El acosador separa amigos

Mi vista se fue directo al chico frente a mí. Jason me sostenía por el brazo con una dulce sonrisa en el rostro, y fue casi imposible no recordar a Min Woo.

—Jason, ¿Q-qué quieres? —tartamudeé sorprendida y quizás hasta un poco asustada.

—Perdón si te asusté —dijo soltándome de inmediato, pero yo solo le hice una seña para que se tranquilizara. —Cómo sabes, soy nuevo y no conozco nada de aquí, aparte de ti.

—¿De mí? —pregunté extrañada. Solo lo había saludado antes, pero ¿conocerlo?

—Sabes a lo que me refiero —dijo probablemente al ver mi cara de confusión. —¿Te molestaría si me enseñas el colegio?

No quería pensar trágicamente, ese era el papel de Jimin, pero estaba pasando lo mismo que con Min Woo. De todas formas, acepté ya que no todas las personas eran malas, y comprobé esto con Jason.

El colegio no era tan grande como para perderse en él, así que luego de enseñarle los salones, nos quedamos conversando en las escaleras. Jason era amable y divertido, tanto que ni siquiera me di cuenta de cómo los minutos pasaba y el receso acababa.

—¿Entonces vienes de Alemania? —pregunté asombrada. Jason había estado hablando de los países en los que había vivido debido al trabajo de sus padres, y yo ni siquiera recordaba haber salido de la ciudad.

—No alcancé a estar un año, pero sí.

—Wow, tú debes tener muchas historias entretenidas. Definitivamente debes juntarte con... ¡Jimin! —exclamé recordándolo. Había mantenido mi teléfono en silencio, así que no había podido oír sus llamadas.

Con Jason detrás de mí, fui hasta la cafetería pero no había nadie del grupo ahí, así que me fui directo al salón. Solo esperaba que Jimin no se hubiera vuelto loco por no saber dónde estaba, porque sí, después de aquella pelea con HyeSu se preocupaba hasta cuando iba a comprar a la esquina.

—Hey —saludó Taehyung llamando la atención de Jimin, quien no se veía muy feliz de ver a Jason conmigo.

—¿Dónde estabas? —preguntó Ri mirando directamente a Jason con una coqueta sonrisa en el rostro, y Taehyung rodó los ojos.

—Estaba enseñándole la escuela a Jason —respondí y ella asintió, pero Jimin ni quiera me miraba. —Jason, ellos son Taehyung, EunRi, Jungkook y...

—Park Jimin —completó él, y recordé que Jimin lo había "saludado" antes. —Un gusto conocerlos.

—¿No eres de aquí? —preguntó Jungkook y todos lo regañamos al mismo tiempo, pero Jason solo rió.

—En realidad sí, mi madre es coreana y nací acá, pero mi padre es de Francia.

—¡¿Francia?! Y yo no he podido salir ni de la ciudad —dijo Eunri con desgano.

—¡Eso mismo pensé! —exclamé y chocamos los puños.

—Fue un gusto conocerte, Jason, y me quedaría a charlar pero llego tarde a clases, ¿Vamos, Tae?

—Sip —respondió éste, y siguió a mi amiga.

—Me voy con ellos— dijo Jungkook, pero vio cómo Tae pasaba su brazo por los hombros de Eun e hizo un gesto de asco. —Mejor me quedo.

—Siempre llegas tarde a clases, Jeon —habló Jimin después de mucho tiempo. —No creas que tienes inmunidad por juntarte con los de último año.

—Si quisiera inmunidad, me juntaría con HyeSu y sus secuaces.

—¡Hey! —me quejé y Jungkook sonrió enseñándome todos sus dientes. —Mejor vete antes de que te golpee.

—Cómo usted diga, princesa— dijo mirando a Jimin, pero éste ni siquiera se quejó. —Prin ce sa— moduló, pero Jimin seguía sin reaccionar.

—¿Te sientas conmigo, Mae? —preguntó Jason, pero antes de que pudiera responder, Jimin se dio media vuelta y se fue.

—Lo siento, ya tengo a mi compañero —respondí apuntando a Jimin, quien en un par de segundos había desaparecido de mi vista. —Si la profesora pregunta por alguno de nosotros, dile que estoy en enfermería.

—¿Y Park?

—Dónde esté yo, estará él —respondí antes de correr en busca de mi mejor amigo.

No sabía a dónde se había ido Jimin, e incluso lo busqué en nuestro "lugar secreto", que en realidad era un salón que se ocupaba como bodega, pero ni siquiera estaba ahí. No creía que hubiera vuelto al salón, porque era obvio que recibiría un regaño, así que simplemente me quedé sentada para esperar a que la hora pasara.

No entendía la reacción de Jimin, parecía como un zombie, no, algo más estúpido que eso. Consideraba que estaba siendo muy descortés con Jason y ni siquiera lo conocía. Mientras mi mente se llenaba de pensamientos, la puerta se abrió.

—¿Dónde estabas? —pregunté cuando Jimin apareció.

—En el baño, ¿por qué? —preguntó confundido. —¿Qué haces aquí?

—Te esperaba, idiota.

—Ah, pensé que ya tenías un nuevo amigo.

—No puedo creer que estés celoso por eso.

—¿Quién dijo que estoy celoso? —preguntó fingiendo indiferencia, pero lo conocía.

Me acerqué a Jimin conteniendo la risa. Parecía un niño pequeño y molesto, e incluso me hizo recordar a los berrinches que hacía cuando lo conocí. Me senté junto a él, y apoyé mi cabeza en su hombro.

—Estás loco si piensas que te cambiaría por alguien, Park.

—Pues, cambiaste un recreo conmigo para estar con él.

—¡Oh vamos! Llevo siete años de recreos contigo, uno menos no es nada.

—Si es lo que crees...

—¡Vamos, Park! Es sólo un chico más.

—No necesitas a otro chico, con nosotros debería ser suficiente.

—Pero todos son sólo mis amigos —solté. Grave error, las cejas de Jimin se alzaron y sus labios se apretaron formando una línea.

—¿Insinúas que él puede ser algo más?

—¿Qué? No, no es lo que quería decir.

—¿Entonces?

—No sé por qué ves a Jason cómo a un rival, ¡A penas lo conocemos!

—Exacto, a penas lo conoces.

—¡Ugh, es imposible hablar contigo! —exclamé antes de levantarme e irme a sentar al lugar más alejado posible de él.

Estaba molesta conmigo misma, ¡y ni siquiera sabía por qué!, pero Jimin no me ayudaba mucho y sólo incentivaba mi malestar. A pesar de que teníamos un grupo bastante grande de amigos, en su mayoría hombres, él jamás se había comportado de esta manera, así que era totalmente extraño que fuera de tal forma con Jason.

—Mae, lo siento —dijo acercándose nuevamente a mí.

—No te acerques o te golpearé —lo amenacé, pero oí su risa y posteriormente sus brazos se envolvieron a mi alrededor. —Te lo dije, Park. —No fui capaz de moverme porque él ejercía presión sobre mí, así que simplemente resoplé molesta.

—No quiero que te pase nada malo, Mae.

—No me pasará nada— dije volteándome para mirarlo a los ojos. —De verdad, no me dejas hacer nada, así que es imposible que algo me pase, para bien o para mal.

—Siempre puedes experimentar conmigo.

—¿Ves? Es eso a lo que me refiero, no soy una niña pequeña. Es más, solo soy un día menor que tú.

—¿Y qué tiene que no seas una niña? Soy tu mejor amigo, no quiero verte sufrir por un chico.

—Aquí vamos otra vez —murmuré rodando los ojos. —A penas conocemos a Jason, en ningún momento he pensado en él de una forma romántica, ¿Por qué actúas de esta manera? No es el primer chico que se me acerca.

—No, pero soy uno y sé cómo te miran.

—¿De qué hablas, Jimin?

—Eres linda, Mae. Todos los días te veo y pienso: "Wow, ella es la chica más hermosa que he visto", y estoy seguro de que no soy el único que lo piensa —dijo. Por unos segundos, ambos nos quedamos mirando directo a los ojos. Sentía como mis mejillas se calentaban, pero no podía hacer nada, hasta que Jimin desvió su vista y carraspeó. —Nunca sabes que Jason podría ser un acosador separa amigos.

—¿Un qué? —pregunté y solté una pequeña carcajada. —Estás completamente loco, Park Jimin.

—Hey, podría pasar.

—Sí, en tus extraños sueños.

El resto del tiempo estuvimos conversando y escuchando algunas canciones. Obviamente nos pusimos auriculares, o alguien podría escucharnos y ninguno quería ir a detención después de clases. Me gustaba estar con Jimin, no importaba el contexto, siempre me sentía cómoda junto a él, incluso hablando acerca de los temas más extraños, era divertido y me divertía.

—Por favor, dime que llegaremos a dormir —dijo Jimin después de bostezar.

—¿Llegaremos? —repetí y él asintió. —¿Quién te invitó a mi casa?

—Tu madre dijo que tú casa era mi casa.

—Tomas literalmente solo lo que te conviene, ¿eh?

—Vamos, amas estar conmigo.

—Uhm, si es lo que crees.

—¿Es lo que creo? Tú me lo dijiste, Lee Mae —dijo y yo solo me hice la desentendida. —Bien, tenía pensando en cocinar algo para los dos, pero supongo que tendré que comer solo.

—Okey, puedes ir. A parte, tenemos que estudiar lo que no vimos hoy en la clase.

—Dios, por favor líbrame de esto —suplicó poniéndose de rodillas, y yo lo golpeé en la cabeza. —¡Auch, me dolió!

—Lo siento, creo que maté las únicas neuronas que te quedaban.

—Lo dices solo porque eres la cerebrito de la clase.

—¿Crees que Jason haya tomado apuntes? Le dije que nos cubriera en la clase, pero...

—Jason otra vez.

—¡Supéralo, Park!

—Lo superaré cuando salgamos de aquí con nuestra amistad invicta.

—¡No dejaré de ser tu amiga por un chico!

—Eres buena en matemáticas, así que has esta ecuación. Jimin más Mae, es igual a una gran amistad. Jimin más Mae más un chico es igual a nada. Entonces, ¿A quien debemos restar para que nuestra amistad no acabe?

—Definitivamente debemos restar tus locas ideas.

—Eres odiosa.

—¿Sólo yo? —me burlé. —No vas a perderme, Park.

—Tampoco pensaba dejarte ir, Mae.

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Imagínense lo horrible que es tener que alargar capítulos de 500 palabras sdfbhkjk.

No sé que más poner aquí, pero lxs tqm dgsdjhk