~Capítulo 16~
¡Hola!, ¿qué tal? ¿pasaron bien la navidad? Espero que si. ¡Ya viene año nuevo, al fin!
En este capítulo se menciona a un nuevo personaje, si no recuerdan quien es, abajo en las notas les hago recuerdo.
Disfruten. 😉
*-*-*-*
Astrid observó a Hiccup atentamente durante el almuerzo del día lunes, sus ojos azul cielo nunca dejaron su rostro mientras él se metía una cucharada de puré de papas medio crudo en la boca. Él estaba deprimido, después de darse cuenta el sábado por la noche acerca de su enamoramiento, se quedó en la cama todo el día y no se movió hasta que Val finalmente le insistió que bajara a cenar. Solo Astrid y la pandilla sabían por qué estaba actuando de esa manera y así lo quería, no necesitaba que nadie más se enterara de momento.
- Entonces, ¿por qué no hablamos de esto racionalmente Hiccup? – Astrid terminó su almuerzo y empujó su bandeja a un lado. Sophie los miró a los dos, preguntándose qué estaba pasando. - ¿Qué tan serio crees que es ese enamoramiento? Como: 'oh, es lindo, haríamos buena pareja' o es más como 'maldición, quiero casarme con él y adoptar niños para continuar con nuestro legado'? - Los tres la miraron y ella se encogió de hombros. - ¿Qué? ¡Hay una diferencia!
- Oh, Hiccup, ¿cómo estuvo la cena con Jack? - Preguntó Sophie, inclinando la cabeza. Hiccup gimió, rodeando su cabeza con los brazos mientras lo hacía. - Vaya, lamento oír eso - dijo en voz baja.
Patapez levantó la vista de su libro, escuchando parcialmente la conversación y habló.
- Entonces, ¿averiguaste si puedes salir con Jack o no? - Hiccup chilló contra la mesa y miró a su amigo abriendo los ojos. - ¿Q…Qué? ¿No estabas tratando de averiguar eso?
Hiccup miró al otro fijamente y notó que el labio del chico estaba cortado, su lengua seguía deslizándose sobre este mientras hablaba. Por alguna razón, lo distrajo de su conversación.
- Oye, ¿cómo te cortaste el labio así? - Preguntó y Patapez enterró su cara roja en dirección a su libro, Sophie también volvió a leer, ambas caras metidas en las páginas. - ¡Esperen un momento! - Hiccup prácticamente gritó. - ¡Ustedes dos…se besaron…y los…brackets! - Patapez casi lo derribó al suelo tratando de cubrir su boca.
Astrid se volvió hacia Sophie con una amplia sonrisa en su rostro.
- ¡Oh Dios! ¿no lo hicieron o sí? - susurró. Sophie escondió su rostro y tartamudeó algo que no pudieron entender, tratando de cubrir sus dientes arcoíris. - ¡Oh, no hay por qué avergonzarse! - Astrid le dio una palmada en el hombro a la chica como una madre orgullosa. – Siempre pensé que se veían lindos juntos, esperen, ¿están juntos?
Patapez asintió rápidamente y volvió a su asiento. Hiccup frunció el ceño y picó su comida.
- Genial, Patapez puede conseguir una cita y yo estoy atrapado aquí sin saber qué hacer. – Patapez le envió una mirada furiosa y el adolescente más pequeño levantó las manos. - No lo dije de mala manera, cálmate.
- Está bien, está bien, creo que todos debemos concentrarnos aquí - suspiró Astrid. – Y con eso me refiero especialmente a ti Hiccup. Entonces, ¿recibiste alguna vibración de él? - Ella levantó los hombros, mirando a Hiccup, quien le dio la mirada más extraña que pudo.
- Sí Astrid, porque cuando eres gay, otros gays envían ondas cerebrales que puedes captar para decirle a cada uno de ellos que estas soltero y listo para tener sexo. ¿Y cómo hacemos eso? Por las antenas en nuestras cabezas. - Rodó los ojos y se echó hacia atrás. – Oigan en serio, no somos extraterrestres.
- Juraría que sí. -murmuró Patán al pasar. Brutacio lo empujó para que siguiera moviéndose e Hiccup los ignoró a ambos.
- Solo estaba preguntando - murmuró Astrid. - No puedo ayudarte si vas a hacer comentarios sarcásticos cada vez que intento dar una idea. - Hiccup asintió y se desplomó, moviendo su bandeja para poder recostar la cabeza. - Entonces, ¿realmente no hubo nada que mostrara que podía tener el más mínimo interés en ti?
El chico de pecas rascó la superficie de la mesa.
- Hasta donde yo sé, no parece que esté interesado en mucho de mí. Quiero decir, fue amable conmigo, pero fue una cortesía común por venir. - Levantó ligeramente la cabeza. - Nada más que eso.
Sonó el timbre y Sophie se puso de pie, con el libro bajo el brazo.
- Si te ayuda. Veré si Jamie dice algo. - Hiccup le dio una mirada agradecida y asintió. Ella miró a Patapez cuando estaban por irse.
- Ustedes dos, vayan a divertirse - se rió Astrid. Patapez apartó a Sophie tomándole la mano antes de que pudieran hacer más bromas sobre ellos. - Wow, ¿quién lo hubiera adivinado? Patapez y Sophie. - Ella sonrió para sí misma antes de notar que Hiccup estaba enfurruñado. - ¿Alguien se siente excluido? - Preguntó ella, alborotando su cabello.
- Ojalá supiera qué hacer – murmuró él. Ahora estaban en los pasillos, tratando de abrirse paso entre la multitud de personas que se movían sin rumbo fijo. - ¿No existe un manual para ser adolescente y gustarle a las personas?
Subieron las escaleras, sus brazos chocando entre sí con cada paso.
- Si el amor viniera con un manual, entonces la vida sería mucho más fácil, ¿no? - Finalmente llegaron a la sala de química, ambos suspirando cuando entraron. - Bueno, al menos la química viene con un manual.
Hiccup dejó caer su mochila y sonrió levemente.
- Sí, lástima que está en inglés.
*-*-*-*-*
Hiccup se dirigía al gimnasio, realmente se estaba tomando su tiempo desde que acababa de salir de arte. Le encantaba la clase, pero estaba tan estructurada para él que simplemente no era un gran placer como el comienzo del año. Su maestro fue bastante estricto con el plan de lecciones y no le dejó trabajar en sus propios proyectos. Mientras toda la clase estaba tratando de hacer un dibujo de una flor. Hiccup anhelaba dibujar algo más complejo.
Los pasillos comenzaban a despejarse un poco mientras Hiccup caminaba. Alguien se acercó a él y estaba a punto de hacerle una broma a Astrid, afortunadamente se mordió la lengua ya que no era ella. Brutacio asintió hacia él en silencio, caminando junto al delgado adolescente.
Al principio, Hiccup pensó que solo estaba pasando por su costado, pero sus pasos estaban en sintonía con los de él y no estaba haciendo ningún movimiento para adelantarlo.
- ¿Hay algo que necesites de mí? - Preguntó finalmente, sin estar seguro de si alguien más estaba viendo esto. Era muy inusual que Brutacio esté lejos de su mejor amigo y cerca de Hiccup sin una mirada amenazante en su rostro.
- Estaba de paso y te vi. Solo pensé en caminar contigo - murmuró simplemente.
Hiccup asintió y miró al frente, consciente de que Brutacio nunca había intentado caminar con él antes. “Tal vez solo está tratando de compensar lo que hizo Patán”, pensó mientras miraba al rubio adolescente por el rabillo del ojo. Su propio moretón casi había desaparecido, solo había un tono ligeramente más oscuro que el resto de su piel.
- Uh…- la voz de Brutacio sacó a Hiccup de su trance.
Ya estaban en las puertas del gimnasio, ambos mirándose.
- Gracias, eh… por acompañarme hasta aquí. - Hiccup alcanzó la manija de la puerta con la mano derecha, pero Brutacio hizo un gruñido, llamando su atención. - ¿Si?
- Solo ten cuidado con Patán, ¿de acuerdo? - Dijo mientras sus ojos miraban al suelo. - Su padre se ha estado metiendo con él y está tratando de sacar su enojo. - Sus hombros se levantaron un poco y se volvió hacia atrás para irse. – Así que...solo ten cuidado, supongo. - Cuando sus ojos se encontraron con los verdes de Hiccup se apresuró a alejarse, con la espalda encorvada más de lo habitual mientras pasaba junto a un estudiante.
- Está bien, entonces. - Hiccup entrecerró los ojos, sin saber qué hacer con el nuevo comportamiento de Brutacio. El adolescente era extraño, no mucho más extraño que su hermana gemela o Patán, pero su repentino cambio de actitud estaba empezando a asustarlo. La campana sonó dando inicio a la clase e Hiccup se apresuró a entrar, sin dar una segunda mirada al pasillo.
*-*-*-*
Hiccup estaba luchando por concentrarse mientras pintaba, nada le venía a la mente mientras golpeaba distraídamente su pincel contra el papel. Cuando llegó a casa y terminó su tarea, se sentó en el piso de su habitación, colocando sus materiales a su alrededor. Estaba trabajando con acuarelas y solo intentaba pintar cualquier cosa que se le ocurriera. El único problema era que no podía pensar.
No importa qué color deslizara por la superficie de las hojas, no había ningún significado creativo detrás de eso. Incluso si solo quisiera pintar sus emociones, nada funcionaba. A veces se olvidaba de quitar el exceso de agua y los colores se juntaban. Otras veces ponía demasiado color o incluso muy poco. Parecía que hoy no podía hacerlo bien.
Su teléfono vibró junto a él y contestó, asumiendo que Astrid lo estaba controlando para saber cómo estaba.
- ¿Hola? - Dejó el pincel a un lado y se estiró.
- ¡Hiccy! - Al oír la voz de Jack, el corazón de Hiccup pareció detenerse, su garganta se cerró. - ¿Hola! ¿Qué tal? ¿Qué haces?
- Ah, solo estaba, ah…pintando. ¿Q…qué pasa? - Se inclinó hacia adelante, sonrojándose levemente por lo estúpido que probablemente sonaba.
Hubo un grito de niño en la distancia y risas.
- Simplemente pasando el rato en el parque, ¿quieres adivinar en qué parque estoy? - Había un toque de humor en su voz e Hiccup sabía dónde estaba de inmediato.
- ¿De verdad Jack, stalkeandome de nuevo? - Hiccup sonrió.
Jack se rió entre dientes.
- No soy yo quien pinta a la gente y los asesina. - Hiccup se mordió el labio, recordando todo el asunto con Jack encontrando sus bocetos. - Oye, ¿quieres venir aquí y pasar un rato? Terminé todas mis clases por hoy. – Hubo una pausa. - Eso es, si puedes.
Hiccup inmediatamente comenzó a limpiar y recoger las pinturas y acuarelas.
- No, está bien. Estaré allí en unos minutos.
- Estaré esperando en nuestro banco - dijo Jack, - no me dejes plantado.
Hiccup se rió y colgó, mientras su corazón martilleaba. Jack lo había llamado "nuestro banco" y no podía decir si solo estaba siendo amable al invitarlo o si realmente quería estar en compañía del pequeño adolescente. Mirando su teléfono, se preguntó si debería llamar a Astrid y ver si quería venir, pero por una vez, no quería a nadie más allí.
Quería estar con Jack, incluso si solo estaba pasando el rato en el parque. Tomó una chaqueta y se dirigió hacia abajo, Val lo miró y lo detuvo.
- ¿A dónde vas? - Preguntó, mirando la chaqueta.
- Solo me dirigía al parque para relajarme - dijo Hiccup, sin mentir del todo.
Val asintió.
- ¿Puedes llevar a Toothless? Prefiero que corra por el parque a que se siente frente al televisor todo el día. - Le dio una mirada suplicante e Hiccup suspiró, mirando a Toothless.
- Toothless, ¿quieres ir al parque? - Hiccup entró en la sala de estar, empujando a su hermano un poco en el hombro. - Hey vamos. - Dijo, sin siquiera intentar levantar al niño.
Toothless soltó un gemido agudo y rodó por el sofá.
- Hace demasiado frío afuera - se quejó. Val logró levantarlo del sofá y ponerlo de pie, ganándose una mirada fulminante del niño. - ¿Por qué tengo que ir ahora?
- Te encanta el parque, ¿no? - Preguntó Val, sin saber cómo se las arregló Toothless para soltarse de su agarre.
El menor se encogió de hombros y Val le dio una mirada desesperada a Hiccup que no quería cuidar a su hermano, pero con su madre suplicando como lo estaba haciendo, no tenía otra opción.
- Vamos, escuché que Jack estará allí - dijo Hiccup. Toothless se animó y fue a agarrar sus cosas, poniendo fin a la lucha allí mismo. - Bueno, eso fue fácil - murmuró.
Val se rió y apagó la televisión.
- No sabía que Jack iba a estar allí. Dile que lo saludo y que es bienvenido en cualquier momento. - Hiccup se sonrojó, mirando hacia otro lado mientras asentía. Toothless regresó, listo para irse, esperando a su hermano. – Asegúrense de estar en casa a las seis, cenaremos entonces, ¿de acuerdo? - Ella les avisó cuando salían por la puerta.
- ¡Entendido! - Hiccup salió último y trató de seguir el ritmo de Toothless cuando si querer casi atropelló a una anciana en la acera. - ¡Toothless más despacio!
Persiguió a su hermano menor hasta que llegaron al parque donde tuvo que tomarse un momento para recuperar el aliento. Cuando miró hacia arriba jadeando, Toothless ya estaba junto a Jack y, bueno, no es que le sorprendiera, junto a Jamie. Los tres dirigieron su atención a Hiccup, quien actualmente estaba apoyado contra una fuente de agua tratando de recuperar oxígeno en su sistema. Jack se rió y se acercó tranquilamente, inclinándose para que estuviera al nivel de sus ojos.
-Wow, ¿estabas tan emocionado que corriste hasta aquí? - Él sonrió.
Hiccup tosió, esperando que Jack tomara el rubor en sus mejillas como un efecto secundario de correr.
- Solo estaba tratando de atrapar a mi hermano, no te hagas ilusiones, Jack. - Él sonrió, finalmente pudo respirar sin sonar como una foca moribunda. La sonrisa de Jack casi dejó al adolescente más joven nuevamente sin aliento mientras se enderezaban. - Entonces, ¿por qué querías pasar el rato conmigo?
Jack se encogió de hombros mientras se dirigían hacia Jamie y Toothless.
- No lo sé, supongo que solo quería mostrarle a Jamie los alrededores. Desde que me hablaste de la anciana, quería ver si realmente viene aquí todos los días. - Se encogió de hombros tímidamente e Hiccup se sonrojó un poco. - Supongo que tienes razón, ella está aquí.
Miró hacia su banco habitual y, efectivamente, allí estaba, con un sombrero a su lado.
- ¿Entonces viniste aquí para mostrarle a Jamie una anciana y el sombrero de su esposo muerto? - Se rió Hiccup, pateando una piedra cerca de su zapato. “Podría ser una cita”; le susurró una voz en el fondo de su cabeza, “podría estar con Jamie.”
- No suena atractivo cuando lo dices de esa manera, pero sí. También quería mostrarle algunos de tus dibujos. - Jack le dio un codazo mientras se acercaban a los otros dos que estaban conversando.
- Lo siento - Hiccup levantó las manos, - No traje nada para dibujar. - Jack le dio una mirada triste y gimió. - ¿Puedo dibujar en la tierra si no está congelada, que tal? - El adolescente mayor negó con la cabeza.
- No, está bien. Ni siquiera te lo pedí. - Sonrió e Hiccup miró hacia otro lado, consciente de que habría corrido de nuevo hasta su casa si Jack se lo hubiera pedido. - Veo que ustedes dos se llevan muy bien. - Dijo y Jamie sonrió.
- Sí, Toothless me estaba contando lo increíbles que son los dragones. - Tiró un poco más del gorro que estaba usando cuando pasó una brisa fría. - Supongo que fue a la convención con ustedes entonces. - Hiccup asintió en silencio, sin saber cómo actuar con Jamie. - Sí, bueno, tal vez un año Jack me arrastre otra vez a otra convención y podamos pasar el rato. - Toothless estaba prácticamente saltando de alegría y Jamie levantó una mano. - Sin embargo, no prometo nada.
Toothless se cruzó de brazos e hizo un puchero.
- Que mal- murmuró.
- Sí - agregó Jack – que malo amigo. - Jamie se encogió de hombros y se reclinó en el banco, cruzando las piernas cómodamente. Jack se sentó a su lado, dejando espacio para Toothless e Hiccup en un extremo. Hiccup estaba a punto de sentarse junto al adolescente de cabello blanco, pero Toothless ya estaba allí, haciendo todo tipo de preguntas. Hiccup hizo un ligero ruido de molestia. - ¿Pasa algo Hiccy?
Hiccup se sonrojó y se sentó junto a su hermano rápidamente, sacudiendo la cabeza.
- No, solo hace demasiado frío. - Esperó una broma o una respuesta, algo como: 'entonces te calentaré', pero nunca llegó ninguna ya que Jack estaba demasiado ocupado hablando con Jamie sobre algo. El joven adolescente de ojos verdes se mordió el labio y se aseguró de no ponerse celoso por nada.
¿Por qué tenía que estar celoso? ¡Jack no era suyo!
Toothless, aburrido por la conversación actual, comenzó a inquietarse, cruzando y descruzando los brazos. Gimió en un momento, mirando hacia el cielo gris, con la boca abierta como si estuviera esperando que llegara la comida.
- ¿Toothless? - Preguntó Jack, mirándolo. Hubo un gorgoteo en respuesta. - Sabes, no tienes que sentarte aquí y escucharnos, quizás sonamos aburridos, puedes ir a correr.
El niño se levantó y se fue en un segundo, corriendo y jugando con niños al azar. Toothless tenía una forma de hacerse amigo incluso de las personas más extrañas, y esa era una de las razones por las que Hiccup tenía que vigilarlo tanto.
- Entonces, Hiccup - dijo Jamie. Tuvo que inclinarse hacia adelante para ver más allá de Jack. - ¿Vives por aquí? - Hiccup asintió, acercándose a Jack ahora que Toothless se había ido, pero no demasiado. - Genial, escuché que va a haber una fiesta en algún lugar por aquí el viernes por la noche.
- Sí, en casa de Cupcake - sonrió Jack. – Yo voy a ir- Miró a Hiccup, mostrando una sonrisa. - Deberías venir con nosotros. ¿Alguna vez has estado en una fiesta de universitarios?
- Uhm, no, no creo que encaje. - Hiccup cruzó las manos en su regazo, tratando de recuperar el calor en ellas. - Ya sabes, todavía estoy en la escuela secundaria y todo eso.
Jack seguía sonriendo mientras Jamie fruncía levemente el ceño.
- Jack, no creo que sea una buena idea traerlo. Quiero decir, tiene razón, todavía es algo joven para esas fiestas.
Hiccup se encorvó, mordiéndose el labio. ¿Jamie estaba tratando de deshacerse de él para poder quedarse solo con Jack? “No”, negó levemente con la cabeza, “solo está siendo cortés.”
- Puedo preguntarle a Astrid y ver si ella va conmigo. Por supuesto que necesitaré una excusa para salir por la noche. - Él se rió y Jack lo abrazó por el cuello. No era como los abrazos que le hacía Astrid, era más suave y no le rompió el cuello a Hiccup.
- Genial, podemos enviarnos mensajes de texto más tarde y planeamos todo. - Él rió. Hiccup podía sentir su calor irradiando de él en el aire frío. Se sentía bien estar tan cerca de él, solo quería cerrar los ojos y quedarse allí. Es decir, hasta que Jamie tosió para recuperar su atención. – Nos vas a llevar en el auto, ¿verdad? - Preguntó Jack.
- Claro, pero por favor, no vomites en mi auto esta vez. - Jamie hizo una mueca y desvió la mirada. - El olor no desaparecía durante una semana. - Jack le dio un codazo en broma, pero todavía no se dio la vuelta. - En serio, aprende a contener tu alcohol.
Hiccup se congeló; iba a ser mucho más difícil conseguir que Astrid viniera si había alcohol de por medio. Ella era muy estricta con su cuerpo y se negaba a tomar siquiera un sorbo, incluso cuando sus padres se lo ofrecieron durante Navidad o Acción de Gracias. Iba a haber una lucha si le decía que habría cerveza en la fiesta, pero no podía simplemente mentirle. Oh, ¿qué podía hacer un adolescente enamorado?
- ¿Estás bien Hiccup? - Jack se acercó, tratando de ver el rostro del chico más joven. – Parece que tú fueras el que va a vomitar. No tienes que ir a la fiesta si no quieres. Lo entiendo. – Hiccup parpadeó y se rió, tratando de ocultar la preocupación en sus rasgos.
Tenía muchas ganas de pasar más tiempo con Jack y la fiesta sería la excusa perfecta para conocer mejor al chico.
- No, no, estoy bien - dijo. Todo lo que tenía que hacer era conseguir que Astrid viniera y todo saldría genial. – Solo estoy emocionado por la fiesta - mintió.
Jamie lo miró de cerca, atento a sus gestos.
- Está bien, entonces ustedes dos piensan en un plan y yo seré el auto para llegar allí.
Jack se echó hacia atrás y extendió los brazos en el respaldo del banco, haciendo imposible que Hiccup se sentara sin que se tocaran. Finalmente se reclinó después de una lucha interna, su cuello presionando el brazo de Jack, sintiéndolo temblar bajo su peso.
- Oh, lo siento - dijo Jack. Movió su brazo del banco e Hiccup quería gritar. - ¿Querías apoyarte? - Hiccup solo sonrió y trató de no correr a casa. Los ojos de Jamie estaban fijos en él de nuevo y podía sentir su piel arder, como si fuera una atracción en el zoológico. Por alguna razón, el chico de ojos marrones seguía mirando a Hiccup, o al menos eso era lo que sentía el estudiante de secundaria.
Jack y Jamie comenzaron a hablar de otras cosas, aunque Hiccup no estaba interesado en el tema, escuchó con atención. Principalmente solo hablaron de las clases y las pruebas que tenían. Realmente no podía opinar respecto a nada a menos que Jack le pidiera su opinión. Fue incómodo, pero Hiccup al menos pudo sentarse junto a Jack. Fue agradable ver al adolescente universitario bajo una luz natural, tanto que quería dibujarlo allí mismo. Especialmente cuando sonreía y reía, sus ojos se entrecerraban y sus mejillas se sonrojaban.
Finalmente revisando su teléfono. Hiccup se dio cuenta de que era casi la hora de que tuvieran que irse a casa. Se puso de pie, viendo a Toothless en los columpios con otro niño mientras se reían.
- Tenemos que regresar, pero uh, fue un gusto verlos. - Se encogió de hombros y Jamie asintió en respuesta.
- Recuerda, nos enviaremos mensajes de texto alrededor del viernes. - Jack sonrió cuando Hiccup agachó la cabeza en señal de estar de acuerdo. - Muy bien entonces, nos vemos Hiccy.
- Adiós - dijo Hiccup en voz baja.
Se las arregló para sacar a Toothless de los columpios y se dirigieron a casa, pero antes de dejar el parque, miró a Jack y descubrió que estaba demasiado metido en una conversación con Jamie para notar que él lo estaba mirando. Su voz se atascó en su garganta, queriendo llamar a Jack y hacer que dirigiera esa sonrisa en su dirección. Ignorando las emociones que intentaban inundar su cabeza, corrió una vez más para alcanzar a Toothless, preguntándose si realmente podría poner a Astrid de su lado para ir a esa fiesta.
*-*-*-*
Cupcake: Es la niña de la película El origen de los guardianes, una de las amigas de Jamie, viste de rosa y usa un tutú de bailarina, le gustan los ponys.
Así que, se viene una fiesta...y creanme las cosas se pondrán muy interesantes allí. 😌
¡Nos vemos en el siguiente capítulo!
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