B
Es el primer día de vacaciones de Semana Santa. Una semana para poder descansar... y estudiar. Eso de daros unas vacaciones de verdad no es algo que le agrade a la facultad.
Sales temprano de casa y te encuentras con Melca a medio camino. Os dais un abrazo sonriendo y vais hasta su cafetería preferida, donde pedís chocolate con churros.
–¿Por qué no cerramos los ojos e intentamos darle los churros a la otra?
–Muchos libros románticos has leído tú. No voy a dejar que me llenes la cara de chocolate prongoso.
–Jo...
Te ríes. Mojas un churro en el chocolate y comes mirándola.
–¿En qué piensas tanto?
–En nada.
–¿Y entonces por qué estás tan callada?
–Sólo admiraba tu belleza.
Melca se sonroja.
–Cállate... Que nos van a oír –susurra.
Haces una mueca y agachas la mirada, molesta. Duele que tu pareja tenga miedo de que alguien te escuche dándole muestras de cariño.
–Lo siento.
–Los dueños de la cafetería son amigos de mis padres...
–Lo sé, lo sé. Lo siento.
Pero tú sabes que, mientras sea una cafetería dentro de vuestra ciudad, también le molestaría. Siempre pueden haber oídos curiosos que empiecen a difundir el rumor. O eso piensa ella.
Termináis de desayunar y salís a la calle a dar un paseo.
–¿Te importa que vayamos a ver los pasos? ¿Porfi? No queda muy lejos la Iglesia...
–No, claro. Vamos.
Camináis haciendo el tonto hasta la Iglesia. Empieza a notarse el ambiente de Semana Santa; pero todavía queda que empiecen a resonar los tambores por las calles y que corten calle sí calle también para que las procesiones puedan pasar. Después la ciudad se dividirá entre la gente que sale buscando las procesiones y los que van evitándolas.
Cuando entráis, se respira bastante solemnidad. Hay un paso majestuoso, con la imagen de la Virgen María, supones. Melca junta las manos y se acerca a ella en silencio, mirándola con gran devoción, con esa cara de niña pequeña que pone cuando algo la emociona. Y tanto la emociona que le brillan los ojos mientras observa la imagen de la que, para ella, es también su madre. Te quedas quieta unos pasos detrás de ella, no queriendo molestar. Tú no eres capaz de entenderlo. No es más que una estatua para ti. Un conjunto de materiales que a alguien le ha dado por juntar.
–Hey –susurra alguien poniendo su mano en tu hombro.
Te giras y te sorprendes con lo que ves. Unos rizos rubios... Azuleima. Lleva una cámara profesional en su mano.
–Vaya... Hola.
Ella te sonríe y admira el paso desde allí, quita la tapa de su cámara. Seguís hablando entre susurros.
–No esperaba verte por aquí...
–¿Te acuerdas de que estudio Bellas Artes? –responde ella– Esto es arte –señala–, mira todos los detalles, los rasgos pulidos en su cara, la armonía entre las flores, el decorado de su manto, el gesto de los ángeles... Es arte.
–Pero... Tú... ¿Crees?
No puedes evitar preguntarlo, te mata la curiosidad. Quizá porque te recuerda demasiado a Leia y a ti en su forma de pensar, y no te cuadra con esto. Quizá solamente temas que se haya sentido insultada si alguna vez has caracterizado a la familia de Melca de beatos hablando con ella.
Azu te dirige una mirada de reproche.
–Valeria, este no es el mejor sitio para preguntar eso, ¿no? Respétalo, que para ellos es sagrado... Pero bueno, no, soy agnóstica.
Asientes lentamente.
–Y por lo que parece, tu novia creyente.
Azuleima sonríe mirándola, y apunta su cámara de forma que se vea su cara delante del paso. Melca es una buena imagen de lo que es la devoción cristiana.
–Demasiado... Diría yo.
–Valeria, todo el mundo necesita aferrarse a algo para seguir con su vida.
–¿Y tú? ¿A qué te aferras?
–¿Yo? Al arte. Al arte y a las sonrisas como manera de cambiar el mundo. ¿Y tú?
–No lo sé...
–Por lo poco que sé de ti, yo diría que tú te aferras a tu familia y a tus amigos. No te he oído hablar nunca de ningún proyecto de vida ni de nada que te emocione, salvo... Cuidarlos a ellos.
Melca vuelve contigo secándose las lágrimas, con una sonrisa.
–Gracias por acompañarme.
–No hay de qué. Adiós, Azuleima.
Melca la saluda con la mano y os vais de allí. Aprovecháis que hace buen tiempo para dar un largo paseo antes de volver a encerraros en tu casa, donde empezáis con los trabajos de la facultad hasta que Melca tiene que irse.
Enciendes tu ordenador y tecleas en YouTube "Blue Smiling". Ves en su perfil una lista de reproducción sobre tutoriales y entras a verlos, eligiendo al final el que te parece más fácil de hacer: una cajita con forma de corazón echa de cartón corrugado, dentro de la que podrías meterle algo para regalarle. Cumplís dos meses ese fin de semana, así que te viene perfecto.
Dejas el enlace abierto para poder verlo cuando vuelvas a encender el ordenador y lo apagas. Coges el teléfono móvil dispuesta a ver cómo está Sammy después de lo que pasó el otro día.
"Valeria: Cielo... ¿Cómo estás?
Fire: Bien.
Valeria: ¿Segura?
Fire: Sí, no te preocupes.
Valeria: ¿Quieres que vaya a verte?
Fire: No te preocupes... Estoy con Alicia. Jugamos a las cartas para matar el tiempo un rato.
Valeria: Vale... Entonces no os molesto.
Fire: Gracias por preocuparte. Pero de verdad que estoy bien.
Valeria: ¿Te veo en estos días?
Fire: No sé si podré con el trabajo... Ya sabes, en Semana Santa vienen más turistas, con lo que se llenan los restaurantes y me pagan horas extras.
Valeria: Claro. Bueno, ¿si puedo te parece que vaya al restaurante a darte un beso aunque sea?
Fire: ¡Claro! No podré quedarme hablando contigo porque estamos muy liados, pero si te pilla de camino, pasa y te doy un abrazo.
Valeria: Genial. Pásalo bien con Ali. Y... Salúdala de mi parte.
Fire: Claro. Hasta luego, preciosa.
Valeria: Adiós. Te quiero.
Fire: Te quiero."
Abres el chat con Leia para mandarle tu audio diario. No es que haya sido un día de lo más interesante, pero no todos lo pueden ser. Y lo has pasado con Melca, lo cual ya es genial.
Es la chica que te saca tu mejor sonrisa, por mucho que haga cosas que te puedan doler.
Nota de autor.
No me gustan las notas de autor; pero bueno, esto es por una cosa que creo que es puede venir muy bien a mis lectores que seáis a su vez escritores. Resulta que hay un nuevo proyecto, en el que yo participaré como moderador de la categoría LGBT (no me preguntéis por qué, o sea, ni que yo tuviera que ver con esa categoría xd) llamado The friendship project y dirigido por Periodista_fantasma que abarca todas las categorías permitidas en Wattpad. En él, os emparejarán con un "amigo" de modo que ambos os comprometéis a dar críticas constructivas al otro para mejorar mutuamente vuestras obras. Eso sí, se pasará un filtro a los participantes de modo que ni tengáis que leer una mierda ni alguien que no sabe escribir vaya a "ayudaros" (básicamente, porque no podría). Yo me he apuntado con Just be yourself.
Bueno, eso es todo. Que vayáis a informaros a su perfil, os apuntéis y le deis las gracias porque este capítulo era para la semana que viene y lo he subido antes para informaros. Así que a apuntarse.
¡Sonreíd! (Y ahora es cuando me doy cuenta de que, si bien en Un cliché patas arriba me despedía con "abrazos de Goobez", aquí pegaría poner "ostias de Leia", pero como que no es cuestión...)
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