~Capítulo 9~

Volveré a retomar la historia, actualizaré cada fin de semana, estoy haciendome espacios en mi agenda 😄

A los que siguen aquí leyendo, valen oro wattpaderitos.

*-*-*-*

Hiccup rebotaba sobre sus pies, sin importarle de que clase había salido o dónde se encontraba, estaba nervioso. Emocionado tal vez, no, no, definitivamente nervioso. Ahora estaba en su casillero, contando mentalmente los días que tenía hasta la cena con Jack, bueno con la familia de Jack más bien. Era miércoles y eso significaba que tenía jueves y viernes para entrar en pánico aún más. Cuando logró dejar sus libros en el estrecho casillero, solo para estos se cayeran a sus pies, Astrid se acercó.

Ya había conseguido sus cosas y estaba lista para regresar a casa; ella solo necesitaba que Hiccup terminara de ser torpe para que pudieran irse.

-Oye, ¿estás bien? -ella preguntó inclinando la cabeza ligeramente a un lado-

- ¿Qué? -Hiccup dejó caer otro libro e intentó recogerlo. - Oh, sí, sí, estoy bien. -Dijo distraídamente.

Astrid lo miró, sus movimientos eran más nerviosos que de costumbre.

- Ajá… -Se dio cuenta de que algo había pasado con él durante esos días; sus ojos siempre parecen mirar alrededor de la habitación en lugar de su rostro cuando hablaban.

Él estaba escondiendo algo, ella simplemente no sabía qué.

- Bueno, ¿estás listo para irnos o te gustaría dejar caer tus libros un par de veces más?

Por lo general, Hiccup respondía con un comentario sarcástico y rodando los ojos, en lugar de eso, solo terminó de meter sus libros en su casillero y lo cerró en silencio. Él asintió y luego caminaron por el pasillo, un silencio inusual instalado entre ellos. Hiccup parecía extrañamente interesado en las correas de su mochila, empujando sus dedos contra ellas.

Después de salir y caminar durante unos minutos más agonizantes, Astrid había tenido suficiente del silencio.

- En serio Hic, ¿estás bien? Pareces distraído. -señaló ella.

- No estoy distraí…- Si el mundo estaba en su contra, no se habría sorprendido. Su zapato se enganchó en un pedazo irregular de la acera y cayó rodando, aterrizando sobre sus rodillas y manos.

Sacudió las palmas de sus manos e inspeccionó el daño sobre su piel, estaba algo enrojecida y ardiendo.

- Uf, genial - murmuró.

- ¿Ves lo que quiero decir? - Astrid gruñó mientras ayudaba al chico a ponerse de pie. - Has estado así todo el día y no has dicho nada. ¿Qué está pasando? Quiero la verdad. –

Ella puso su boca en una línea recta y miró, mostrando que ya no estaba bromeando.

- Dime Hiccup o tendré que usar la fuerza física.

Hiccup miró al suelo, frotando suavemente las manos en su suéter, aunque fuera algo insalubre, luego se atrevió a intentar contestar a la chica a su lado.

- No quería decírtelo porque sabía que te enojarías. - explicó. Ella suspiró y golpeó su hombro en un gesto amistoso, una señal para que siguiera adelante. - Le estaba enviando mensajes de texto a Jack…

- ¿Cuándo no le estás enviando mensajes de texto? - Esto se ganó una mirada furiosa por parte del otro y ella se encogió de hombros.

- Le estaba enviando mensajes de texto a Jack – repitió - y bueno, me invitó a cenar.

Astrid detuvo su andar por completo y tiró de su brazo para que él la mirara.

Su rostro estaba completamente en blanco, pero Hiccup podía decir que algo estaba a punto de salir violentamente y no iba a ser bueno.

- ¿Ves?, es por eso que no quería decírtelo.

Para su sorpresa, ella dejó escapar un largo suspiro y le dio una palmada en el hombro.

- No, no. - dijo ella, controlada. - tú… puedes hacer lo que quieras. Su ojo derecho se movió levemente. – Yo…yo no puedo detenerte así que… -Ahora su labio temblaba ligeramente. Sus uñas estaban comenzando a clavarse en su camiseta y la piel debajo.

- ¿Astrid? - Él estaba empezando a preocuparse, preguntándose si ella estaba teniendo un ataque de nervios. - ¿Necesitas atención médica inmediata?

Ella sacudió la cabeza con un movimiento brusco, el cabello rubio moviéndose hacia adelante y hacia atrás.

- Puedo llamar a una ambulancia ahora mismo si deseas- él advirtió. Sacó su teléfono y la miró, notando que estaba comenzando a calmarse. - ¿ya te calmaste?

Ella respiró hondo.

- Sí, creo que estoy bien ahora.
Continuaron caminando, ella tiró de él hacia atrás y golpeó su brazo con casi toda su fuerza. Hiccup fue empujado unos centímetros más allá, ante de finalmente poder recuperar el equilibrio. No quería aterrizar en el suelo dos veces en un día.

- ¡¿Y eso por qué fue?!- Él gritó. Un corredor al otro lado de la carretera los miró por un momento antes de continuar su camino. - ¡Eso duele! -Frotó el lugar donde ella lo había golpeado, palpitando bajo su toque. -Caray Astrid, cálmate.

- Bueno, tal vez si mi mejor amigo no me ocultara cosas importantes como esta, ¡no tendría que ser tan violenta! -Ella argumentó. Sus mejillas estaban enrojecidas por la ira mientras caminaba hacia adelante, continuando su camino a casa.

- ¡No necesitas ser violenta en primer lugar! -Hiccup la siguió, argumentando en defensa. - ¡No quería decírtelo porque sabía que reaccionarías de esta manera! Mira - La alcanzó al fin. -Entiendo que es estúpido e imprudente, pero solo estoy haciendo esto como amigo. ¿De acuerdo? Un amigo. - Cuando ella lo miró por el rabillo del ojo, él le dio su mejor sonrisa inocente y ella gimió.

- Hiccup, será mejor que no te enamores de este chico. - ella le advirtió. -No quiero recibir esa llamada a la una y media de la mañana y tener que colarte en mi habitación para ver películas de Disney y comer helado de nuevo.

Él se sonrojó y recordó exactamente de lo que ella estaba hablando.

Aquella fue la primera vez que se dio cuenta de por qué no era como todos los demás en Berk. Estaba en casa con su familia, viendo una película. Su padre y madre estaban sentados juntos, mientras él y Toothless peleaban por el sillón reclinable. Había perdido y fue obligado a tirarse al suelo, sentándose incómodo durante la mayor parte de la película.

Se había olvidado de qué era la película, pero había una escena, sus padres no parecían pensar que eran demasiado jóvenes (Hiccup tenía 12 y Toothless 9), donde el protagonista masculino estaba desnudo, de espaldas a la cámara.

Era hermoso, la curva de su espalda y el arco de su cuello. Hiccup simplemente asumió, ya que él era un artista autoproclamado (no tan proclamado en realidad) que era solo su cerebro artístico el que tomaba la iluminación y posaba. Pero luego esa noche, mientras yacía en la cama, la imagen del actor seguía apareciendo ante sus ojos cerrados y se sorprendió al descubrir que, bueno, un niño de doce años estaba tan excitado. Pensando que era un error, lo ignoró.

Sin embargo, durante la semana, comenzó a notar a los otros chicos de su grado, la forma en que se movían y el músculo que comenzaban a desarrollar, debajo de sus camisetas. No pensó que fuera pervertido en ese momento, pero después de un tiempo, no pudo dejar de mirar. Sus ojos naturalmente fueron hacia ellos, estudiando sus altas y fuertes figuras.

Mientras que otros se reían y disfrutaban de ver las modelos en reality shows, él estaba mucho más interesado en los actores de la televisión, con los ojos pegados a sus mandíbulas y rasgos perfectamente esculpidos.

Después de unos meses de negarlo, una noche parecía que no podía dormir. Así que hizo lo que haría cualquier niño de doce años y caminó hasta la casa de su mejor amiga en medio de la noche vistiendo nada más que una camiseta y boxers. Le había arrojado pequeñas piedras a la ventana hasta que ella se despertó, enojada y aturdida, pero le permitió la entrada de todos modos. Justo cuando trepaba por la ventana, se derrumbó en los brazos de ella y sollozó.

Astrid no sabía qué hacer, así que lo dejó llorar hasta que él se explicó, y cuando lo hizo, corrió escaleras abajo y tomó un pote de helado de chocolate y una película de Disney. La Sirenita. Se sentaron allí viendo esa película en su habitación mientras se servían el cremoso bocadillo, durante la madrugada hasta que la mañana eventualmente llegó. En ese momento, Hiccup se volvió de regreso a su propia casa, se metió en la cama y dijo que estaba enfermo cuando su madre se acercó para despertarlo.

Fue un momento difícil después de esa noche para él concentrarse, pero Astrid estaba a su lado, completamente dedicada y él la quería mucho por eso.

- No recibirás ninguna llamada- él dijo finalmente, saliendo de sus recuerdos. - Es solo una cena y su familia está allí, así que nada pasará.

Finalmente llegaron a su casa, aunque Astrid vivía unas casas más allá, tendía a seguir a Hiccup a casa antes de darse la vuelta.

- Necesito hacer la tarea de lenguaje y luego te enviaré un mensaje de texto, ¿de acuerdo? –Él la miró con sinceridad-

Astrid esbozó una pequeña sonrisa y asintió con la cabeza.

- Será mejor que me prometas que me darás todos los detalles cuando regreses, ¿entendido? - Ella le frotó la cabeza con los nudillos y él gritó misericordia antes de soltarlo. - Bien, te hablaré más tarde Hic.

Apresurándose por la acera, saludó por encima del hombro e Hiccup se limitó a acariciar con suavidad su cabello, dándole una sonrisa antes de entrar a su casa.

*-*-*-*-*

J

ack había terminado la mayor parte de su trabajo para la escuela y subió las escaleras rascándose la nuca. Sus raíces estaban comenzando a notarse y supuso que tendría que volver a teñirse el cabello en algún momento en el futuro cercano.

Emma estaba en la gran mesa del comedor, trabajando en lo que parecía ser Historia. Miró a Jack y sonrió, encontrando una buena excusa para salir de su tarea por un momento.

- Hey - dijo ella.

- Hey, niña – asintió con la cabeza.

Tooth estaba en la cocina, cortando verduras para la cena de esa noche.

Jack agarró una botella de agua del frigorífico y se apoyó en la encimera, tomando un sorbo. - ¿Necesitas ayuda?

- No, estoy bien -Tooth agitó la mano sonriendo y terminó de cortar un pimiento. - ¿Hay algo que necesites? - Ella lo miró, sus ojos eran casi de un color violeta bajo ciertas luces. - Por lo general, solo ofreces tu ayuda si quieres algo a cambio. - Jack soltó una risa nerviosa, sabiendo que estaba atrapado. - ¿Así que, ¿qué pasa?

Se apartó del mostrador y deambuló por la espaciosa cocina.

- Invité a un amigo a cenar el sábado, se suponía que tenía que decírtelo hace un tiempo, pero creo que se me olvidó. - Se encogió de hombros y tomó otro trago de agua. - Espero que no te moleste.

Tooth se encogió de hombros y se apartó el cabello castaño de la cara.

- Jamie siempre está aquí los sábados de todos modos, no veo por qué siquiera necesitas decirme eso. -se rió. - es prácticamente de la familia.

Jack negó con la cabeza.

- No, no es Jamie, ¿recuerdas en la convención cuando conocimos a Hiccup, el vikingo delgado? - Su madre se animó y asintió. - Bueno, él. Le dije.

- Oh, ¿has estado hablando con él? Eso es genial; era un chico muy dulce. Sus dientes están un poco torcidos, pero eso se puede arreglar. -Lavó las verduras que cortó y las secó con una toalla de papel. - ¿Van a venir sus amigos?

- No lo creo, solo él. Pero su mamá quiere hablar contigo antes de la cena, solo para asegurarse de que no estemos tan locos como parece. -Jack se volvió cuando Emma entró en la cocina, fue hacia su madre y tomó una rodaja de zanahoria.

Se la metió en la boca y miró a su alrededor.

- ¿Estamos hablando de Hiccup? -Ella preguntó. Era un gran tema para ella ya que Hiccup ahora era su crush oficial a sus doce años. - ¿Así que es seguro que vendrá el sábado? - Sus ojos marrones se iluminaron cuando miró a Jack, quien sonrió.

- Creo que sí. A menos que le ocurra algo antes. Volvió a mirar a Tooth y arqueó la ceja. - Entonces, ¿puedes hablar con su mamá y asegurarte de explicarle que no somos una familia loca? - Se oyó un fuerte estruendo de la puerta principal al cerrarse y los grandes zapatos de Norte golpearon el suelo.

Emma salió corriendo de la cocina, levantando los brazos al aire.

- ¡Papá! -Hubo una risa resonante y unos segundos después Norte entró en la cocina con Emma sobre sus hombros, sus brazos envueltos alrededor de su cuello por seguridad. En la convención era fácil asumir que se parecía a Santa Clause, pero eso era solo el disfraz. Cuando se quitaba el maquillaje, él era Norte una vez más.

Era alto, no como el promedio, sino más alto. Su cabello castaño oscuro solía ser rebelde y su barba cuidadosamente recortada. Los ojos azul pálido destacaban contra sus mejillas sonrosadas y su piel pálida. Estaba delgado y cubierto de músculos por sus entrenamientos semanales, lo que solo aumentaba su estatura.

- ¿Y cómo está mi familia esta hermosa noche? -Se rió entre dientes, inclinándose para besar a Tooth en los labios.

- Hablando de la cena del sábado. –Emma se rió mientras él se alejaba.

- Jack traerá a Hiccup para que coma con nosotros. - Ella le envió una sonrisa a su hijo y Norte se volvió hacia él.

- Ah, ya veo ¿haces nuevos amigos? ¿Qué hay de Jamie? ¿Nos va a honrar con su presencia como siempre? -Dejó a Emma en el suelo y puso sus manos en sus caderas.

- Sí, ¿aparecerán todos los demás también? -Jack se cruzó de brazos e inclinó la cabeza.

Tooth asintió, contando con sus dedos.

- Bunnymund y Sandy van a venir, así que sí, todos estarán aquí. -Hizo una pausa por un momento, mirando a Jack nerviosamente. - ¿No crees que vamos a asustar a Hiccup con todos nosotros? - Sabía que su hermano podía ser un poco…amenazante si no entendías su humor.

- Ya los presenté y al tío Bunnymund parecía agradarle Hiccup mucho. - Jack recordó cómo usó a Hiccup como táctica de trueque para conseguir comida. - Estoy seguro de que será perfecto, claro que, con tu cocina, todo puede ser perfecto. -Batió las pestañas y Tooth se burló, golpeando su hombro juguetonamente.

- Entonces todo lo que parece que tengo que hacer es hablar con su madre y todo estará listo. -Tooth aplaudió y miró a Norte. - ¿Quizás podamos convencerlo de que venga a otra convención con nosotros? Sería divertido tener más de nosotros para difundir el..

- ¿Negocio? - Jack interrumpió.

Ella frunció los labios.

- Iba a decir ánimo, pero gracias Jack.-  Él se rió y comenzó a alejarse, preguntándose si debería enviarle un mensaje de texto a Hiccup sobre el asunto de su familia, pero Emma rápidamente llamó su atención mientras corría y se colgaba de su brazo.

- ¿Si? -Él la miró, arqueando una ceja.

- Durante la cena, ¿puedo sentarme junto a Hiccup? -Preguntó ampliando sus ojos marrones grandes e inocentes. - Puedes sentarte junto a Jamie como siempre - agregó.

- Es mi invitado, debería sentarme a su lado - recordó. Emma comenzó a hacer pucheros y él suspiró. - Está bien, ambos podemos sentarnos a su lado. ¿Qué te parece?- Ella sonrió y asintió con la cabeza, volviendo a su tarea.

Jack se rió para sí mismo mientras seguía su camino, revisando su teléfono para ver si había recibido un mensaje de texto de Hiccup.


*-*-*-*-*

El siguiente capítulo será la cena con la familia de Jack. Se viene lo divertido en varios sentidos. 😁

No olviden votar y dar su comentario, eso da motivación ya saben, ¡Nos vemos!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top