~Capítulo 25~

¡Hola! Así es, he aquí otro capítulo. Espero lo disfruten mucho lectores, además hay una lección importante aquí, haber si la encuentran. 😊

¡Disfruten!

*-*-*-*-*

- Entonces, lo que estás diciendo es que, ¿todo esto fue una apuesta? -Hiccup estaba tratando de parecer que no estaba algo ofendido, mientras se recostaba en la cama de Jack. El mismo Jack se sentó a su lado, tratando de explicar todo como lo había prometido minutos antes.

- No. – suspiró el mayor - la noche de la fiesta, Jamie me contó lo que pasó. - Hiccup lo miró confundido. – El por qué te fuiste tan temprano y me dijo que era porque realmente yo te gustaba. Así que queríamos ver si tú también me gustabas, luego él inventó todas estas pruebas de intentar no tocarte y todo eso. -Levantó las manos en el aire, contento de que todo hubiera terminado. - No fue una apuesta, te lo puedo asegurar.

Hiccup apretó ligeramente las mantas, jugando con un hilo suelto, para luego sentarse una vez más.

- Entonces, ¿yo te gusto? - Preguntó, mirando a Jack quien le ofreció una sonrisa de lado. - ¿Qué?

Jack se apoyó contra él, envolviendo un brazo alrededor de su hombro.

- ¿En serio? Después de esa gran confesión y el beso, ¿realmente dudas de mí ahora? - Hiccup se encogió de hombros y se apartó el flequillo lejos de sus ojos. “¿Cuándo se volvió tan linda esa simple acción?”. El chico mayor apretó un poco más su hombro y siguió hablando - Está bien, ¿qué tal esto? Te llevaré a una cita real. No veremos películas de pájaros en esmoquin ni tendremos que cuidar a nuestros hermanos en el parque. Tendremos una cita real con planes reales y podremos hablar de todo; entonces ¿qué dices?

- Está bien, pero nada exagerado. En caso de que no lo hayas notado, soy nuevo en esto. - Hiccup le dio un codazo juguetón y el otro respondió con otro codazo, presionando su cuerpo más cerca de lo necesario. “Extrañé su toque”, el chico de pecas sonrió levemente.

Jack sonrió y parecieron sentirse extremadamente cómodos el uno con el otro.

- Así que, ¿qué harás durante las vacaciones de Acción de Gracias?, estás libre unos días, ¿verdad?

El castaño vaciló mientras pensaba en ello y respondió con honestidad.

- Bueno, un día voy a ir a casa de Patapez para ver películas con los demás.

- Oh - Jack hizo una mueca por un momento, - ¿ese chico va a estar ahí?

- Vas a tener que ser más específico que eso Jack, habrá más de un “chico” allí. - Hiccup levantó una ceja ante el repentino ceño fruncido de Jack, sus cejas se juntaron mientras trataba de recordar.

- El de cabello largo y rubio, que parece que vendiera drogas. - Luchó para darle una descripción más precisa, sacudiendo levemente la cabeza. - Su nombre era algo así como Macio...Dacio o algo como eso. Él estaba con ustedes la vez que los acompañé a casa.

Hiccup se rió y aclaró las dudas de Jack.

- ¿Brutacio? Sí, va a ver la película con nosotros. - Cuando los ojos zafiro de Jack se entrecerraron, él le dio una pequeña sonrisa. - No estás celoso de Brutacio, ¿verdad? - Ahora el otro hizo una mueca mucho más seria. - Es un chico agradable cuando lo conoces de verdad.

- Un poco demasiado agradable. -  murmuró Jack. - A ese chico le gustas Hiccup, puedo verlo cuando está cerca de ti. - Hiccup negó con la cabeza, pero el adolescente de cabello blanco frunció los labios. - Cada vez que estaba contigo, él no dejaba de mirarte y siempre hacía lo posible por estar cerca de ti. Le gustas.

- Eso no podría ser posible... – Miró a Jack extrañado, pero al repasar en su mente todo lo que pasó con Patán, no sabía que creer. ¿Podría realmente significar que a Brutacio le gustaba de esa manera? -  Mira incluso si yo le gusto, simplemente no… - inclinó la cabeza, - no lo veo de esa manera. Es un buen tipo, pero ...

- ¿Hay alguien más que te gusta? - Jack estaba sonriendo de nuevo, prácticamente cayendo encima de él sobre la cama. - ¿Quién podría ser? - Tocó la mejilla pecosa del chico, esperando una respuesta. - ¿Mmm? ¿Quizás es un joven de cabello blanco endiabladamente guapo sentado a tu lado?

- Más bien un idiota que piensa que va a impresionarme tratando de asfixiarme en este momento. - Hiccup lo empujó juguetonamente, tratando de conseguir algo de espacio entre ellos.

No estaba acostumbrado a tener a Jack tan cerca de él. No estaba acostumbrado a nada de este tipo de cosas. Jack fue la primera persona en corresponder sus sentimientos y no estaba seguro de qué hacer a continuación, pero sabía que iba a ir lento con esto.

- ¿Qué hora es de todos modos? – Preguntó Hiccup, queriendo cambiar el tema en relación a Brutacio. Por fin la estaba pasando bien de nuevo a su lado y no quería comenzar a abrumar su mente con pensamientos o dudas como esas.

- Como las diez y cuarenta, ¿quieres que te lleve a casa? - Jack se bajó de la cama y estiró los brazos por encima de la cabeza.

- No tienes que hacerlo; probablemente estés cansado de poner toda tu energía en narrar la película. - Hiccup se rió disimuladamente mientras el mayor hacía un puchero, inclinándose sobre él para levantarlo de la cama también.

Sus manos se entrelazaron y el corazón del chico de ojos verdes se aceleró, era como electricidad corriendo por la punta de sus dedos. “Esto es increíble.”

Jack le revolvió el cabello una vez que ambos estuvieron de pie y le sonrió antes de hablar.

- Te llevaré, es lo menos que puedo hacer luego de hacerte pasar por todo esto. - “Necesito compensártelo por completo”. Su rostro se suavizó e Hiccup decidió no discutir, además no estaba dispuesto a quejarse ya que significaba pasar más tiempo con Jack. - Ah, espera. - Jack se inclinó, recogió un papel arrugado y se lo entregó. - No olvides esto.

Hiccup lo desdobló y se echó a reír. Era el retrato que Jack había dibujado, o realmente garabateado. Los ojos de Hiccup eran demasiado grandes, su boca demasiado torcida y parecía haber pecas en su cabello. “Es muy lindo.”, Jack se cruzó de brazos ante la risa, dando golpecitos con el pie.

- Vamos, no puede ser tan malo Hiccy.

- No… - suspiró el menor. Miró a Jack con una sonrisa sincera en los labios mientras inclinaba ligeramente la cabeza. - Es perfecto, gracias. - Nadie le había hecho o dicho esas cosas que él le comentó antes y eso significaba mucho.

El adolescente mayor dio un paso atrás y miró hacia otro lado, un pequeño sonrojo subió por su cuello hasta sus pálidas mejillas. “Esa mirada, fue tan… no puedo explicarlo…”, su mente no dejaba de recordarle lo único que era Hiccup.

- Deberíamos irnos. – La voz de Jack se quebró un poco. – Si tardamos más me dará pereza salir de aquí. - Ambos rieron mientras subían las escaleras, abandonando el sótano, hacia la casa a oscuras, sin ninguna luz encendida.

- Wow, está muy tranquilo aquí. No creo que reconozca este lugar al no haber nada de ruido. - Hiccup miró a su alrededor, observando sombras arrastrándose a lo largo de las paredes y los techos. - ¿No te asustas o te sientes solo en la casa? - Se dirigieron hacia la puerta del frente y Jack lo agarró del brazo, acercándolo. - ¿Jack?

- Entonces, ¿te quedarías conmigo si te lo pidiera? - Susurró en su oído, pero en medio del silencio que inundaba la casa se sintió como un grito. “He pensado en ello. Una y otra vez en mi cabeza.”

Hiccup se estremeció y se apartó con suavidad, sacudiendo la cabeza lentamente.

- N…No. Lo siento, pero ahora mismo es ... ya sabes. No creo que pueda soportar pasar la noche contigo aún. - Sus ojos esmeraldas miraron hacia arriba. - Lo siento, yo sólo… - bajó el volumen de su voz, - no puedo aún. – “Lo que sucede entre nosotros aún está en el aire. No voy a hacer nada de lo que me pueda arrepentir más tarde.”

Jack extendió la mano, acariciando su mejilla con el pulgar, trazando las pecas del menor bajo su toque.

- Está bien, lo entiendo, descuida. Empujar mis límites es algo que tiendo a hacer mucho en ocasiones. – “No debería haber sido tan rápido en preguntar, lo entiendo Hiccy”. - Vamos a llevarte a casa entonces - dijo. Salieron y fue como si se hubieran quedado sin aliento ante el frio ambiente del exterior. – Vaya, el invierno llegará rápido este año.

Hiccup se abrazó a sí mismo en busca de calor, asintiendo para luego responder.

- Sí, pero lo extrañé para ser sincero. No puedo esperar a que nieve. - Subieron al auto y Jack inmediatamente encendió la calefacción, esperando que el auto se calentara. - Ojalá caiga mucha, me gusta cuando todo está cubierto de blanco y la gente empieza a decorar sus casas con luces o jugar en la nieve. - Sonrió al pensar que su familia estaría junta en Navidad, la única festividad en la que su padre se tomaba un descanso del trabajo.

- Así que eres un chico de invierno, ¿eh? - El adolescente mayor se apoyó contra el volante. - Te habría tomado por una persona que prefiere el otoño.

- No, la nieve es mucho mejor que las hojas marchitas. – dijo el menor. - ¿Qué hay de ti? ¿Cuál es tu estación favorita?

- Estoy contigo. - Jack sonrió y arrancó el auto, comenzando a apartarse del camino de entrada. - invierno para siempre. – Ahora ambos se sentían bastante relajados, ninguno de ellos tenía que preocuparse por lo que el otro estaba pensando. – Oye, ¿eso significa que puedo usar el muérdago para obtener mi regalo de tu parte? -  De acuerdo, quizás si debían vigilar sus pensamientos.

Hiccup volvió su rostro para mirar por la ventana, ocultando el sonrojo en sus mejillas. Estaba acostumbrado a que Jack coqueteara, pero no estaba acostumbrado a que Jack le coqueteara después de que ambos acordaron tener una cita. Su estómago estaba siendo invadido por los nervios, solo que esta vez; era una especie de nerviosismo feliz.

- Me gustaría verte intentarlo. – Susurró sonriendo levemente, sin apartar su mirada de las calles nocturnas.

Casi habían llegado a su casa, el tiempo parecía ralentizarse más y más.

- Desafío aceptado. - Jack siguió mirando furtivamente al chico, encontrando lindo cómo doblaba sus piernas hasta su pecho, abrazándolas con fuerza. Era como si estuviera tratando de hundirse en el asiento.

“Todo lo que había estado necesitando finalmente está a mi lado. Puedo extender la mano y tocarlo. ¡Podría besarlo!”. Jack suspiró suavemente y casi aprieta el acelerador mientras sus pensamientos se arremolinaban. “Concéntrate en la carretera. Presta atención.”

- ¿Está todo bien? - Preguntó Hiccup, levantando una ceja. - Preferiría llegar a casa vivo, muchas gracias. – “¿Se está arrepintiendo de lo ocurrido?”

- ¿Qué? - Jack parpadeó mientras llegaban a la calle donde vivía Hiccup. - Lo siento – murmuró - me estás distrayendo tanto que no puedo conducir adecuadamente. - Se maldijo a sí mismo. “Eso no se suponía que debía decirse en voz alta.” -  Ignora…Ignora ese comentario. - agregó en voz baja.

El adolescente más pequeño abrió y cerró la boca.

- Oh - dijo distraídamente, - lo siento. – “¿Estoy distrayéndolo? Nunca antes había distraído a nadie”. Estacionaron frente a su casa y él dudó en salir. “¿Le doy un beso de despedida o eso no está permitido?”, frunció el ceño para sí mismo, “¿qué tal un abrazo?”.

Jack quería mantenerlo en el auto, que no saliera, pero sabía que no podía. “Tal vez debería darle un beso de despedida. ¿O se asustaría por eso? Realmente estoy empujando mi suerte aquí, ¿no?”

“Pero bueno, ya aclaramos todo el asunto entre nosotros”, Hiccup suspiró suavemente.

“No quiero que se vaya”, Jack apagó el motor del auto.

“¿Tal vez solo un beso en la mejilla?”, el menor mordió su propio labio.

“Quiero abrazarlo”, el chico de cabello blanco cerró los ojos mientras intentaba decidirse.

- ¿Jack?

- ¿Hm?

Hiccup se inclinó sobre los portavasos y presionó brevemente sus labios contra los de Jack antes de abrir la puerta.

- Solo para que sepas, no necesitas un muérdago para besarme. – Susurró al otro adolescente, salió del auto, cerró la puerta de golpe y corrió hasta que estuvo dentro de su hogar.

Jack se llevó los dedos a los labios, sintiendo su rostro prácticamente rojo hasta la punta de las orejas. Solo atinó a hacer una estúpida sonrisa, dejando escapar un grito de alegría mientras se alejaba de la acera. Mientras conducía a casa, seguía teniendo aquella sensación agradable en sus labios, deseando que el beso hubiera durado un poco más.

*-*-*-*-*

Hiccup alcanzó a ciegas su teléfono mientras vibraba en algún lugar de su cama. Finalmente lo encontró, respondió la llamada y lo presionó contra su oreja.

- ¿Hola? - Murmuró, acurrucándose más profundamente en sus mantas. - ¿Astrid?

- Vamos al centro comercial, estaré afuera de tu casa en media hora. - Ella colgó y él gimió, arrojando su teléfono al otro extremo de la cama. Esperó unos minutos antes de decidir que sería mejor esperarla, que hacer que ella lo arrastrara fuera de la cama.

Mientras intentaba desenredarse de las mantas, terminó en el suelo, con una pierna sobre la cama y los brazos extendidos en la alfombra.

- Genial… - suspiró. Mientras movía su mano para intentar levantarse, golpeó algo cercano. Lo tomó y sonrió, mirando el dibujo que Jack había hecho de él. – Genial - susurró feliz.

*-*-*-*-*

- Entonces, ¿cómo fue tu cita con Jamie? - Hiccup dijo bebiendo de la pajita de su refresco. Era la misma bebida que Jack le había ofrecido durante la película y le recordaba a la noche anterior.

Estaban deambulando por el centro comercial, bebiendo sus refrescos y mirando las tiendas abiertas. Era temprano, así que no había tanta gente.

Astrid se encogió de hombros, apartando la bebida de su boca.

- Vimos una película, nos tomamos de la mano durante unos minutos. Nada especial. – Estaba a punto de beber otra vez, pero Hiccup vio el leve rubor de su rostro y la agarró del brazo.

- Ustedes dos se besaron, ¿no? - Él sonrió. Ella murmuró algo incomprensible y tosió nerviosa, dándole un puñetazo en el pecho a su amigo. - ¡Sí lo hicieron! - Se rió a pesar del dolor.

- ¡Cállate! - Prácticamente siseó apenada. - Fue sólo un beso y fue cuando me dejó en casa. - Arreglando su cabello, miró hacia otro lado. - Además, no es como si hubiéramos acordado salir o algo así, solo… él me llevará a otra cita en dos semanas ya que se irá de viaje durante Acción de Gracias.

- Estoy muy contento por ti; parece que realmente está tratando de impresionarte. – Hiccup jugaba con su pajita, haciendo ese chirrido que lastimaba los oídos al frotarla con la abertura del vaso de plástico.

Ella rió y respondió.

- Debería estar más preocupado por intentar impresionar a mis padres una vez que se enteren de que tiene dieciocho años. - Ambos hicieron una pausa y se miraron. - Esto va a ser más difícil de lo que ya es, ¿no?

- Nadie dijo que iba a ser fácil. - Él se encogió de hombros.

Astrid le dio un codazo en el costado.

- Entonces, ¿cómo estuvo la película con los hermanos Overland?

Hiccup se rió, pero estaba nervioso.

- Bueno, Emma se había ido a una pijamada, así que solo estábamos Jack y yo. – Explicó, ella lo miró sorprendida y él asintió. - Pero fue divertido; vimos la película e hicimos algunos dibujos. - Él sonrió y debió parecer sospechoso porque Astrid comenzó a mirarlo con atención. - ¿Q…Qué? - Preguntó.

- Hiccup, sabes que no debes lastimarte más a ti mismo. Enamorarse de él es una causa perdida si él es heterosexual – la rubia le recordó gentilmente. El menor tropezó mientras caminaba, luchando por decir lo que quería. - ¿Qué tienes? ¿Pasó algo anoche? - Ella lo agarró por el hombro con fuerza. - ¡Detalles Hiccup! ¡Dame detalles!

Se mordió el labio y vio un banco vacío, acercando a su amiga a este. La sentó y comenzó a explicarle todo lo que sucedió, sus manos hicieron miles de gestos mientras lo hacía. Cuando terminó, estaba sin aliento y Astrid solo tenía la boca abierta, sin saber qué decir.

- Así que ahí lo tienes. Jack no es heterosexual, nos besamos y él quiere llevarme a una cita y…y… - Hiccup dejó escapar un suspiro y se dejó caer en el banco.

- ¿Y estás seguro de que esto no es una broma cruel? - Por fin ella habló con voz tranquila.

Hiccup negó con la cabeza.

- Jack no haría eso. Parece que le gusto mucho de todos modos. - dijo el chico en voz baja. Sin previo aviso, Astrid dejó su bebida a un lado y prácticamente lo derribó del banco, con el brazo apretado alrededor de su cuello. – A…Astrid, los humanos necesitan oxígeno para vivir - tosió. - ¡Yo soy humano! - Ella le pasó los nudillos por la cabeza, frotando su cabello y él chilló, llamando la atención de algunos compradores matutinos.

Finalmente, ella lo soltó, apartándose el cabello rubio del rostro.

- ¡No puedo creerlo! - Ella rió. - ¡Nos preocupábamos por nada! - Hiccup asintió con la cabeza, arreglando su cabello como lo tenía antes. - ¡Necesito darle un puñetazo a Jack en la garganta! ¡No puedo creer que nos haya estado ocultando eso durante tanto tiempo! - Luego chasqueó los dedos. - Necesito vengarme de Jamie también, él estaba involucrado desde el principio.

- No planeemos un asesinato ahora mismo. - sugirió Hiccup.

- Si, tienes razón. - Astrid tomó su bebida y se la tendió a Hiccup. - Las celebraciones van primero. - Chocaron sus vasos con suavidad y bebieron.

- No puedo creer que las cosas hayan salido bien. – suspiró él.

“No puedo creer nada de esto”. El adolescente sonrió y cerró los ojos por un momento. “Las cosas sólo pueden mejorar”. Por un momento, Estoico pasó por su mente, pero apartó ese pensamiento, sabía que eventualmente tendría que suceder y decirle todo, pero por ahora, disfrutaría de la felicidad que lo invadía.

*-*-*-*

¿Saben? Aquí se demostró que Hic se hace respetar 😅, todavía era pronto para quedarse en casa de Jack a...dormir... jajaja, no se preocupen.. ESE momento llegará en su tiempo.

Me pregunto que pasará cuando Estoico se entere de todo 😶...

¡No olviden votar y comentar si así lo desean! Nos vemos en el siguiente capítulo.

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