~Capítulo 43~
Hola, ¿cómo se encuentran hoy? Espero que bien. Este capítulo fue interminable pero por fin está listo. Sin más que decir, la cita de San Valentín ha llegado. ❤
¡Disfruten!
*-*-*-*
Para cuando las manecillas del reloj marcaron las cinco de la mañana, Hiccup ya se había duchado y vestido; estaba dando los toques finales a su atuendo, cuando accidentalmente hizo caer un lienzo de su escritorio al suelo.
El ruido despertó a Toothless aparentemente, y en menos de cinco minutos, el chico más joven se hallaba de pie en la puerta de la habitación de su hermano, frotándose un ojo con el dorso de la mano, mientras lo miraba con el otro. Hiccup notó su presencia, dejó de buscar a tientas su suéter en el armario y se volvió hacia él.
- Hola, ¿te desperté?
- Sí. - refunfuñó Toothless. Su camiseta de pijama (con estampado de dragones) estaba algo arrugada.
- Lo siento por eso. - Hiccup hizo una mueca de disculpa. - Puedes volver a dormir. No haré más ruido. - Toothless se acercó a la cama del adolescente y se sentó, apartándose el cabello enredado del rostro. Realmente necesitaba un corte de pelo pronto. – Jajaja, no puedes dormir aquí. Voy a salir hoy, ¿recuerdas?
El niño parpadeó con sus ojos verdes tóxicos, pareciendo casi iluminar la habitación.
- Con Jack, ¿verdad? – Ante sus palabras, el adolescente castaño asintió con la cabeza, mientras rebuscaba en un cajón, hasta que sacó un trozo de papel. – Entonces, ¿tú y Jack suelen besarse y esas cosas? ¿Como en el hospital y en el lugar de terapia?
Hiccup casi deja caer el papel sobre la alfombra, su boca se abrió levemente.
- Uh, sí. Lo hacemos. - dijo con cautela. Se dio cuenta de que en realidad nunca había hablado con Toothless acerca de su relación con Jack. Una cosa era que Estoico lo supiera, pero era algo completamente diferente en el caso de Toothless. Nunca se lo había mencionado antes. Se había besado con Jack frente a su hermano menor, así que no era como si él no supiera nada de ellos. Hiccup pensó que, eventualmente el niño preguntaría al respecto, pero quizás hubiera sido mejor hacerlo en un momento más apropiado. - Escucha Toothless, sé que probablemente sea muy extraño para ti. El ver a dos chicos besándose y todo ese rollo…
Toothless resopló aguantando la risa, aquello tomó al adolescente pecoso con la guardia baja. Esperaba una reacción diferente a la conversación por parte del otro.
- Nunca dije que fuera raro y ¿qué tiene que ver un rollo con esto? ¿Hablas de rollos de canela o…? – Ante sus palabras, Hiccup se echó a reír, sacudiendo la cabeza. - ¿Qué? ¡No lo entiendo! ¿Los rollos te dan tanta risa?
El adolescente castaño contuvo el aliento para dejar de reír, cojeó hacia él (sin llegar a ser torpe, debido a que haber usado sus muletas durante tanto tiempo le hizo acostumbrarse a ellas) y despeinó el cabello de Toothless.
- No, no pasa nada tranquilo. Solo pensé que tendrías un montón de preguntas acerca del tema, es todo. Así que, ¿realmente estás bien con que yo y Jack estemos juntos? - Preguntó con cuidado.
- Sí. – dijo el otro con calma. – pero traten de no besarse más frente a mí. El amor da asco. - Cuando el chico más joven arrugó la nariz, Hiccup sonrió. - En serio, consíganse una habitación. – El niño de cabello negro se puso de pie y se dirigió a la puerta, luego miró por encima del hombro. - ¡Y no me despiertes otra vez o te haré jugar videojuegos conmigo como una tortura durante todo un día!
Desde la perspectiva de Toothless esa era una amenaza horrible, así que Hiccup fingió estar mortificado y respondió.
- Sí, señor. – Al oír aquellas palabras; el más joven, con una sonrisa satisfecha, regresó arrastrando los pies a su habitación.
Hiccup se rió para sí mismo y volvió a asegurarse de que todo estuviese listo. Su corazón no dejaba de acelerarse ante la idea de llevar a Jack a una cita. Era absolutamente asombroso saber que, después de todo, todavía estaban juntos. Siempre que pensaba en ello, su cuerpo se estremecía y su estómago se convertía en un gimnasta olímpico, por la forma en que daba giros en su ser. No había forma de describir su felicidad, excepto quizás decir que era una dicha total. Su teléfono vibró con fuerza y rompió su concentración. Se apresuró en tomarlo, casi tirándolo al suelo por accidente.
- ¿Hola?
- Quiero que sepas que nunca más volveré a despertarme tan temprano un sábado. - La voz de Jack sonaba ronca y en un tono más grave, lo cual demostraba que acababa de despertar. - Será mejor que tengas algo grandioso planeado para compensar esto. - bostezó.
Hiccup se mordió el labio, tratando de averiguar por qué Jack sonaba tan sexy cuando se despertaba. Si él mismo intentaba algo parecido, fallaría miserablemente en el intento, o eso pensaba. Obviamente, Jack era un maestro de la seducción, incluso a una hora tan temprana por la mañana.
- Lo siento. - murmuró el menor finalmente. - Pero todavía podrías haber dormido una hora más o menos.
- Demasiado tarde. - suspiró Jack. - Ya escuché tu voz. Ahora estoy muy despierto. - El suave sonido de las sábanas apenas podía oírse sobre el tono de su voz. Lo que significaba que, literalmente, el universitario acababa de despertar y lo primero que hizo fue tomar su teléfono para llamar a Hiccup. Ese pensamiento hizo que una oleada de felicidad atravesara al adolescente de ojos esmeraldas. - Feliz día de San Valentín. – susurró el mayor. - Te amo.
Cuando dijo esas dos palabras, aquella dicha total pareció correr a toda velocidad y golpear a Hiccup en el estómago con fuerza.
- ¿Uh…Hiccy? ¿Estás ahí? – El adolescente castaño no pudo responder, su boca se llenó de demasiadas frases desordenadas y solo atinó a balbucear unas vocales. - ¿Te caíste? ¡Mierda, Hiccup, respóndeme! ¿Estás herido? – El más joven parpadeó y escuchó al otro lado de la línea un ruido sordo, imaginó que Jack debió haber dejado caer su teléfono porque todo se quedó en silencio, luego oyó las suaves maldiciones que su novio soltaba de fondo, antes de que finalmente su voz volviera fuerte y clara una vez más. - ¡Hiccup, llamaré a tu papá…!
- ¡No! - Hiccup finalmente salió de su trance. - No, lo siento, solo estaba distraído por algo. No te preocupes. - Jack dejó escapar un suspiro de alivio al oír su respuesta. - Estoy bien. Lo siento, uhm… feliz día de San Valentín. – El menor hizo una pausa y bajó el volumen de su voz, intentando ver si podría lograr sonar tan sexy como Jack. - Yo también te amo. – Bueno, su voz salió más como un murmullo, pero al menos sonó algo sexy.
- ¿Estás cogiendo un resfriado? Tu voz suena rara. – Jack parecía confundido y preocupado. Muy bien, hora de abortar la misión. Hiccup hizo una mueca, a partir de ahora siempre mantendría su voz normal para ahorrarse la vergüenza. “Fue sexy en exceso”, el pecoso analizó su propio pensamiento mientras miraba hacia el techo. – Hic, si estás enfermo, no es necesario que salgamos hoy. Sentarme en casa viendo películas y comiendo sopa contigo es suficiente para mí.
“¡No!”, pensó Hiccup. “¡No, no es suficiente! Tiene que ser perfecto.”
- No, estoy bien. Uh…mi voz sonó así porque… me aguanté las ganas de estornudar. – El castaño se frotó los ojos con el dorso de su mano libre. “Bien hecho Hiccup, es una excelente excusa para sonar como un idiota más grande.” – En fin, ¿de todos modos estarás aquí a las siete y media?
- Sí, lo haré. Nos vemos en un rato.
- Hasta entonces. – El muchacho colgó la llamada y guardó su celular en el bolsillo de su pantalón. Miró alrededor de la habitación y a su propia ropa, frunciendo los labios. “Muy bien”, se colocó las manos en las caderas, “todo está casi listo”. El adolescente dio una pequeña sonrisa para felicitarse a sí mismo y levantó la cabeza en el aire. “Esto será perfecto.”
*-*-*-*
- Papá, no te preocupes. - Hiccup dijo por lo que pareció ser la centésima vez. - Voy a estar con Jack todo el tiempo. - Estoico se hallaba de pie frente a él, mientras la preocupación formaba arrugas en su frente, sin importar lo que dijera su hijo. - Permaneceremos dentro de la ciudad y sabes donde están los lugares donde iremos. – Hiccup se inclinó para atarse las agujetas de su zapato derecho, plenamente consciente de que cada movimiento que realizaba estaba siendo observado por su padre.
Estoico dio un paso atrás, tratando de poner un poco de distancia entre ellos, para que así el otro pudiera continuar su labor de mejor manera.
- Mantén tu celular encendido en todo momento, ¿entendido? - Hiccup asintió ante las indicaciones del hombre mayor, pero no sin antes rodar los ojos de forma característica. - ¿Y al menos puedes prometerme que me enviarás un mensaje de texto cuando llegues a cada lugar?
El muchacho se puso de pie y le dio una mirada cansada a su padre.
- ¿Por qué no me pones todas estas reglas cuando salgo con Astrid? – Hiccup tomó su mochila y se la colgó en el hombro, tratando de mantener el equilibrio sobre las muletas. – En esas ocasiones nunca actúas tan paranoico.
- Porque sé que ninguno de los dos va a conducir hacia alguna parte y caminan juntos en todo momento. - El hombre corpulento explicó, mientras se contenía de tratar de ayudar a Hiccup a caminar hacia la puerta principal. - Comprendo que estarás con Jack, pero me ofrecí a llevarlos a los dos en el auto durante el día muchas veces.
- Lo sé y te lo agradezco papá, pero no será una gran cita si nos espías todo el tiempo. – El adolescente castaño se sintió un poco apenado cuando vio que el rostro de Estoico se tornaba de un tono rosado claro. - Pero, de todas formas, gracias por ayudarme. Entiendo lo difícil que esto es para ti y quiero que sepas que estoy orgulloso de ti por… ya sabes, todo. – Hiccup se encogió de hombros, intentando no hacer el momento demasiado emocional. Sin embargo, parecía que Estoico no estaba en la misma página. Comenzó a secarse los ojos y abrió los brazos, para luego casi aplastar al chico en un fuerte abrazo. – E…está bien papá, lo entiendo, también te quiero. - Sus pulmones estaban a punto de colapsar. - ¡Necesito aire papá, aire!
- Lo siento. – el hombre mayor se rió. - Sólo quiero que sepas que yo también te quiero. - Ambos asintieron con la cabeza tratando de pensar en algo más que decir. Fue una escena hilarante verlos a ambos saltar, cuando el teléfono de Hiccup vibró en medio del silencio. El pecoso sacó el dispositivo y Estoico esbozó una leve de sonrisa de lado. - ¿Es Jack?
- Sí, está esperando afuera. – Estoico lo abrazó una vez más (mucho más suave esta vez), Hiccup cojeó hasta la puerta y salió al porche. Casi tropezó al bajar los escalones de la entrada, debido al peso de su mochila y tanto Estoico como Jack se apresuraron en correr a su lado. - ¡Estoy bien! - Gimió de vergüenza cuando su padre y su novio lo ayudaron a bajar las escaleras. - Ustedes dos tienen que aprender a relajarse, sólo me tropecé un poco. No es el fin del mundo. – Sin embargo, el chico no se daba cuenta de que realmente él significaba el mundo para ellos dos. Cuando finalmente llegaron a la acera, el menor se despidió de Estoico. Jack tomó su mochila, a pesar de que Hiccup discutió un poco, diciendo que podía llevarla él mismo.
- ¡Cuidaré bien de él, Sr. Haddock! - El adolescente mayor sonrió, levantando el pulgar en el aire. - Puede confiar en mí.
Y para su sorpresa, Estoico asintió.
- Sí, confío en ti.
Jack parecía sentirse orgulloso de escuchar eso, su pecho se hinchó y su cabeza se elevó un poco más en el aire, luego respondió.
- Gracias señor. - Hiccup esperaba que su novio lo saludara, pero parecía haber tanta emoción en su rostro que el otro solo se volvió hacia él y le tocó la mano ligeramente. - ¿Listo para irnos?
- Listo cuando tú lo estés. - dijo simplemente. - Adiós papá, te llamaré más tarde. – Ambos se dirigieron hacia el auto e Hiccup sabía que Estoico todavía estaba mirándolos. Sus musculosos brazos se cruzaron y su fuerte mandíbula se tensó. Cuando los dos adolescentes terminaron de instalarse en el vehículo y abrocharon sus cinturones, el de ojos esmeraldas miró a Jack y forzó una pequeña sonrisa. - Lo siento, él se porta muy protector últimamente.
Jack solo sonrió, señalándose con el pulgar a sí mismo.
- Y, aun así, permitió que yo te llevara hoy, incluso dijo que confiaba en mí. - Sus ojos azules parecían brillar más que cualquier zafiro cuando hablaba e Hiccup sabía que eso significaba que estaba realmente orgulloso de sí mismo por haber obtenido la aprobación de Estoico. – Muy bien, ¿qué ruta debo seguir para llegar a nuestro destino misterioso?
- Sigue de frente y yo te diré cuándo girar. - Hiccup rebotó un poco en su asiento, mientras la emoción se apoderaba de él. Jack puso en marcha el auto y se alejaron por la autopista, dejando a Estoico de pie en el porche. - Espero que te guste este lugar. – El muchacho dio ligeros golpecitos con las uñas en la fría ventana mientras murmuraba. - Realmente no sabía qué podría superar tu cita, así que me preocupé un poco.
- Hiccy, no estamos teniendo citas para ver quién es el mejor novio. – Jack hizo una pausa. - aunque todos sabemos que yo gano la categoría. – Ante sus palabras recibió una mirada furiosa por parte del otro y se rió. - Lo siento, aun así, no te preocupes por que sea perfecto. Me divertiría contigo sin importar lo que hiciéramos. Maldita sea, incluso me encantaría estar recostado en mi cama y no haberme levantado a las siete y media. - Hiccup golpeó su brazo levemente y le indicó que girara a la derecha en próxima esquina. - Disfrutemos la cita y no nos preocupemos por nada hoy. Tienes toda mi atención.
- Gira a la izquierda aquí. - dijo Hiccup. Ya iban a llegar y él empezó a removerse inquieto en su asiento, pasando las manos suavemente por el cinturón de seguridad. – Detente frente a ese edificio y estaciona en cualquier lugar.
Jack siguió las instrucciones, pero arqueó una ceja en confusión.
- ¿El centro comunitario de la ciudad? — Detuvo el auto en un espacio de estacionamiento gratuito. —Por favor, dime que no vamos a jugar bingo. Soy un asco en ese juego. – El universitario salió del vehículo, se apresuró en llegar al lado de Hiccup y lo ayudó a salir, aunque el menor protestó un poco. - Entonces, ¿qué hacemos aquí?
Hiccup estiró el brazo para tomar su mochila, pero Jack fue más veloz y se apresuró a colgársela sobre uno de sus hombros.
- Jack… - suspiró el chico más bajo, pero no discutió. - Pues mi papá investigó sobre eventos que iban a tener lugar en la ciudad y resulta que el centro comunitario está llevando a cabo una exposición de la galería de arte, con miles de obras hechas por artistas de todo el estado y la ciudad. - Se dirigieron a la entrada y Jack mantuvo una mano presionada en la espalda baja de Hiccup por seguridad. Pero la forma en que movió sus dedos, le indicó al chico de cabello castaño que aquello era solo una excusa para tenerlo cerca.
- No sabía que la ciudad organizaba este tipo de cosas. - Jack sostuvo la puerta abierta para que el otro chico entrara primero e inmediatamente después de que lo hizo, su propia mano encontró su camino de regreso a su espalda baja. - ¡Deberías colocar tus obras de arte aquí! ¡Apuesto que a la gente le encantaría verlas! - Hiccup negó con la cabeza mientras seguían las señales en la pared, en dirección al gimnasio donde se estaba llevando a cabo el evento. - ¿Qué? ¿Por qué no? ¡Tu arte es asombroso!
El muchacho más joven se mordió el labio y sus ojos se apartaron hacia el suelo, luego comenzó a hablar en voz baja.
- Simplemente no creo que mi trabajo pueda ser considerado arte de verdad. Son cosas que hago cuando estoy aburrido o molesto. – Ambos se encontraban en la entrada del gimnasio comunitario, donde se exhibía una galería de arte improvisada para aquel día. - Nunca pensé en compartir mi arte con otras personas además de mi familia y Astrid. - La mano de Jack que se hallaba en su espalda tembló un poco. - Eso fue antes de conocerte. – Hiccup agregó suavemente. - Te mostré todos mis dibujos y pinturas, ¿recuerdas? Algunos ni siquiera los he mostrado a los demás.
Jack reprimió una sonrisa de satisfacción e intentó fruncir el ceño al chico.
- Pero tu arte es increíble Hiccup. Nunca había visto algo así antes. – El mayor bajó la cabeza para que solo Hiccup pudiera mirarlo a los ojos. - No soy la persona más culta en cuanto al arte, pero sé que, si el artista pone tanta emoción como tú lo haces, entonces su arte será hermoso. Y es por eso que tu arte es tan encantador, Hiccup, cuando dibujas o pintas pones más emoción que nadie que haya conocido jamás. – Jack sonrió gentilmente y le besó la frente. - Ahora vayamos a ver a algunas obras de estos aficionados.
- Jack… - siseó Hiccup. - No hagas eso. Muchos de los artistas de estas obras están aquí hoy y preferiría que no se enojen con nosotros porque los llamaste aficionados. – Frunció el ceño y Jack volvió a besar su sien.
- Bueno, ellos son aficionados comparados contigo. – el universitario se rió en voz baja.
- Ya detente… - Hiccup suspiró un poco, quizás era cierto que estaba actuando como si su arte no fuera lo suficientemente bueno, pero no pudo evitar sentir una cálida sensación cuando Jack comenzó a elogiarlo. Su cuerpo se sintió más ligero en el momento en que entraron al gimnasio; ambos observaron las paredes blancas del lugar y las obras de arte colgadas cuidadosamente en ellas. Incluso había algunas esculturas colocadas alrededor. – Vaya… - el menor parpadeó. – sin duda se ve muy diferente cada vez que limpian este lugar.
- ¿Has estado aquí antes? - Jack se mantuvo cerca de Hiccup, asegurándose de lanzar una mirada severa a cualquiera que se atreviera a pasar cerca y hacer alguna mueca o comentario sobre la pierna izquierda del menor.
- Sí; cuando era pequeño, papá trató de animarme a hacer deporte. Me inscribió en un campamento de baloncesto durante el verano, donde solo resultamos siendo un grupo de pequeños niños sudorosos peleando por una pelota y algunos terminaron llorando a la mitad del partido, no fue divertido. – El chico entrecerró los ojos ante los recuerdos de haber sido empujado al suelo y casi aplastado.
- Suena como una idea porno muy mala. – Ante sus palabras, Hiccup rápidamente le dio una palmada en el pecho y se mordió el labio para evitar sonreír. - Lo siento. – murmuró el mayor. Aunque ambos sabían que él no se arrepentía en lo absoluto. - Así que, esta es la obra de arte más asombrosa de la ciudad. – Jack caminó hacia una pintura y leyó la pequeña tarjeta con su nombre al lado. - ¿Perdido para siempre? - Leyó en voz alta. Luego de dar un paso atrás, trató de averiguar qué representaba la pintura. - ¿Es un elefante? Por favor, dime que es un elefante.
- No creo que lo sea. - Hiccup negó con la cabeza. Parecía una mancha gris con dos ojos grandes a cada lado. Ninguno de los dos supo qué era con exactitud. - Debe ser una pieza abstracta.
- Ojalá no sea un autorretrato. - murmuró Jack en voz baja. – Tú podrías hacer algo mucho mejor que esto. - El adolescente castaño le dio una mirada seria y el otro simplemente caminó hacia la siguiente pintura. - Madre de rojo. – El universitario anunció observando la tarjeta de presentación. - Bueno, al menos esta es obviamente una madre vestida de rojo. - La pintura era de una mujer vestida de escarlata, que sostenía a un niño en medio de un campo de flores.
- No me digas, pensé que era de alguien tratando de robar a ese niño. - Hiccup le sonrió a Jack y este casi se atraganta a causa de su propia risa. El ambiente en el gimnasio era muy tranquilo y muchos de los ruidos que habían resonaban por los alrededores; por lo que tuvieron que permanecer muy callados. El chico de ojos azules se tapó la boca para evitar hacer un escándalo de carcajadas. Ambos siguieron adelante, pero ante cada pintura que observaban, uno de ellos siempre hacía un comentario al respecto y de repente la situación se convirtió en una lucha para evitar reír. En una ocasión, Jack tuvo que inclinarse un poco porque le dolían los costados por aguantar la risa. - ¿Debería parar?
El mayor sacudió la cabeza, recuperando el aliento.
- No Hic, está bien. – El universitario sonrió levemente. Una mujer mayor pasó al lado de ambos y los miró un momento antes de seguir su camino. Se rieron discretamente y Jack deslizó su brazo alrededor del cuello de Hiccup gentilmente, para luego besar la parte superior de su cabeza. - Supongo que no deberíamos burlarnos del arte de otras personas mientras están a nuestro alrededor. - murmuró con el rostro hundido en su cabello.
- Sí, supongo que sí. – El más bajo susurró. Ambos adolescentes continuaron avanzando a través del laberinto de pinturas, fotografías, esculturas e incluso una que otra pieza de mosaico. Para cuando terminaron el recorrido, los brazos de Hiccup dolían y Jack parecía igual de cansado. De hecho, se acercaba la hora del almuerzo para cuando finalmente llegaron a la salida. – Muy bien, lo siguiente es el almuerzo. - Hiccup sonrió y logró adelantarse al paso de Jack, solo para ser detenido por las puertas para salir al estacionamiento. Una vez allí, esperó tímidamente a que Jack las mantuviera abiertas, luego se apresuró en salir y caminar hacia el auto.
Jack lo siguió y sonrió cálidamente al ver a Hiccup tan emocionado. Su cabello castaño se movía con el viento frío, sus hombros se agitaban con alegría; cada vez que avanzaba con ayuda de las muletas daba un pequeño salto y hasta cometió uno o dos tropiezos en su carrera. De alguna manera, todo lo relacionado con la imagen que el universitario estaba apreciando lo dejó sin aliento. Dejó de caminar y sujetó su collar, seguidamente miró hacia abajo al copo de nieve y luego a Hiccup. “No puedo…”, su boca se abrió levemente. “No puedo creerlo”. Podía sentir su corazón latiendo con fuerza. “Todo de él es maravilloso.”
- ¿Jack? - Hiccup lo miró, llamando su atención. - ¿Estás bien?
- S…Sí, lo siento. – El más alto respondió vacilante. Se acercó a él haciendo una especie de trote, y volvió a meterse el collar debajo de la camisa. - Estaba perdido en el espacio, perdón. – Jack sacó sus llaves del bolsillo y abrió el auto, para luego deslizarse en el interior y asegurarse de que Hiccup estuviera sentado, una vez que todo estuvo en orden procedió a encender el motor. - Muy bien, ya que toca el almuerzo, ¿dónde has planeado nuestra deliciosa comida del mediodía? ¿Puedo preguntar? - Dijo suavemente, inclinándose sobre el asiento para besarlo.
En lugar de eso, el chico de cabello blanco solo logró que un dedo índice sobre su nariz lo apartara.
- Buen intento, pero por ahora solo voy a darte instrucciones para llegar.
- Estuve tan cerca. - murmuró Jack en broma, mientras hacía avanzar el auto para salir del estacionamiento. - oh, tan cerca.
*-*-*-*
- Detente aquí mismo. - Hiccup señaló el espacio de estacionamiento vacío cerca de una tienda. Todos los edificios alrededor eran pequeños y parecía que necesitaban una limpieza, pero había algo estético y pintoresco en ello.
Jack se detuvo en aquel lugar de estacionamiento y miró en dirección a la tienda.
- ¿El rincón de Bocón? Bueno, ese es un nombre muy interesante. ¿Es como la versión de Berk de un McDonald’s o algo así? – Ambos chicos salieron del automóvil y se dirigieron a la puerta. El universitario miró con duda la manija de la puerta oxidada y envejecida. - ¿Estás seguro de que este es el lugar correcto Hiccy? – “Parece más un lugar donde ocurriría una película de terror que una parada para almorzar.”
Hiccup le dio una mirada sin humor y esperó a que abriera la puerta. Cuando Jack lo hizo, el menor entró y respiró profundamente, reconociendo el olor a libros y comida recién hecha. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que fue a El rincón de Bocón. “No recuerdo la última vez que vine aquí a comer o a leer un libro”. Al acercarse al mostrador, el muchacho hizo sonar la campana que colgaba del techo. Un hombre corpulento salió de detrás de una puerta, secándose su única mano sana en el delantal.
- Ah, Hiccup. - se rió el extraño. - Veo que lograste venir. - Jack se acercó lentamente, y se colocó detrás de Hiccup para protegerse. - Y este debe ser Jack, tenías razón al decir que era bastante atractivo. - Hiccup miró hacia otro lado, avergonzado.
- Ho…hola señor. - Jack miró a su alrededor un poco desorientado, descubrió que había estantes llenos de libros y objetos de aspecto antiguo esparcidos por la tienda. En otra zona especial, había pequeñas mesas redondas instaladas y también muy poca iluminación en el lugar. Prácticamente, el ambiente de toda la tienda se basaba en la antigüedad y oscuridad. “La explicación de la película de terror sigue ganando fuerza.” - ¿Puedo preguntar cuál es el propósito exacto de esta tienda?
- Esta es una tienda de antigüedades y libros mezclada con un café. - explicó el hombre. Golpeó con su mano sana el mostrador y luego levantó la otra para mostrar que tenía una prótesis desde la muñeca. - Soy amigo de Estoico desde que éramos niños. Me llamó y me preguntó si podía dejarlos almorzar aquí este día. - Él sonrió, mostrando los pequeños dientes que tenía. – Ya tengo todo preparado, así que lo único que necesitan hacer es sentarse y disfrutar de mi increíble cocina.
- Gracias Bocón. - dijo Hiccup. - ¿Dónde deberíamos sentarnos?
Bocón se apresuró a salir de detrás del mostrador, indicándoles que lo siguieran. Se estaba quedando calvo en la parte superior de la cabeza y tenía un bigote rubio muy largo y desordenado que estaba parcialmente trenzado. Jack se tomó un momento para notar que él también tenía una pierna ortopédica.
- Tengo una habitación especial hecha solo para ustedes. – El mayor pasó junto a una mecedora, casi derribando al búho de peluche que estaba sentado en ella. – Trato de poner mi propio toque personal en este lugar. – continuó andando. Ya casi habían llegado a la parte trasera de la tienda, y entonces apartó unas cortinas violetas oscuro a un lado para revelar un espacio privado.
Por dentro, la habitación estaba cubierta con telas transparentes, todas eran de diferentes tonos de rojo. Las paredes estaban cubiertas con libros antiguos y no había sillas ni mesas, solo grandes almohadas y mantas colocadas en el suelo. Hiccup se animó al instante y se volvió hacia Jack, quien le sonrió.
- Muchas gracias Bocón, espero que esto no te haya quitado mucho tiempo. – El castaño estaba prácticamente listo para sumergirse en la habitación. Habían pasado años desde la última vez que había estado en ese espacio. Tantas cosas habían cambiado. “Realmente es muy diferente de lo que recuerdo.”
- Por favor, tirar algunas almohadas al piso y darle una decoración de hogar no es un trabajo difícil. Ahora, iré a ver cómo va la comida. – El hombre rubio comenzó a alejarse, pero se detuvo y los señaló con un dedo cautelosamente. – Recuerden que las cortinas no son como puertas. Será mejor que no entre y vea algo que no espero. - Hiccup se sonrojó y pareció horrorizado mientras reía. - Solo estoy bromeando. Confío en ti Hiccup. Ahora entren, diviértanse. - Comenzó a cojear hacia el frente de la tienda, tarareando en voz baja.
- Definitivamente tu padre tiene algunos amigos extraños. - se rió Jack. “Y yo que pensé que mi familia era excéntrica”. - ¿Por qué no dejas tus muletas aquí?, estoy bastante seguro de que te resultará difícil moverte con almohadas en el suelo. – El universitario deslizó su brazo alrededor de la cintura de Hiccup, tomó las muletas y las apoyó contra la pared. - Muy bien. – dijo sonriendo. - ¿listo? – Hiccup asintió y ambos dieron un pequeño salto para caer sobre las almohadas, colapsando inmediatamente en el suelo; sin embargo, se sentía como estar en una nube.
Ambos se rieron y se abrazaron, enterrándose más profundamente en las mantas.
- No pensé que íbamos a pasar el almuerzo de esta forma. - suspiró el adolescente más pequeño. “Esto se siente como un sueño”. Jack le cepilló el cabello suavemente, llamando su atención. - Espero que no te importe comer en el suelo.
- ¿Estás bromeando? - Jack se sentó y movió algunas almohadas para poder apoyarse en uno de los estantes de libros. - ¡Esto es increíble! – “Nunca hubiera pensado en algo tan especial como esto”. Tiró de Hiccup para que se sentara a su lado y rodeó su cintura con el brazo una vez más, acercándolo a él. - Esto hace que mi cita parezca realmente barata y poco convincente. Quiero decir, esta tienda es un poco espeluznante, pero sigue siendo increíble. – El chico de cabello blanco presionó sus labios contra la frente de Hiccup, mientras suspiraba. - Realmente me encantó este día. – “Realmente te amo.”
Hiccup se movió inquieto.
- Bueno, no hables como si se hubiera acabado todavía. Tengo una cosa más para ti después de esto. – Ante sus palabras, Jack enarcó una ceja y se encogió de hombros sin tener idea de a lo que se refería. - Iremos a cenar a mi casa y después de eso, tengo algo para ti. Algo especial. - La forma en que lo dijo sonó extraña y Jack comenzó a sonrojarse, incluso sus orejas se pusieron rosadas. El adolescente pecoso se dio cuenta y se apresuró a corregir sus palabras. - N…No es eso idiota. - murmuró. “¿Él esperaba que fuera eso?”, después de una pausa, el menor jugueteó con uno de los bordes deshilachados de una manta, estirando los hilos con sus dedos. - ¿De verdad estabas esperando… ya sabes, eso? – “Porque yo seguro no.”
- No. No voy a forzarte, recuerda que ya hablamos de esto. - Jack lo besó suavemente. Hiccup asintió con la cabeza, pero el universitario sabía que su novio todavía se sentía inseguro respecto al tema. - Muy bien… - suspiró. - ¿quieres hablar de eso otra vez? – “Debo ser sincero con él. Sé que ocultarle todo solo lo pone más nervioso.”
- ¿Hablar de eso en qué sentido? - Hiccup lo miró con recelo.
- Te diré todo lo que quieras saber, no mentiré ni esquivaré ninguna pregunta. - El adolescente de cabello blanco levantó la mano derecha. - Lo juro. – “Debemos ser honestos el uno con el otro.”
- Está bien. - Hiccup se mordió el labio pensativo y se aclaró la garganta. - ¿C…cuándo lo hiciste por primera vez? ¿Y con quién? – “No deberíamos estar hablando de esto en nuestra cita, pero… pero al menos debería saberlo, ¿no es así? No estoy celoso ni nada…. Solo tengo curiosidad.”
Jack estiró un poco la espalda y miró hacia donde todas las cortinas se conectaban en el techo, luego comenzó a hablar.
- Yo coqueteaba un poco aquí y allá durante la secundaria, pero cuando llegué al último año, realmente me rendí en mis calificaciones. Nunca fui muy bueno en la escuela y decidí que, dado que era mi último año, solo iba a salir de fiesta. En una ocasión, conocí a un chico en una fiesta que se organizó en una casa y acordamos que las cosas serían casuales entre nosotros. Su nombre era Craig o algo así, realmente no lo recuerdo bien. Pero cada vez que uno de nosotros se aburría, llamábamos al otro y nos juntábamos para eso. - Hiccup se puso rígido y el mayor apretó su agarre alrededor de su cintura. - Jamie me hizo entrar en razón. No habría podido volver al buen camino si él no me hubiera perseguido día y noche para lograr que camine por el escenario de la graduación. Le debo mucho por eso. – “Quién sabe lo que hubiera pasado si él no se entrometía.”
“No estoy molesto”, Hiccup pensó mientras mantenía la mirada en sus manos que descansaban sobre su regazo. “No puedo estar molesto. Es decir, eso fue antes de que me conociera. Yo no sabía nada de ese Jack. Solo conozco al Jack que tengo a mi lado ahora.”
- Así que, ¿fue solo con ese tipo? - La voz de Hiccup era suave cuando habló y le causó dolor a Jack.
- Bueno, con él y otros dos. Pero no hubo ningún tipo de sentimiento. Solo hacíamos aquello para aliviar el aburrimiento del otro. – explicó el chico de ojos azules. – Sin embargo, quiero que entiendas que ahora he cambiado. Le prometí a Jamie y a mí mismo que no actuaría como lo hice en ese entonces. Me juré que esperaría a alguien en quien confiara y amara. – Jack inclinó la cabeza para que sus frentes chocaran con suavidad. - Y ahora que te tengo me siento feliz. No hay prisa, no hay presión Hiccy, esperaré. – “Si pudiera borrar mi último año de secundaria, lo haría. Pero todo lo que puedo hacer ahora es seguir adelante.”
- ¿Pero por cuánto tiempo lo harás? – Preguntó el castaño. Se sentó un poco más recto y lo miró. - No quiero sonar quejumbroso ni nada por el estilo; solo estoy tratando de ser racional. – “Hay muchas cosas que entran en juego en este momento. Solo estoy tratando de simplificar mi comprensión”. - Jack asintió con la cabeza para que continuara hablando y el pecoso se pasó una mano por el cabello. - Realmente quiero…. - se atragantó un poco con las palabras, pero prosiguió. - ….tener sexo contigo. Es sólo que...no…no sé por dónde empezar.
Jack puso su mano libre sobre la de Hiccup, dándole un ligero apretón.
- ¿Qué tal si hacemos un acuerdo Hic?, esperaremos un poco más ¿sí?, tienes quince años y estaba pensando que cuando cumplas dieciséis realmente podremos decidir cuándo quieres hacerlo. De esa manera, tendrás más tiempo para decidir. – Ambos se miraron el uno al otro.
- Eres demasiado bueno para ser verdad. - dijo finalmente Hiccup. Jack sonrió y se rió, sacudiendo la cabeza. - Te juro que eres como algo salido de un cuento de hadas. – “Un perfecto príncipe azul como había dicho Astrid.”
- Uno muy gay, sí. – Ante sus palabras, Hiccup abrió la boca, dándose cuenta que dijo sus pensamientos en voz alta. Jack besó sus labios y prácticamente colocó al chico más joven encima de él.
Una fuerte tos resonó repentinamente; haciendo que Hiccup se apresurara en bajar del regazo del otro chico y regresar a donde estaba sentado al principio, su gesto instintivo fue apartar su flequillo castaño de su rostro sonrojado. Bocón los miró con atención y dejó la bandeja con comida que sostenía, en frente de ellos.
- Les advertí sobre las cortinas. – dijo el hombre mayor, levantando un dedo en el aire. Jack no se atrevió a mirarlo a los ojos y en lugar de eso, solo atinó a fruncir los labios. – Volveré en otro momento, así que será mejor que tengan cuidado. – Bocón retrocedió, mirándolos a ambos por unos segundos, antes de desaparecer detrás de las cortinas.
Ambos comenzaron a reír, sacudiendo la cabeza antes de finalmente mirar la comida. Sobre la bandeja había dos platos de sopa y sándwiches hechos a mano a la perfección. Hiccup tomó una cuchara y llevó un poco de sopa hacia los labios de Jack, sonriendo mientras hablaba.
- Tu tío podrá ser panadero, pero Bocón es uno de los mejores cocineros de la zona.
Jack saboreó la comida y cerró los ojos gimiendo.
- Una vez más, Hiccy, tienes razón. Dame más. – El mayor abrió la boca, pero la sopa nunca llegó a ella. Cuando abrió los ojos y miró a Hiccup, descubrió que él ya estaba comiendo. - ¿En serio? Pensé que nos íbamos a dar de comer como lo hacen las parejas en esos típicos gestos románticos. – “No es que me importe. Estar de cualquier forma a su lado está bien.”
Hiccup se rió negando.
- Como si fuera a hacer eso; tomaría una eternidad. Yo puedo alimentarme más rápido. – Ante su respuesta, Jack tomó su propio plato en manos e hizo un puchero, llevándose una cucharada de sopa a la boca. - No hagas ojos tiernos de cachorro. – El pecoso le dio un codazo al chico mayor. - ¿Qué dices si…cuando traiga el postre, entonces y solo entonces te dejo que me des de comer?
- La verdadera pregunta es… - sonrió Jack. - ¿tú me darás de comer a mí?
El adolescente de ojos verdes se encogió de hombros, dándole una pequeña sonrisa antes de volver a hablar.
- Solo si te portas bien. - Jack frunció el ceño e Hiccup se rió, sin dejar de comer. - Simplemente disfruta de la comida por ahora y no te enojes por tener que hacer un movimiento físico desde el plato a tu boca. – Los dos chicos continuaron degustando su almuerzo y conversaron sobre la escuela y sus familias, cosas bastante simples. Una vez que terminaron su comida y empujaron un poco más lejos la bandeja, se acercaron más al otro, abrazándose entre sí. - Entonces, ¿de verdad te gusta esta cita hasta ahora? ¿No piensas que es aburrida o tonta? - “Odio desperdiciar el día por hacer cosas aburridas.”
Jack acarició su espalda, moviéndose un poco, de tal forma que estuviesen acostados.
- ¿Podrías relajarte? Este día ha sido perfecto y completamente increíble. Todo porque tú lo planeaste así. – Jack sonrió de lado asintiendo, Hiccup rodó los ojos y el mayor le besó la nariz. “Te esforzaste mucho para conseguirlo y eso es lo que cuenta.” - Ha sido un gran día hasta ahora y apuesto que más tarde será igual de genial. Deja de preocuparte por nada idiota.
- No me digas idiota, tú eres el idiota. – El menor hizo una mueca sonriendo. Ambos comenzaron a darse golpecitos y a hacerse cosquillas el uno al otro. Hiccup le estaba gritando a Jack que se detuviera cuando Bocón regresó, y no pudo evitar reírse de ellos dos al ver tal escena. - Oh, hola Bocón. Gracias por el almuerzo, estaba delicioso. – Se sentó y no pudo evitar sentir que se le hacía agua la boca cuando el hombre mayor dejó una bandeja de brownies de chocolate y galletas pequeñas para ellos.
- Ustedes dos simplemente disfruten de la comida. – recordó Bocón. Luego de tomar la bandeja vacía, asintió con la cabeza y regresó a su lugar en el frente de la tienda, donde algunos clientes recién llegados esperaban ser atendidos.
Todas las personas se hallaban dispersas en las diversas mesas o deambulaban por los alrededores de la tienda, mientras los dos adolescentes estaban sentados felizmente en aquel rincón secreto.
Hiccup tomó un brownie de chocolate y partió un trozo pequeño.
- Puede que no sean tan buenos como los que hace tu tío, pero siguen siendo bastante sorprendentes. – El menor presionó el brownie contra los labios de Jack y esperó a que este lo tomara, cuando lo hizo, Hiccup prestó mucha atención a su reacción. - Entonces, ¿qué opinas?
- Creo… - comenzó a decir Jack. - que estos son unos brownies bastante impresionantes. – El universitario abrió la boca y esta vez Hiccup obedeció a su petición, alimentándolo con trozos pequeños de brownie de chocolate y galletas. Ellos cambiaban de rol de vez en cuando y Jack se dedicó a alimentar al más joven, mientras le quitaba las migajas de los labios cuidadosamente. - ¿Puedo decir algo muy cursi justo ahora? por favor, he querido hacerlo desde hace tiempo.
- Ugh, está bien, dilo. - Hiccup cubrió su sonrisa con su mano y miró expectante a Jack.
El mayor se aclaró la garganta y se sentó un poco más derecho, tratando de dar al otro su mejor mirada seductora. Extendió la mano, pasó un dedo por debajo de la barbilla de Hiccup y levantó su rostro, tal como hacían los galanes en todas las películas románticas dramáticas.
- Hemos estado comiendo este postre desde hace rato, pero hay algo mucho más dulce que quiero probar. – El mayor besó a Hiccup, pero no duró mucho porque poco después ambos empezaron a reír, lo único que Jack atinó a hacer fue cubrirse el rostro con las manos. - Lo siento. – jadeó entre risas. - realmente quería probar esa frase.
- Eres una vergüenza para todos los hombres afables que hay por ahí. - Hiccup se limpió pequeñas lágrimas de risa de sus ojos con el dorso de la mano. “Te amo idiota.” - Te juro que, si alguna vez vuelves a usar una frase de coqueteo como esa, quizás tenga que darte una bofetada. - Jack lo besó de nuevo, mientras sus labios encajaban perfectamente contra los de él. Cuando se separaron, el pecoso lo miró. – No creas que esto significa que tu estúpida frase realmente funcionó conmigo. – “Aunque podría tener algo que ver con eso.”
- Entonces, ¿el poder besarte es solo un beneficio de salir contigo? - Jack le besó el cuello y la clavícula, amando los pequeños ruidos que recibía por parte del menor a cambio de tales gestos. “Maldita sea Hiccup, Te amo.” – Porque si es así, no creo que esté dispuesto a quejarme.
Hiccup murmuró una respuesta, pero fue poco comprensible y ninguno de ellos tenía ganas de hablar más. En lugar de eso, se abrazaron, mientras saboreaban el brownie en los labios del otro con cada beso. Hiccup movió sus manos, sin saber dónde ponerlas ya que estaba presionado muy cerca de Jack. El adolescente mayor lo ayudó sosteniendo su mano, entrelazando sus dedos y simplemente manteniéndolo así por un tiempo.
*-*-*-*
Después de levantarse de las almohadas y agradecer a Bocón un par de veces por la comida, se dirigieron a la casa de Hiccup. Una vez allí, cenaron con Estoico y Toothless (comida china para llevar) y tuvieron una conversación amistosa entre los cuatro. De hecho, era algo increíble para Hiccup estar sentado al lado de Jack y no sentir que su padre lo estaba examinando o juzgando.
Estoico realmente fue muy amable y habló con Jack sobre todo tipo de cosas, ante tal escena Hiccup podía sentir que algo se agitaba en su pecho.
- Bueno, gracias por la comida para llevar Sr. Haddock, estuvo deliciosa. - Jack se limpió la boca con una servilleta y se volvió hacia Hiccup. – Y ahora, ¿cuál es la sorpresa que tenías para mí?
Hiccup trago saliva, le dedicó una sonrisa y miró a su padre.
- ¿Tienes todo bajo control aquí papá? - Preguntó el chico y Estoico asintió, sonriendo. - Muy bien, entonces ven, vamos arriba. - Se puso de pie y tiró de la manga de Jack.
Toothless comenzó a reír, tapándose la boca con ambas manos mientras los veía irse. Jack miró a Hiccup con atención mientras subían los escalones.
- ¿Todos saben de esto menos yo? – “Ahora enserio necesito averiguar en qué consiste esta sorpresa”, Jack pensó mientras se ponía las manos en las caderas, frunciendo ligeramente el ceño. Hiccup lo ignoró y continuó jalando su brazo para que siguiera avanzando hacia su habitación. - Ow, no eres tan débil como pareces.
- Cállate y siéntate. - dijo Hiccup. Jack se sentó en el borde de la cama, mientras trataba de identificar si había algo sospechoso a su alrededor. – Muy bien, ahora…quédate aquí y no te vayas pase lo que pase. – El castaño se dirigió hacia la puerta, y a mitad de camino se giró para darle una última mirada. - ¿entendido?
Jack levantó la mano lentamente.
- ¿Qué pasa si un asesino en serie entra aquí? ¿Eso me daría una razón para irme?
Hiccup le dio una mirada severa y volvió a hablar.
- Yo asesinaría a cualquiera antes de que eso suceda. Ahora quédate quieto. - Salió y cerró la puerta tras de él.
Ahora el adolescente mayor se encontraba solo. “Yo creo que sí podría asesinar a alguien con esas muletas”. Jack se acomodó un poco mejor en su lugar y al hacerlo su mano chocó contra algo. Era el cuaderno de bocetos de Hiccup, que había dejado en su cama antes de irse. El universitario lo tomó, hojeó las páginas y descubrió que lo había usado mucho más de lo que él mismo pensaba. Había en su mayoría bocetos de Val haciendo varias cosas cotidianas: Ella pasando la aspiradora, ella riendo, ella abrazando a Toothless, ella estando viva. “Él realmente la extraña”. El mayor continuó pasando páginas, hasta llegar al medio donde todavía estaba escrito su mensaje en marcador, rodeado de dibujos del propio Jack. Pasó un dedo por los lados de las páginas, sonriendo cálidamente. “Y yo que pensé que no podría ser capaz de amarlo más.”
Dejó el cuaderno sobre el escritorio de Hiccup y esperó unos minutos más, apoyando la barbilla en sus manos. Se escuchó un golpe suave en la puerta e Hiccup lo llamó por su nombre.
- Sí, todavía estoy aquí. No estoy muerto. No te preocupes. – Jack se puso de pie, permaneciendo cerca de la cama, sin saber qué hacer. “Él dijo que no me moviera.”
- Quédate donde estás, no puedes moverte. - Hiccup dijo a través de la puerta. - Prométeme que no te moverás.
- De acuerdo Hiccup, sí, lo prometo. Ahora, ¿qué diablos estás haciendo? – El mayor ladeó la cabeza confundido. La puerta se abrió un poco y solo la cabeza de Hiccup se asomó, mientras mantenía los ojos en dirección al suelo. - ¿Por qué no puedo moverme? ¿Qué estás…? - La puerta se abrió completamente. Hiccup entró sin sus muletas, con una sonrisa temblorosa en sus labios. Estaba de pie allí, solo, con una prótesis y sus manos balanceándose a los lados. - Oh, Hiccup… - murmuró Jack. “Oh, Dios. En verdad, está ... de pie...está ...”
Jack estaba a punto de avanzar, pero Hiccup levantó una mano.
- No, espera. - dijo el menor en voz baja, luego comenzó a dar algunos pasos tentativos. Hiccup caminó hacia Jack, de vez en cuando su rostro se teñía de un dolor fugaz, pero no era nada que no pudiera manejar. Después de días de práctica, finalmente su terapeuta le permitió caminar por su cuenta. Ahora estaba frente a Jack colapsando en sus brazos y abrazándolo con fuerza. - Sé que no es un gran regalo, pero eres la primera persona en saberlo aparte de mi familia y mi terapeuta. – susurró el menor.
- No, Hiccup, este es el mejor regalo de todos los tiempos. - Jack besó su rostro una y otra vez. “Probablemente, nada podría hacerme más feliz en este momento.” - ¿Era eso sobre lo que estabas siendo tan reservado? ¿En serio? - Hiccup se rió y asintió con la cabeza - ¿Te duele al caminar?
- Ya no tanto. Eventualmente, con el tiempo, el dolor debería desaparecer; una vez que me acostumbre, quiero decir. Mi papá quiere que me hagan un modelo de prótesis más liviano para que me sea más fácil de maniobrar. – El más bajo se encogió de hombros y Jack tiró de él suavemente para que aterrizaran en la cama, sus piernas (y la prótesis) se enredaron juntas entre las sábanas. - Por fin puedo volver a caminar por mi cuenta.
Jack tomó su rostro cuidadosamente entre sus manos y lo besó.
- Eso es genial Hiccup, de verdad. Estoy orgulloso de ti. - Él se rió, juntando sus narices suavemente. - Gracias por permitirme ser el primero en verlo además de tu familia. - El chico más joven se encogió de hombros y Jack frunció el ceño. - ¿Astrid no se enojará cuando lo sepa?
- Ella lo entenderá. - dijo el castaño suspirando. Luego de darle otro beso a su novio, sonrió. - Feliz día de San Valentín.
- Feliz día de San Valentín. - Jack lo abrazó y aspiró su aroma. - Te amo Hiccup. - Cada palabra que dijo significaba tanto para él que le dolía el pecho al pronunciarlas.
Hiccup podía sentir sus corazones latiendo en sincronía y miró a Jack, sintiendo la piel en llamas.
- Yo también te amo Jack. - Sus manos se movieron alrededor del cuerpo del adolescente mayor, de tal forma que sus dedos pudieron enredarse en la parte de atrás de su camisa. Jack lo abrazó como si fuera algo precioso, presionando una mano en su espalda baja, mientras la otra sostenía su cabeza. Nadie más podía abrazarlo así y decir las palabras que estaban intercambiando. Nadie más podía hacer que Hiccup se sintiera así. – Gracias. – susurró el chico de ojos esmeraldas.
Jack le besó la frente y lo observó nuevamente, mientras respondía.
- ¿Por qué?
Era como si el muchacho más joven no pudiera encontrar las palabras adecuadas. Había demasiadas cosas que quería decirle. “Por ser mi amigo. Por amarme cuando pensé que nadie podría hacerlo. Por estar allí cuando estaba perdido en la oscuridad. Por ser tú. Por ser el chico que amo”. Así que, en lugar de eso, Hiccup solo sonrió y besó a Jack, para luego susurrar sobre sus labios.
- Por todo.
*-*-*-*
¿A quién no le gustaría una cita así? Aaah el amor, los chicos tuvieron su cita perfecta.
La situación +18 acelera más el paso hacia nosotros 😏.
Hago el anuncio nuevamente: ESTAMOS A POCOS CAPÍTULOS DE TERMINAR LA HISTORIA, quédense hasta el final. 💙💚
Espero les haya gustado, ¡no olviden votar y comentar si así lo desean! Nos vemos en el siguiente capítulo.
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