parte única.
De nuevo, esa dolorosa escena que debía prescenciar, cada día de su vida, a esa misma hora y con el mismo sufrimiento.
Constantemente, ChangBin se interrogaba si esto era lógico, o siquiera justo. Él amaba con todo su corazón a ese lindo pecoso, y él solo sonreía, lo ignoraba e iba a los brazos del otro australiano como si él fuese quien le dedicara cada segundo de su vida.
Suspiró y apartó su vista, sintiendo su pecho hundirse y sus ojos aguarse.
Ni siquiera el hecho de que estuviesen en medio de una conversación le impedía ir a los brazos del otro australiano. Felix solo se ponía de pie y corría, iluminando el salón con su hermosa y brillante sonrisa, preguntándole a Christopher lo mismo de todos los días con ese tono dulce mientras que él solo observaba desde la esquina de la habitación pensando; ¿por qué no podía ser él?
Suspiró, frotando su rostro y tratando de respirar correctamente. JiSung y SeungMin probablemente le golpearían con fuerza la cabeza, mientras lo sermoneaban de cosas que ya se sabía de memoria. MinHo le daría una Coca-Cola y le mostraría algunos memes para que "quitara esa cara de enano gruñón-triste", y si Chris supiera de la situación probablamente le daría un buen consejo y un abrazo.
Pero ninguno estaba allí y ChangBin solo podía deprimirse mirando a otra parte, recogiendo sus cosas y prendiendo su iPod para escuchar alguna que otra canción para distraer su mente.
Saludó a Chris con un flojo movimiento de mano y él solo le sonrió. No se molestó en decirle nada al menor porque sería olímpicamente ignorado; salió del salón y se dirigió a la salida del edificio, escuchando "just go" de iKon a todo volumen.
La canción era exactamente su situación, y él simplemente la dejó porque sentía que escuchaba a alguien que lo entendía, alguien que lo entendía a la perfección.
Suspiró y dejó que las lágrimas fluyeran mientras acomodaba su tapabocas y la bufanda que tenía. El frío en el ambiente solo hacía peor el que había en su pecho, en su corazón; ChangBin se sentía solo e incomprendido, además de abandonado por una persona que ama por sobre todas las cosas. Eso causaba una helada sensación en su corazón que cada vez se agravaba más y más.
Solo quería que llegara pronto a su cabeza.
Sorbió de su nariz y frotó uno de sus ojos, sintiendo sus manitas temblorosas sosteniendo el barandal del autobús con fuerza, haciendo que sus nudillos se pusieran blancos ante la presión.
¿Felix algún día le prestaría atención?
¿Algún día le miraría de la misma forma en la que miraba a Bang?
¿Algún día le amaría tanto como él lo hacía?
Deseaba poder saber las respuestas a esas preguntas y, por fin, poder superar esa situación que lo tenía tan asfixiado de una vez por todas.
Agachó su vista al suelo y volvió a frotar sus ojos, tratando de enfocar su vista en el camino que lo dirigía a su apartamento.
Pronto se empezó a reproducir « Leave your lover » de Sam Smith, y él solo se quitó los audífonos bruscamente para guardarlos en su bolsillo junto a su celular. Miró al cielo esperando calmar su adolorido corazón con la linda vista que este le otorgaba en compañía del sol y las nubes.
¿Por qué el día pasaba tan condenadamente rápido cuando este tipo de cosas sucedían? Por una parte le agradaba porque pronto estaría en su cama desahogando todos sus dolores contra la almohada, pero por otra parte, sentía que la situación escapaba de entre sus dedos como agua y cada vez tenía menos oportunidad con el chico. Felix en este mismo instante podría estar invitando a Chan a salir y él, solo por ser amigable, podría aceptar y ambos empezar una bonita y muy cursi historia de amor.
Abrió la puerta de su pequeño departamento, dejó los zapatos y su bolso en el suelo y se dirigió a la cocina para ver qué podía comer.
¿Debería rendirse? Cada noche se lo cuestionaba, sintiendo la balanza cada vez más inclinada de un lado, y sabía que lado era.
ChangBin no debería estar sufriendo por una situación como esta, y lo sabía. Debería superarla y hacerse una persona mejor, sonreírle al mundo y finalmente seguir con su vida con un aprendizaje de lo sucedido.
Pero era demasiado difícil, aún más con lo importante que era el chico para él. Lo veía a diario y pasaba demasiado tiempo con él. Felix era una persona demasiado dulce y le dolía pensar en su carita desanimada viendo que él simplemente se alejaba por su bien.
Felix le hacía daño sin darse cuenta.
Pronto estaba en la cama sin poder dormir, con demasiadas cosas en su cabeza atormentándolo y causando que aquellas regordetas lágrimas cayeran por sus mejillas.
De nuevo.
Suspiró y rodó por su colcha, adolorido, frotándose sus mejillas antes de ponerse de pie y caminar al baño, dispuesto a lavar su rostro y tomar algún analgésico para su dolor de cabeza.
Mientras quitaba las gotas salinas de su rostro, pensó en cómo podría hacer que todo esto acabase de una maldita vez, y se vio al espejo, jadeando algo sorprendido al no reconocerse en ese demacrado estado, tan destruido y devastado por un amor adolescente.
Suspiró, porque sabía que no era un simple amor adolescente, sabía que estaba amando a Felix como nunca llegó a amar a alguien antes en la vida. Era el dueño de sus pensamientos, de sus suspiros, jadeos y sonrisas, y si, lastimosamente también era dueño de sus lágrimas.
Frotó sus ojitos y vio su reflejo, decidido a acabar esto de una vez por todas, porque aunque sabía que sería increíblemente difícil viendo y estando con Felix casi las veinticuatro horas del día los siete días de la semana, él estaba determinado a dejar todo atrás y seguir con su vida, porque no estaba dispuesto a vivir más de un año o incluso toda la vida con un dolor que no tenía cura más que propia.
Tragó, secó su rostro y tomó la pastilla, viéndose una última vez en el reflejo, dándose a sí mismo una mirada de apoyo y fuerza, la que durante ese próximo año y medio necesitaría mucho y cada día más.
ChangBin se prometió a sí mismo, viéndose fijamente en el espejo alrededor de cinco minutos, que dejaría a Felix ir.
Soltaría esa cuerda que con tanto esfuerzo jalaba todos los días, y lo dejaría ir a los brazos de Christopher, porque confiaba demasiado en él y esperaba que lo cuidara y, aunque no acabaran juntos de ser el caso, esperaba que Felix fuera enormemente feliz con quien sea que estuviese.
Sonrió orgulloso, y esperando ver esa misma sonrisa en un año y medio, salió del baño y fue a acostarse, algo más tranquilo y menos complicado.
Él si iba a ser feliz, Felix lo iba a ser.
Él ya no lloraría en la noches, porque ya lo dejó ir.
🌧🌩🌧
hOLAAAAAA.
bueno, esta idea salió literalmente de la nada, pero lo hice con mucho amor)):
gracias por leer. 💕
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