~Capítulo 42~

¡Hola!, lamento mucho haber tardado en traer este capítulo, estaba en semana de exámenes universitarios. Pero por fin la actualización llegó. Se hablará de temas...que les interesa. 😏

¡Disfruten!

*-*-*-*

- Astrid, ¿no crees que dos chicos adolescentes usando suéteres a juego es un poco raro, incluso si están saliendo? - Hiccup se frotó los ojos, mientras apartaba su cuaderno de bocetos. Había estado dibujando desde hacía una hora, tratando de pensar qué hacer por el día de San Valentín. Ahora era su turno de brillar, ya que Jack había puesto el listón muy alto cuando tuvieron su primera cita. En este momento estaba hablando por teléfono con Astrid, tratando de planear algo.

- ¿Qué? claro que no, ¿qué hay de esos suéteres que una empleada trató de vendernos en el centro comercial? Solo digo que sería lindo, ustedes podrían tomarse de la mano y ser románticos. – la rubia canturreó en el otro extremo de la línea. - Apuesto a que a Jack le gustaría.

Hiccup se rió y habló nuevamente.

- Sí, después de quedar ciego por la visión de los suéteres.

- Bueno. - dijo ella. - ¿cuántos días más tienes para prepararte?

- Lo estás haciendo sonar como si fuera a la guerra. Saldremos este sábado y tengo algunas ideas, pero todas son algo estúpidas y sin sentido en comparación con su gran gesto inicial. – El castaño hojeó su cuaderno de bocetos y suspiró, luego observó con una ligera sonrisa algunos dibujos de Jack y de otras cosas (pero principalmente de Jack). – él hizo que todo fuera perfecto y yo estoy aquí…dando vueltas para hacer algo igual de digno. ¿Tú y Jamie van a salir durante las vacaciones?

Ella pareció dudar y finalmente respondió.

- Sí. - dijo la chica en voz baja. – Iremos a almorzar a un restaurante cerca de su casa con mis padres.

- ¿Y qué tan serio es lo suyo? – El menor ladeó la cabeza, y puesto que ella no respondió, Hiccup silbó. - Muy serio al parecer.

- Oh, por favor, no es como si dijéramos que nos amamos a cada segundo como tú y Jack. Eso es todo lo que ustedes hacen cuando salimos en grupo: 'Oh, Jack, te amo' y también: 'Hiccup yo te amo más' Luego de eso, Adivina que sucede…. - Astrid hizo algunos ruidos de besos con la boca e Hiccup suspiró. – Sabes que tengo razón. En serio, dejen de ser tan cursis antes de que comiencen a vomitar arcoíris la próxima vez que salgamos.

El chico de ojos esmeraldas cerró el cuaderno y deslizó su pierna derecha fuera de la cama.

- Pensé que querías que estuviéramos juntos…

- No seas tonto, claro que sí quiero. – ella se rió. - Es solo que prefiero que no hagas alarde de tu azucarado amor frente a mi cara. Solo puedo aguantar las cursilerías hasta cierto punto. – Ante las palabras de su amiga, el muchacho sonrió y sus dedos jugaron con el dobladillo de sus pantalones cortos. - Muy bien, necesito ir a terminar mi tarea, cosa que tú también deberías estar haciendo. Así que te veré mañana, buenas noches.

- Buenas noches. – Hiccup colgó, tomó sus muletas y se puso de pie. Apenas eran las siete y media según las manecillas del reloj, salió al pasillo y caminó a lo largo de la extensión, ya que se había cansado de dibujar.

Cuando pasó al lado de la habitación de su hermano menor, Toothless le estaba gritando a sus videojuegos. El niño había estado jugando mucho más desde que Val se fue; Hiccup pensaba que era solo una forma de alejarse del mundo por un momento. No había nada de malo, siempre y cuando saliera de vez en cuando.

La puerta de la oficina de Estoico estaba ligeramente abierta y de allí provenía el suave resplandor de la luz de la computadora. El muchacho se acercó y tocó la parte inferior de la puerta con su muleta.

- ¿Papá? ¿Estás ocupado?

Estoico cerró su computadora portátil de inmediato.

- No, pasa. - dijo. Hiccup le dio una mirada cautelosa y su padre señaló la silla frente al escritorio. El menor se sentó y apoyó las muletas contra el escritorio con cuidado. Había un montón de papeles y archivadores encima, y parecía que realmente estaba más ocupado de lo que dijo. - ¿Sucede algo? – Preguntó el hombre, cruzando las manos sobre una pila de papeles resaltados.

- No, sólo… - Hiccup miró alrededor de la habitación. – estaba pensando… - El adolescente se movió un poco en el asiento, y finalmente miró a su padre. Todavía sentía un aire de incomodidad al pedirle ayuda a su papá, considerando todo lo sucedido antes del accidente. Era como si estar sentado en su oficina con él, fuera solo una ilusión. - ¿Oye, puedo preguntarte algo?
El hombre mayor pareció animarse al oír aquello, y se sentó más derecho.

- Sí, por supuesto Hamish, lo que sea. - Se alegraba de que su hijo acudiera a él en busca de ayuda. Por lo general, acudía a Val ya que tenían intereses similares, pero ahora que ella se había ido, él era realmente el único al que podía acudir.

- Bueno, ¿qué hiciste en tu primera cita con mamá? – El pecoso preguntó en voz baja, su propio susurro parecía llenar toda la habitación. - No tienes que sentirte obligado a responder ni nada, pero uh…ya sabes… - “Tal vez si me lo dice, pueda pensar en algo para Jack.”

Estoico pareció desconcertado por un momento, su mandíbula se movió mecánicamente pero no habló. En cambio, dio unos golpecitos en los papeles con los nudillos y miró a su hijo con atención.

- ¿Puedo preguntar si esto tiene que ver con Jack? – Murmuró, Hiccup asintió lentamente y miró al otro lado de la habitación, como si hubiera alguien parado allí. - Ya veo. – dijo el mayor distraídamente. Esto era algo en lo que había estado trabajando durante las reuniones con Tooth, ella le había dicho cómo manejar situaciones como esta, pero todavía no era fácil para él. Todas las cosas que le enseñaron cuando era más joven chocaban con lo que estaba aprendiendo ahora.

“No debería haberle preguntado, le resultará doloroso recordarlo.”

- No tienes que responder, está bien papá, solo quería un consejo. - Hiccup se puso de pie, pero Estoico levantó una mano y lo detuvo. Entonces, el chico volvió a sentarse lentamente, esperando a que el otro dijera algo.

- Descuida, está bien; solo…solo me estoy acostumbrando a esto. Déjame pensar por un momento. – El hombre se rascó la barba y sus ojos se encontraron con los de Hiccup. - Bueno, cuando tu madre y yo tuvimos nuestra primera cita, la llevé a ver fuegos artificiales en el carnaval de la ciudad. Nos sentamos juntos en la noria y miramos el cielo. – Estoico sonrío, recordando aquel día. Su corazón se estremeció y el anillo en su dedo de repente se sintió más pesado. - Siempre que corría el viento, ella se aferraba a mí, ya que los asientos estaban muy juntos. Eso me dio la oportunidad perfecta para besarla.

Hiccup se cubrió la boca con una mano, intentando esconder su sonrisa; trataba de imaginarse a su padre y madre como adolescentes enamorados en medio del carnaval, riendo en medio del espectáculo.

- Es una lástima que no haya un carnaval en la ciudad. – dijo el menor. “En realidad, casi nunca sucede nada en la ciudad...” - ¿Y ella la pasó bien? – “Conociendo a mamá, seguro fue un momento divertido.”

- Bueno, tu madre me maldijo por llevarla hasta la cima de una colina para tener una mejor visión de los fuegos artificiales, pero me dio un beso de buenas noches y bueno, ya sabes lo que pasó después de eso. – Estoico hizo un gesto a Hiccup y su anillo de bodas brilló un poco en medio de la penumbra. Todavía no se lo había quitado y, además, llevaba el de Val alrededor del cuello, en una cadena. Hiccup podía notar la forma del contorno del anillo a través de su camisa en algunas ocasiones. – En la siguiente cita a la que fuimos, ella me arrastró hasta una feria para ver todas las joyas caseras que habían; allí le compré un collar que estaba mirando con frecuencia. No hace falta decir que las artes y las manualidades no son mi actividad favorita, pero para mí era suficiente ver lo feliz que ella se encontraba en ese momento.

- Ojalá hubiera algo así por aquí… - murmuró Hiccup. – Traté de investigar si algún evento se desarrollará este fin de semana, pero creo que no habrá cosas relevantes. – “A Jack le gustan las convenciones, pero no hay ninguna en la ciudad en esta época del año.”

Estoico abrió su computadora portátil y entró a Internet.

- Bueno, veamos qué cosas están planeadas para este sábado ¿te parece? – Ante sus palabras, Hiccup sujetó sus muletas y se apresuró para llegar al lado de su padre, luego observó la pantalla, mientras él tecleaba en el navegador de búsqueda. - Mmm, ¿qué hay de esto? – El mayor apuntó con el mouse un pequeño enlace y ambos lo leyeron. - Parece bastante simple y estoy seguro de que Jack lo disfrutará tanto como tú. – Estoico sintió un poco más de felicidad por haber ayudado a su hijo y sus labios se estiraron hasta formar una sonrisa, una que pensó que había perdido hacía mucho tiempo.

- Es perfecto. - dijo Hiccup sonriendo. - ¿Crees que también puedas ayudarme a encontrar algún lugar para almorzar?

Estoico se giró en su silla, en su dirección y se cruzó de brazos, sonriendo.

- Conozco el lugar indicado.

*-*-*-*

Jamie empujó a Jack fuera del sofá por segunda vez mientras jugaban videojuegos. Emma resopló e hizo un comentario sobre cómo su hermano no dejaba de quejarse por perder. El chico de cabello blanco refunfuñó y se subió de nuevo al mueble para volver a ocupar su lugar, sin dejar de presionar los botones del mando, con enojo.

- ¡No estaría perdiendo si alguien no estuviera haciendo trampa! – Jack gritó mientras el mensaje de la pantalla decía que había perdido la ronda. – Agh… - gimió en voz baja. - Jamie tu victoria no es justa si me empujas a cada segundo.

- Lo siento. – Jamie se rió. El teléfono de Jack comenzó a vibrar sobre la mesa y el chico de ojos marrones sonrió. – Y ahora, la pregunta del millón de dólares... - anunció con una voz que trataba de imitar a un presentador de TV. - ¿es Hiccup? – Ante sus palabras, Jack miró su teléfono y le sacó la lengua a su amigo, luego estiró el brazo para tomar el dispositivo y contestar. - Y si dijeron 'sí' están en lo correcto mis queridos amigos. – Jamie fingió que estaba repartiendo premios y Emma trató de contener la risa ante la situación.

- ¿Puedo jugar el turno de Jack? - Ella se sentó en el asiento vacío del sofá, tomó el control y presionó inicio antes de que Jamie pudiera siquiera responder. Solo fueron necesarios unos minutos para que Emma empezara a derrotar a Jamie, sin ni siquiera esforzarse. Ambos continuaron jugando mientras Jack contestaba, dirigiéndose a su habitación para acallar el ruido de fondo.

- Hiccup, hola ¿qué pasa? – Jack caminó lentamente sobre la alfombra, mientras apoyaba su mano libre sobre su cadera.

Su habitación era relativamente espaciosa, aunque en esos momentos el suelo estaba cubierto de ropa que tendría que lavar pronto y partes de vestuarios pasados. El bastón que usó para la convención de Dreamworks se encontraba apoyado en la esquina y otros accesorios se hallaban dispersos por diferentes lugares. Tendría que limpiar su cuarto pronto, pero siempre lo posponía.

- Hey, saldremos el sábado, ¿verdad? – La voz de Hiccup tenía mucha emoción cuando habló.

- Sí, es lo que habíamos planeado. - Jack sonrió. - ¿Por qué? ¿Tienes otra cita de la que debería preocuparme? – “Me encanta escuchar su voz de esa manera.”

Hiccup rió unos momentos antes de volver a hablar.

- Como si eso fuera posible. – murmuró. – Como sea, ¿puedes venir a mi casa a las siete y media de la mañana? Tú conducirías como siempre y yo te indico por donde iríamos.

El universitario dejó de caminar al oír esa petición.

- ¿A las siete y media? Eso es muy temprano, ¿no?

- Por favor, tengo todo planeado, incluso mi papá me ayudó. Entonces, ¿qué dices? ¿Puedes estar aquí a las siete y media?, hazlo por mí. – Mientras Hiccup hablaba, se oyó el sonido de algo cayendo al suelo y también se escuchó el revoloteo de páginas. – Jack… - El muchacho castaño disminuyó el volumen de su voz. – por favor, ahora es mi turno de hacer la cita perfecta.

Jack se mordió el labio, prácticamente estaba a punto de caer al suelo ante la dulce voz del otro chico. “¿Su papá realmente lo ayudó? Esto debe significar mucho para él si su padre puso todo ese esfuerzo”. El universitario recordó que, durante la cena, Tooth no paraba de jactarse de lo bien que le estaba yendo a Estoico en las reuniones desde que se unió al grupo de apoyo LGTB. Era muy emocionante escuchar todos sus progresos.

- Ugh…, está bien, tú ganas. -  El chico de ojos azules suspiró, Hiccup se rió orgulloso de su victoria y a causa de ello Jack no pudo evitar reír entre dientes. – Estaré allí a las siete y media.

- ¡Gracias! Te prometo que te divertirás.

- Lo sé, nunca dudé de ti. – el mayor suspiró. – Entonces, ¿nos vemos el sábado?

Al otro lado de la línea se oyó una voz que llamaba a Hiccup.

- Sí, el sábado. – La voz del menor sonaba como si hubiera apartado el teléfono un poco, pero seguía siendo igual de clara. - Ya voy Toothless, espera un momento... - Jack sonrió y se frotó la barbilla. - Perdón por eso. Bueno entonces, adiós.

- Adiós Hiccy.

Jack esperó unos segundos, pero Hiccup no colgó, sino que volvió a hablar.

- Uh... Te amo. – dijo en voz baja.

- Yo también te amo. – Al oír aquella respuesta por parte de Jack, Hiccup colgó y el universitario deslizó su teléfono nuevamente en su bolsillo. “Sigue siendo tímido para decirlo, pero eso hace que cuando lo admite, sea aún más especial”. El adolescente salió de su habitación y caminó de regreso a la sala, donde se encontraban Jamie y Emma. “Me encanta cuando se sonroja y se pone nervioso, es completamente adorable”.

Al ingresar a la habitación, Jack debió haber tenido una mirada de ensueño en su rostro porque ambos se giraron hacia él e hicieron una mueca.

Jamie lo miró por unos segundos, pero rápidamente volvió su atención a la pantalla donde Emma seguía matando a su personaje.

- Mmm, parece que alguien estaba hablando con su novio. – el adolescente con pecas sonrió. Jack le quitó el control de la mano de inmediato, aunque era evidente que Emma iba a ganarle nuevamente de todos modos. – Oye, no es justo. Eres un mal perdedor y no puedes aceptar que alguien se burle de ti. – Jamie se apresuró en intentar recuperar el control, pero ya era demasiado tarde, Emma había ganado la ronda. - ¡Jack, me debes una ronda! - Él gimió.

- No te debo nada y deja de burlarte de mí. - Jack se arrojó sobre el sofá con pereza. - Heriste mis delicados sentimientos al decir cosas tan duras. - Se desmayó dramáticamente y Emma se rió debido a su actuación. – Tu tampoco te rías niña. – el mayor advirtió entrecerrando los ojos. Ella asintió callándose y se acercó hasta él, para luego subirse en su estómago. – Emma, pesas bastante, bájate. - gimió.

Ella lo ignoró y rebotó hacia arriba y abajo ligeramente.

- ¡Jack tiene una cita!, ¡Jack tiene una cita! – la niña canturreó. - ¡Jack tiene una cita con su novio!

- ¿Y? Me gusta tener citas con mi novio. – el chico de cabello blanco replicó recuperando el aliento. - Y a él le gusta tener citas conmigo.

- Entonces, ¿a dónde te llevará? - Jamie recogió el control del suelo y se giró hacia ellos para poder ver a los dos hermanos. - ¿Te lo dijo?

Jack negó con la cabeza y empujó a Emma para que aterrizara en el otro asiento del sofá.

- No, ahora es su turno de sorprenderme, así que él se ocupa de todo. Bueno, yo conduzco, pero eso no viene al caso. – El chico de ojos azules se sentó y balanceó las piernas ligeramente. – Él está muy emocionado por esto e incluso consiguió que su padre lo ayudara a planificar todo, así que sé que está tratando de hacerlo perfecto.

- Aw, Jack mírate, estás muy emocionado por el romance. - Emma canturreó nuevamente y se inclinó hacia su hermano mayor, haciéndole cosquillas hasta que el otro le suplicó que se detuviera.

- ¿Por qué no vas arriba y ayudas a mamá con tu próximo disfraz en lugar de jugar videojuegos? Ella lo apreciaría. – El universitario miró a la niña levantando una ceja; actualmente Tooth estaba trabajando en su próximo vestuario para la convención a la que iban a asistir. Emma iría disfrazada como un hada del bosque; Jack probablemente iría con su disfraz de Jack Frost, ya que era lo más fácil.

Emma se puso de pie y suspiró.

- No es justo, solo quieres deshacerte de mí. - dijo entrecerrando los ojos.

- ¿Y está funcionando? – Ante las palabras del chico, ella le dio una patada en la pierna y se apresuró en subir las escaleras, riendo en voz baja.

Jamie miró a Jack durante un momento, apoyando los codos en sus rodillas y cruzando las manos debajo de su barbilla antes de hablar.

- Y bien, ¿qué tan lejos han llegado ustedes dos? – Apenas el chico de ojos marrones hizo esa pregunta, Jack se sonrojó y se echó hacia atrás en el sofá, como si esas palabras lo hubieran empujado con fuerza. - ¿Qué? Es solo una pregunta, no hay necesidad de ofenderse.

Jack se aclaró la garganta, y le dedicó una mirada seria, luego decidió hablar.

- No hemos tenido sexo, si es eso a lo que te refieres.

- ¿Enserio? - Jamie se enderezó parpadeando un poco. - Pensé que ustedes ya estarían más cerca de eso.

Jack sacudió la cabeza.

- Sí, estamos cerca, no me malinterpretes. Pero esta es la primera relación de Hiccup, e imagino que es demasiado pronto para este tipo de cosas, dado su accidente. Quiero que se sienta completamente cómodo antes de que hagamos algo de eso, para así realmente asegurarme de que… quiere hacerlo conmigo. - El adolescente se encogió de hombros y apoyó una mano en el respaldo superior del sofá.

- Pero cuando saliste con ese chico en el último año de secundaria, no parecía importarte si realmente estabas seguro...

- Eso, fue en el último año de secundaria. - espetó Jack con seriedad. “Fue un error. Debería haberlo sabido en ese entonces, pero ahora he crecido y madurado.” - Sé que fui bastante estúpido y precipitado, pero esta vez es diferente. De hecho, quiero que todo salga bien con Hiccup. – el muchacho agregó suavemente. - Hay algo especial en él... - Jamie asintió en silencio, sabiendo que ese era un tema delicado para su amigo. - ¿Qué hay de ti y Astrid? ¿Cómo van las cosas?

El otro adolescente se pasó una mano por su cabello castaño, antes de hablar.

- Bien, el sábado saldremos a almorzar con sus padres y luego la llevaré a ver los fuegos artificiales por la noche. Nada importante. - Jack abrió la boca, pero Jamie ya sabía lo que iba a preguntar. - Y no, no hemos tenido relaciones sexuales. Acordamos que hablaríamos de ese tema más adelante. ¿Ustedes dos hablaron de eso?

- Oh, por favor, no es como si estuviéramos obligados a tener una charla de sexo. No soy su padre. Lo hemos discutido un poco y acordamos tomarlo con calma. - Jack se estiró en su asiento y bostezó. - Estoy feliz con solo estar con él, no hay nada de malo en eso. - “Esta vez no se trata solo de atracción física. Esta vez es más que eso.”

- Oh, miren eso, Jack poniéndose emocional a causa de un chico… - canturreó Jamie. Jack le arrojó una almohada, pero se quedó a mitad de camino y no logró llegar a tocar al otro. - Wow, ¿cómo lograste impresionar tanto a Hiccup siendo un debilucho? – El chico de ojos marrones sonrió con burla y Jack trató de tirar otra almohada, la cual estuvo más lejos de golpear al otro chico. - Sí, es un milagro que ese chico se sienta atraído por ti.

- Para tu información, no todos tenemos que hacer ejercicio para sentir que podemos salir con alguien, solo porque cierta rubia hace, como siete deportes. – El universitario de cabello blanco sonrió; Jamie le arrojó una de las almohadas y esta golpeó a Jack en el estómago. - Aunque veo que está dando sus frutos. – el chico jadeó frotando la zona. - Pero apuesto a que Astrid aún podría patearte el trasero sin importar cuánto te ejercites.

- Ella también podría patearte el trasero a ti, no lo olvides. - Jamie señaló con un dedo en su dirección y sonrió. - Mejor cuida tu espalda. Ella podría tener dos razones para matarte. – Ante sus palabras, Jack ladeó la cabeza en confusión. - Si me lastimas a mí o a Hiccup, ella te asesinará en un abrir y cerrar de ojos. Así que ten cuidado, Jack, asegúrate de cerrar la puerta con llave por la noche.

Jack frunció el ceño y volvió a hablar.

- Tu novia es un poco ruda.

- Y por eso me gusta.

- Entonces te gusta hacerlo rudo… - El chico de ojos azules detuvo su oración cuando otra almohada aterrizó en su rostro. - Está bien, está bien, ¿quieres jugar otra ronda de videojuegos? Estoy seguro de que puedo vencerte esta vez sin que hagas trampas. - Jack tomó nuevamente el control, Jamie se reajustó en su asiento y empezaron a jugar. Luego de veinte minutos de juego, Jamie le dio un codazo al chico de cabello blanco para hacer caer su control, lo que provocó que Jack perdiera. - ¡¿Pensé que dijimos que no haríamos trampa?! - Jack gritó, derribando a Jamie fuera del sofá.

- ¡Yo nunca accedí a eso! – El otro se rió a carcajadas, tratando de sentarse.

- ¡Eres una persona horrible!

- ¡Tú eres un ser humano horrible!

- ¡Pues tú eres un organismo horrible! - Jack finalmente se rindió y se acomodó en su asiento, recogiendo su control. - Imbécil.

- Oh, vamos, anímate. - bromeó Jamie. – tan solo piensa en tu cita de este sábado. – El chico de cabello castaño le sonrió ampliamente guiñando un ojo. Por otro lado, mientras luchaba contra el impulso de sonrojarse, Jack sonrió y se cruzó de brazos. - Ah, el poder del amor. – Suspiró exageradamente y pestañeó repetidas veces. Jack se puso rojo e incluso sus orejas cambiaron de color. - Vaya, mira lo nervioso que te pones con solo pensar en estar con Hiccup.

- Cállate. – murmuró. Continuaron jugando videojuegos y Jack perdió todas las rondas. No porque Jamie estuviera haciendo trampa, sino porque el universitario de ojos azules estaba demasiado distraído con miles de pensamientos acerca de Hiccup.

“Maldita sea”, pensó mientras perdía una vez más, “El poder del amor.”

*-*-*-*

Sin duda es importante tomarse muy enserio decisiones del tipo sexual, y no precipitarse en ellas.

No se preocupen, ya no queda casi nada para ver la tan esperada escena. 😏

ATENCIÓN:  Faltan pocos capítulos para terminar la historia. Quédense hasta el final. Les juro que valdrá la pena. ❤

Espero les haya gustado, ¡no olviden votar y comentar si así lo desean! Nos vemos en el próximo capítulo.

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