Capítulo 2 // Jimin
¿Recuerdas nuestro primer beso?
—¿Qué haces acá? —preguntó HyeSu mirando a Mae de pies a cabeza.
—¿No debería ser yo la que pregunte eso? —preguntó Mae de vuelta. Sabía que debía estar controlándose, pero en cualquier momento podía estallar. —¿Jimin?
—¿Q-qué? — solté confundido y Mae me miró mal. —Yo no la invité si es lo que crees, ni siquiera sabía que conocía mi casa.
—Con razón te tardaste tanto, estabas peleando con la princesa —dijo Taehyung intentando calmar el ambiente, pero tuvo el efecto contrario.
—Primero, no le digas princesa — corregí a Tae, quien levantó ambas manos y asintió. —Segundo, estábamos durmiendo, no peleando — respondí pero en cosa de segundos los ojos de HyeSu se ampliaron tres veces más y soltó un grito.
—¿Cómo que dormir? — chilló HyeSu y su voz sonó demasiado aguda.
—Tiene razón, ¿Cómo que dormir? — preguntó Mae dejándome el doble de confundido. Ella puso una de sus manos sobre mi abdomen y se mordió el labio. —Recuerdo perfectamente que nosotros ayer...
—Ooookey, no quiero escuchar detalles — interrumpió Taehyung. —¿Puedo entrar?
—¿Y ella también? —preguntó Mae despectivamente apuntando a HyeSu.
—¡Mae! — la regañé y ella solo giró los ojos y se movió de la puerta dejando entrar a HyeSu.
—Debí suponer que estarías aquí — le dijo Taehyung a Mae. —Para la próxima deberían invitarme, no es justo que pasen todos los viernes juntos y se olviden del resto de sus amigos.
—No hay tantas camas para dormir, y no pienso compartir mi espacio.
—¿Tu espacio? Pero si duermes con Jimin.
—¿Duermen juntos? — preguntó HyeSu. La verdad es que me olvidaba de su existencia, y no tenía ni idea de cómo había terminado en mi casa.
—Ya te dije que sí, no es la primera ni será la última vez ¿Qué pasa con tu cabeza? ¿No soporta algo más que cabello?
—Basta, Mae — la detuve.
HyeSu y Mae se odiaban, bueno, HyeSu odiaba más a Mae, pero de todas formas, Mae no soportaría cualquier cosa que viniera de HyeSu y aún con sueño era poco tolerante.
—Mejor iré a cambiarme ropa, ¿Dónde está, Jimin? — preguntó y yo solo me reí. Ella tenía uno de mis cajones con su ropa de repuesto, y sabía dónde estaba, pero era obvio que lo hacía para fastidiar a HyeSu.
—Segundo cajón, a la izquierda — respondí y ella dejó un sonoro beso en mi mejilla.
—Gracias, Jiminnie.
La seguí con la mirada hasta que desapareció en las escaleras, pero el carraspeo por parte de HyeSu me hizo volver a la realidad.
—¿Quieres agua para tu garganta? — le preguntó Taehyung y tuve que contener una carcajada,
Mae no era la única que odiaba a HyeSu. A todo el resto de nuestros amigos no les caía bien debido a todos los problemas que le había ocasionado a Mae. Por otra parte, a mí no me caía del todo mal, si la encontraba un poco desagradable, pero no me importaba mucho.
—Ah, quisiera tener una mejor amiga como Mae — dijo Taehyung en un suspiro. —Podría hacer de todo con ella, jugar, dormir, besarme...
—Yo no me beso con Mae.
—¿Ya se te olvidó lo de los videojuegos?
Hace tres años, cuando nuestros padres por fin aceptaron que Mae y yo podíamos cuidarnos solos y que estábamos "grandes" para tener niñeras, Yoongi pensó que sería una buena idea realizar una iniciación a la "verdadera vida adolescente" y organizó una junta entre todos nosotros, menos Jungkook porque sus padres no lo dejaron.
Como siempre lo hacíamos, decidimos jugar videojuegos, pero a esa edad todos éramos demasiado competitivos y nos gustaba apostar o crear absurdas penitencias para el perdedor, aunque esta vez fue distinto.
Un beso, Yoongi había decidido que habrían dos perdedores y se besarían entre sí. Mi fuerte nunca han sido los videojuegos y fui el primero en perder, todo lo contrario a Mae, quien era una experta en eso. Última ronda y la competencia estaba entre Hoseok y Mae, esta última llevaba la delantera y yo ya me estaba preparando mentalmente para tener mi primer beso con un chico, pero todo pareció dar un giro cuando Hoseok pasó a Mae, coronándose como el campeón.
Mae gritó y reclamó una y mil veces mientras yo estaba en shock, aun así, los chicos hicieron que cumpliera su penitencia. Puedo recordar con exactitud aquella escena. Mae y yo estábamos tan cerca que ni una partícula de aire cabía entre nosotros. Estuvimos así por casi un minuto hasta que uno de los chicos junto nuestras cabezas de una vez, y por fin nuestros labios se unieron.
—Fue solo un beso... y por una apuesta — le dije a Taehyung, pero él me sonrió enseñándome todos sus dientes.
—Yo hubiera perdido esa apuesta — respondió HyeSu.
—Entonces que bueno que no eres parte del grupo — masculló Taehyung.
—¿Por qué está Mae? ¿Qué tiene ella que no tenga yo?
—Cerebro — le respondió Taehyung. —De todas formas, la apuesta se creó para que Jimin y Mae se besaran, así que aunque no supieras, le habrías ganado a Mae.
—¿A qué te refieres? Aun no sé cómo Mae pudo perder, era la mejor en el juego y lo sigue siendo.
—Eh, sí... Con respecto a eso, Yoongi me dijo que desconectara el joystick de Mae — respondió. Había tenido esa duda por años, y a pesar de que sospechaba que los chicos tenían algo que ver, jamás pensé que su plan siempre fue que ella y yo nos besáramos.
Sentí los rápidos pasos en la escalera y me puse alerta de inmediato. Mae había escuchado todo. No alcanzó a llegar hasta Taehyung solo porque alcancé a agarrarla.
—No te enojes, Mae —dijo Tae escondiéndose detrás del sofá.— Fue algo de hace años, todos querían que ustedes se besaran. Ni siquiera fue mi idea, yo solo acaté órdenes.
—¡Pero eres el único que está aquí, así que recibirás el golpe de todos los otros!
—Hey, Mae — dije tratando de calmarla, pero nada.
—¡Perdí mis récords por tu culpa! — gritó ella tratando de escapar de mi agarre.
—Te compraré algo rico, pero no me golpees.
—¡Cómo te odio, Kim Taehyung! — No sé cómo, pero Mae logró soltarse y en cosa de segundos estaba sobre Tae.
—¡Basta, Mae! — grité y ella se detuvo de inmediato. Todos me quedaron mirando expectantes, y yo solo pude hacer la vista a un lado.
Mae volvió a mi lado y me miró preocupada, pero yo le envié una sonrisa tranquilizadora. No me importaba si golpeaba a Taehyung o no, pero en mi interior estaba molesto por Mae. Siempre había recordado nuestro primer beso como algo inocente pero lindo, y pensé que para ella también podía ser así, pero al parecer no.
—Lo siento, Jiminnie — dijo ella apretando mis mejillas.
—No sabía que nuestro primer beso había sido algo tan malo para ti —mascullé y me di cuenta muy tarde de que lo había dicho y no pensado.
—¿Malo? No lo creas, Park.
—¿Qué? — pregunté confundido aun con sus manos en mis mejillas, y ella rio al verme de esta forma.
—Un primer beso con mi mejor amigo es mejor que con algún idiota, ¿verdad? — dijo y yo asentí lentamente.
—¿Por qué no se besan ahora para romper la tensión? — preguntó Tae y yo quité las manos de Mae de mi cara.
—¡Cállate! — gritó pero yo sostuve su mano para que se quedara en su lugar. —Estoy esperando que me compres algo rico, Taehyung.
—Sí, princesa... digo, Mae — corrigió al ver mi cara. —¿Vamos, Jimin?
—Pero Mae...
—Ay, ¿La princesa no puede quedarse a solas conmigo? Que miedosa — dijo HyeSu y la mano de Mae apretó la mía.
—Vayan ustedes dos — dijo Mae mirando fijamente a HyeSu.
—¿Por qué no vamos los dos y Tae se queda con HyeSu?
—La he soportado casi toda mi vida, podré con quince minutos.
—¿Estás segura? — pregunté rogando para que fuera conmigo.
—Segurísima — respondió, pero eso no fue todo. Mae se puso de puntillas y dejó un beso en mi mejilla antes de revolver mi cabello. —Te estaré esperando, Jiminnie... y ugh, a ti también, Taehyung.
—Sé que me amas — añadió éste enseñándole su lengua.
Sabía que nada bueno podía salir de esto. Para todo el mundo era notable el odio entre Mae y HyeSu, y esta última sabía como provocar a Mae para que explotara.
Aun así, acompañé a Taehyung. La tienda estaba cerca así que compramos algunos snacks, los favoritos de Mae obviamente, mientras tenía que soportar las bromas de Taehyung.
—Vamos, no me vas a decir que no sientes nada por Mae.
—Por supuesto que siento algo, cariño. Es mi mejor amiga, Tae.
—¿Quién se acuesta con su mejor amiga? — preguntó él y la cajera se nos quedó mirando extraño.
—Si lo dices así, suena mal.
—Como sea, van a terminar cogiendo algún día.
—¡Taehyung! — exclamé ante sus palabras. Podía ver como los ojos de la cajera parecían estar saliendo de su cara, y Tae solo se encogió de hombros.
No nos tardamos más de quince minutos, lo juraría. Supuse que todo estaría bien ya que no había recibido ningún mensaje por parte de Mae, pero al llegar a la puerta de la casa y escuchar los gritos provenientes del interior, entendí que había cometido un error a dejar a Mae ahí con HyeSu.
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