Mientras Goth y Palette caminaban hasta los padres del Semidiós, iban conversando en voz baja.

-No tengas miedo.- habló Palette.

-¿Qué pasa si lo arruino?.-

-Yo estaré ahí para ti.-

-¿Y si lo arruinas tú?.- Comentó PJ desde atrás.

-Ah...- el hijo del soñador iba a responderle a su medio hermano, pero no tenía realmente algo con qué defenderse, además, sabía perfectamente que, al igual que Error, Paper solía molestar a los demás por pura diversión. No lo entendía, pero no le quedaba de otra más que aceptarlo.

No dijeron otra palabra más hasta llegar a la habitación donde Geno atendía a Reaper, una vez ahí decidieron que Goth debía ser quien entrara primero, después de todo, se trataba de sus padres, además de el hecho de que, ahora, después de haber aceptado que Chara tuvo la culpa, debía mínimamente disculparse.

El mayor de los semidioses no estaba seguro, quería entrar, quería ver a su padre, abrazar a su madre, pero aún tenía miedo... ¿Qué pasaría si su madre se enteraba que de nuevo vio a Chara? ¿Qué dirá Geno cuando sepa que la traerá al Anti-void? Si bien se había acordado que no mencionarían nada, para Goth, implicaba cargar otra mentira más que ocultar a sus padres.

Parecía que con solo recordar uno de sus muchos problemas, todo se le venía en cadena, le hacía sentir culpable. Lentamente colocó su mano sobre la perilla de la puerta, meditando aún si era bueno entrar o no, aún así, después de unos segundos, soltó un suspiro y echó sus hombros hacia atrás para, lentamente, girar la perilla, entreabriendo la puerta, dejando ver, mediante una pequeña ranura, a su madre sujetando con fuerza la mano de su padre, llevando esta hasta su pómulo, así el Dios de la Muerte pudo darle un suave beso

Lastimosamente, ambos mayores se percataron de la presencia de los niños, siendo Goth al primero al que vieron.

-Goth, mi niño...- llamó Geno con voz dulce a su primogénito.

El nombrado se apresuró a abrazar a su madre con fuerza, a pesar de que no había pasado mucho tiempo, con todas las cosas de las que se enteró, realmente necesitaba un abrazo de Geno. Goth alzó un poco la mirada para fijarse en su padre, el cual le miraba con una sonrisa cansada.

-Papá...- poco a poco, Goth iba soltando el abrazo.- ¿Te encuentras mejor?.- 

-¡¡SEÑOR REAPER!!.- Saltó Palette.- ¡¡TENEMOS UN PLAN PAR-!! ¡¡HMPH!!.- 

Palette fue silenciado por su medio hermano, cubriéndole con su propia bufanda para impedirle hablar.

-A esto me refería cuando dije que podías arruinarlo tú, idiota.- PJ le dio un leve golpe a Palette en el brazo mientras aún le cubría.

Raven no pudo evitar reír al respecto mientras se acercaba a su madre a también darle un abrazo. El Dios de la Muerte, confundido por las acciones del amigo de Goth, volteó a mirar a sus hijos esperando a que ellos le dijeran de qué se trataba todo esto.

Siendo que ninguno de los chicos diría algo al respecto, Goth volteó a mirar a Geno esperando a que este le respondiera sobre el estado de su padre.

-Él está mejor.- suspiró mientras abrazaba ahora a sus dos hijos.

-Mamá...- llamó Goth.- ¿Puedo hablar con papá un momento?.-

Geno soltó el abrazo y se inclinó lo suficiente para poder estar a la altura de su hijo, una vez pudo verlo fijamente, comprobó que el menor estaba ansioso, se le veía preocupado; conocía lo suficiente a su hijo como para saber que se sentía mal emocionalmente, por esa razón, llevó su mano hasta la capucha de Goth y frotó sobre esta para proporcionarle tranquilidad su hijo mientras le otorgaba una sonrisa.

-Estaremos abajo.- Geno volvió a alzarse e indicó a los niños salir con él y así hicieron.

Cuando por fin Goth se vio solo con su padre, esperó a que le dijera algo, después de todo, aún no estaba muy seguro del si Reaper seguía molesto con él. La Muerte sintió a su hijo incómodo, así que se sentó sobre la cama, indicándole a Goth, mediante un palmeo al colchón, que se sentara a lado de él.

-Yo...- el Semidiós se acercó de a poco hasta sentarse a lado de su padre, optando por agachar la mirada al suelo.- En serio lo lamento.-

La Muerte soltó un largo suspiro que provocó que el menor se tensara aún más, sintió que aquello significaba que le iba a regañar.

-No estoy molesto, Goth...-se estiró un poco.- Sólo quiero tratar de entenderte...-

-¿Eh...?.-

-¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué lo ocultaste?.- le miró directamente al rostro.

Aquellas preguntas cayeron como espadas sobre la conciencia del menor, Goth solía ser levemente introvertido, muy serio, tranquilo, por estas razones, tenía muchas similitudes con Geno y, otra más, era que, Goth, solía ser muy sentimental, no tenía mucho control sobre sus emociones y prueba de esto eran ese par de preguntas, la simple mención de estas hizo que un nudo se formara en su inexistente garganta, le impedía pronunciar palabra alguna, aquello le molestó y, entre la ira y el nudo, provocó que unas cuantas lágrimas quisieran salir por sus cuencas, rodando por sus pómulos, cayendo por su mentón hasta encontrase contra el frío suelo.

-P-pensé... pensé que es-estaba bien...- El menor trató de callar algunos sollozos.- Es que....- alzó el rostro mientras cerraba sus cuencas con fuerza y aguantaba la respiración hasta finalmente hablar más calmado, mirando a su padre.- Nunca me importó sólo poder tocarlos a ustedes, a mamá y a ti... pero... desde que estamos aquí...- el menor desvió la mirada aún manteniendo el rostro en alto.

Reaper soltó una leve risa, ya comenzaba a entender a dónde iba la conversación.

-Como la Muerte, sé que es difícil poder hacer amigos... más aún cuando no puedes tocarlos, por eso mismo estoy muy agradecido de tener a tu madre.- sonrió melancólico.

-....-Goth miró el rostro de su padre y suspiró.- Yo sólo quería aprender a controlar mi magia... cuando lo vi a él...- no pudo evitar formar una sonrisa en su rostro.- fue el primer amigo que he tenido... y después...todos estos sentimientos raros.- se tiró de espaldas a la cama, llevando sus manos a su rostro para frotarlo con frustración.- De verdad quería aprender... para no lastimarle cuando lo tocara... para poder abrazarlo aún si no estuviéramos aquí...-

El Dios de la Muerte se recostó igual que su hijo, mirando el techo.

-No me había preguntado por qué no me habías querido enseñar a usar mi magia hasta que ella me lo dijo... y fui un idiota al creerle todo lo que me contó... ¡y luego llegó Raven! parece que él tiene más control sobre su magia que yo... y me sentí muy inútil... estaba molesto porque... en ese momento, tenía mucho sentido todo lo que ella dijo.- retiró las manos de su rostro.- Ella dijo que me enseñaría, dijo que si me esforzaba podría controlar mi magia y no matar... pero empiezo a creer que jamás pasará tal cosa.-

 -No estaba seguro del si querías cargar con tanto peso, en verdad lo lamento hijo...-

-Está bien, papá, la culpa es mía...- su voz sonaba triste.

-Nunca pude controlar mi magia... como tú dices que quieres...- aquello desanimó al Semidiós.- pero... tal vez es porque tu viejo no es tan fuerte como crees.-

El menor volteó a mirar a su padre con curiosidad.

-Tal vez... con esfuerzo y trabajo, logres hacerlo tú.- le sonrió.

-Pero... ¡Tú eres el Dios de la Muerte! si no pudiste tú... yo menos...-

-Sí... tienes razón, soy el Dios de la Muerte... y mi Creador... mi padre... Gaster, el Dios de la Magia y Guardián del balance, pero tú, tú eres Goth.-

-¿Y eso qué tiene de especial?.-

-Que eres hijo del Dios de la Muerte y de alguien con la suficiente fuerza para soportar en su ser determinación pura... de eso estás hecho tú, Goth, por supuesto que serás como yo, ¡incluso mejor!.-

El Semidiós de a poco iba formando una sonrisa en su rostro.

-¿De...de verdad lo crees?.- 

-Estoy seguro.- 

Goth se volteó para abrazar con fuerza a su padre, aquellas palabras le habían hecho sentir sumamente especial, era justo lo que necesitaba para calmarse, agradecía tener al Dios de la Muerte como su padre.

-Papá... te quiero.- 

-Yo te quiero aún más, Goth, nunca lo olvides.-