~Capítulo 29~

Hola, tardé un poco en este capítulo y es que tiene más de siete mil palabras 😅. ¡Es el más largo hasta ahora!

¡Disfruten!

*-*-*-*

Hiccup se despertó temprano para el Día de Acción de Gracias a causa de Val, quien alegaba que había mucho que hacer en la casa como para dormir hasta tarde. Él gimió apenas abrió los ojos, mientras se arrastraba al baño para luego ducharse.

Para cuando él estuvo vestido y medio despierto, ella ya estaba recogiendo las sábanas de su cama. Era como si hubiera bebido veinte bebidas energéticas antes de su café matutino.

- Mamá, sí sabes que no vendrán hasta la 1pm, ¿verdad? - Recogió algunos bocetos sueltos y suministros de arte que había tirado al suelo en alguna ocasión.

Val se limitó a mirarlo por encima del hombro, retirando la funda de su almohada.

- Quiero que todo esté limpio antes de esa hora. Así que, por favor, limpia tu habitación y luego ayuda a Toothless con la suya. Después de eso, también necesito que aspires la sala de estar. - Luego de sacar todo de la cama, ella salió de la habitación, soplando el cabello que le caía sobre la cara.

Mirando alrededor de su habitación, Hiccup suspiró. No era un desastre total, pero había dibujos a medio terminar y todo tipo de lápices y otros materiales tirados por distintos lugares.

A decir verdad, no había organizado ninguna de sus cosas desde hace algún tiempo y sabía que probablemente sería útil hacerlo para dibujos futuros.
Cuando comenzó a recoger las cosas, su celular vibró encima de su mesa de noche, indicándole que tenía una llamada entrante.

Respondió sin siquiera mirar; estaba demasiado ocupado poniendo sus lápices de colores en su estuche en el orden del arco iris.

- ¿Hola? – Habló mirando el estuche, faltaba el amarillo y le iba a fastidiar si no podía encontrarlo pronto.

- Hey. - La voz de Jack era áspera y suave. Para entonces, Hiccup estaba completamente atento, dándose cuenta de que Jack debía de haberse despertado hace poco. - Feliz Día de Acción de Gracias. - dijo.

- Feliz Día de Acción de Gracias. - repitió Hiccup. - ¿Te acabas de despertar o te resfriaste? – El menor se arrodilló en el suelo y trató de ver debajo de su cama, pero solo encontró algunos tubos de pintura gastados y un viejo cuaderno de bocetos que ni siquiera llenó.

La risa de Jack fue prácticamente impresionante y armoniosa como siempre.

- Me desperté hace unos minutos. – admitió el otro. - Solo quería hablar contigo antes de ir a la batalla que me espera. - Hubo un susurro y se aclaró la garganta. - Entonces, ¿cómo va todo en la casa Haddock?

- Mi mamá tiene un ataque de limpieza y yo estoy atrapado en medio de eso. - Hiccup trató de meter la mano debajo de la cómoda para ver si tal vez el lápiz se había deslizado debajo. Desafortunadamente, solo logró tomar un puñado de polvo, virutas de lápiz y la tapa de una botella de agua. - ¿Qué hay de la fortaleza Overland?

- Desde aquí puedo escuchar a mi mamá gritarle a Emma y papá que se vistan y estén listos rápido. Ella está bajando a mi habitación, puedo sentir su presencia. - Ambos rieron ante aquello. - Oye, ¿Le dirías a tu familia que mi familia dice 'Feliz Día de Acción de Gracias'?

Ahora Hiccup comenzó a revisar una caja donde guardaba todos sus viejos bocetos y cuadernos de arte. Pero eso no fue lo único que había allí. Estaba lleno de hojas de papel en blanco, lienzos pequeños y materiales aleatorios que debió haber puesto allí por accidente.

- Por supuesto, lo mismo para tu familia. – El chico de ojos esmeraldas suspiró, le iba a resultar más difícil limpiar su habitación de lo que pensaba inicialmente.

Hubo más sonidos del otro lado de la línea y Jack volvió a hablar.

- Estoy seguro de que se alegrarán de escuchar eso. Entonces…uh, probablemente me van a arrastrar, literalmente, si no subo pronto, así que hablaré contigo más tarde… y te veré el viernes.

- Sí Jack, lo sé, viernes. - Hiccup rodó los ojos, pero de todos modos estaba sonriendo.

- Solo me aseguro de recordártelo porque algunas personas pueden ser olvidadizas, y no quiero estar sentado afuera de tu casa como un idiota mientras tú estás en boxers viendo la televisión. – El universitario sonaba serio por un momento e Hiccup suspiró levemente.

- Nunca podría olvidarme de eso y tú solo mencionaste los boxers para tener esa imagen mental, ¿no es así? - Dejó de revisar sus cosas y se sentó en su cama, tomando un pequeño descanso.

- Me atrapaste, confieso que la idea de imaginarte en boxers es demasiado tentadora para resistirse. - Hiccup se sonrojó ante sus palabras, pasando una mano por su cabello. – Entonces Hiccy, si te preguntara qué color estás usando, ¿sería completamente inapropiado?

Hiccup enarcó una ceja antes de responder.

- ¿Sería inapropiado si dijera que no estaba usando nada?

- Está bien, ahora estás mintiendo, no juegues conmigo.

El menor rió.

- Estoy usando azul. ¿Feliz?

Jack sonaba como si estuviera sonriendo cuando volvió a hablar.

- Bastante. Ahora tengo que irme antes de que mi mamá baje las escaleras con un cuchillo de carnicero. - Hizo una pequeña pausa antes de hablar en voz baja. - Me gustas.

- Yo uh…, pensé que ya habíamos aclarado eso. - dijo Hiccup.

- No, me refiero a que…, ¿sabes cómo la gente dice “te amo” al final de las llamadas telefónicas y esas cosas?

Hiccup se movió para que sus piernas estuvieran frente a él.

- Sí, ¿A dónde quieres llegar?

Jack tosió.

- Bueno, sé que todo esto es algo nuevo para los dos, así que en lugar de mencionar algo tan fuerte como lo es el amor, ya sabes, podríamos decir 'Me gustas'. O tal vez incluso 'Aprecio tu existencia'. Lo que sea que funcione para ti, ¿qué dices? – El mayor tosió de nuevo, aunque Hiccup dudaba que fuera a causa de un resfriado. - No debería hablar más, ¿verdad?

- Bueno, tengo que seguir limpiando mi habitación y tú deberías subir. – El castaño trató de no notar el ardor de sus mejillas mientras bajaba el volumen de su voz, aunque salió nerviosa. - Pero, uhm… tú también me gustas.

- Aprecio tu existencia.

- También aprecio tu existencia.

- Adiós.

- Adiós. – Hiccup colgó justo cuando oyó que una puerta se abría de golpe en el otro extremo de la línea. Apartando su teléfono para mirar la pantalla, podría haber jurado que escuchó a Jack gritar antes de que terminara la llamada.

Se rió y se guardó el teléfono en el bolsillo de sus jeans, volviendo a su ahora monstruoso trabajo de limpiar su habitación. Mientras revisaba su caja de bocetos, logró encontrar el lápiz de color amarillo que había estado buscando. Con una sonrisa de orgullo, lo puso junto a los demás.

– Bien, una cosa hecha - miró a su alrededor, - queda un millón más.

*-*-*-*

Hiccup se había dejado caer en el sofá, prácticamente agotado por toda la limpieza que Val le había estado haciendo hacer. Resultó que pasar la aspiradora no era lo único que había que hacer. Al parecer, también había otras cincuenta cosas que debían limpiarse. Ahora finalmente había terminado (o al menos eso esperaba) y estaba acostado boca abajo en el sofá, con los brazos estirados a los lados.

Toothless entró en la sala y se acostó encima de él, acurrucándose como un perro.

- Estoy cansado. - dijo.

- Me estás aplastando, - jadeó Hiccup. Intentó moverse, pero su hermano no se movió ni un centímetro. - Ve a acostarte en el suelo o algo así.

- No, - se quejó Toothless, - eres cómodo. – El niño enterró su rostro en la espalda de su hermano mayor. - Mamá me hizo limpiar tanto que voy a oler a productos de limpieza durante una semana. - Su largo cabello negro estaba recogido hacia atrás y caía contra el cuello de Hiccup por lo que le hacía cosquillas. - ¿Cómo es que tenemos que hacer toda esta limpieza solo para una cena? ¡El tío Spitelout nunca limpia para nosotros cuando vamos a su casa a cenar!

Hiccup movió su rostro a un lado para poder respirar mejor.

- Eso es porque al tío Spitelout no le importa Toothless.

- Bueno, a mamá tampoco debería importarle.

- ¿No quieres vivir en una casa limpia? - Finalmente se estaba acostumbrando al peso del niño sobre su espalda. - Necesitas una casa limpia para vivir saludablemente.

- No me importa. - murmuró Toothless.

Val entró en la habitación, con el cabello revuelto mientras los miraba.

- Muchachos, su abuelo acaba llegar, está estacionándose en el camino de entrada. Vengan a saludarlo. Hiccup, ¿puedes llevar sus maletas a la habitación de invitados luego? – Ella desapareció sin decir una palabra más, dejando que los chicos para que se levantaran del sofá.

Toothless gimió y se quejó nuevamente.

- No quiero levantarme.

Hiccup se las arregló para rodar hacia un lado por lo que el niño cayó al suelo sentado. De hecho, el castaño estaba emocionado de ver al Viejo Wrinkly, extrañaba su compañía.

- Vamos Toothless, ya escuchaste a mamá.

- Pero no quiero. – gritó él, extendiendo sus brazos sobre la alfombra.

- ¡Mamá! ¡Toothless no quiere levantarse! - Gritó Hiccup.

- ¡Furvus Fulmen Haddock! - Gritó Val llamándolo por su nombre completo y Toothless se levantó en un instante. Corrió hacia la puerta principal e Hiccup lo siguió tratando de no reírse de su hermano menor. - Ahora quiero que ustedes dos se comporten lo mejor posible, así que eso significa no pelear o tratar de molestarse el uno al otro. - Ella les advirtió mientras todos estaban reunidos junto a la puerta.

Toothless miró a su alrededor.

- ¿Dónde está papá? - Preguntó y Val solo frunció el ceño, suspirando. – Pero… es Acción de Gracias, debería estar aquí - dijo el niño en voz baja.

Ella se inclinó y le apartó el cabello del rostro.

- Lo sé, cariño. – susurró la mujer. Era un gran contraste verlos a los dos, la piel pálida y pecosa de Val lucía muy distinta comparada con el color más oscuro de Toothless. - Hablaré con él y veré qué puedo hacer. - Sonó el timbre y se puso de pie, abriendo la puerta con una gran sonrisa. - ¡Papá, estás aquí! ¡Lograste venir!

- ¡Bueno sí, llegué hasta la puerta yo solo! - Una voz algo rasposa se rió. Val se apartó de su camino y le permitió entrar. - ¿Ahora dónde están mis nietos favoritos? - Hiccup sonrió cuando vio al Viejo Wrinkly, una vista familiar.

Era viejo y arrugado. De ahí el sobrenombre de Viejo Wrinkly. Pero era prácticamente delgado, su piel abrazaba sus huesos con cada movimiento que hacía. Podías ver sus venas si te acercabas lo suficiente, pero aparte de eso, era una viva imagen de la salud.

Sus ojos azul claro eran tan jóvenes como siempre y su barba roja y rizada solo tenía algunas canas. Ahora, si todavía tuviera cabello en la parte superior de la cabeza, Hiccup estaría seguro de que sería del mismo color rojo. Y desde luego tenía pecas, parecía que no eras un verdadero Haddock (excluyendo a Toothless, por supuesto) si no tenías esas pecas características. Aunque su tío Spitelout parecía omitir este rasgo.

- Ah, - El Viejo Wrinkly entrecerró los ojos, - ¡ahí están! - Primero se acercó a Toothless, despeinando un poco su cabello. - ¿Y cómo está el pequeño alborotador? Supongo que creando líos. - Soltó una risa y sacó algo de su bolsillo. – Ten, te lo mereces por ser un buen niño con tu madre. - Le entregó a Toothless una bolsa de dulces, guiñando un ojo. - Cómelos con moderación.

- ¡Gracias Viejo Wrinkly! - Toothless lo abrazó y Val le dio una mirada de advertencia sobre los caramelos.

Volviéndose hacia Hiccup, el hombre mayor le puso una mano en el hombro. Hiccup podía sentir sus dedos huesudos presionando suavemente la zona, y el frío filtrándose poco a poco a través de su camisa.

- Hola Viejo Wrinkly. - dijo el chico con una sonrisa. Se abrazaron y pudo reconocer el olor a tabaco y el aire del invierno en él. - Te extrañé.

- También te extrañé a ti Hiccup. – El Viejo Wrinkly miró a su alrededor intentando localizar sus maletas y comenzó a rebuscar algo en una de ellas, luego sacó un libro, pero Hiccup no podía ver la portada. - Tu madre me ha dicho que te has interesado mucho por los dragones últimamente, ¿es correcto? – El adolescente asintió lentamente, con los ojos mirando a su madre. - Bueno, vi esto y pensé que podría gustarte.

Hiccup tomó el libro mientras su abuelo se lo entregaba. El Libro de Dragones. Hojeó algunas páginas y comenzó a sonreír. Se trataba de todos los dragones diferentes que existía dentro de la fantasía e incluso tenía datos sobre ellos. Riendo, abrazó con fuerza al Viejo Wrinkly, aspirando su esencia.

- Gracias Viejo Wrinkly, esto significa mucho para mí.

- De nada, Hiccup, creo que te lo mereces. – El anciano juntó las manos y miró a los tres a su alrededor. - Ahora, ¿dónde se esconde ese astuto marido tuyo? Necesito saludar a todos, ¡es un día festivo por el amor de Dios! - Levantó un puño tembloroso en el aire y Val se rió.

Ella lo agarró del brazo con suavidad y comenzó a llevarlo hacia Estoico.

- Por aquí, papá. - dijo.

Él se soltó de su agarre y levantó los brazos.

- ¡Valka! ¡No soy tan viejo como parezco! ¡No necesito que me guíes como si fuera un hombre senil!

- Está bien papá, cálmate. – ella se rió.

El Viejo Wrinkly parpadeó y se rascó la barba con aire pensativo.

- ¿Me dirías quién eres?

Val le dio una mirada sin humor.

- Muy gracioso papá, ahora vamos. - Comenzaron a alejarse y ella miró a Hiccup antes de irse. - Pon sus maletas en su habitación por favor.

Hiccup asintió y se acercó a las cosas de su abuelo; no había mucho, así que no sería difícil. Empezó a llevar todo a la habitación de invitados, con el libro bajo el brazo.

“No puedo esperar para mostrárselo a Jack”, pensó. Estaba a la mitad de las escaleras y de pronto se detuvo, con las mejillas sonrojadas al notar que el chico se habia convertido en alguien tan importante para él. “Wow, esto es realmente raro. Todo es tan…”, sonrió y siguió moviéndose. “diferente. Pero supongo que eso no es malo.”

*-*-*-*

Jack estaba actualmente sentado con Emma y su primo Nightlight, que había venido hace un momento. Él estaba relativamente callado y tendía a mantenerse al margen de la mayoría de las conversaciones. Su tía y su tío fueron a otra cena familiar, pero aparentemente Nightlight quería asistir a esta cena.

Eso era bueno en opinión de Jack, aunque habría pensado que el chico tendría un mejor sentido de la moda. Nightlight parecía estar usando ropa oscura cada vez que Jack lo veía, su cabello prácticamente blanco colgaba por los lados de su rostro a menos que se lo echara hacia atrás.

- Entonces, ¿cómo te va en la escuela? - Preguntó Jack, moviéndose para sentarse de forma cómoda en el sofá.

Estaban en la sala de Bunnymund mientras los adultos charlaban en la cocina y el comedor. Su primo Nightlight tenía diecisiete años e iba a graduarse de la escuela secundaria en la primavera.

Nightlight lo miró, encogiéndose ligeramente de hombros. “Bueno, al menos sabemos que no intentará especializarse en oratoria cuando vaya a la universidad”, pensó Jack.

El universitario se puso de pie, asintiendo con la cabeza hacia su hermana y su primo.

- Voy a ir a ver cómo va la cena. Ustedes dos pueden hablar de otras cosas. – Ante las palabras de Jack, Emma hizo un puchero sabiendo que no habría mucha conversación ya que era demasiado tímida para intentar entablar una charla con el otro. Por lo general, tardaba un poco en abrirse y empezar a hablar con otros integrantes de la familia. - Vuelvo enseguida. - Se deslizó hacia el comedor y se encontró al abuelo Manny con una copa de vino en la mano.

Tooth estaba sentada al otro lado de la mesa, riéndose de algo con Bunnymund. Norte estaba ayudando a Sandy a lavar algunos platos para reutilizarlos más tarde, ya que habría más comida para preparar. Los dos chefs se tomaban muy en serio la cena de Acción de Gracias, ya que ambos eran dueños de una panadería.

A la familia realmente no le molestaba aquello mientras la comida fuera comestible, pero Bunnymund y Sandy no aceptarían nada de eso, su comida siempre debía ser exquisita.

Manny le indicó a Jack que se acercara y dejó su vaso a un lado. Era un hombre bajo de contextura normal, con sólo un mechón de cabello alrededor de la cabeza; el cual se estaba volviendo de un color blanco dorado debido a la edad. No importaba lo que estuviera pasando, siempre parecía estar feliz y eso le gustaba a Jack. Era genial verlo durante las vacaciones. El muchacho se sentó a su lado y apoyó los codos en la mesa.

- Hey Manny, ¿cómo está el vino?

- Lo suficientemente bueno como para que probablemente no pueda caminar en línea recta esta noche. – El hombre mayor se rió. Jack se unió a él y ambos se miraron. Manny cruzó las manos frente a él, dándole una pequeña sonrisa que Jack sabía que significaba algo problemático. Era una de esas sonrisas en las que se notaba que la otra persona sabía algo. - Así que, escuché decir a tu madre que ustedes no se quedarán a pasar la noche, ¿es cierto?

Jack tragó saliva, pasando los dedos distraídamente por el mantel rojo oscuro extendido frente a ellos.

- Sí, mañana será un día ajetreado.

Manny asintió con la cabeza, aparentemente aceptando aquella respuesta. Tomó un sorbo de vino y se reclinó en su silla, arqueando ambas cejas.

- Entonces, ¿cuándo conoceré a ese chico? - Preguntó de repente. Jack farfulló algo incomprensible y sus ojos se agrandaron, sin saber qué decir. - No hay necesidad de esconderlo muchacho, tu madre me ha contado, y a todos los demás, sobre Hiccup. - Rascándose la mandíbula sonrió. - Mmm, bonito nombre.

- ¡Mamá! - Jack gritó, volviéndose hacia Tooth que parecía sorprendida. - ¡Pensé que acordamos que no le dirías a nadie!

Tooth soltó una risa nerviosa y desvió la mirada.

- Necesitaba decírselo a alguien Jack, no sabes lo emocionada que estoy por ti.

- ¡Pero mamá...! – El chico gimió y dejó caer la cabeza para que chocara contra la mesa.

Bunnymund palmeó el hombro de su hermana, sonriendo; luego miró hacia su sobrino.

- No te preocupes tanto Jack. Lo que se habla dentro de la familia, se queda dentro de la familia. Ninguno de nosotros diría una palabra de esto a los demás. -  Jack solo dio una respuesta incoherente ante esas palabras; su rostro todavía estaba estrellado contra la mesa. - Entonces, Hiccup, ¿eh? Nunca te tomé como alguien que le gustara los chicos delgados.

Ahora, Jack se enderezó con rapidez.

- Déjalo en paz. - dijo automáticamente.

El hombre de cabello gris se rió entre dientes.

- No te preocupes, me agrada el chico.

Norte entró al comedor con Sandy, secándose las manos mientras se sentaban junto a ellos.

- ¿Estamos hablando de Hiccup? - Preguntó, en voz alta. Jack bajó la cabeza y trató de fingir que era invisible. - No hay necesidad de avergonzarse, muchacho. – Norte soltó una carcajada, - ¡todos estamos felices por ustedes dos!

- No me avergüenzo. – murmuró el chico de ojos azules, - Solo temo que me vayan a avergonzar cuando lo traiga de nuevo. ¡Tendré que verlo en secreto porque ustedes no pueden comportarse bien!

Tooth frunció el ceño.

- Oh, como si tú actuaras mejor. – ella bromeó.

Mientras Jack levantaba la cabeza lentamente. Norte lucía una amplia y radiante sonrisa.

- Entonces, ¿cuándo planeas traerlo de nuevo?

- Pues no pronto, al menos por un tiempo. - dijo secamente. “Posiblemente nunca si las cosas siguen como ahora con su instinto de avergonzarme frente a él.”, soltó un suspiro dramático.

- Oh, vamos. No somos tan malos. - dijo Bunnymund. Sandy asintió, todavía sin poder hablar debido a su garganta. - Hiccup no nos tiene miedo, ¿verdad?

Jack negó con la cabeza.

- No, hasta donde yo sé. – “Tendrá miedo después de verlos actuar así.”

- Entonces, ¿por qué no lo traes de nuevo y yo hago algo especial? ¿Le gusta nuestros postres, ¿no? - Bunnymund tomó la cerveza que había estado bebiendo y bebió un trago, secándose la boca. - Podría hacer un pastel si quieres.

Jack se movió en su asiento, pasándose los dedos por el cabello y tirando de las raíces, respiró hondo y se dirigió a su tío.

- En realidad, quería preguntarte algo… - dijo en voz baja. Bunnymund lo miró y esperó, con la mano todavía envuelta alrededor de la botella de vidrio. - Mañana voy a salir con él y ya tengo la primera parte planeada, pero para la cena, esperaba que pudieras mantener The Warren Island abierta hasta tarde para que podamos comer allí.

El ambiente pareció tornarse realmente silencioso, tan silencioso que Jack juró que podía escuchar la respiración de Emma en la habitación contigua. Bunnymund miró a Sandy y ambos parecían estar discutiendo sin siquiera mover la boca o las manos. Finalmente, se volvió hacia Jack, sus ojos verdes claros lucían algo más afilados.

- ¿De qué tipo de cena estamos hablando?

Jack se encogió de hombros.

- No sé, alguna con comida.

- Muy gracioso chico. Quiero decir, ¿hay algo específico que quieras? – El hombre golpeó la mesa con los nudillos y sus anillos tintinearon. - Yo diría que la pasta sería algo ideal, con un postre pequeño después. Algo simple y elegante a la vez. ¿Qué opinas Sandy? - El hombrecillo asintió, frotándose la barbilla como si lo que estaban discutiendo fuera muy intrigante. - Muy bien, vengan el viernes y tendremos todo listo y esperando. - Se detuvo y pareció serio por un momento. - Pero si llegas tarde no voy a esperarte despierto. Dejaré tus platos en la acera y podrás comer afuera.

- Bunnymund… - suspiró Tooth. El aludido se encogió de hombros inocentemente. - Bueno, de todas formas, gracias por ayudar a Jack; nunca lo había visto así por ningún otro chico. – Ella bajó el volumen de su voz como si estuviera en la escuela secundaria y compartiera chismes sobre un compañero de clase. - Creo que habla en serio respecto a Hiccup. - Era como si se hubiera olvidado de que Jack estaba sentado frente a ella.

El adolescente de cabello blanco frunció el ceño.

- Hablo en serio acerca de Hiccup. - dijo con la mayor confianza que pudo tener alguna vez.

Manny sonrió y pasó los dedos por la base de su copa de vino.

- Y creo que esto merece un brindis durante la cena. - dijo. - Cualquiera que ponga tanto esfuerzo en la primera cita debe estar pensando en algo serio. - Jack se sonrojó un poco ante las palabras de su abuelo. - ¿Entonces todos de acuerdo?

Hubo un coro de '¡Sí! 'y Jack solo trató de ocultar su sonrisa, reclinándose en su asiento.

*-*-*-*

Hiccup se sentó junto a Patán con la postura más rígida que jamás haya existido. Habían llegado un poco más tarde de lo esperado y acababan de hablar con Val y Estoico antes de sentarse a la mesa para cenar. Hiccup se vio obligado a sentarse entre su primo y su hermano menor, su asiento habitual para la cena familiar. Incluso Toothless parecía incómodo, nunca le agradó Patán.

- Así que Patán, vas a ser un estudiante de último año,…el otro año que viene ¿verdad? - Val sonrió suavemente, tratando de entablar conversación. El chico solo gruñó algo, pareciendo estar cautivado por la superficie de la mesa. - Bueno, tal vez puedas ayudar a Hiccup en otros cursos que ya llevaste si es que llega a tener algún problema. Por cierto, ¿ya elegiste una universidad a la que quisieras ir?

Hiccup no estaba prestando suficiente atención para saber qué universidad mencionó. Todo lo que sabía es que el estado donde vivían era enorme, lo suficientemente grande para que el otro no tuviera que ver a Hiccup durante unos buenos cuatro años. Y eso estaba bien.

El chico de ojos verdes suspiró y miró a su tío y papá, ambos discutiendo acerca de asuntos de trabajo. “Al menos está fuera de su oficina por una vez”, no pudo evitar pensar.

El tío Spitelout no se parecía en nada a su hermano. Era más delgado (aunque todavía era enorme) y su cabello era oscuro, al igual que el resto de sus rasgos. A pesar de que era el más joven de los dos, ya estaba encaneciendo más rápido que Estoico. Con un hijo como Patán, Hiccup podía entender en cierta forma ese hecho particular.

Spitelout dijo algo y Estoico se rió entre dientes, tomando un gran trago de cerveza. Su hermano hizo lo mismo y ambos se limpiaron la boca al mismo tiempo. Estoico le puso un apodo al tío Spitelout desde que eran más jóvenes. Era “barrigón cervecero”, ya que no importaba cuánto ejercitara el chico más joven, siempre parecía tener una barriga cervecera (estos apodos se estaban volviendo cada vez más creativos). Estoico solía llamarlo así de manera fraternal, pero eso solo ocurría durante las cenas festivas. Aparte de eso. Hiccup no estaba seguro de si se mantenían en contacto durante el resto del año.

El Viejo Wrinkly estaba sentado al final de la mesa, observándolos a todos. Hiccup quería desesperadamente hablar con el anciano a solas.

Quería escuchar las historias que él le contaría sobre sus años de juventud. Sobre cómo una vez robó el auto de su padre para cortejar a una chica (ahora su abuela fallecida) o cómo logró vencer a un hombre que le doblaba en tamaño con solo un libro. Podrían haber sido inventadas todas, pero a Hiccup le encantaba creer que eran verdad. Había algo casi mágico y atemporal en sus historias.

Val miró la hora y se puso de pie, sonriendo.

- ¡Ya casi es hora de servir la comida! - Estoico y Spitelout se levantaron sin decir una palabra, yendo a ayudarla en la cocina. Ahora solo estaban los cuatro restantes juntos en la mesa.

Hiccup esperaba que la cena transcurriera sin problemas y que luego todos se fueran. No habría drama. No habría preguntas. Sería una simple cena y una agradable noche. Era todo por lo que realmente oraba cuando comenzaron a servir la comida. Val horneó un jugoso pavo y era tan grande que Hiccup no sabía qué iban a hacer con todas las sobras. Toothless sonrió junto a él y el muchacho rodó los ojos, recordando que su hermano era un pozo sin fondo.

Una vez que la comida estuvo sobre la mesa y todos volvieron a sus asientos, Val aplaudió con entusiasmo y miró a los demás antes de hablar.

- ¡Muy bien todos! ¡Feliz Día de Acción de Gracias! - Hubo un grito de aprobación y pronto hubo tenedores tintineando contra la carne, el olor a pavo recién cortado inundando la habitación.

Hiccup llenó su plato, sabiendo que probablemente solo comería la mitad en total. No podría comer todo aquello, no con el estómago hecho un nudo. Toothless prácticamente tenía una montaña en su plato, su comida era enorme en comparación con la de Hiccup.

Comenzaron a comer, creando un silencio permanente. Eso fue hasta que Estoico se limpió la boca con la servilleta, y dirigió su mirada hacia Patán.

- Entonces, ¿escuché que te metiste en una pelea en la escuela? – Cuando su padre mencionó el tema, Hiccup casi se atragantó con el trozo de pavo que estaba comiendo. “Eso es todo. Así es como termina mi existencia, voy a morir frente a mi familia”, pensó tratando de disimular su malestar. Sin mencionar que ya estaba más cerca de vomitar que nunca, la ansiedad creciendo en su estómago - Tu padre me estaba contando sobre eso.

Hiccup estaba listo para rogarle a Patán que se quedara callado. Se habría puesto de rodillas y se habría inclinado si eso aseguraba que la charla terminaría sin ningún enfrentamiento.

Patán simplemente dejó su pierna de pavo, luciendo enojado porque tuvo que dejar de comer para responder.

- Sí. Me suspendieron por una semana. - fue todo lo que dijo.

Estoico asintió con la cabeza e Hiccup sintió como si el cielo se despejara, hasta que el hombre abrió la boca de nuevo.

- Entonces, ¿a qué se debió la pelea?

Ahora Hiccup estaba listo para gatear debajo de la mesa y morir. “Espero que Jack entienda si no me presento mañana…”, pensó preguntándose si realmente podría esconderse debajo de la mesa. “Porque seguramente moriré antes de llegar a la cita”. Parecía que Hiccup no era el único que se sentía incómodo con el tema; Val pareció hacer una mueca al oír el tema del que estaban hablando.

Spitelout habló esta vez.

- Era sólo debido a un chico diciendo cosas sin sentido. Afortunadamente, mi hijo se defendió por sí mismo. - Le sonrió a Patán, quien simplemente continuó comiendo, con la cabeza agachada. - Se pelearon a tal punto, de que estaba cubierto de magulladuras y cortes en toda la cara cuando llegó a casa. - Casi sonaba orgulloso del hecho de que su hijo fuera suspendido por pelear en la escuela.

Aparentemente Patán parecía haber mantenido los detalles para sí mismo, porque su padre hablaba de toda la historia retorcida como una especie de fábula. El hombre estaba hablando de cómo se habían metido en una pelea debido a algunos insultos (sin mencionar aquellos reales y despectivos que había usado Patán) y lo increíble que había sido.

Era un poco repugnante cómo estaba glorificando la violencia. Hiccup solo podía esperar que no hubiera más peleas en el futuro cercano. “Mientras este tema no se profundice más, creo que podría estar a salvo.”

Estoico asintió con la cabeza, demasiado metido en la conversación para notar que su propio hijo adolescente se movía inquieto y jugaba con la comida en su plato. Val solo estaba tratando de asegurarse de que Toothless no se atragantara con la comida, ya que no se detendría antes de meterse más en la boca. El Viejo Wrinkly estaba mirando a Hiccup, sus viejos y sabios ojos captaban sus movimientos espasmódicos y sus nerviosas acciones.

La cena continuó con unas conversaciones sobre temas más seguros, como el trabajo y el clima. Hiccup se relajó lo suficiente para terminar la mitad de su plato y apartarlo a un lado, dando un suspiro. Toothless había disminuido la velocidad al comer para ese entonces, pero eso no le impidió terminar todo su plato.

Después de limpiar la mesa y arreglar todo, Val sacó las tartas. Hechas en casa y todavía calientes.

Toothless aparentemente todavía tenía suficiente espacio para comer dos trozos de pastel (de manzana y calabaza) y se reclinó en su asiento, finalmente satisfecho. Todos los demás comieron a un ritmo normal y pronto terminaron en una hora.

Val estaba a punto de tomar los platos de todos para lavarlos, pero Hiccup fue más rápido, agarrándolos todos antes de que ella pudiera hacerlo.

- Yo me encargo mamá, solo siéntate y relájate.

Ella le dedicó una sonrisa de agradecimiento y le dio unas palmaditas en el brazo. El castaño se llevó todo a la cocina y comenzó a lavar lentamente, sabiendo que eso lo distraería de la tensión que llenaba su pecho.

*-*-*-*

La comida hecha por Bunnymund y Sandy no podría haber estado mejor y probablemente no habría suficientes sobras para terminarlas en el almuerzo del día siguiente.

Ahora todos se encontraban sentados en la mesa, con el estómago lleno y la risa llenando el aire. Jack se reía de algo que había dicho Manny, con lágrimas en los ojos. El anciano levantó su copa (¿la tercera de esa noche? Jack dejó de contarlas) y se aclaró la garganta para que la habitación se calmara.

- Si me permiten, me gustaría hacer un brindis.

Ante aquellas palabras del anciano, pronto había otras copas levantadas en el aire, y por supuesto también latas de refresco en el caso de los menores de edad, luego Manny se puso de pie.

Emma parecía confundida, miró a Jack, quien estaba tratando de evitar que un sonrojo se apoderara de sus mejillas.

- Anteriormente nos enteramos de que Jack tiene una cita mañana. –El hombre mayor sonrió, ahora la niña realmente lo miró con atención, entrecerrando los ojos marrones. - Y esta vez se lo está tomando muy en serio. – Esta frase ocasionó una risa general y una mirada orgullosa de parte de Tooth.

Nightlight solo escuchaba en silencio, su lata de refresco aún se encontraba levantada en el aire. Él asintió con la cabeza junto con lo que estaba diciendo su abuelo. Manny no dejaba de sonreírle a Jack y continuó su discurso.

- ¡Así que brindemos por él y su cita esta noche!, ¡todos les deseamos buena suerte para mañana! - Guiñó un ojo, levantando su copa más en alto, tan solo para que el líquido rojo del interior se derramara ligeramente en el mantel sin querer - ¡Por Jack e Hiccup!

- ¡Por Jack e Hiccup!

Emma no se esperaba aquello, sus ojos se agrandaron, y su boca permanecía ligeramente abierta. Cuando terminaron el brindis y los adultos comenzaron a discutir otros temas, los tres menores regresaron a la sala, se acomodaron en el sofá y encendieron la televisión.

Lo que estaba en emisión era uno de muchos espectáculos alusivos a Acción de Gracias y simplemente holgazanearon mientras observaban la pantalla, con una sensación de cansancio gracias a haberse llenado de comida. Después de un rato, Emma frunció los labios y miró a Jack. Este notó su mirada y se encogió de hombros.

- ¿Qué ocurre niña?

- ¿De qué estaban hablando después de la cena? - Preguntó ella con voz tensa.

- No lo sé, impuestos a la renta o algo así. - dijo el mayor confundido. - ¿Por qué? - Nightlight solo escuchó en silencio, apoyando su barbilla en el dorso de su mano. Jack casi olvidó que estaba allí.

Emma hizo un puchero y volvió a hablar.

- No, antes de eso, justo en el brindis. Dijeron algo sobre una cita mañana. - Apartándose el cabello de la cara, trató de fingir que estaba más interesada en el programa que estaban viendo.

- Oh. - se rió Jack. - sí, tengo una cita mañana.

- Pero también dijeron algo sobre Hiccup. ¿Van a tener una cita doble o algo así? - Ella lo miró por el rabillo del ojo.

Ante esas palabras Jack frunció el ceño.

- Espero que no, porque eso arruinaría todo.

Emma ladeó la cabeza, tratando de darle sentido a lo que estaba diciendo.

- Pero… - ella se detuvo a mitad de su frase. - espera, ¿qué?

Nightlight se enderezó en su asiento, sin siquiera mirarlos.

- Va a tener una cita con... Hiccup mañana. Van a tener una cita juntos, lo que significa que deben estar saliendo románticamente. – El muchacho explicó en voz baja. Estaba tratando de ser amable y elegir bien sus palabras, pero parecía que no importaba de qué manera lo dijera, a Emma le iba a molestar de todas formas.

Jack se puso nervioso.

- Yo…yo no diría que estamos saliendo, quiero decir, espero que podamos hacerlo, esto es solo para probar las aguas mañana. – “Aunque realmente me gustaría salir con él”. - Pero sí, mayormente tienes razón Nightlight. - Miró a Emma y ella lucía molesta, con la boca inclinada hacia abajo y los ojos llorosos. "¿Dije algo malo?” - ¿Qué pasa?

- Nada. -ella dijo. Pero obviamente había algo mal porque parecía hundirse más en el sofá, doblando las rodillas contra su pecho. Jack esperó hasta que se acomodó y la rodeó con un brazo, acercándola a él.

- Dime qué pasa. – Jack insistió gentilmente. - ¿Es porque te gusta Hiccup? - “Bingo”, el chico de ojos azules suspiró internamente mientras ella volvía su rostro en su dirección. - Emma, escucha, lamento apartarlo de ti, pero... - No supo qué decir.

“¿Cómo le dices a tu hermana de doce años que estás saliendo con la persona que le gusta y que, al mismo tiempo, a ti también realmente te gusta? ¿Lo siento, a mí me gusta más él que a ti?, ¿Lo siento, porque…él es gay?”. Miró a Nightlight en busca de ayuda y el chico se inclinó hacia adelante, con los ojos verdes fijos en Emma.

- Emma… - el chico le habló. Ella lo miró, todavía frunciendo el ceño. - Él no es tu alma gemela. - afirmó.

Ambos hermanos Overland se sorprendieron y esperaron a que terminara de hablar. Nightlight se aclaró la garganta; para que su voz fuera más fuerte.

- Hiccup no es tu alma gemela, pero podría ser la de Jack y tenemos que dejar que se arriesguen y ver si las cosas resultan para ellos. Un día encontrarás a tu alma gemela. – El adolescente pareció sonrojarse un poco y dejó que su cabello pálido cayera sobre su rostro. - ¿Tiene sentido no?

Jack le sonrió a su primo. Nightlight no hablaba a menudo, pero cuando lo hacía parecía decir las cosas correctas.

- Y bien, ¿qué dices niña? ¿Me perdonas por robarte a tu amor platónico? - La empujó suavemente, obteniendo una pequeña sonrisa de ella.

- Solo si juegas videojuegos conmigo esta noche. - Emma exigió. – pero tienes que intentarlo de verdad. - añadió rápidamente. - No te rindas solo porque pierdes. - Él asintió con la cabeza y ahora ella sonrió, se inclinó hacia él y le rodeó los hombros con más fuerza.

Mientras ella estaba ocupada poniéndose cómoda. Jack le envió una sonrisa de agradecimiento a Nightlight, quien simplemente se encogió de hombros.

“Si lo que dijo es cierto, realmente me pregunto si Hiccup es mi alma gemela”. Echó la cabeza hacia atrás, mirando hacia el techo. “Por supuesto, no me quejaría si lo fuera”. Sonriendo, cerró los ojos y se imaginó esa sonrisa torcida y todas las pecas en aquel rostro juvenil. “Sí, no tengo ni una sola queja.”

*-*-*-*

Se acercaba la medianoche, Spitelout y Patán ya se habían marchado. Hiccup pasó por un fuerte apretón de manos de cada uno e incluso recibió una pequeña mirada de Patán. Finalmente se derrumbó en el sofá, suspirando sobre los cojines. Val entró y le dio un ligero codazo, hablándole a su hijo.

- Hiccup, ¿puedes ir a buscar a tu abuelo?, creo que se fue a alguna parte. – El Viejo Wrinkly tenía tendencia a escabullirse y preocupar a todo el mundo; por lo general, solo Hiccup era quien podía encontrarlo. Era como un gigantesco juego de las escondidas.

El chico se levantó del sofá y se puso de pie, sacudiendo su cabello.

- Sí, está bien. - No necesitaba recorrer la casa; el Viejo Wrinkly tenía un lugar favorito cuando venía a visitar su hogar. Dirigiéndose a la puerta corredera trasera, salió al pequeño patio que tenían, mirando hacia el columpio. El Viejo Wrinkly estaba sentado en él, fumando perezosamente su pipa y mirando las estrellas. – Hey Viejo Wrinkly - dijo, sentándose a su lado.

- Hola Hiccup. – el anciano respondió con facilidad. – Es una noche encantadora, ¿no?

Sin embargo, Hiccup estaba temblando, solo estaba usando su suéter delgado y jeans. Ni siquiera tenía los calcetines puestos, así que dobló las piernas hacia arriba, tratando de mantenerlas alejadas del suelo helado.

- Me encanta cuando el cielo está despejado y puedes ver las estrellas brillar. – Su abuelo hablaba sin dejar su pipa, soltando humo entre sus labios de vez en cuando.

- Sí. - suspiró Hiccup. Se balancearon en silencio, con la mirada fija en el cielo.

Estaba perfectamente contento simplemente sentado allí con su abuelo, meciéndose suavemente mientras pasaba una brisa fresca. No había nada en el mundo que encontrara más agradable. “Bueno…”, el adolescente dio una pequeña sonrisa mientras pensaba, “también está Jack.”

El Viejo Wrinkly lo miró con atención.

- Entonces, ¿quién es tu cita suertuda con la que vas a salir?

Hiccup dio un salto en su lugar, el corazón le subió a la garganta. No sabía qué decir ni qué hacer, así que decidió hacerse el tonto.

- ¿De qué estás hablando? - Riendo, esperaba que el hombre mayor le creyera. Pero el Viejo Wrinkly lo conocía muy bien.

- Puedo verlo claramente. - dijo con confianza. - Me di cuenta cuando vine aquí y te vi por primera vez, lucías diferente. - Hiccup frunció los labios por sus palabras. - Al principio pensé que tal vez te hiciste un nuevo corte de cabello, - bromeó. - Pero luego te miré a los ojos… - agitó un dedo en el aire, - y déjame decirte que no he visto esa mirada desde que me miré al espejo después de conocer a tu abuela.

- Creo que solo estás haciendo suposiciones. - farfulló Hiccup.

El Viejo Wrinkly negó con la cabeza.

- Hiccup, es muy obvio que hay alguien en tu vida. No puedes engañar a estos viejos ojos. He visto cómo es el amor verdadero, diablos, ¡incluso lo he vivido! - Pisoteó el suelo con un pie y se sacó la pipa de la boca. - Ahora Hamish, puedes negarlo todo lo que quieras, pero conozco la mirada del amor verdadero, sin ninguna duda, en mi mente senil. Sí señor.

Ahora hubo silencio entre ambos e Hiccup bajó el volumen de su voz, asegurándose de que nadie saliera u oyera.

- Es alguien increíble Viejo Wrinkly. - admitió. – perfecto y no puedo sacar a esa persona de mi cabeza. - Podía sentir un sonrojo subiendo por su cuello. – Realmente me gusta. Mucho.

El anciano asintió, colocándose su pipa en la boca una vez más.

- ¡Lo sabía! Había el aroma de la enfermedad del amor en alguien y algo me decía que eras tú. - Miró a su nieto de frente, adoptando un tono serio. - Ciertamente estoy feliz por ti, sin duda en mi mente esto es lo que se merece un buen chico como tú. Alguien que te ama es el mejor regalo que puedes recibir. Claro, estás un poco forzado a amar a tu familia, pero tener a alguien que te ame por su propia voluntad…, bueno, es lo que hace que la vida valga la pena.

Hiccup sonrió y asintió.

- Gracias Viejo Wrinkly. – “Me alegro de poder hablar contigo de esto.”

- ¡Y será mejor que te cuide bien! - De repente el anciano gritó, inclinándose hacia atrás haciendo que el columpio se sacudiera. - ¡Debe saber que tiene mucha suerte de tener a alguien tan especial como tú! ¡Eres único, Hiccup! ¡Único!

Hiccup se rió, tratando de mantenerse equilibrado mientras el columpio continuaba moviéndose erráticamente.

- Está bien, está bien. - dijo, calmándose. - Vamos a llevarte adentro abuelo; mamá estaba preocupada por saber a dónde te fuiste.

Se pusieron de pie y el Viejo Wrinkly le guiñó un ojo hablando nuevamente.

- Supongo que deberíamos ir a decirle que no estoy muerto todavía. - Hiccup ayudó a llevarlo a la casa y esta vez el otro no discutió al respecto. Antes de separarse, tomó la mano de Hiccup, sus dedos gastados y su piel ligeramente más caliente hicieron que el menor lo mirara. - También se nota que ese alguien es muy especial para ti, así que ama a esa persona Hamish, ámala hasta la muerte e incluso entonces, ámala después. Yo hago lo mismo con tu abuela y te juro que todavía puedo sentirla. - Usó su mano libre para colocarla sobre su corazón. – Aquí mismo.

- Lo sé Viejo Wrinkly. - murmuró Hiccup con una ligera sonrisa - Lo sé.

*-*-*-*

Bien, ya pasó el dia de Acción de Gracias, ¿saben lo que significa? Así es.

El siguiente capítulo es la CITA 💕, esperemos que Jack ya tenga todo organizado.

Espero les haya gustado, ¡no olviden votar y comentar si así lo desean!, ¡nos vemos pronto!

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