Trate de despejar mi mente apreciando la vista que me podía dar la ventana de mi habitación, fue inútil por las horribles vistas urbanas que tenía que presenciar mi barrio. Pude ver peleas y gritos entre bandas, por supuesto Deuz estaba ahí. Se ve tan pequeño ante los otros que sin darme cuenta una risa sale de mi boca, su parecido con un pequinés era gracioso. ¿Cuándo fue la última vez que hablé con Deuz? ¿Hace un mes? Quizas dos. Justo cuando Deuz volteo a mirarme de manera fugaz Fox entró a la habitación. Encendiendo la luz de mi habitación, la cual estaba apagada y yo estaba siendo alumbrada por una pequeña lámpara. Lo mire con expectación recorriendo con la mirada las vendas en su cuerpo.

—No sabía que una chica podía demorar tanto para sólo bajar a comer.—Lo mire extrañada hasta que recordé que le había dicho que bajaría a cenar cuando termine de cambiarme.— Vamos, enana, se enfría la cena.

Asentí y di una última mirada a mi buen amigo, Deuz.

...

Ya eran más de las once de la noche, había salido buscando relajarme aún más. Mi mente no estaba conmigo y eso era muy malo, tomaría malas decisiones si no me relajo cuanto antes. Conozco este barrio tanto como a mi familia que sin darme cuenta ya estaba en el parque más cercano de mi hogar. Me senté en una banca y balanceo mis pies a manera de entretenerme. Y justo la persona que esperaba ver apareció junto a su grupo, Deuz reía junto a Nick y Onnie siendo acompañados por la seria Maggie. Cuando nos miramos él se detuvo y yo le sonreí levemente, habló con sus amigos, tras unos golpes amistosos en la espalda por sus amigos y una mirada enojada por parte de Maggie camino hacia mi.

—Cuanto tiempo, princesa.— Sonrió cuando termino de hablar y se sento a mi lado.— ¿Debería considerar esto un milagro para mi?

Lo codee amistosamente y observe como sus amigos se retiraban hasta la banca más alejada que pudo haber, aunque aún seguía a la vista.

—Escuché tu ruptura con el idiota.—Lo dijo con una seriedad tan inusual en él.— Es una pena, sabía que una relación entre mejores amigos no podía funcionar.

Lo fulmine con la mirada, desde siempre nuestra amistad se basó en hacer daño el uno al otro. Una amistad tóxica. Por eso odiaba estar cerca de él pero era bueno dando consejos así que lo contrarresta bastante. Levanto sus manos fingiendo inocencia.

—Pero, vamos, ahora estas libre, yo estoy libre —Alzó sus cejas sugestivamente.—Ya has de entender.

Negue.

—No dejes que esto sea un monólogo mio, princesa, hazme saber tu opinión.

—¿Qué debo hacer? —Le sonrei sinceramente.— No sé qué hacer, por un momento me sentí tan perdida que me dio miedo todo, Fox me apoyo y pensé que podríamos volver a esa amistad que tuvimos pero algo dentro de mi no quiere que sea asi. Todo esto es una mierda.

Se quedó pensativo unos momentos.

—Eres una idiota.

Me levante indignada dispuesto a darle una patada.

—Cuando tú me rechazaste después de todo la ilusión no quedé destrozado. Aprendí que las cosas suceden por algo, y hasta agradecí el que me hayas rechazado ¿Sabes por qué?

—No lo sé...

—Porque me quise mucho, el depender de ti me iba a dañar y no podía hacer nada más por algo que ya había sucedido, tenía que ser fuerte no solo por mi sino por las personas a mi alrededor.— Señaló a sus amigos.— Así que, princesa, amate y no dependas de alguien que ya ni te quiere. Por favor, abre tus ojos y deja atrás el pasado que es lo mejor para tu corazón.

Extendió sus brazos y lo abrace. Un gran peso se libero en mi interior. Aunque por un segundo sentí que algo malo iba a pasar.