~Capítulo 10~

Hey, aprovechando mi tiempo libre de hoy, he aquí otro capítulo, finalmente Hiccup está en casa de Jack, disfruten. 😉

*-*-*-*

Hiccup estaba a punto de vomitar. Su estómago no solo estaba revuelto, no, estaba a punto de saltar por su garganta y aterrizar en el auto. Mientras su madre divagaba sobre los peligros de encontrarse con extraños, él le envió un mensaje de texto a Astrid rápidamente, sabiendo que ella le daría algunas palabras de aliento.

Finalmente era sábado, y después de días de pánico y ansiedad, estaba a punto de ir a la casa de Jack y cenar, si su estómago era tan amable para permitirlo. El viernes estaba listo para llamar a su amigo y cancelar el plan, pero Astrid lo convenció de que enfrentara la situación, lo cual fue un gran paso para ella, ya que parecía que no tenía pasión por intentar que Jack le agradara.

Hiccup envió un mensaje de texto rápidamente:

“Hey, dime que todo va a estar bien.”

Jack les había dado la dirección y parecía que no vivía tan lejos como había pensado Hiccup. El viaje duraba solo diez minutos, para su deleite.

- Y recuerda, Hiccup, si te ofrecen algo que parece extraño, por favor no lo aceptes. - Le recordó su madre. Ella continuaba dando una conferencia mientras él se hundía más en su asiento, obteniendo una respuesta de Astrid.

“Está bien, todo irá bien y dentro de nueve meses nacerá tu hermosa hija y le pondrás por nombre el de su tía favorita Astrid. ¿Eso sirve?”

Suspiró y le respondió un mensaje de texto, esperando que su madre no se diera cuenta de que no se estaba enfocando en sus enseñanzas profundas.

“¡No estás siendo de mucha ayuda ahora mismo! ¿¡Qué pasa si vomito sobre la mesa o hago algo estúpido?!”

Val chasqueó los dedos aprovechando una luz roja del semáforo, llamando la atención de su hijo.

- Hiccup, ¿estás escuchando lo que estoy diciendo? -Preguntó tensamente, la preocupación era notable en la línea de su boca. Él asintió lentamente y ella dio unos golpecitos con las uñas en el volante. - Entonces repite lo que acabo de decir.

- Lo que acabo de decir. -respondió él sin dudarlo.

Val lo miró sin diversión y se volvió hacia la carretera cuando el semáforo pasó a verde.

- Mamá, entiendo tu preocupación, pero conocí a su mamá y papá antes, son buenas personas. - Tal vez estaba tratando de convencerse a sí mismo de no estar tan nervioso. Otro mensaje llegó de Astrid y ello lo calmó.

“Mira, estoy segura que te irá genial y se harán grandes amigos. Quiero decir, ustedes prácticamente son muy unidos por mensajes de texto.”

Sus ojos verdes miraron por la ventana y descubrieron que habían girado hacia una calle lateral. La calle lateral donde vivía Jack.

“Sí, bueno, hemos entrado en la zona de guerra; por favor mantén tu teléfono cerca en caso de que necesite una distracción rápida.”

Justo cuando lo envió, llegó otra respuesta.

“Claro, buena suerte.”

Metió su teléfono en su bolsillo y rápidamente se preguntó si se había vestido apropiadamente.  Como nunca había ido a cenar, no sabía qué ponerse.

Así que se puso un par de jeans holgados y un suéter verde oscuro limpio sobre una camiseta marrón lisa. Incluso se tomó el tiempo para peinarse el cabello, que logró ser un desafío durante la mayor parte de la mañana. Toothless lo notó e hizo un comentario sarcástico sobre una cita e Hiccup rápidamente lo mandó a otro lugar con una ofrenda de chocolate gratis. Era la primera vez que iba a la casa de Jack; bien podría vestirse impecablemente, ¿no?

Estoico ni siquiera se dio cuenta, ni preguntó dónde iba a pasar la noche. Val trató de explicárselo a su marido, pero, una vez más, tuvo que trabajar. Hiccup aprovechó la oportunidad y esperaba que su padre no hiciera más preguntas ya que, después de todo, había cosas que todavía no les había dicho a sus padres. Y quería que siguiera siendo así durante un tiempo.

Después de deambular por la cuadra por lo que pareció ser la millonésima vez, Val finalmente se detuvo en un camino de entrada que ya estaba lleno de autos.

- Parece que este es el lugar. - murmuró, releyendo las instrucciones que Hipo había escrito. - Bueno, vayamos a conocer a esta gente.

Ella salió del auto primero e Hiccup parecía paralizado, su corazón latía como loco. Salió y cerró la puerta, su mano temblaba cuando soltó la manija de la puerta, su escape ahora estaba fuera de su alcance.

- Qué hermosa casa. - dijo Val distraídamente.

Era una casa grande y hermosa con un borde marrón claro con una base blanca. Se plantaron arbustos y lo que solían ser flores en las estaciones más cálidas debajo del gran ventanal donde colgaban exuberantes cortinas blancas.

- Me pregunto si hicieron todo esto por sí mismos. -Como artista, Val se tomó el tiempo para apreciar las obras de otros, incluso si era algo así como la decoración de una casa.

Saliendo de sus pensamientos, subió las escaleras hasta la puerta principal, también tallada en patrones maravillosos. Mientras tocaba el timbre de la puerta. Hiccup subió los escalones detrás de ella, tratando de esconderse como lo hacía cuando era pequeño.

- Mamá, por favor, sé amable con ellos. -susurró, aunque ella no lo escuchó.

La puerta se abrió y fue Emma quien respondió, con la boca abierta mientras miraba a Val y luego a Hiccup escondiéndose detrás.

- ¡Mamá! -Ella gritó e incluso Val dio un paso atrás, su mano volando hacia su pecho. - ¡Hiccup y su mamá están aquí para hablar contigo! -Su voz resonó en la casa y justo después llegó el sonido de pies corriendo. Ella sonrió y bajó la voz. - Solo esperen un minuto por favor.

Hiccup no podía decir si estaba siendo paranoico o si su cabello comenzaba a despeinarse de nuevo, pero podría haber jurado que Emma lo estaba mirando demasiado. Sus ojos marrones viajaron de sus zapatos a su cabello, luego de regreso a su rostro donde miró hacia otro lado cuando supo que fue atrapada. Finalmente, Tooth vino por detrás, sin aliento y jadeando.

- Lo siento mucho, estaba tratando de meter la comida en el horno y Jack dejó algunos papeles alrededor y…- Ella solo sacudió la cabeza, suspirando.

- No hay problema -dijo Val. Tooth sonrió y se acarició el cabello que había recogido en una cola de caballo desordenada, una sustancia parecida a la harina en su mejilla izquierda. - ¿Vinimos en un mal momento? -Preguntó, notando que el delantal que tenía estaba cubierto de comida y lo que parecía pintura.

- ¡No! No, en absoluto. La verdad es que es culpa mía. -se rió Tooth. -Pensé que tendría tiempo suficiente para trabajar en una pintura y preparar la cena, supongo que mordí más de lo que podría masticar. -Se palmeó el delantal y se desprendió una nube de polvo. -Soy Retina, pero puedes llamarme Tooth si quieres. -Extendió la mano y sonrió alegremente.

Val tomó su mano de inmediato, sacudiéndola un poco más fuerte de lo necesario.

- ¿Tu pintas? – Ella le preguntó sin siquiera detenerse a pensar en su nombre. Un par de sonrisas aparecieron en sus rostros mientras sus hijos estaban en el porche, ambos mirándose el uno al otro.

- Sí, bueno, pinto disfraces y, a veces, cuadros reales. - Tooth explicó cómo estaba trabajando en otro cosplay para Emma para una próxima convención a la que iban a asistir.

De repente, Val se vio involucrada en la conversación y su duro exterior maternal se desvaneció cuando comenzaron a comparar estilos y hábitos de trabajo. Hiccup se balanceaba de un lado a otro en el porche, sin saber qué hacer.

- Oh, Hiccup, entra y siéntete como en casa. -dijo Tooth. Se volvió hacia Val. - ¿Por qué no pasas y podemos hablar más?

- No quisiera entrometerme. -suspiró Val.

Tooth negó con la cabeza y la agarró del brazo, llevándola a la casa.

- Para nada, siempre es bueno tener a alguien con quien hablar. Nadie más además de mi hermano pinta en esta familia y es agradable tener una mujer en la casa. - Emma tosió sonoramente y Tooth le guiñó un ojo. - Muy bien, es agradable tener otra mujer en la casa, además de mi adorable hija Emma.

Val se inclinó hasta el nivel de sus ojos y asintió.

- Y qué hermosa joven es ella. - Emma se sonrojó y miró a Hiccup, casi como si esperara que escuchara el comentario de su madre.

- Ahora Emma,  ¿por qué no llevas a Hiccup con Jack y Jamie? Estoy segura de que les encantaría saludar a nuestro invitado. -Hiccup se mordió el labio ante el nombre desconocido y siguió a Emma mientras pasaba junto a las dos mujeres que instantáneamente comenzaron a charlar de nuevo.

- Así que esta es nuestra casa. -señaló Emma. Giró en círculo, el vestido blanco de verano que llevaba ondeó y su cabello castaño se balanceó. - Jack vive en el sótano - agregó.

Hiccup asintió, sin abrir la boca ni una vez por miedo a decir algo estúpido. Emma frunció los labios ante su silencio y se acercó, mirándolo a la cara.

- Estás bastante callado, ¿no? -Él miró a su alrededor y volvió a mirarla a la cara. Tenía tres marcas de nacimiento debajo del ojo derecho y ahora que estaba más cerca, parecían más pronunciadas. - Bueno, espero que hables durante la cena; siempre es ruidoso cuando comemos juntos. - Ella sonrió y tiró de su manga para llevarlo por un pasillo estrecho que conducía a una puerta.

En esta había un cartel torcido con escritura infantil. "Cuidado con Jack" estaba escrito con rotulador negro y un dibujo irregular de Jack con dientes afilados se encontraba en la esquina.

- Hice eso cuando era pequeña y él se lo quedó. –explicó Emma. Hiccup asintió, encontrando lindo que Jack guardara algo tan trivial como un dibujo solo por su hermana.

No quiso decir lindo como que…no, no, en ese sentido, por supuesto que no. Él negó con la cabeza, tratando de aclarar su mente mientras Emma abría la puerta y bajaba las escaleras, cuando notó que Hiccup no la seguía, hizo un gesto con la mano.

- Vamos, no está tan sucio como crees que estaría.

Hiccup bajó los escalones en silencio, escondiendo las manos en las mangas del suéter en un acto de nerviosismo.

Jack estaba sentado con otro chico en sofás personales, ambos gritando a la pantalla del televisor mientras presionaban botones en mandos. Hiccup instantáneamente comenzó a sudar, nunca le habían gustado los videojuegos, y seguro que apreciaba la dedicación que tomaba hacer algunos de los detalles en esas obras de arte, pero presionar botones y estar sentado todo el día lo hizo desconfiar de ellos.

Cuando era más joven y tenía que visitar la casa de Patán para las cenas familiares, el niño mayor intentaba que Hiccup jugara videojuegos, pero siempre terminaba escondiéndose y leyendo en algún sitio.

Emma se aclaró la garganta, captando la atención del otro chico desconocido para Hiccup y luego le dio un codazo a Jack.

- Él está aquí. –susurró. La forma en que este dijo 'Él' puso nervioso a Hiccup, era casi como si el otro ya lo estuviera odiando. Jack miró y detuvo el juego, una sonrisa se dibujó en sus rasgos.

Hiccup se sorprendió por la forma en que la sonrisa se extendió rápidamente, haciendo brillar sus ojos color zafiro y propias sus mejillas se calentaron. Quería desesperadamente dibujarlo en ese momento, la forma en que su rostro se iluminó instantáneamente con una inclinación de los labios, fue increíble.

Jack pareció dudoso un momento e Hiccup se dio cuenta de que estaba mirándolo mucho, sus ojos cayeron rápidamente al suelo.

- Hey, bienvenido a mi humilde morada. - se rió Jack cortando la tensión.

- Es bastante agradable aquí abajo, oscuro y espeluznante, tal como les gusta a los ermitaños, ¿no? -Hiccup dijo antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo. Cerró la boca con fuerza, se sonrojó y se pasó una mano por el cabello, consciente de que ya no estaba coqueteando con Jack a través de mensajes de texto, esto era cara a cara. Con audiencia alrededor- Lo siento.-murmuró.

El otro chico que había estado observando en silencio finalmente se levantó de su sofá y se acercó a Hipo lentamente.

- Ya me agrada este chico. - se rió.

Hiccup miró hacia arriba y finalmente vio al chico de frente.

Era más alto que Jack y más delgado también, sus grandes ojos marrones rodeados de pestañas oscuras. Su cabello era de un color marrón miel claro y también estaba cubierto de pecas.

- Me llamo Jamie, el socio de Jack en el crimen. - extendió una mano.

Hiccup la tomó y se preguntó si Jamie podía sentirlo temblar.

- Es...es un placer conocerte. -logró decir.

Jamie sonrió y retrocedió, metiendo las manos en los bolsillos de sus jeans.

- Así que este es el famoso Hiccup a quien Jack ha estado enviando mensajes todo el tiempo. - Sus ojos se fijaron en el adolescente más pequeño y asintió. - No es lo que me esperaba al ver todos esos mensajes.

El rostro de Hiccup se sonrojó instantáneamente, sabiendo que lo habían atrapado. Pensó que las únicas personas que leían sus conversaciones eran él y Jack (así como Astrid ocasionalmente).

- Ah, no te preocupes, los mensajes de Jack siempre se quedarán en secreto por mi parte. -se rió, dándole una palmada en la espalda a Hiccup.

- Eso es porque sientes la necesidad de leer todo en mi teléfono como si fueras una novia autoritaria. –le recordó Jack en broma e Hiccup apartó la mirada.

Jamie y Jack continuaron fastidiándose mientras el adolescente más joven pensaba que sus propios zapatos se veían algo sucios.

Emma le dio un golpecito en el brazo y él la miró lentamente, consciente de que él era un extraño entre los tres.

- Lo siento. Jack y Jamie siempre juegan así entre ellos. ¿Puedo darte un tour si quieres? -Ella sonrió dulcemente e Hiccup incluso le devolvió la sonrisa, agradecido por la consideración.

- Espera un minuto. - dijo Jack mientras empujaba a Jamie. -Él es mi invitado, puedo volver a ser el guía turístico. - Pasó una mano por su cabello blanco recién teñido y le sonrió a Hiccup. - Pero desde luego, este será un…- le guiñó un ojo. - tour privado.

Hiccup se sonrojó de inmediato y Jamie entrecerró los ojos.

- ¡Ven! -Jack agarró su mano y lo arrastró escaleras arriba, sin importarle bajar la velocidad incluso cuando Hiccup tropezó un poco tras él.

Cuando se fueron, Emma hizo un puchero y se cruzó de brazos con enojo. Jamie simplemente puso un brazo alrededor de su hombro y suspiró.

- Me pregunto cuánto tiempo pasará antes de que empiecen a besarse. - dijo él. Emma se volvió y lo miró con horror. - ¿Qué? Como si no hubieras estado pensando eso.

Rápidamente ella apartó la mirada.

- Sí, pero se supone que Hiccup no debe besar a Jack. - murmuró. Cuando Jamie regresó a los videojuegos, hablando de otra cosa, rió al escuchar lo siguiente de  Emma - Quería que él me besara.

*-*-*-*-*

- Y esta…- Jack se detuvo en otra puerta, - es la habitación de Emma. Creo que cubrimos todo en la casa. - Miró a su alrededor como si fuera a aparecer otra puerta de la que pudiera hablar.

Había arrastrado a Hiccup por toda la estructura, explicando qué era, dónde estaban y cómo funcionaban las cosas.

Hiccup simplemente lo siguió en silencio, sin querer arruinar el entusiasmo de Jack (o el hecho de que estaban completamente solos).

- Tu casa es realmente bonita. - dijo Hiccup en voz baja. Quería darse una bofetada mentalmente, por supuesto que era una casa bonita, la mayoría de las casas son bonitas. Jack se limitó a sonreír y aceptó el cumplido con calma, dirigiéndose a las escaleras por las que acababan de subir.

- Creo que tu mamá todavía está aquí, todavía puedes alcanzarla si quieres huir. - dijo por encima del hombro.

Hiccup se sonrojó, preguntándose si parecía tan incómodo como se sentía. Jack volvió a hablar.

- Pero, te hago recordar nuevamente, que dije que te secuestraría y conseguiría ese beso. - sonrió, - …que todavía no tengo.

- Ah, bueno, quiero decir, no querrías uno de mí. - Hiccup farfulló y casi cae por las escaleras por completo, agarrándose a la barandilla con todas sus fuerzas para evitar derribar a Jack. –Yo…yo soy tan inexperto que no sería bueno. - Ahora estaba completamente sonrojado dándose cuenta de que estaba cavando una tumba si continuaba. – N-No es que no me hayan besado -continuó- ya sabes. - Ahora se estaba enterrando en esa tumba. -No fue gran cosa, besarme ...-Y ahora estaba colocando una gran roca donde yacía bajo tierra. –Uh...Puedes detenerme en cualquier momento.

Jack solo le sonrió cálidamente, inclinando la cabeza.

- No, no, me gusta oírte divagar. No creo que te haya visto tan nervioso, incluso en la convención no tartamudeaste tanto. -Había captado fácilmente las mentiras de Hiccup y el chico más joven simplemente desvió la mirada. – Y por mensajes de texto es como si fueras una persona completamente diferente.

- Eso es porque no es hablar cara a cara y en la convención tenía a mis amigos conmigo, sin mencionar que no estaba en tu casa. - Hiccup pasó los dedos por la barandilla, sintiendo la madera gastada bajo las yemas de los dedos.

¿Cuántas veces Jack subió y bajó corriendo las escaleras hacia su hermana o sus padres? ¿Cuántas veces ha corrido sus manos por la barandilla? Abrió la boca ligeramente y continuó su explicación.

- Supongo que estoy nervioso por estar aquí… - ¿Por qué estaba pensando en ese tipo de cosas?

- No lo estés- Jack se encogió de hombros casualmente. - Siempre eres bienvenido aquí. -  Otra sonrisa deslumbrante y las rodillas de Hiccup temblaron, apenas era capaz de mantenerse en pie. - Ahora vamos a ver a tu mamá antes de que se vaya, probablemente querrá asegurarse de que no te asesiné después de todo. -

Fueron a la cocina donde Tooth y Val se reían tontamente, apoyadas contra el mostrador como si hubieran sido amigas de toda la vida.

- ¿Las hermosas damas están pasando un buen rato? - Preguntó Jack.

Tooth hizo un gesto con la mano en dirección a Jack.

- Val, este es mi hijo Jack y Jack esta es la madre de Hiccup. - Ambos intercambiaron un apretón de manos y Val sonrió.

Jack se rascó la barbilla y entrecerró los ojos, paseando su mirada entre Val e Hiccup.

- Ahora veo de dónde sacó Hiccup su atractivo.

Val se sonrojó y tiró de su camisa hacia abajo, sus ojos verdes pálido mirando hacia otro lado.

- Oh, detente. - murmuró. No era frecuente que Val recibiera cumplidos y cuando sucedían, por lo general se ponía nerviosa. Hiccup no pudo evitar darle una pequeña sonrisa a su mamá, y algo cálido comenzó a crecer en el estómago. Simplemente asumió que eran sus nervios una vez más. -Bien, Debería regresar y preparar la cena para Toothless antes de que decida comerse la casa. -  Todos se rieron y Val le dio una palmada suave en la cabeza a Hiccup. - Solo llámame si necesitas algo, ¿de acuerdo?

- Mamá…-susurró Hiccup- ya no soy un niño pequeño. - Jack rió y él se sonrojó.

Val solo sonrió y le pidió a Tooth que le mostrara la salida.

Cuando Tooth regresó, juntó las manos y sonrió a los dos niños.

- ¿Dónde están Jamie y Emma? -Preguntó y Jack señaló el sótano. - Ah, bueno, deberías…-Se escuchó un sonido de la bocina de un auto y ella corrió hacia el frente de la casa, asomándose por la ventana. - ¡Jack! Trae a Emma y Jamie. ¡Bunnymund está aquí con Sandy!

Hiccup se congeló, recordando al hombre de aspecto aterrador y serio en la convención. No sabía que él también vendría a la cena. ¿Quizás no debería haber venido después de todo? Jack le dio un suave codazo, susurrándole al oído.

-Aquí es donde comienza la diversión real.

*-*-*-*

Definitivamente el romance empezará a surgir entre estos dos, el siguiente capítulo será la cena.

No olviden dejar su voto y si desean comentar, me gustaría saber que piensan hasta ahora. ¡Nos vemos! 😊

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