Capítulo 5// Jimin

BK-Army lo prometido es deuda

—.

La lucha por los autógrafos

El tiempo corría demasiado rápido y no sabía si era bueno o malo. Por un lado, este era mi último año, no más escuela ni uniforme, pero por el otro, me separaría de Mae.

Había pasado casi un mes desde que cierto ser ajeno a nuestro grupo de amigos había llegado. Mae "adoptó" a Jason y la mayor parte del tiempo estábamos con él. A todos parecía caerle bien, pero a mí no, ¿Acaso era el único que podía notar sus verdaderas intenciones?

Aun así, todo entre Mae y yo continuaba igual, seguíamos saliendo juntos a todos lados, seguíamos durmiendo en la casa del otro y lo más importante, seguíamos siendo los mejores amigos.

Era la hora de almuerzo y estábamos todos sentados en una mesa. Taehyung, Ri, Jungkook, el imbécil de Jason, incluso HyeSu se había colado, y obviamente Mae y yo.

Mientras HyeSu narraba como el profesor de física la había reprobado, todos la ignoraban, exceptuándome, simplemente no podía dejar que hablara sola porque, aunque lo intentara, ella buscaba alguna manera de atraer mi atención nuevamente.

—Ustedes, par de tortolos —habló EunRi haciendo que HyeSu se callara y la mirara con una sonrisa. —Me refería a Jimin y Mae —aclaró. —¿Qué harán para su cumpleaños?

Mae y yo habíamos nacido con un día de diferencia, por lo que, cuando éramos niños, tuvimos una idea. Pasábamos ambos días juntos, sin excepción, y esperábamos a que fueran las 11:59 del día trece para cantar mi cumpleaños y a las doce en punto del día catorce, cantábamos para ella. Era algo infantil, pero me gustaba hacerlo así.

—No soy fanática de las fiestas —respondió Mae dándole un mordisco a su manzana.

—¡Es verdad! Jimin está de cumpleaños el trece —dijo HyeSu y miró a Mae. —No tengo ni idea del tuyo.

—Es el catorce —respondió Taehyung. —Lo sabrías si pertenecieras a nuestro grupo de amigos.

—No sabía que se acercaba tu cumpleaños, es en una semana —le habló Jason a Mae.

—Lo sabrías si pertenecieras a nuestro grupo de amigos —repetí lo que Tae había dicho hace unos segundos, pero todos me quedaron mirando. —¿Qué? Eso fue lo que dijo Taehyung.

—Cómo sea, mi cumpleaños no es tan importante —Mae le restó importancia.

—¡Cumples dieciocho, es algo importante! —exageró Ri.

—Un día menos para morir, tienes razón —dijo ella y ambos reímos. —Solo quiero hacer lo de siempre con Jimin.

—Define "lo de siempre" —habló Jungkook.

—Películas, pastel y a dormir —respondí por ella.

A parte, sería otro cumpleaños sin nuestros padres.

—Ustedes son taaaan aburridos.

—Únicos —corrigió Mae.

El timbre sonó y todos los levantamos de nuestros asientos. Tae y Ri se fueron a su salón al igual que Jungkook, así que solo quedamos los cuatro restantes.

¡Juraría que las clases duraban un año en vez de dos horas! El asiento ya se estaba volviendo incómodo y me estaba quedando dormido, aunque Mae se encargaba de mantenerme despierto.

Aproveché mi oportunidad de marcar territorio cuando vi que Jason se volteaba para mirar en nuestra dirección. Acomodé el cabello de Mae detrás de su oreja y besé su mejilla. Supe que había logrado mi objetivo cuando Jason volvió a su posición inicial.

—¿Qué planeas? —preguntó Mae entrecerrando los ojos.

—Nada, es solo que... te quiero mucho.

—Uhum —murmuró no muy convencida mirando de vuelta al pizarrón.

Cada día que pasaba, Mae ganaba más fama por parte de la población masculina del colegio. Las miradas hacia ella aumentaban al igual que las invitaciones a citas, y aunque me doliera admitirlo, lo entendía.

A parte de ser linda, ella era... distinta. Mae era la chica a la que no le importaba quedarse sin nada mientras tú estuvieras bien, participaba en cualquier voluntariado que hubiera y ayudaba a todos sin esperar nada a cambio.

Su cumpleaños número dieciocho se acercaba, y así como lo había dicho EunRi, era algo importante, por lo que esta vez quería darle algo especial, pero no tenía ni idea de qué.

La campana sonó y me sobresalté por el repentino ruido que me había sacado de mis pensamientos. Metí todo en mi mochila y me di cuenta de que Jason se acercaba a nosotros.

—Mae, ¿podemos irnos rápido a casa hoy? —pregunté con la intención de que se apurara y pudiéramos evitar al otro.

—¡Mae! —saludó Jason antes de que ella pudiera darme una respuesta. —¿Quieres ir a dar una vuelta o tomar algo hoy?

—Lo siento, Jason, hoy no puedo —se disculpó y fue imposible no soltar una carcajada.

—Perdón —dije y Jason frunció el ceño. —¿Ya nos vamos?

—Tampoco me voy contigo hoy, tengo algo importante que hacer hoy.

Escuché la risa de Jason y las ganas de darle una paliza no me faltaron.

—¿A dónde vas?

—Algo con Ri, no es importante —dijo poniéndose la mochila. Se acercó y dejó un beso en mi mejilla. —Adiós, Jason. Adiós, Jiminnie.

Seguí a Mae con la vista hasta que desapareció del salón, y vi que Jason se disponía a caminar.

—Ni se te ocurra seguirla —lo amenacé.

—No tengo tiempo para eso, y aquí entre nosotros, el desesperado por estar con ella no soy yo. — Ante sus palabras, me quedé sin habla. Apreté mis dientes y me contuve de hacer algo que no quisiera. —Adiós, Jiminnie.

Me quedé un par de minutos más ahí pensando en lo que Jason había dicho.

¿De verdad estaba actuando como un desesperado?

Bueno, debía admitir que últimamente me sentía un poco extraño al estar con Mae, y tal vez estaba actuando como un celópata, pero lo que menos quería era interferir en las decisiones que ella tomara, incluso si se trataba de su vida amorosa.

Después de todo yo era solo su mejor amigo.

Caminé hacia la salida, y me pillé frente a Taehyung. Sus ojos estaban un poco hinchados y su cara era de odio puro.

—¿Qué te pasó?

—Me quedé dormido y nadie me despertó —respondió restregándose los ojos. —¿Y tú qué haces sin Mae?

—Dijo que tenía cosas que hacer con Ri —respondí encogiéndome de hombros.

Eso significaba que estaría solo todo el resto de la tarde sin saber qué hacer, pero una idea cruzó por mi mente.

—¿Tienes algo que hacer en la noche? —le pregunté a Taehyung con una sonrisa, y él negó. —Pues ahora sí.

(...)

—¿No podías simplemente regalarle un globo que dijera "¿Quieres ser mi novia"? —preguntó Taehyung mientras nos escabullíamos por un montón de personas.

Se me había ocurrido una excelente idea para el regalo de Mae, y conseguir uno de ellos no había sido difícil, pero el otro quizás sería un poco complicado de obtener.

—Muy gracioso, Taehyung.

—Es la verdad, todo el grupo está apostando qué día te vas a declarar. Yo dije que será en su cumpleaños.

—Te equivocas —le dije y él abrió los ojos como platos. —Será el treinta de febrero.

—Idiota, pensé que por fin admitirías que te gusta.

—Deberías replantear la idea de la amistad entre un hombre y una mujer, existe y es mi caso.

—¡Claro que sé que existe! Pero te conozco.

—Cómo digas, son solo ideas locas —le resté importancia al asunto. —Ayúdame a subir —le pedí a mi amigo cuando estuvimos frente a la rejilla de seguridad.

—No creo que esto sea muy legal, Jimin.

—No tengo dieciocho todavía, no me dejarían entrar.

—¡Pero yo sí!

—Y es por eso que tú pasarás por la puerta y yo por la reja, ahora deja de quejarte y ayúdame.

Para contextualizar toda la situación debía comenzar por el... ¿comienzo?

Mae era fanática de una banda local. Tenía todos sus álbumes y había ido a algunos de sus conciertos ya que para otros era necesario tener la mayoría de edad, y era justamente donde estaba en estos momentos.

Como regalo, le había comprado una pequeña cadena con la letra M en él, pero no quería solo eso. Mae había estado hablando las últimas dos semanas sobre el último álbum que había sacado la banda y debido a sus ahorros para un auto, no podría comprarlo.

Sí, valía la pena escucharla reclamar de vez en cuando.

La banda tenía pequeños conciertos todos los jueves en distintos bares de la ciudad, así que mi plan constaba en colarme en uno de estos y pedir que autografiaran el disco.

Taehyung me ayudó a saltar la reja y entré intentando pasar desapercibidos por los guardias de seguridad.

—¿Ahora qué hacemos? —me preguntó Tae cuando logró entrar.

—Esperar a que termine.

—¿Estás bromeando? Son las once de la noche, mamá me matará si llego tarde.

—Dile que te quedarás en mi casa.

—Eso no la calmará.

—Entonces dile que te quedarás en la de Mae.

Tae alzó las cejas y asintió, ella era la buena influencia.

—Tienes razón —dijo sacando su teléfono para textear un mensaje. —¿Quieres algo de beber?

—Una soda estaría —pedí y él rodó los ojos antes de caminar hacia la barra.

Me quedé unos minutos observando a mi alrededor.

El lugar estaba repleto de personas y todas cantaban a coro las canciones, lucía un poco peligroso pero divertido.

Tomé un par de fotos y grabé algunos videos para Mae —después de que le diera su regalo, claro está—, hasta que sentí que alguien ponía su brazo en mi hombro.

—Taehyung, esto es —me detuve en seco cuando vi la mano y su perfecta manicura, definitivamente este no era mi mejor amigo.

—Hola, lindo —saludó la chica ahí. Reconocí el logo de la banda en su camiseta y cuando volví a su rostro, ella tenía una sonrisa de oreja a oreja.

¿Cómo le decía que esa no había sido mi intención?

—¿Quieres bailar? —preguntó poniéndose frente a mí sin quitar su mano de mi hombro.

—Uhm, no... yo... estoy esperando a mi amigo.

Ella sacó rápidamente su mano y resopló.

—¿Por qué todos los chicos lindos son gays o tienen novia? —reclamó y se marchó dejándome en completa estupefacción.

—¿Qué pasó? —preguntó Taehyung siguiendo con la mirada la chica que se había ido recién.

—Creo que pensó que eras mi pareja —respondí y Tae hizo arrugó la nariz.

—No eres mi tipo, Park —dijo entregándome una cerveza.

—Yo no pedí esto.

—Al igual que yo no pedí estar aquí, pero mírame.

Rodé los ojos y tomé un trago. Al principio no me gustó nada su sabor amargo, pero luego de un par de sorbos, se volvió pasable.

No sé cuánto tiempo había pasado, pero me sorprendí a mí mismo cuando me encontré entremedio de todas las personas cantando las canciones a todo pulmón.

Mae estaría encantada de estar en mi lugar.

El concierto había acabado, pero la fiesta no, aun así, tenía que seguir con mi plan.

Seguí a los integrantes intentando pasar por la horda de fanáticos, pero el guardia de seguridad me detuvo cuando estaba a punto de cruzar la puerta.

—¿Qué crees que haces? —me preguntó interponiéndose entre la entrada y yo.

—Necesito ir con ellos.

—No hacen meet and greet, muchacho.

—Por favor, será solo un segundo. Ni siquiera soy un fanático.

—Sí, como digas —ironizó.

—Es para mi mejor amiga, lo juro —insistí, pero el guardia no se inmutaba con nada.

—Déjalo pasar, Hong —dijo alguien desde adentro.

El guardia me fulminó con la mirada y se hizo a un lado. Taehyung, quien había quedado igual de sorprendido, se quedó quieto en su lugar, así que debí empujarlo para que me siguiera.

Al entrar, el rostro del hombre ahí se me hizo muy familiar, pero la poca iluminación no me permitía ver con claridad, hasta que llegamos a una sala.

—¿Quién es él? —preguntó uno de los chicos ahí.

—Te dije que Moon no debía ir, Sang. Siempre trae a fanáticos —se quejó otro.

—No soy un fanático —aclaré. —Solo quiero unos autógrafos para mi amiga... por favor —añadí cuando me di cuenta de que todas sus miradas estaban puestas en mí.

—Espera, ¿hiciste todo ese escándalo por una simple amiga? —preguntó quién suponía debía ser Moon.

—¿Es su novia? —preguntó Sang y miré hacia atrás, donde estaba Taehyung.

—No es mi novia, y tampoco una "simple" amiga. Estará de cumpleaños en una semana y quería hacer algo por ella —dije entregándoles el CD.

—Oh, entiendo. Son como esa película de Justin Timberlake.

—¿Qué?

—Amigos con beneficios —respondió Taehyung y lo miré mal. —¿Qué? Yo no dije nada.

—Tú nos dijiste que era su novia —lo acusó uno de los integrantes. —Cómo sea, firmemos esto, ¿Cómo se llama la chica?

—Mae.

—Princeeeesa —cantó Taehyung y por algún motivo me puse nervioso. Solo esperaba que nadie lo haya escuchado.

Cogieron un plumón y los escribieron su autógrafo.

—Si alguien hiciera esto por mí, caería rendido a sus pies —dijo Moon entregándome el CD. —¿Puedo hacerte una pregunta?

—Eh sí —respondí.

—¿Quién es su favorito? —preguntó señalando al grupo.

—El baterista —respondí, y la sonrisa del de en medio se ensanchó.

—¡Todos prefieren a Hyuk, que injusto!

—Contáctate con nuestra empresa y te daré entradas para ti y tu amiga en nuestro próximo tour —dijo Hyuk.

—Lo haré, gracias —agradecí con una sonrisa.

Las cosas habían salido mejor de lo esperado.

—Oye, envíale saludos a tu princesa de nuestra parte —gritó Sang.

Miré a Taehyung y él soltó una risa nerviosa.

Salimos de ahí y observé el disco en mis manos. De solo pensar en la reacción de ella al verlo, me puse demasiado contento. Las tres firmas estaban ahí junto a la dedicatoria:

"Para la Princesa Mae"

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