๑ 𝙀𝙨𝙥𝙚𝙘𝙞𝙖𝙡 𝙉𝙖𝙫𝙞𝙙𝙖𝙙 ๑
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Otro escalofriante malestar noctámbulo. Cada noche era igual, los síntomas lo tenían fatigado. Hongjoong tuvo que aislar a Seonghwa lejos de él. Sudaba como si fuese verano y se hubiese ejercitado por horas.
ㅡSeonghwa, suéltame ㅡadoraba reposar abrazado a su novio, pero los últimos meses odiaba ser mimado, se sentía un absoluto atolondrado.
No podía negar que esperaba con ansias la venida del bebé, quería conocer la carita del pequeño o pequeña, todavía no lo sabían. Y al contemplar tantas familias buscando regalos lo hizo sonreír, pronto sería él quien buscara como maniático los juguetes que tanto amaría su bebé.
Al otro día, indagaba por los pasillos del centro comercial tratando de averiguar un buen presente para la hermana menor de Hwanie y a sus suegros que desde luego le tendrían un garrafal regalo, tal vez una muñeca le encantaría, son tiernas, hacen ruiditos, una perfecta elección.
Todos estos meses ahorrando le sirvieron de algo.
Salió campante de la tienda, hasta que llegó al departamento y otra vez esas nauseas, esos mareos.
Cepillo sus dientes y caminó hacía la cocina.
Solían anotar menús saludables con alimentos recomendados por el médico, sintió su ánimo decaer cuando vio los dibujos en el pliego, Seonghwa los había hecho, eran tres personas: Hwa, Hong y su pequeño tomados de la mano.
Sin planearlo comenzó a lloriquear. Lo extrañaba tanto. El pelinegro trabajaba jornada completa para su maestro, así mismo debía sustentar otro empleo.
Hong pasaba la mayor parte del día solo, los padres de Seonghwa les ofrecieron dinero. Sin embargo su pareja se negó a recibirlo, el bebé era responsabilidad de ambos, no de ellos.
Pensaba en lo emocionante de los días libres, sin tareas, aprovechando al máximo las horas de sueño. Todo sería perfecto sí su Hwanie estuviera con él.
El canturreo de las llaves lo alertó y como si fuese un lindo perrito fue a recibir a su amor. Saltó a los brazos del más alto sin importarle derrumbar las bolsas que cargaba Hwa.
ㅡ¡Mi amor, te extrañe tanto! ㅡhabló contento.
ㅡJoonggie, tenemos que hablar.
Tenía miedo y mucho, su 'amable' conciencia lo hizo suponer los peores escenarios, donde Seonghwa lo dejaría por una persona mas atractiva, una que no tuviese un bebé en camino.
Agradecía estar equivocado, inclusive fue una excelente la noticia. Hwa consiguió semanas libres y estarían juntos cuidando del pequeño.
Y finalmente la noche llegó. Actualmente era él, quien se aferraba al pelinegro.
Y hubiera seguido así. Sí las nauseas hubieran cesado.
Salió del baño completamente pálido, no podía dormir, de tal forma que encendió la televisión buscando alguna entretención. Observó como su pareja descansaba. Quería besarlo y lo hizo.
ㅡDate la vuelta ㅡSeonghwa abrió sus ojos, apenas los labios se rozaron entre sí.
ㅡ¿Qué quieres hacerme, Hwannie? ㅡsonrió coqueto.
De igual modo obedeció, tomando extrema cautela para no dañar al pequeño. A cambio recibió uno de los mejores masajes de su vida, sintió cada ligamento rígido volverse flojo, sacándole más de un jadeo complaciente.
Giró su cuerpo quedando cara a cara, enredó sus estilizadas y delgadas piernas a la cintura del pelinegro y sus brazos rodearon el cuello ajeno.
ㅡDejaste crecer tú cabello, no sabes lo mucho que me gusta el estilo 'mullet ㅡel mayor jugueteaba con el pelo de Hongjoong mientras depositaba suaves besos en su cuello.
ㅡ¿Ah, sí? ㅡla pequeña cadera del pelirrojo es sostenida por un fuerte agarre.
Hongjoong acercó aún más la cabeza del pelinegro, dándole más acceso a su blanquecino cuello.
ㅡQue casualidad, a mi me gustan mucho los chicos llamados Seonghwa ㅡbesó el angelical rostro.
Culparía al embarazo. Sus hormonas lo enloquecian y poseer un novio tan apasionado como Seonghwa no cooperaba, por fortuna tendría con quien pasar los periodos de ardor, como este.
ㅡVamos cielo, despierta ㅡhabló el mayor a su pareja.
Estiró sus brazos golpeando sin intención la nariz de Hwannie. Cualquier otra persona se disculparía inmediatamente. En cambio, Hongjoong prefirió reír para después besar a su pareja, lamentándose por lo ocurrido.
ㅡLo siento mi amor, no te ví ㅡse disculpó aún riendo.
ㅡNo importa, ¿Cómo amaneció el bebé?, ¿Sentiste esas presiones? ㅡHwa delineo un dedo sobre el creciente vientre provocando graciosos cosquilleos.
ㅡCalma, todo está bien ㅡentre risas intento quitar la mano de Hwannieㅡ. Basta, me da cosquillas.
Sin embargo siguieron los cariñosos roces por el delgado cuerpo. Carcajadas exageradas llenaron la habitación.
ㅡMe gusta verte reír Joonggie. Eres mi mejor regalo ㅡconfesó el pelinegro.
Una vez liberado, escapó rumbo al baño no sin antes declarar un bajito pero entendible: ''Y tú el mío''. Una buena ducha rebajaría sus sonrojadas mejillas. Miro su reflejo en el espejo, analizando el poco notable estómago.
¿Qué diría su madre? La persistente nube gris atormentaba sus pensamientos nuevamente.
Hace dos meses no hablaban luego de esa espeluznante discusión. Quería verla.
No importó cuantas veces pidió disculpas arrodillado. Para ellos siempre sería ''la deshonra de la familia".
Sus pensamientos lo hicieron distraer del entorno que se encontraba, encendió el grifo regulando a una temperatura ideal.
Sintió un brazo rodearlo.
ㅡTodo mal acaba tarde o temprano. Ya verás. Tendremos una nueva vida a nuestro cuidado, te prometo que de ningún modo sufrirá. Mingi será adorado cada segundo de su vida ㅡhabló Seonghwa con voz melodiosa.
ㅡ¿Por qué llamas al bebé, Mingi? Aún no lo sabemos ㅡlos dos se observaron.
ㅡTengo una intuición, mi instinto paternal me lo dice ㅡmusitó una risita.
Tal vez Seonghwa tenía razón, su familia lo rechazó y no tenía porque lamentarse.
Ambos entraron al agua. El menor apoyó la espalda sobre el pecho de Hwa, y comenzó a fregar el jabón por todo su cuerpo.
Mientras Hwannie besaba sus hombros rompió en llanto, no era nada fácil olvidar todo lo que le dijeron, desde pequeño escucho las palabras llenas de orgullo de su progenitora: ''Hongjoong es el mejor en la clase'', ''Ganó una beca por sus calificaciones''. Y luego a unas llenas de repudio y desprecio: ''Sabía que no eras virgen, pero dejarte embarazar, que fácil fuiste Hongjoong, me avergüenzo de ser tú madre''.
Mierda, los odiaba tanto.
Recuerda la bofetada de la mujer y los bruscos empujones que le daba su primo. Lo único que podía hacer era resguardar su vientre, no iba a permitir que tocaran a su hijo. Corrió hacia su habitación y llamó a Seonghwa con la voz temblorosa, ahogado en llanto.
A pausas contó todo, escuchando a través de la línea las maldiciones de su novio. Seonghwa le prohibió colgar hasta que él llegará.
En una hora los padres del pelinegro llegaron junto con él. Tocaron repetidas veces la puerta, cada vez más frecuente.
Trató de salir pero el pánico lo invadía ferozmente y cuando lo hizo vio la verdadera gravedad del asunto.
Seonghwa golpeaba a su primo al punto de romperle la nariz. Sus tías gritaban desesperadas.
Él estaba desesperado.
Unas agradables manos tomaron su muñeca, volteó su vista encontrándose con Soo, la madre de Hwa. Lo guió suavemente hasta la camioneta de los Park.
ㅡQuédate aquí Joonggie ㅡdijo tranquilamente.
Y pudieron haber sido segundos, pero para él llevó horas esperando. Seonghwa ni sus padres salían. Posterior a tanta espera pudo distinguir a su novio arrastrando un pequeño bolso con su ropa.
ㅡNo te vuelvas acercar a Hongjoong ni a nuestro hijo ㅡSeonghwa advertía a su madre.
Odiaba lo descuidado que había sido. Sí solo hubiese ocultado bien la prueba de embarazo y el análisis de sangre. Todo seguiría normal.
Antes de cerrar la puerta su madre le gritó.
ㅡ¡Sí quieres seguir en esta casa, ya sabes que hacer!.
¿Quién era esa mujer que lo insultó y permitió que lo golpearan? Ella no era su madre.
ㅡNo vale la pena. Ellos no merecen nada de ti. No pienses que eres insuficiente, llevas cuatro meses cuidando a nuestro hijo y lo estás haciendo perfecto. Olvida todo lo malo. Recuerda que tienes dos personitas que te aman ㅡdijo Seonghwa a la vez que abrazaba al menor, ambos dentro del auto.
ㅡ¡Vaya suerte tienes Hong!, no irás a la universidad por el resto del año, podrás dormir todo lo que quieras ㅡlo había olvidado, hoy debía presentar su licencia médica hasta el término del embarazo por indicación del obstetra.
¡No puede ser!. Sus pantalones favoritos ya no le quedaban. Bien tendría que ir por una segunda opción. Un overol, no se veía nada mal, resaltaba sus curvas perfectamente y sin dejar de lado lo visible de su diminuta pancita. Una excelente elección.
Uno de los beneficios de estar embarazado era el conseguir lugares, podía viajar cómodamente en uno, sin preocuparse que alguien pudiera empujarlo.
Tanto Seonghwa como Hongjoong recibieron buenos deseos de la asistente y el director. La joven muchacha contaba su experiencia con nostalgia y exageración, dejando al rubio bastante traumado. ¿Tanto iba a doler?.
ㅡDame un besito. ¡Solo uno!
ㅡNo puedo Hwa, tengo bálsamo ㅡaprovechó el descuido del pelinegro y tomó asiento sobre el puesto disponible.
Con absoluta satisfacción lo hubiese besado pero sentía unas horribles ganas de vomitar. El tren iba repleto y los distintos aromas lo mareaban, practicaba pausadamente los ejercicios de respiración.
Al ser de noche, más personas abordaban los vagones, intentando llegar a tiempo a sus hogares y celebrar la navidad en familia.
En cada estación bajaban personas e ingresaban otras.
Y por fin habían llegado a su destino.
ㅡTendré que escribir en tu frente que eres sólo mío ㅡHong gozaba profundamente los celos de su pareja. Un pobre chico se había acercado al pelirrojo entregándole un papel con su número.
ㅡ¡Cállate!, yo no soy de nadie ㅡrespondió el menor quejándose.
ㅡDile eso al Joonggie que dormía abrazado a mi diciendo "Soy tuyo Hwannie, soy tuyo... ㅡimitó su voz, molestándolo aún más.
ㅡ¿Sabes qué?, me iré sólo con Seung, de seguro tus padres me quieren más a mi ㅡHongjoong dio marcha apresurado hacía la salida, estaba tan enojado, esas palabras se las dijo mientras él dormía, Seonghwa le había prometido no decirlas en voz alta.
Un agarre en su cintura lo hizo detenerse.
ㅡ¿Me dejaras aquí abandonado? Soy un pobre bebé, ¡Me perderé! ㅡhabló exagerando.
ㅡ¡Eres un exagerado!, ser meses mayor que yo no te hace un bebé, bebé es lo que tengo aquí dentro ㅡapuntó a su estómago.
Su suegro los esperaba fuera de la terminal. No tardó en acusar al pelinegro con su padre, quien lo reprimió por desconsiderado.
El viaje sería largo, así que se acomodó y tomó su celular. Revisaba sus redes sociales apoyado en los muslos de Seonghwa. Sí, el enojo de Hongjoong no duraba ni un segundo. Pudo ver a sus amigos divirtiéndose en un bar. ¡Momento!, Bangchan estaba besando a una chica. ¡Demonios!, debía alistar su traje, de seguro sería el padrino de bodas.
ㅡ¿Cómo ha ido todo, Hong? ㅡel menor dejó de prestarle atención a su teléfono y enfocó la vista en Park Seungㅡ. ¡Muy bien!
ㅡSoo está loca por verte.
Saludó y acarició a los enormes perros con ternura. Entró al hogar sintiendo una ola de calorcito agradable, por inercia escondió su nariz dentro de la bufanda. A lo lejos se oían gritos.
ㅡ¡Suni, ven acá! ㅡla pequeña frenó el escape mirándolo de arriba abajo. Su suegra corrió hacía su hijo y nuero, dándoles la bienvenidaㅡ.¡Ay, que tierno te ves!.
Estimaba mucho a Soo, en general a toda la familia de su novio, ellos lo apoyaron y lo cuidaron cuando nadie más lo hizo.
ㅡJoonggie, bájate ese overol y déjame ver a mi nietecito ㅡtambaleando de frío deslizó los tirante de su prenda. El mismo se sorprendió al notar su vientreㅡ. Creció mucho desde la última vez que te ví.
Soo no le dio tiempo y lo agarro de la mano llevándolo a la cocina. La familia de Seonghwa es grande, por eso tantos ingredientes en la mesa.
ㅡYa necesitaba tus manos para arreglar mi comida.
Y enseguida lo hizo, amaba cocinar así que con mucha paciencia y dedicación comenzó a rebanar una a una las verduras. Luego de terminar, tomó asiento cerca de su suegra acariciando su pancita.
ㅡJamás voy olvidar lo mucho que Seonghwa suspiraba por ti ㅡtantas memorias venían a su ser, causándole una sonrisa nostálgica. El también babeaba por Seonghwa, quería a ese pelinegro más que a todo en el mundo. Incluso, sus amigos lo fastidiaban cuando entraba al aula con las mejillas y orejas sonrojadas. ¡No tenía la culpa!.
"Esa chica te tiene aturdido, Hong". Ellos eran tan torpes.
Asistían a salones separados, solo se topaban en Química y prácticamente se la pasaban mirándose. Ignoraba las palabras de la maestra, él únicamente se concentraba en la linda carta que escribió su Hwannie para él.
La cena transcurrió con tranquilidad, algunos mareos llegaron a él, pero pudo superarlo sin mayor dificultad. Mientras descansaba sobre el sillón, sintió unos ojos posados en él, tal y como lo sospechó, pertenecían a la pequeña Suni. La niña apenas tenía seis años y aún no asimilaba que ya no sería la menor de la familia.
ㅡ¿Quieres tocarlo? ㅡla colorada Suni asiente con vergüenza, tenía las manitos heladas y se percató de ello, tiernamente frotó sus palmas creando un contacto más cálido sobre su vientre.
ㅡTendrás con quien jugar, será como tu muñeco, yo te doy mi autorización ㅡNini poseía gatunos ojos como Seonghwa, ojos intimidantes y a la vez inocentes. Como en ese momento que saltaba emocionada abriendo los regalos.
Al venir su turno recibió dos bolsas, "Una es para ti y otra para el bebé'' le había dicho Seung. Rompió el envoltorio siendo atacado por adorables sentimientos. Era ropita para su pequeño.
La señora Park se acercó hasta su abdomenㅡ. Tu abuelo y yo te estamos esperando con muchas ansías.
Época navideña, donde la nieve y los fuertes vientos abundan en la cuidad, donde la familia se reúnen para vivir momentos gratos y así recordarlos por la eternidad.
Los niños jugaban entretenidos bajo la nevada.
ㅡPapá mira, Jongho está lleno de nieve ㅡLas carcajadas de San resuenan en sus oídos.
''Todo lo malo acaba''. Hwa siempre tuvo razón, la vida continúa y renunciar al pasado por más que lastime era primordial.
Veía como sus hijos jugaban en el parque. Tranquilamente esperaba el café que su marido le había prometido, Seonghwa pese a llegar tiritando de frío logró obtener los cafés.
ㅡTen mi amor ㅡel sabor era bastante agradable, vendría más seguido. Dispuesto a halagar el buen gusto de su cónyuge, lo descubrió con la mirada clavada en su pálido rostro.
Las suaves mejillas de Hwannie se tiñeron de un bello tono carmín y por reflejo Hongjoong igualmente lo hizo.
ㅡ¿Qué miras tanto? ㅡempujó suave el hombro de Hwa.
ㅡAdmiro lo hermoso que te ves ㅡdejó ver su perfecta sonrisa.
Hongjoong se levantó de puntas hacía él y lo besó con suavidad. Cerró sus ojitos disfrutando del conocido hormigueo.
ㅡ¿Por qué me haces esto? ㅡsusurró dejando caer la cabeza sobre el hombro de Seonghwa.
Dato extra:
→ El color de cabello de ambos es distinto a cuando esperaban a Mingi, en ese tiempo Hongjoong tenía el cabello de color rojo y Seonghwa lo tenia negro.
→ Después del nacimiento de San ambos cambiaron su color de cabello, quedando Hongjoong peliazul y Seonghwa peligris y siguieron conservando ese color hasta la llegada de Jongho
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