~Capítulo 24~

¡Hola, espero de verdad les guste este capítulo! Coloquen su playlist preferida para el momento. 😁

¡Disfruten!

*-*-*-*-*

El jueves pasó sin muchos incidentes e Hiccup se preguntaba si el mundo finalmente estaba siendo amable con él. Estaba caminando al lado de Astrid el viernes por la mañana, ambos se encontraban nerviosos por sus respectivos planes posteriores, aunque Hiccup no sabía por qué estaba tan nervioso. “No es como si pudiera ser una cita. Obviamente, no hay forma de que eso suceda.”

- Entonces, ¿tus padres saben que vas a salir con un chico universitario esta noche? - Él le dio un codazo y ella lo empujó con suavidad. El cielo se estaba poniendo gris y el aire parecía hacerse más frio.

- Para tu información, saben que voy al cine, pero no saben que Jamie está en la universidad. Creo que esperaré un poco para decirles ese detalle. -Astrid se estremeció por un momento, envolviendo su bufanda con mayor seguridad alrededor de su cuello.

Hiccup se rió dirigiendo su mirada a la adolescente.

- ¿Y cuándo les dirás? ¿El día de tu boda?

-  Ja, no. Además, yo ni siquiera le llamaría a esto una cita, es más como ir al cine para conocer a alguien mejor. –La rubia explicó, él hizo un ruido apenas audible desde el fondo de su garganta y ella frunció los labios. - ¿Qué?

Hiccup la miró y se encogió de hombros.

- Lo que acabas de describir es más o menos una cita. Seamos realistas, Jamie está tratando de llevarte a una cita. Y luego ustedes dos se casarán, será mejor que yo esté en su boda. -Él sonrió mientras ella se sonrojaba levemente, aunque tuviera como excusa culpar al clima frío. - Nunca pensé que vería el día en que Astrid Hofferson se pusiera nerviosa por un chico.

Ella le dio un fuerte puñetazo en el hombro, cruzando los brazos justo después.

- No vas a vivir para ver otro día si sigues así. - le advirtió a su amigo. Él se rió y se disculpó, frotando el lugar donde ella había golpeado. - Ahora démonos prisa, tenemos una clase a la que llegar. -Se apresuraron en cruzar la calle y saludaron a los gemelos mientras estos detenían su auto en el estacionamiento.

“Nunca pensé que cambiarían tantas cosas”. Hiccup miró al cielo que se oscurecía poco a poco conforme nubes oscuras aparecían. “Es increíble lo mucho que hemos avanzado y todo lo que hemos pasado”. Dejó escapar un suspiro. “Simplemente increíble.”

*-*-*-*-*

- ¡Simplemente increíble! - Jack se rió, envolviendo su brazo alrededor del cuello de Jamie mientras estaban sentados en la biblioteca de la universidad. La bibliotecaria los miró con seriedad y ambos asintieron levemente intentando permanecer más callados. Estaban sentados en la parte de atrás y Jack no paraba de molestar a Jamie, tratando de que hablara más del tema. - Jamie tiene una cita esta noche… - cantó en voz baja.

- Y Jack está siendo molesto como siempre… -respondió Jamie también cantando. - Mira, ¿por qué estás tan emocionado por esto? ¿No deberías preocuparte por tu propia cita con Hiccup? Es decir, tienes que verte bien para el chico cuando le confieses tu amor eterno por él. - Jack frunció el ceño ligeramente y se sentó en el asiento al otro lado de la mesa. - ¿Oh qué? ¿En serio sigues negando todo?

Jack golpeó con los dedos la superficie de la mesa, apoyando la cabeza sobre su brazo.

- No voy a admitir nada. En serio. -murmuró él.

Jamie negó levemente con la cabeza, repasando los apuntes de su libro una vez más. Estuvo en silencio por un tiempo, Jack comenzó a moverse un poco y luego de una manera más torpe o ansiosa.

- Oye, ¿debo asumir que estás teniendo una convulsión o puedo dejarte aquí?

- ¿Qué pasa si no admito nada?, quiero decir, ¿quién se beneficia de todo este drama? - Jack se sentó con la espalda recta de repente, su cabello hallándose ahora revuelto mientras miraba a su amigo – De todas maneras, tú no ganarías nada…

- Excepto la satisfacción de saber que yo tenía razón.

Jack lo ignoró y siguió hablando.

- Así que, si no lo admito y supero esta prueba, me enteraría de que no me gusta este chico y ambos seguimos adelante con nuestra vida, yay. -murmuró. - ¿Y si admito algo? - Antes de que Jamie pudiera interrumpir, el chico de cabello blanco lo señaló con un dedo, dándole una mirada de advertencia. - ¡Sí!, La palabra clave aquí es ¡Si, Jamie! Una suposición. Si admito algo, ¿entonces qué? ¿De verdad crees que de repente él correrá a mis brazos y me besará? Sé sincero, Hiccup piensa que soy heterosexual, él va a… estar jodidamente confundido.

- Entonces sigue besándolo hasta que él entienda. -suspiró Jamie, repentinamente cansado.

- Uff… ¿Y tú cómo te las arreglaste para conseguir una cita esta noche? En serio, ¿qué novela romántica adolescente has estado leyendo últimamente? - Jack agitó una mano en el aire mientras el chico de cabello castaño mantenía sus labios formando una línea. – En fin, solo espero que las cosas no se pongan incómodas entre Hiccup y yo, y así podamos divertirnos juntos como antes.

Jamie bajó su tono de voz mientras hablaba.

- Y puedan besarse y tener mucho sexo. - susurró. Jack lo fulminó con la mirada y Jamie solo se encogió de hombros, sonriendo. - Cómo si no fuera a suceder eventualmente…

- Di lo que quieras, solo espero que todo salga bien.

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- Di lo que quieras, sólo espero que todo salga bien. -dijo Hiccup. - Ustedes dos me parecen muy lindos juntos, así que no te preocupes tanto Astrid. -Estaban sentados en su mesa durante el almuerzo, aunque los dos apenas tocaron su comida.

Hiccup estaba demasiado nervioso para comer, incluso si constantemente se recordaba a sí mismo que todo era por nada.

- Entonces, Astrid tiene una cita, ¿eh? – Brutilda sonrió, apoyando un codo en la mesa. - ¿Con quién?

- Jamie, el hermano de Sophie. - explicó Hiccup.

Sophie se sonrojó un poco cuando los gemelos la miraron con curiosidad.

- É…Él es mayor. - dijo ella en voz baja.

Patapez le puso una mano en el hombro. Hiccup notó que estaba muy cerca de Sophie, se alegró de que ambos comenzaran a salir; pareció darle a Patapez un impulso de confianza. No es que lo necesitara, por supuesto.

Astrid agitó las manos para llamar su atención antes de hablar.

- No hablemos de eso, está incomodando a Sophie. -Ambas chicas compartieron una mirada y asintieron con la cabeza.

Brutacio se rió, no pudiendo evitar lanzar un comentario real.

- No solo a ella. -Todos menos Astrid y Sophie se unieron a las risas.

Hiccup incluso se las arregló para reír, tratando de deshacerse de los nervios que estaban carcomiendo su ser. Al menos los gemelos habían podido adaptarse rápidamente a ellos. Fue agradable verlos bajo una perspectiva diferente a cuando estaban con Patán.

Sonrió para sí mismo, concentrando su atención en su comida, aunque no duró mucho. “Debería estar feliz, pero ¿por qué estoy tan nervioso?”

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"Debería estar feliz, pero ¿por qué estoy tan nervioso?" Jack pensó y se quitó los zapatos mientras entraba a la casa, dejando su chaqueta junto a las demás en el perchero. “Hiccup estará aquí en unas horas y me siento nervioso”. Se frotó el rostro, tratando de calmarse. “Ya no sé qué sentir.”

Fue a la cocina y empezó a sacar comida del refrigerador. Había una nota de parte de sus padres en el mostrador. Lo normal: Por favor, compórtense; los amamos, no olviden revisar los números de emergencia.

La puso en la nevera, fijándola con un imán y volvió a centrar su atención en la comida.

La puerta se abrió y ni siquiera se molestó en mirar hacia arriba para saber quien era.

- Hey niña, ¿cómo te fue en la escuela? -Finalmente miró hacia arriba cuando ella entró en la cocina, con su mochila colgando de un hombro. - ¿Estás lista para ver una película con Hiccy esta noche?

- Uhm, sobre eso… -dijo Emma lentamente. Jack la miró por un momento y ella hizo una gran imitación, poniendo grandes ojos de cachorro adorable. – Una amiga me invitó a su casa a dormir y me preguntaba si puedo ir. -Ella cruzó las manos debajo de su barbilla. - Por favor, prometo que me portaré bien.

Jack dejó de preparar su bocadillo y la miró con atención.

- Pero íbamos a ver películas… -dijo distraídamente.

- Lo sé y podemos ver películas otra noche, lo juro. -Ella rebotó sobre sus pies, su largo cabello moviéndose hacia su rostro. - Por favor, Jack - suplicó.

El chico suspiró y se rascó la parte posterior de la cabeza, tratando de pensar. “Puedo superar esta prueba estando solo yo con Hiccup. Es solo una película. No pasará nada y todo saldrá bien, tal como lo había dicho.”

- Está bien. – El mayor se rió. Emma chilló feliz y lo abrazó con fuerza. - Solo asegúrate de estar en contacto conmigo, para saber que todo está bien. - Ella asintió con la cabeza y corrió hacia su cuarto para tomar sus cosas, las risitas resonaron por la casa.

Jack se apoyó contra el mostrador y se rió de sí mismo. “¿Qué estoy haciendo?”

*-*-*-*-*

“¿Qué estoy haciendo?” Hiccup estaba sentado junto a Val en el asiento del pasajero, con su mochila apretada firmemente sobre su regazo.

Estaba pensando en decirle a su mamá que diera la vuelta y lo llevara a casa. Podría fingir estar enfermo o algo así solo para no ir a casa de Jack. “Pero Emma estará ahí y no quiero simplemente decepcionarla… o a Jack tampoco.”

- ¿Por qué trajiste tu cuaderno de bocetos? -Val preguntó mientras se detenía en una esquina. - ¿No van a ver una película?

Hiccup apretó su agarre en su mochila.

- Sí, pero pensé que podría dibujar para ellos o algo así si nos aburrimos. No lo sé. - “También me daría la excusa para parecer ocupado.” -  Solo es algo con lo que distraernos.

- Bueno, diviértete, ya sabes que me puedes llamar si quieres que te lleve a casa o si algo pasa. - Se detuvo frente a la casa de Jack, despidiéndose de su hijo. - Adiós Hiccup, dile a Jack que dije hola, y a Emma también.

- Está bien. – dijo el menor. Al salir, sintió que se le encogía el estómago, como cuando estás en una montaña rusa.

Observó por encima del hombro mientras el auto de su madre se alejaba, le temblaban las manos al llegar a la puerta. Acercó su mano al timbre dos veces antes de que finalmente lo hiciera sonar. “Por favor, que esta sea una noche divertida. Que no pase nada raro o incómodo. Por favor”, rogó en silencio.

La puerta se abrió y Jack estaba allí, sonriéndole, nada más que con una camiseta sin mangas y jeans. Hiccup se sentía como si estuviera demasiado vestido en comparación, con sus jeans algo holgados y su lindo suéter. El mayor inclinó la cabeza, pasando una mano por su cabello.

- Hey, lo lograste, estás aquí. -dijo.

Hiccup se encogió de hombros, apartando la mirada por un momento.

- Sí, no querría decepcionar a Emma. -Murmuró, Jack hizo una mueca junto con una sonrisa torcida y ambos se quedaron mirando. – Y… ¿Dónde está Emma? Pensé que ella sería la que me recibiría.

Jack se apartó del camino del chico más pequeño y lo condujo al interior de la casa.

- Bueno, Emma fue invitada a una pijamada, así que se deshizo de ti y de mí. - Ambos rieron, pero fue forzado. - Parece que tenemos la casa para nosotros solos.

- Oh, está bien. - Fue todo lo que Hiccup pudo responder. “Estamos solos. Estamos completamente solos y las cosas ya se pusieron incómodas. Gracias por escuchar mis plegarias oh gran fuerza que nos ve desde arriba. Que buena ayuda eres.” Frunció el ceño por un momento mientras se quitaba los zapatos. - Entonces, ¿qué haremos precisamente? - Siguió a Jack a la cocina donde había un tazón extra grande con palomitas de maíz sobre la encimera.

- Vamos a ver una película, como prometí. - Jack agarró el tazón y señaló el sótano, los dos caminaron en silencio hasta llegar frente al televisor. Tomó en manos un estuche de DVD y lo agitó, sonriendo. - Y como prometí por segunda vez, veremos La marcha de los pingüinos, narrada por mí.

Hiccup inmediatamente negó con la cabeza.

- No, no, no puedes hacerlo.

Jack frunció el ceño, pero estaba reprimiendo una sonrisa.

- ¿Y por qué no?

Ahora el chico pecoso le devolvió la sonrisa, respondiéndole.

- Sabes exactamente por qué, no voy a tomar esta película en serio nunca más si tú la narras. – “Quizá las cosas ya no sean tan incómodas”. - Si la vamos a ver, te ruego que la veamos con la voz de Morgan Freeman.

“Allí está esa sonrisa, ya nada más importa.” Jack pensó y luego habló con decisión.

- No, solo podemos ver esta película mientras yo la narre, sin quejas. - “Es lo único que me mantendrá ocupado.”

- Pero…

- ¡No!

- Jack-

- ¡No estoy escuchando!

- ¿No podemos solo…?

- ¡Siéntate! -Jack señaló el sofá, sonriendo ampliamente. - ¡Siéntate y disfruta del espectáculo! -Hiccup se sentó de mala gana, colocando su mochila a un lado mientras Jack continuaba preparando las cosas.

Atenuó las luces y acercó las latas de refresco, colocándolas en una pequeña mesa frente a ellos. Finalmente metió el DVD en el reproductor y lo puso en “mute”, sonriendo todo el tiempo.

- Jack, ¿te das cuenta de que no vamos a terminar esta película si hacemos esto? -Hiccup tomó un sorbo de su refresco y descubrió que era uno de sus favoritos cuando era niño.

Jack se limitó a empujar silenciosamente el tazón de palomitas de maíz hacia él, sus ojos color zafiro brillaron ante el reflejo de la luz de la pantalla del televisor. “Se ve muy bien con esta luz”, pensó el menor por un momento, casi teniendo el impulso de tomar su cuaderno de bocetos.

Cuando comenzó la película, Jack trató de imitar la voz de Morgan Freeman, solo para que fallara y saltara de un tono a otro. Hiccup fue invadido por un ataque de risa, tratando de no atragantarse con sus palomitas de maíz.

- Y aquí tenemos un montón de pájaros con esmoquin preparándose para su baile de graduación, excepto que no hay baile de graduación. - dijo en voz alta el chico de cabello blanco. - Están atrapados en un iceberg y no pueden celebrar su graduación… - Hiccup se tapó la boca, su rostro se puso rojo por el esfuerzo de no reír. - Este es Paul - la película hizo un zoom al pingüino -perdió su cita de graduación a causa de una foca. La foca no se lo comió; literalmente, le quitó su cita.

- Jack, detente… - Hiccup se atragantó ligeramente. - No puedo con esto. – “Estás haciendo que sea difícil olvidarte.”

Jack solo sonrió, tosiendo levemente mientras sus pensamientos hacían eco en su mente, “Quiero que siga sonriendo.”

- Regina… -dijo con ese infame acento ruso. - Lamento decirte que… - los pingüinos se gritaron entre sí en la pantalla, - este huevo no es tuyo, es de Marsha. - Hiccup se cubrió la cara y se hundió en el sofá. Jack cambió a un terrible acento español. - No John, no me digas esas mentiras. – Hizo un gesto de desmayarse para acentuar el efecto. - Pensé que me amabas.

Y así la película continuó hasta que Hiccup rodó por el suelo sin poder parar su risa, con un calambre en el estómago de tanto reír. Estaba acostado boca abajo en la alfombra cuando finalmente aparecieron los créditos en la pantalla; Jack se puso de pie, haciendo una reverencia.

- Gracias. Aprecio que hayas venido a la proyección de mi nueva película: Las avecitas con esmoquin que no vuelan. - Aplaudió para sí mismo ya que Hiccup parecía ocupado tratando de controlar su risa. - ¿Lo ves?, te dije que sería increíble - sonrió, - y tú querías a Morgan Freeman, Psh...

Hiccup finalmente se sentó, secándose las pequeñas lágrimas que habían escapado de sus ojos con el dorso de la mano.

- Creo que mi garganta se rasgó de tanto reír por tu culpa. – El castaño se puso de pie, sacudiéndose las manos. - Nunca supe que tuvieras tal rango vocal.

- Vaya, gracias. - dijo Jack suavemente.

- Pasaste de algo horrible a una completa locura en un minuto; debo darte reconocimiento por tal hazaña. – Hiccup aplaudió lentamente, ganándose una ceja enarcada por parte del otro. “Gracias por hacerme reír así. Gracias.” Su propia mente susurró aquel pensamiento. - ¿Y ahora qué hacemos?

“No lo sé. No sé qué hacer contigo.” El mayor sonrió.

- No sé, ¿qué hay en tu mochila? - Jack la señaló con curiosidad. - ¿Me trajiste otra película para narrar?

- Como si yo permitiera que eso suceda…  - Hiccup sonrió y abrió su mochila, sacando su cuaderno de bocetos. - Pensé que, como nunca llegué a dibujarte, a lo mejor podría hacerlo ahora. – Ante tales palabras, Jack encendió las luces a toda prisa, con emoción en sus rasgos. - Vaya, no te emociones tanto. - bromeó.

- Está bien, entonces, ¿cómo debería posar? ¿Cómo una chica francesa o…?

- Nada de poses de chica francesa por favor, algo natural. -Hiccup se sentó en el suelo, cruzando las piernas. - Solo siéntate en el sofá o algo así.

Jack asintió con la cabeza y se desplomó en el suelo frente a Hiccup, sentándose con las piernas cruzadas también, manteniendo las manos a los lados para poder inclinarse un poco. “Absolutamente perfecto.", pensó mirándo de reojo a quien pintaría.

- ¿Tienes suficiente luz? – Preguntó el adolescente mayor. “Deja de mirarme como si fuera un dios.”

- Sí - dijo Hiccup. Sacó su lápiz y borrador, preparándose. “Por favor, no me mires.”

- ¿Necesitas más materiales? – murmuró nuevamente. “No muevas las manos con tanta delicadeza.”

- Nop - “Mira a otro lado que no sea yo.”

- ¿Debería mejor sentarme en una silla? – “No te muerdas el labio así Hic.”

- ¿Jack? - Hiccup levantó la mirada para encontrarse con la del adolescente de cabello blanco frente a él.

- ¿Si? -  El otro se mantuvo sentado ansioso, prácticamente rebotando, su cabello volvió a hacer esa cosa linda.

- Deja de hablar, eres un modelo, ¿recuerdas? Los modelos no pueden hablar cuando los dibujan. - Ambos sonrieron y él asintió, quedándose finalmente en silencio.

Jack se acomodó en una posición más cómoda, inclinando la cabeza mientras veía a Hiccup dibujar. Descubrió que era (aunque no lo admitiría frente a Jamie) lindo, sobretodo la forma en que la lengua del chico menor se deslizaba por un lado de su boca cuando se concentraba. Se sentaron en silencio, el sonido del lápiz raspando el papel llenaba el aire entre ellos.

- Entonces… ¿tienes algún autorretrato? – Preguntó Jack, inclinándose nuevamente un poco hacia adelante. El aire tranquilo que los rodeaba lo estaba matando. Probablemente iba a estropear el dibujo, pero por alguna razón no podía quedarse quieto. Hiccup lo miró y negó con la cabeza rápidamente, sus ojos yendo de vuelta a su cuaderno de bocetos. - ¿Por qué no? Pensé que todos los artistas hacen al menos un autorretrato en su vida.

Hiccup suspiró, apoyando el cuaderno de bocetos en su regazo.

- Es que, no me gusta mi apariencia, así que no me dibujo a mí mismo. Siento que si trato de dibujarme…simplemente mostraré todas las imperfecciones que tengo. - “¿Por qué te cuento todo esto?”. Se encogió de hombros y volvió a dibujar como si lo que decía no fuera nada. - Me limito a dibujar a otros. Así es más fácil. – “No es como si alguien me hubiera dicho algo diferente.”

- Entonces, ¿por qué no haces que alguien más te dibuje? - Sugirió Jack, sus ojos zafiro mirando al chico frente a él. “¿Habla en serio?”. En opinión de Jack, Hiccup no tenía imperfecciones. “Espera, ¿qué acabo de…?” – Dame eso, déjame dibujarte. -Cogió el cuaderno y el lápiz rápidamente, notando que Hiccup lo había dibujado a la perfección.

- No, Jack, tú no tienes que… - Hiccup se movió para intentar recuperarlo, pero Jack lo fulminó con la mirada y él se sentó, sus labios se quedaron en una línea. - En serio, ¿puedes devolverme mi cuaderno de bocetos? – “No, las cosas iban bien. Por favor, no inicies esto ahora.”

Jack pasó a una página limpia y presionó la punta gastada del lápiz contra el papel.

- No, voy demostrarte que no debes odiarte a ti mismo, idiota. – “No hay realmente nada que odiar de ti.” Empezó a dibujar, frunciendo sus cejas. – Voy a dibujar tu rostro, empezando por tus ojos.

- ¿De qué estás hablando? - Hiccup rodó los ojos. “Detente. Por favor.”

- Cállate y escucha. - dijo Jack con un tono extrañamente severo. Hiccup se sentó con la espalda recta y esperó. - Estoy dibujando tus ojos; son mi parte favorita de ti porque cada vez que los miro, me hacen saber exactamente cómo te sientes sin tener que adivinar. Están tan llenos de emoción que a veces no puedo evitar sentirla también. - Explicó mientras dibujaba. - También son de un hermoso color. – “No puedo parar ahora, mi boca se mueve por sí sola.”

Ahora pasó hacia su nariz.

- Tu nariz es un poco redonda, ¿y qué? Me gusta la forma que tiene porque complementa tu rostro de forma linda en general.  - No le mencionó en cómo pensó en besarla una o dos veces. “Eso fue porque… bueno, no sé…” - Y tu boca… - Sonriendo, no pudo evitar reír mientras dibujaba. - Siempre dices cosas tan divertidas e inteligentes, sin mencionar tu voz. Me encanta escucharte hablar sobre las cosas que amas, tu voz adquiere un tono de ensueño y se siente genial. – “Apuesto a que besarte no sería nada malo tampoco.”

“No entiendo que sucede”, Hiccup intentó hablar.

- Jack…

Jack negó con la cabeza, sin mirar hacia arriba.

- Aún no he terminado - murmuró. - Tu cabello es lo más suave que toqué, no importa si a veces está despeinado y sobre tu rostro, cuando lo apartas, puedes mostrarles a todos quién eres. -Borró una línea que no le gustó y continuó. - Tus pecas son una de las mejores partes de ti. No sé por qué, pero por alguna razón, quiero contar cuántas tienes. -Se rió entre dientes mientras golpeaba el papel con la punta del lápiz, creando dichas pecas. - Eso probablemente te suene estúpido…. -ahora finalmente miró hacia arriba, el lápiz cayó de sus dedos. “Oh no.”

Hiccup estaba sentado frente a él, boquiabierto e incapaz de hablar. Sus mejillas estaban tan rojas que ocultaban sus pecas que tanto amaba Jack, y sus labios temblaban mientras trataba de formar palabras, pero solo podía hacer pequeños ruidos y murmullos. Jack miró esos ojos de un verde intenso y descubrió que lucían tan vivos y brillantes como siempre, aquellas esmeraldas habían recuperado toda su esencia.

Estaban en su sótano, solos, y prácticamente Jack le estaba confesando al chico que estaba enamorado de cada centímetro de él.

Todas esas veces Jack lo había hecho sonreír, solo para verlo realmente feliz, todas esas veces que se tocaron, aunque fuera algo tan trivial como un roce de brazos; todos esos momentos repentinamente inundaron su mente.

Sintió que algo se formaba en su pecho y antes de darse cuenta, Hiccup estaba en sus brazos, sus labios se posaron sobre los del contrario.

Era suave y dolorosamente dulce mientras sus cuerpos se derretían al estar juntos, un hormigueo inexplicable. “Demasiado para superar la prueba cinco.” Jack pensó mientras mordía ligeramente el labio inferior de Hiccup.

- J…Jack - susurró Hiccup mientras se separaban.

La forma en que él respiraba hizo que los dedos de Jack se contrajeran. Oh, quería tocarlo más. Era como si cada uno de los momentos en que casi se habían tocado finalmente se hubieran juntado en una bola de nieve para luego explotar en el gran lío de un beso.

Cada centímetro de su cuerpo estaba en llamas y lo único que podía extinguirlo era Hiccup.

- Sé que probablemente debería haber hecho eso antes. – sonrió el mayor.

Hiccup miró a su alrededor y habló aturdido.

- P…pero tú eres ... tú no eres…

Jack juntó sus frentes, sus respiraciones se mezclaban entre ellos.

- Te lo explicaré todo más tarde. Pero por ahora, cállate…- murmuró fijando sus ojos zafiro en los del otro - y devuélveme el beso.

Hiccup no necesitaba que se lo dijera dos veces.

*-*-*-*

¡Por fin llegó lo que tanto esperamos! Si alguien quiere confesar su amor, háganlo como lo hizo Jack, eso si enamora, tan solo vean como se quedó Hic. 😄❤

¡No olviden votar y comentar si así lo desean! Nos vemos en el siguiente capítulo.

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