~Capítulo 34~

¡Hey, nuevo capítulo! Y las cosas le están yendo muy bien a Hiccup, poco a poco todo mejora. 😊

¡Disfruten!

*-*-*-*

Estaba nevando cuando Hiccup se despertó un poco más tarde el día sábado. Bostezó y se estiró, sin levantarse de la cama.

En lugar de salir de ella, se envolvió en su cálida manta y enterró su rostro en la almohada, sonriendo. Su nuevo cuaderno de bocetos estaba sobre su escritorio y dentro de la portada estaba el dibujo de Jack. Era algo maravilloso estar ahí tumbado y pensar en él, preguntándose si Jack estaría haciendo lo mismo en relación a Hiccup.

Después de media hora decidió que al menos debería bajar. Así que se recompuso y caminó por el pasillo, rascándose la parte de atrás de la cabeza. Estaba a punto de bajar las escaleras cuando la voz de Estoico lo llamó.

- Hiccup.

- ¿Sí papá? - Se volvió hacia la dirección de dónde provenía su voz; observando que la puerta de su oficina estaba ligeramente abierta.

- Ven aquí un momento.

Hiccup entrecerró los ojos y se dirigió lentamente hacia la habitación, era extraño que Estoico preguntara por él tan temprano. Era extraño que Estoico lo llamara. Cuando finalmente estuvo en el marco de la puerta, pudo verlo encorvado en su silla, la computadora portátil se hallaba en el escritorio y la pantalla brillaba frente a él.

La oficina era un lugar pequeño con dos estantes de libros a cada lado. Por lo general, estaba relativamente oscuro dentro, ya que no había necesidad de luz real proveniente de fuera; sólo había una pequeña lámpara de escritorio al lado izquierdo de Estoico.

Hiccup se cruzó de brazos y entró lentamente, inclinando la cabeza.

- ¿Querías algo?

- Sí. – El hombre mayor se quitó las gafas y se frotó los ojos, tratando de concentrarse en Hiccup.

El muchacho podía ver los círculos oscuros debajo de sus ojos verdes pálidos y la flacidez en su rostro que nunca antes había notado. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que realmente miró a su padre?

“¿Desde cuándo se ve tan viejo?”, pensó Hiccup, descruzando los brazos, sin saber qué hacer.

- ¿Y qué es? - Preguntó, mirando a su alrededor incómodo. “No he estado aquí en mucho tiempo. ¿Siempre fue así de sombrío?”

Estoico juntó los dedos bajo su nariz, haciendo parecer la forma de un campanario.

- Planeas casarte algún día, ¿verdad? – Ante esas palabras, Hiccup lo miró fijamente por un momento antes de asentir lentamente. - ¿Y planeas formar una familia? – Dio otro asentimiento vacilante, esta vez con un encogimiento de hombros. - Quieres que tu madre y yo seamos felices, ¿verdad?

Hiccup enarcó las cejas.

- ¿A qué, exactamente, estás tratando de llegar? Si esto es una prueba, no estudié. – Al decir aquello, solo consiguió una mirada severa por parte de su padre y retrocedió un poco. - Está bien, lo entiendo, no haré bromas por ahora. – El menor cruzó los brazos contra su estómago sin estar seguro de cómo debería pararse. No había sillas para que él se sentara, aunque probablemente estaba demasiado inquieto para siquiera quedarse en un solo lugar. - Entonces, ¿cuál es el punto de esto?

Observó cómo Estoico posó las manos sobre su escritorio.

- Lo sé. - Fue todo lo que dijo.

Hiccup abrió la boca, pero no habló, no estaba seguro de a qué se refería. Tenía una idea de lo que era. Pero esperaba que todo estuviera en su cabeza. “Sólo va a preguntar por Navidad o mis calificaciones o algo así”. Estoico se aclaró la garganta, tratando de mantener la voz baja cuando dijo lo próximo.

- Sé sobre Jack.

Hiccup se congeló por un momento recuperándose rápidamente.

- ¿Qué pasa con Jack? Quiero decir…

- ¡Los vi a los dos ayer por la noche! ¡No te atrevas a negarlo! ¡Lo vi con mis propios ojos, Hamish! - Se puso de pie de repente, su estatura hizo que Hiccup quisiera encogerse más, incluso si estaban a pies de distancia. - Ustedes dos se estaban besando e incluso dijiste que ... ¡ni siquiera sé qué hacer con esto!

- Papá yo…. – “0h no. No se suponía que sucediera así, todo iba tan bien.”

- ¡Mi propio hijo! – Rugió Estoico, con las manos volando en el aire. - Mi propio hijo, es uno de… - sus ojos prácticamente se dirigieron hacia él. - ¡ellos!, ¡Pensé que te había criado mejor que esto Hamish!

Hiccup finalmente sintió que algo se rompía dentro de él. “Estoy cansado de escuchar esto. Estoy cansado de que culpe a alguien o algo. Estoy tan cansado...”, se pellizcó el puente de la nariz.

- Tú no me criaste. - dijo en voz baja. - ¡No me criaste porque todo lo que te preocupó siempre fue tu maldito trabajo! ¡Nunca te has tomado el tiempo para demostrar que te preocupas por mi bienestar! - Extendió los brazos y logró hacer un gesto hacia la nada. - ¡Me sorprende que me hayas llamado aquí ahora mismo para hablar de esto en lugar de ignorarlo y seguir enfocándote en Tu Maldito Trabajo!

Estoico farfulló un poco, pero recuperó su autoridad golpeando ruidosamente el escritorio con las manos.

- ¿Cómo te atreves a hablarme así? ¡Soy tu padre y debes tratarme con respeto! Ningún hijo mío va a actuar como un homosexual rebelde bajo mi techo. - Hiccup soltó una risa amarga al oírlo y ambos se miraron a los ojos. - Jack simplemente te está influenciando para que seas algo que no eres. Sabía que era horrible cuando lo conocí, pero no pensé que fuera así de terrible contigo.

“No metas a Jack en esto. Nunca fue culpa de Jack.”

- ¿Crees que tengo una opción en esto? - Hiccup se señaló a sí mismo. - ¿Crees que puedo elegir ser gay? Papá, ¿¡de dónde sacaste esos datos!? Yo no elegí ser así. ¡No elegí ser gay! - Estoico estaba a punto de discutir, pero Hiccup levantó una mano. - E incluso si tuviera la opción de hacerlo, ¿sabes qué? No cambiaría quién soy. Por una vez, soy feliz con alguien que me ama por lo que soy.

En lugar de gritar en respuesta, Estoico estaba mirando más allá de Hiccup, hacia la puerta. El adolescente con pecas se volvió hacia atrás y su garganta se cerró cuando encontró a Toothless parado en la puerta, con los ojos muy abiertos mientras los miraba a los dos. Su cabello negro azabache estaba hecho un desastre y todavía estaba en pijama.

- ¿P…por qué están peleando? - Le temblaban las manos cuando se acercó, entrando al cuarto.

- Toothless, vuelve a tu habitación. - dijo Hiccup con suavidad. “No quiero que te involucres en esto. Ve a donde estés a salvo”. Cuando el niño no se movió, Hiccup alzó levemente la voz. - Ve a tu habitación Toothless.

Su padre asintió lentamente.

- Escucha a tu hermano Furvus y vete.

Toothless negó con la cabeza y corrió hacia el frente, envolviendo sus brazos con fuerza alrededor de la cintura de Hiccup.

- ¡No! ¡Deja de gritarle! – Cuando eso sucedió, Hiccup no supo qué decir, Toothless miró a Estoico, sus dedos se clavaron en los costados del adolescente. - ¡Ya te dijo que no es su culpa, así que déjalo en paz! - El chico castaño tocó su cabeza ligeramente, pasando sus dedos por su cabello largo. - Por favor, dejen de gritarse el uno al otro. - finalmente se calmó.

- Furvus, estamos tratando de tener una conversación aquí…

Hiccup resopló mirando a otro lado.

- Algún tipo de conversación.

- Y tú tienes que ir a tu habitación. - Estoico señaló la puerta. – Ahora, ve Furvus, no volveré a repetirlo.

Toothless soltó a Hiccup, pero no hizo ningún movimiento para irse.

- Entonces dejen de pelear y lo haré.

Estoico alzó la voz.

- Furvus, soy tu padre y me tienes que escuchar.

- Sí, bueno, ¿adivina qué? - Toothless retrocedió hasta la puerta, echando la cabeza de un lado a otro. - ¡No eres mi verdadero padre! - Empujó a Val mientras salía corriendo, gritando a todo pulmón. - ¡Odio esto!

Val miró alrededor de la habitación y frunció el ceño.

- ¿Qué está pasando aquí? Todo lo que escucho son gritos y Toothless está muy molesto… - Ella captó la mirada angustiada de Hiccup y frunció los labios. - Estoico, ¿qué está pasando?

- Absolutamente nada. - Hiccup le dio una última mirada a Estoico y caminó alrededor de Val para irse de allí.

Ignoró las llamadas de su madre y entró en su habitación, cerrando la puerta de golpe y bloqueándola con el seguro.

Inmediatamente sacó su teléfono y marcó a Jack, sentado en su cama de espaldas a la puerta. Jack no contestaba, apretó la mano en un puño en su regazo. Su llamada fue enviada a la contestadora automática y suspiró, tratando de mantener la voz firme mientras dejaba un mensaje de voz.

- Hey, uhm… entonces, bueno… - soltó una risa moribunda, - m…mi papá ya lo sabe. Así que, supongo que no tendremos que ocultarlo más. P…Pero, ya sabes, solo quería decir que…Te amo. No importa lo que pase, te amo. Adiós. Oh, por favor llámame de vuelta…sí,…adiós. - Colgó y se acostó en la cama, sosteniendo su teléfono contra su pecho, encima de su corazón.

*-*-*-*

Norte estaba en la sala de estar, sentado en el sofá; Emma se hallaba acurrucada junto a él profundamente dormida. Ambos habían estado viendo un especial de Navidad transmitido en la televisión, puesto que él estaba en casa más tiempo debido a las vacaciones de esa época.

Él mismo disfrutaba la Navidad más que cualquier hombre promedio, por lo general llegaba tan lejos como para vestirse como Santa Claus durante la cena. Cuando Jack entró en la habitación, el hombre grande le hizo un gesto con la mano.

- Veo que ella está disfrutando del programa. – el universitario se rió.

Emma se acercó un poco más a su padre y él la rodeó con un brazo.

- Debe estar cansada debido a toda la emoción de la Navidad. - Sonrió y Jack tomó asiento en el sillón reclinable. - Entonces, ¿cómo estuvo la noche de película con Hiccup? ¿Ustedes dos mantuvieron las cosas en una programación apta para todos? - Al ver a su hijo sonrojarse, sonrió levemente. - ¿Para mayores de 13?

- Papá… - Jack gimió un poco. - Créeme, no estamos haciendo nada malo. Hiccup no es así. - Ambos compartieron una carcajada. - Además, tengo algo que preguntarte.

El hombre mayor se acarició la barba y miró a Jack con sus ojos celestes, antes de volver a hablar.

- No, no puedes huir y fugarte con él. - Jack arqueó los labios frente a esa frase y se inclinó hacia adelante, el colgante del copo de nieve se balanceó y volvió a golpear su pecho. - Muy bien, entonces ¿cuál es tu pregunta?

Jack apoyó la cabeza hacia atrás, en el sofá.

- ¿Cómo supiste que amabas a mamá? - Preguntó, mirando al techo. – Es decir, ¿cómo sabías que solo querías estar con ella y amarla sin importar qué?

- Bueno, - comenzó a hablar Norte - probablemente lo supe desde el primer momento en que la vi. Estaba leyendo un libro sobre dientes y nos conocimos al chocarnos. Era una mujer extraña, siempre fascinada por los dientes. Supongo que esa es una de las cosas que realmente amo de ella. Una vez que la conocí, comencé a enamorarme más profundamente. - Alisó el cabello de Emma y sonrió para sí mismo. - La forma en que sonreía o en que se iluminaba cuando terminaba un proyecto. - Suspirando, se rió entre dientes y le guiñó un ojo a Jack. - No podría explicarlo de otra manera. Simplemente me robó el corazón.

- Eso suena lindo. - dijo Jack distraídamente. “Supongo que, de alguna manera, Hiccup también me robó el corazón desde el principio. Pero ninguno de los dos nos habíamos dado cuenta hasta ahora, qué par de idiotas”. Él se rió en voz baja.

- Voy a hacer una suposición grande; pero, ¿asumo que me estás preguntando esto porque tiene que ver con Hiccup?

Él sonrió mirando a su padre.

- ¿Y si así fuera?

Norte se rió y agitó la mano en el aire.

- Entonces solo diré que cuides bien al chico. Es obvio que ustedes dos parecen felices juntos y mientras no haya algún problema, puedo ver que las cosas irán bien para ustedes dos en el futuro.

Jack ladeó levemente la cabeza.

- ¿De verdad lo crees?

- Sí, lo creo. – Ante las voces, Emma se despertó, frotándose los ojos y parpadeando hacia Jack. – Bueno, hola, ¿tuviste una buena siesta?

- ¿De qué estamos hablando? – Ella bostezó y continuó apoyando la cabeza contra Norte, envolviendo su brazo con más fuerza alrededor de ella como si fuera una manta. Ambos mayores le sonrieron, aunque ella estaba demasiado aturdida para darse cuenta.

- Nada. - Jack se puso de pie, empezando a retirarse de allí. - solo el futuro.

*-*-*-*

Un ligero golpe en su puerta sacó a Hiccup de su trance. Jack todavía no lo había llamado y estaba empezando a sentir un peso más doloroso en el pecho. Se estaba volviendo más difícil pensar en otra cosa. Se sentó en la cama y esperó, no queriendo abrir la puerta.

- Hiccup, soy yo. - Val dijo en voz baja, golpeando de nuevo. - Abre la puerta para que pueda hablar contigo cara a cara.

Levantándose lentamente, el chico caminó penosamente hacia la puerta y la abrió, yendo directamente a su cama, de nuevo, cuando ella entró.

- Necesito ir a comprar más pegamento de la tienda de artesanías; ¿quieres venir conmigo para mirar algunas cosas? – Ella se sentó en el borde de la cama y le acarició el cabello con suavidad. El menor dijo algo con el rostro apoyado en la almohada, pero ella no pudo entenderlo. - Mira, ¿por qué no vamos a dar un paseo y hablamos de esto? Tu padre se está calmando en su oficina, así que ¿por qué no te relajas conmigo?

- Claro… - murmuró él. Ella sonrió y se puso de pie, tomó algunas de sus ropas del suelo y se las arrojó. La vio irse y suspiró. “Supongo que esto es mejor que estar todo el día abatido en la cama. Tal vez Jack me llame más tarde y podamos hablar al respecto”. Se vistió, tomó su teléfono y se lo metió en el bolsillo de los jeans. “O, pensándolo bien…”, dejó su teléfono en su escritorio, sabiendo que probablemente no podría contestar si Val estaba muy cerca. “Preferiría que ella tampoco cuestionara a Jack.”

Hiccup salió al pasillo y Val se apartó de la pared en la que se apoyaba.

- ¿Estás listo?

El adolescente simplemente bajó las escaleras sin decir una palabra, oyendo los pasos de ella seguirle por detrás. Tomó su abrigo y se puso los zapatos, luego salió por la puerta antes de que Val pudiera siquiera agarrar su bolso y las llaves.

A medio camino, antes de llegar al auto, se detuvo y se volvió hacia la casa, Val ya caminaba hacia él. Pero una inquietud atravesó su propia mente.

- Mamá, ¿está bien dejar a Toothless solo?

Ella sacó las llaves del auto.

- Tu padre…. -  Haciendo una pausa, Val se humedeció los labios. - Estarán bien, Hiccup. - Toothless está en su habitación jugando videojuegos en este momento. Todos necesitamos un poco de espacio para procesar lo ocurrido.

Subieron al vehículo, Val apagó la radio y condujo por la calle. Seguía nevando y por ello la nieve empezaba a acumularse a los lados de las calles y la hierba. Cuando estuvieron a uno o dos minutos de la casa, finalmente ella habló, su voz se oía tranquila.

- Hiccup, quiero saber, ¿eres gay?

El chico se llevó las rodillas bajo la barbilla, tratando de hacerse lo más pequeño posible en su asiento.

- Sí. Lo siento. – “Lo siento, no soy el hijo que siempre quisiste.”

- No te disculpes. - Su rostro no mostraba ningún signo de emoción, era como si estuviera esperando el momento adecuado para llorar o reír. - ¿Y estás saliendo con Jack? - Miró por la ventana y encendió los limpiaparabrisas.

- Sí. – “¿Ella también lo va a culpar?”

Golpeando con los dedos el volante, ella hizo un ruido ligero en el fondo de su garganta.

- Está bien. Entonces eres gay y estás saliendo con Jack. ¿Hace cuánto tiempo ha estado pasando esto?

Hiccup intentó hacer una broma, pero su voz sonaba apagada.

- ¿Ser gay o salir con Jack?

- Mmm, ¿qué tal ambos?

- Cuando tenía doce años lo supe - dijo. - Solo he estado saliendo con Jack durante tres semanas. Así que no es su culpa.

Val mantuvo el tono igual de alto.

- Nunca dije que lo fuera Hiccup. Entonces, ¿mantuviste esto en secreto para todos durante tres años? - Ella lo miró y él mantenía la vista fija en la ventana delantera, observando alrededor mientras se detenían al ver una señal de alto.

- Astrid fue la primera persona a la que se lo conté. Patapez lo sabe y algunos pocos amigos. Sin embargo, no dicen nada al respecto. – Hiccup se encogió de hombros y envolvió sus brazos alrededor de sus piernas, suspirando. - La única razón por la que nunca les dije fue porque siempre escuchaba las cosas que decía papá y me acobardaba. Iba a esperar hasta que me mudara o en algún momento cercano a eso, en caso de que alguna vez decidieran echarme de casa.

- Nunca te echaríamos, no importa qué. De todas formas, ¿planeas seguir con Jack permanentemente o es más una aventura? - Su voz no era áspera y no era como si lo estuviera interrogando, pero Hiccup realmente no quería hablar de Jack tan pronto. – Él es un buen chico. Nunca supe que era gay.

Agachando la cabeza, Hiccup sonrió un poco.

- Lo amo. - dijo simplemente. - Realmente lo hago y me encantaría estar con él de forma permanente, pero no sé cómo será el futuro. - Levantó la mano para dibujar un copo de nieve y un corazón en la niebla que cubría su ventana. - Ahora que papá me odia y todo eso, estoy preocupado.

- Hiccup, créeme cuando te digo que tu padre te ama, es sólo que… - ella suspiró - necesita tomarse un tiempo para asimilar cosas como esta. - Volvió a mirar a su hijo y trató de sonreír, pero al ver cómo él estaba acurrucado en el asiento, su intento de sonrisa cayó rápidamente. - Hamish, por favor, entiende de dónde viene tu padre. Esto es un shock para él.

Hiccup se burló dando una risa sin gracia y miró por la ventana, sacudiendo la cabeza. La nieve comenzaba a acumularse en el borde de la puerta.

- No lo sería si me escuchara por una vez. Todo lo que hace es ignorarme y luego dar su opinión sobre lo que quiere. Nunca me preguntó qué quería hacer con mi vida. - Se pasó una mano por el cabello castaño, tratando de no gritar.

Val se inclinó un poco hacia él, con una mano todavía en el volante, y le dio unas palmaditas en la pierna, luego volvió a hablar.

- Y, ¿qué quieres hacer con tu vida? - Hiccup se movió apenas bajo su toque. - ¿Cómo se supone que vamos a saber lo que sientes si no nos lo dices hijo?

- ¡No sé lo que quiero hacer! - Dijo el menor finalmente, inclinándose hacia adelante. - ¡Todo lo que he hecho es dibujar, pintar y leer! Papá odia cuando hago eso y obviamente no le agradará nada más de lo que haga porque lo haré verse gay. - Le dolían las manos de apretar tanto los puños, pero no parecían calmarse o mejorar. - Ahora me odia. Me odia porque no puedo ser el hijo perfecto que siempre ha querido. - Bajó el volumen de su voz hasta que sonó como si se estuviera derrumbando; pero no iba a llorar. No, se sentía entumecido y enojado, pero no iba a llorar.

El auto se detuvo frente a un semáforo en rojo y Val se tomó el tiempo para colocarse un mechón de cabello suelto detrás de la oreja.

- Hamish, tu padre nunca podría odiarte y estoy segura de que nunca te pidió que fueras perfecto. Te amamos demasiado. Claro, está confundido, pero pasará y ustedes dos pueden hablar de esto para arreglarlo. – Ante dichas palabras, él hizo un ruido sordo y ella bajó los hombros. – Él viene de un entorno estricto, y con cosas como esta, bueno; simplemente tendrá que adaptarse. - Ella miró hacia los limpiaparabrisas que apartaban la nieve, sus pálidos ojos se veían tristes.

- ¿Y qué hay de ti? - Hiccup murmuró. - ¿Es repugnante tener un hijo gay?

El semáforo se puso en verde y Val avanzó, mientras respondía.

- No puedo decir que me alegra mucho saberlo. - Él se encogió en su asiento y ella sonrió. - Pero todavía te amo tanto como antes de darme cuenta de ese detalle. Hamish, fuiste un regalo para nosotros. Nunca podría amarte menos por algo tan trivial como esto.

Hiccup frunció los labios.

- Si es tan trivial, ¿por qué papá le está dando tanta importancia?

- Bueno, ¿por qué no le preguntas? Estoy segura de que él quiere discutir esto contigo tanto como yo. ¿Qué tal si cuando terminemos nuestras compras, nos sentamos y hablamos de esto juntos? - Val se detuvo en otro semáforo en rojo, mirando a Hiccup. - Hablaremos de esto y podrás ver que seguirá amándote pase lo que pase.

Él pasó la lengua suavemente por sus dientes y se cruzó de brazos.

- Supongo que podemos intentarlo, pero sabes que no va a escuchar.

Ella sonrió gentilmente, y volvió a hablarle a su hijo.

- Entonces solo necesitas hablar un poco más alto. - La luz cambió de color y avanzó lentamente por la autopista. - Te amamos Hamish. Recuerda eso siempre.

Hiccup no vio venir el otro auto. Sin embargo, Val tampoco. Sus neumáticos no parecían poder avanzar correctamente porque la nieve y los neumáticos provocaban que se resbalara en el suelo. Los frenos fallaron, el auto se deslizó a través de la calle y fue directamente hacia el lado del conductor del automóvil de ambos. Su propio vehículo se volcó y ante los ojos de Hiccup una lluvia de vidrios y sangre se derramó sin tardanza.

No recordaba haber pensado mucho aparte del hecho de que necesitaba salvar a su madre. Extendiendo la mano a ciegas, buscó a tientas su mano mientras caían por la calle, pero su propio cuerpo se estrelló contra la puerta. Cuando su cabeza golpeó el revestimiento de plástico interno, su visión comenzó a nublarse, perdiendo el conocimiento antes de darse cuenta.

Podía escuchar los gritos de Val a través de la oscuridad, sus manos nunca llegaron a encontrarse.

*-*-*-*

¡Les mentí! 😅

Sí, no fue agradable ver a Estoico en un papel de padre negándose a comprender la verdad de su hijo, y por otro lado Hiccup fue un poquito rebelde aquí....pero sabemos que el enfrentamiento iba a pasar en algún momento.

Y Jack aún no vio su teléfono...😶

Espero les haya gustado, ¡no olviden votar y comentar si así lo desean! Nos vemos en un siguiente capítulo.

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