que su princesa se cansara de más.

Paró a Geno tomándolo de las caderas, Geno, por supuesto, miró a Reaper confundido.

-Heh, ¿no quieres que pare~?.- Preguntó el Dios al ver el rostro frustrado de Geno.- Tranquilo, solo quiero que lo disfrutemos aún más~.-

Cargó a Geno y lo recargó sobre uno de los muros de la habitación, Geno mantenía una pierna apoyada en el suelo y la otra era sostenida por Reaper; sin previo aviso, Reaper, entró de golpe de nuevo en su pareja y ahora era él el que controlaba la velocidad del acto, las embestidas eran lentas, en un vaivén suave y sensual, esperaba que Geno le indicara que fuera más rápido.

-M-mh~ ah.- Geno pegaba su rostro al muro.- Más.. ¡Dame m-más duro~!.-

Reaper sonrió y comenzó a dar estocadas más fuertes y rápidas, hacía honor a la frase: "duro contra el muro."

-¿Te gusta~?.-

Reaper trataba de controlar sus gemidos, pero si se le fue a salir alguno que otro, no podía negarlo, no podía contenerse con Geno.

-M-me encanta~ Sigue así, n-necesito más, por f-avor~.-

La voz de Geno, para Reaper, oírlo de esa forma lo excitaba demasiado, estaba por alcanzar el clímax; Soltó la pierna de su pareja para dejar que se apoyara en el suelo, nuevamente tomó a Geno por las caderas y las traía hacia su pelvis con gran fuerza, esto, sumado a las embestidas que ya daba, causaron que Geno se sumiera en un placer extremo, alcanzando un orgasmo que causo que manchara la pared con su eyaculación. En medio del orgasmo de Geno, Reaper pudo sentir las contracciones que eso había causado, lo que le ayudó a terminar dentro de Geno.

Ambos estaban exhaustos, Geno no pudo mantenerse aún más de pie, sus piernas empezaron a temblar, a lo que Reaper reaccionó a cargarlo.

-Definitivamente dejaré que tomes más a menudo~.- Besó la frente de Geno.

-Te amo...- Habló en un susurro para después quedarse profundamente dormido.

-Yo te amo más.- sonrió y recostó a Geno en el sillón.

Reaper tendría que vestir a Geno y llevarlo a casa de su hermano, o Error lo destruiría. Se vistió e hizo lo mismo con Geno, escribió una nota en un pedazo de papel que encontró por ahí con un simple: "Lamento el desorden." Abrió un portal de vuelta al Anti-void y entró con Geno en brazos, cerrando el portal después de que pasaran.