La Mordida.
Volviendo al Anti-void, Geno seguía cuidando a los niños, ahora ya se habían unido los otros hijos de Ink, era curioso, Geno nunca pensó en cuidar niños, nunca se vio como niñera y aún así, ahí se encontraba.
Comenzaba a cansarse, realmente no hacía mucho pero le era algo agotador tener que escuchar conversaciones de niños. Veía a Paper y a Gradient molestar a Palette, por otra parte, Goth estaba muy pensativo, demasiado, al punto de ni siquiera tratar de unirse a la conversación con sus primos.
Ese silencio no le duraría mucho, ya que, apenas unos minutos después, se decidió a hablar.
-¡Tengo hambre!.- miró a su madre.
Geno se limitó a mirarlo con una expresión que hablaba sola al representarla como un: "¿y qué quieres que haga?."
-Quiero comer un poco.- el semidiós suspiró.
-¡También tengo hambre!.- habló Palette.- No te preocupes, Goth, tengo un poco de pintura que podemos com-.-
Geno se levantó de inmediato al entender las palabras de Palette antes de que siguiera las terminara.
-Traeré algo.- sonrió al recordar que aquella vez en la que Palette le dio pintura a su hijo ha sido, además de inquietante, divertido.
-Yo te ayudo, tío.- Paper se levantó del suelo y caminó hasta la puerta de la habitación para luego salir junto con Geno hacia la cocina.
Gradient podía sentir que él estaba de más en esa habitación, así que también se levantó.
-Recordé que tengo que hacer.... Uhh...- desvió la mirada para pensar en el qué.- algo.. ¡Adiós!.- salió del cuarto a toda prisa.
-¡Qué malo! ¡Se fue sin decirnos a dónde!.- exclamó Palette.
-Mmh... Tal vez tenía.. Tal vez no quería decirnos.- respondió un tanto cortante.
-¿Te sientes bien?.- Palette, al notar el cambio de ánimo de Goth, se acercó a él para mirarlo con detenimiento.
El hijo del Dios de la Muerte se alejó un poco por instinto y sólo atinó a sonrojarse un poco.
-Estoy bien..- agachó la mirada.
-¡Mmmmh!.- el hijo del Soñador colocó su mano derecha sobre su mentón mientras seguía observando con detenimiento a su mejor amigo.- ¡Mientes!.-
-¡Q-qué!.- volvió a alzar su mirada para hacerle frente a Palette pero no tenía argumentos para defenderse de tal acusación.
-¡Me estas mintiendo! ¿Por qué?... ¿No confías en mi?.- se entristeció.
Cada vez en la que Goth veía a Palette de esta forma, le hacía sentir muy culpable, le dolía mucho, ya se había acostumbrado a verle siempre alegre, siempre energético, con aire de líder, se sentía muy mal que por su culpa, Palette cambiara de ánimo en ese aspecto.
-¡N-no! No es eso, yo..- comenzó a pensar en qué podía decir.- Sí confío en ti.-
-¿Entonces me dirás la verdad?.-
Goth podía sentir la mirada de Palette en él, le incomodaba un poco, es decir, era complejo, le hacía sentir muy feliz, pero a la vez muy avergonzado.
-Uhh...- El semidiós no sabía qué decir.
-¿Ha sido por lo de ayer?.- preguntó inocentemente.
El contrario sólo asintió.
-Ya veo.. ¡Tuviste miedo!.- sentenció.- ¡Está bien! ¡Te prometo que ya no dejaré que sientas miedo!.- sonrió mientras acomodaba su gorro.
El de bufanda roja guardó silencio, se sentía levemente ofendido porque sintió que le había llamado chillón cobarde, pero a la vez se sentía alagado, Palette cuidará de él.
-¡Oh! Aunque tal vez estás de mal humor porque tienes hambre.- frunció el ceño.
-Yo no estoy de mal humor.- susurró mientras desviaba la mirada.
Palette buscó entre sus bolsillos el dichoso frasco de pintura que antes había ofrecido pero que Geno no le permitió sacar.
-¡Lo tengo!.- exclamó mostrando el frasco.- ¿Tienes hambre?.- sonrió.
Goth pensó unos segundos, no tenía hambre pero Palette pensaba que sí, así que no lo negó.
-Sí, tengo un poco de hambre.- sonrió.
-¡Bien! Te daré de comer si...¡me dejas ponerme tu bufanda!.- señaló la prenda.
-¿Mi bufanda?.- cuestionó.- Pero si tu ya tienes una - señaló la bufanda de Palette.
-¡Umh! Pero quiero ponerme la tuya..- susurró.
-Ah.. Está bien.- sonrió y se quitó la bufanda para entregársela a Palette.
-¡¡Yay!!.- tomó la bufanda con cuidado, se quitó la suya y puso la de Goth en él.- ¿Cómo me veo?.-
-....- A Goth le pareció muy tierno ver a Palette con su bufanda, a tal grado que sin pensar, habló.- te ves maravilloso..-
-¿En serio? ¡Gracias!.- sonrió y le entregó el frasco a Goth.- ¡Toma! ¡Tienes hambre!.-
-A-ah...- luego de haber razonado bien las palabras que había dicho se sonrojó aún más y para disimularlo tomó el frasco y lo abrió para tomar el contenido, era pintura azul.- Ugh.- hizo una mueca de disgusto ante el sabor.
Palette observó cada movimiento de Goth, le pareció divertido ver el rostro de su amigo de esa forma, además, no podía parar de mirarlo, se le hacía muy raro verle sin bufanda, se veía bien, dejaba al descubierto su cuello y un poco de sus hombros, ya que, su capucha estaba baja, no cubría su cabeza, ver sus hombros y cuello...tal vez incluso le hacía ver un poco más alto. Siguió mirando con detenimiento el cuello de Goth para notar que había caído pintura entre su cuello y su hombro.
-¿Te lo acabaste todo?.- Palette fijó la mirada en el frasco.
Goth no respondió, aún estaba asqueado por el sabor a pintura, no era la primera vez que lo tomaba pero igual le supo mal.
-¡Yo también quería!.- reclamó Palette con reproche.
-No me dijiste, además ¡me diste todo el frasco!.- Goth defendió su punto.
-¡Hmph!.- se cruzó de brazos y alzó el rostro fingiendo sentirse ofendido.
-Uh.. ¿Palette?.- llamó pero fue ignorado.
-¡Qué malo eres!.-
-Ehh...-
Palette nuevamente se volteó para ver a Goth y fijarse en la mancha de pintura que tenía en su hombro y cuello; se fue acercando de a poco para llegar a lado de Goth y mirarle aún con reproche.
-¿Palette?.- miraba al nombrado, que se mantuviera cerca le ponía nervioso.
-¡Yo quiero pintura!.- se colocó enfrente de Goth y acercó su rostro al del contrario.
-Pero ya no hay.- El semidiós volvió a recordarle que ya no quedaba más en el frasco.
Palette miró de forma sospechosa a Goth y recargó su cabeza en el hombro de su amigo.
-U-uh..- Goth se estremeció.
-Si hay pintura.-
-¿P-palette?.- El semidiós intentó alejarse del nombrado.
-¡Ñom!.- el hijo del Soñador mordió aquella zona para poder obtener la poca pintura que había ahí.
Goth sintió su rostro arder, estaba completamente estático, no sabía qué hacer, estaba muy nervioso, no le molestaba la mordida, o al menos, no del todo, se sentía raro de nuevo. Podía sentir la lengua de Palette lamer la pintura mientras mantenía la mordida.
La respiración del semidiós se comenzó a acelerar. Tenía miedo, o eso creía, ¿cómo podía interpretarlo si su respiración era acelerada y estaba muy nervioso al grado de temblar?.
Se dejó llevar por sus pensamientos y al final su cuerpo lo venció.
-Ah~.- de su boca salió un pequeño gemido.
Palette se detuvo y Goth de inmediato cubrió su boca alejando un poco a Palette.
-U-uhh.. ¡y-ya vuelvo!.- Goth se levantó y salió corriendo de la habitación.
Palette se quedó en el mismo lugar, no entendía del todo aquel sonido que hizo Goth, fue raro... Pero le gustó, aquel sonido le pareció muy ... Lindo, quería escucharlo de nuevo; sonrió para proponerse hacer que Goth hiciera ese sonido de nuevo.
Ahora, Goth estaba en el baño tratando de controlar su respiración, estaba muy nervioso, sentía lo mismo que aquella vez, estaba muy pero muy acelerado, trató de calmarse y respiró para de nuevo hacer lo que antes sus padres le dijeron.
-....- sentía aún a Palette lamiendo su cuello así que inconscientemente sonrió.
-¡¡GOTH!! ¡¡EL TÍO GENO DICE QUE BAJES AHORA!!.- era la voz de Gradient del otro lado de la puerta.
-......-
-¡¡Voy a entrar!!.- Gradient habló al no recibir respuesta.
-¡¡NO NO NO!!.- Gritó alarmado.- ya voy, ya bajo.-
-Bueno, no tardes.- Goth escuchó como Gradient se iba del lugar.
Goth suspiró y se dispuso a bañarse.
-Ah.. ¿Por qué yo?.- susurró atormentándose.
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