La cena estaba llena de comida y charlas entre la familia real y el rey invitado. Todo estaba en paz para ellos, pero menos para el joven Jungkook.

Él miraba el suelo y casi no comía. Sentía a cada rato la mirada de Kim y temblaba rogando en un susurro que deje de mirarlo de la incomodidad que le causaba. Todavía no podía creer lo que le hizo su padre, estaba pensando en que tal vez sea una pesadilla.

—Rey Kim, mi hijo es muy inteligente en muchas cosas—habló el rey Jeon— Le juro que no se va a arrepentir.

Taehyung asintió con la cabeza y devolvió su mirada al castaño.

—¿Le molesta si lo llevo a mi reino?

—¡Pues claro que no! Ahora están comprometidos y deben pasar tiempo juntos ¿O no, hijo?

Jungkook levantó la mirada y observó a Taehyung, ignorando la anterior charla, hizo su primer pregunta.

—¿Cuantos años tienes?

Todos miraron al príncipe  por tal pregunta y el de cabello rubio aclaró su garganta para luego contestar.

—24 años de edad

—¡Papá! ¡Es muy grande para mi!—reclamó Jungkook

El señor Jeon apretó la mano de su hijo haciendo que este chille de dolor.

—No seas asi Jungkook, más respeto

—Nos llevamos mucho

—Solo son seis años

Entonces Jungkook recordó lo que dijo su padre en la tarde.

Mientras mas viejo mejor

Pero para él no era mejor, estaba viviendo una pesadilla.

—Al parecer... Eres rebelde—comentó Tae y todos en la mesa se callaron al escuchar la voz de Kim. Sintieron su mirada contra la del menor y soltó una pequeña risa.—Ya te acostumbrarás, son reglas, cariño

Jungkook etendía que sean reglas, solo debía mantenerse callado aunque no quisiera.

—Bueno, creo que ya debo retirarme. Es tarde ya.

Taehyung se levantó de la silla y miró al príncipe Jungkook esperando a que haga algo, pero el castaño no sabía que hacer. ¿Así como si nada iría al reino de ese hombre que apenas acababa de conocer?.

—Usted siempre es bienvenido a nuestro reino, y más ya que pronto será nuestro yerno—dijo la reina— Jungkook, les diré a las sirvientas que empaquen tu cosas, tu preparate.

—Si, madre...

Jungkook salió del comedor a paso rápido y comenzó a caminar por el pasillo hacia su habitación. Tenía tanto miedo, en esos instantes solo se quejaba mentalmente de lo injusta que era la vida con él.

Unas cuantas mujeres entraron a la habitación y comenzaron a empacar cosas mientras que otras arreglaban a Jungkook.

—Espero que este contento mi príncipe, es una gran oportunidad—comentó una de las sirvientas.

—Si, tal vez. Se que son reglas y que debo obedecerlas pero es injusto. Acabo de conocer a Kim y desde mi punto de vista, parece un loco.

Una de las otras chicas comenzó a peinar al menor y sonrió.

—Ya se acostumbrará, piense que eso va a beneficiar al reino.

—Y yo sufriré toda la vida con alguien que ni conozco

Todas las mujeres se quedaron en silencio y miraron al castaño. Hubo un silencio incómodo y de a poco, siguieron con lo suyo.

—Es solo cuestión de tiempo, si no lo ves como algo mas, pueden ser amigos.

—Amigos casados, que raro sería— suspiró y miró el suelo—Quiero que esto termine pronto.

—Lamentablemente durará toda la vida príncipe Jeon.

Terminaron con su trabajo y llevaron a Jungkook a la sala del trono, donde toda la familia real y Kim se encontraban esperando al príncipe. Taehyung miró atentamente al menor y recorrió cada detalle.

—Fue un gusto, debemos irnos.

Hizo una reverencia y se dió la vuelta acompañado de algunos guardias. Jungkook ignoró a su padre ya que estabas molesto con el y caminó lentamente hacia la salida del palacio.

Vio a lo lejos a Taehyung subirse a la carrosa y suspiró. Prefería ir caminando hasta Daegu en lugar de sentarse a su lado.

—Principe Jeon, debe subir. Déjeme ayudarle—dijo uno de los guardias que acompañaba al rey.

Se dirigieron a la carroza y con ayuda del guardia, el menor subió y se colocó al lado de Kim. Miró por la ventanilla nerviosamente y vio a su madre en la gran puerta mirarle.

Sintió como la carroza comenzaba a moverse y se iba alejando del palacio.

Se iba alejando de su reino

Se iba alejando de sus tierras

Se iba alejando de su hogar.

~~~

Era de media noche, la luz de la luna iluminaba el rostro del menor. Miró a un costado y observó al rey dormir, su cabeza apoyada en el asiento. Dejó de mirarlo y cerró sus ojos dispuesto a dormir él también. En la mañana llegarían a Daegu y su nueva vida casi comenzaria para él.

Sintió que la carrosa se detenía bruscamente y abrió sus ojos. Kim seguía durmiendo y no notó lo que sucedía. Intentó ver lo que pasaba por la ventanilla y solo vio al conductor sentado en el césped. Se bajó de la carroza y se dirigió hacia el hombre.

—Señor ¿Pasó algo?

—Solo... Estoy un poco cansado. Por favor no le diga al rey de esto, ¿Aún sigue dormido?.

Jungkook asintió y ladeó la cabeza.

—¿Por qué no debe enterarse?

—Se molestará y de seguro me mandará a matar. Solo descansaré unos cinco minutos, ¿Podría mantener el secreto? .

—Claro, no se preocupe

El menor miró el cielo y suspiró. Parece que se estaría enfrentando a un chico malvado.

Se estaría casando con un chico malvado.

..

..

..

..