VII
Uno, dos, tres toques.
Sans dormía plácidamente mientras su hermano terminaba la tarea.
Cuatro, cinco, seis y nadie habría.
—¿Segura que siguen viviendo aquí?—Preguntó con el teléfono en la oreja, la persona al otro lado de la línea le contesto con un simple "si".
Siete, ocho y-
—¡Ya voy!.—se escuchó desde dentro del hogar, una casa algo pequeña pero cómoda, seguido de unas pisadas y por fin la puerta de roble se abrió dejando ver a un chico albino de no más de quince años en pijama.
Sonrió.
—Hola.—Dijo simple, la sonrisa seguía ahí.
—¿Chara?.
•••
Un silencio incómodo rondaba por la casa, algo poco común en ese lugar, Sans seguía mirando con sorpresa a la visita, ¿cuanto años habían pasado ya? ¿Seis, siete?.
—Oh, estás viejo.—Comentó Chara con un tono de burla.
—¿Engordaste?—Contraatacó Sans, no dejaría que alguien como ella lo insultara.
Papyrus miraba toda la escena con unos nervios, no le gustaba por donde iría eso.
—Eh, voy a hacer la cena.—Susurro el menor de los hermanos para salir corriendo de la habitación.
Los mayores le miraron expectante y siguieron con sus insultos.
—A ver, ya, calma, tiempo.— Sans, con su sonrisa de siempre, elevó sus manos para calmar la situación.—¿Hace cuanto volviste?.
—Ayer.
—¿Cuanto tiempo planeas quedarte?.
—No lo sé.
—Y...¿por qué estás aquí?.
Otro silencio, algo tramaba esa mujer.
—Vine a invitarlos a el parque de diversiones.—Contestó por fin, Sans le miraba incrédulo, no se lo esperaba.
Se levantó del sofá con dificultad y se dirigió a la cocina donde se encontraba su hermano apuntó de cocinar la tarea.
Papyrus le miro con nervios, esperaba un regaño pero solo recibió unas palmadas en su cabello, no se dio cuenta de cuando Sans le había quitado la tarea pero ahora estaba con Chara hablando del horario en el que irían al parque.
•••
Los hermanos había salido a recoger a Frisk, el menor la había invitado pues Chara dijo que tenía cinco entradas y que podían invitar a alguien más.
—¿Crees que nos vaya a dejar plantados?.—Preguntó Papyrus, ya habían llego a la entrada y la castaña ya estaba unos diez minutos tarde.
Sans explote en carcajadas, los menores se miraron entre ellos y el mismo pensamiento pasaba por sus cabezas.
"¿Y a este que le picó?"
—Oye, lo digo en serio.—Volvió a hablar Papyrus, su hermano estaba de rodillas riéndose hasta el punto de llegar a toser.
—Ya...Es, es solo que.—paró por un momento de aire.—¿En serio crees que nos iba a plantar?—un silencio en respuesta le fue suficiente para saber que hablaba en serio.—, Mira Paps, esa mujer puede llegar a ser aterradora pero aquí venden el mejor chocolate de todo Snowdin y algo me dice que todavía ama el chocolate.
—¿Chocolate?.
Los tres se voltearon para ver a la dueña de esa voz.
—¡Pero si ya llegó la inigualable Cuchara!.—Dijo Sans con un tono de voz sarcástico.
—¡Mira a ver! ¡El viejo saco de huesos todavía camina!.—Contestó ella algo enojada, le iba a seguir el juego hasta que vio a la tercera persona.—¿Papyrus, esa es tu novia?.
—¿Eh?.—Sintió sus mejillas arder, últimamente les habían estado llamando así.—No, no, ella...ella es la novia de Sans.
El mencionado casi se ahoga con su propia saliva y sintió un escalofrío cuando Chara dirigió su mirada hacia el.
—¿Que ke hiciste a esa pobre niña?.
—¡No, No, te equivocas!.—Se defendió el más alto de todos los chico.—No es mi novia y no le he hecho nada.—Sans movía sus manos de un lado a otro y sus mejillas se habían tornado de un color carmesí.—De todos modos, ¿por que no entramos ya?.
—Porque me estaban esperando a mi.—Una cuarta voz habló.
Un chico con el pelo largo y de color blanco estaba parado al lado de Chara, tenía sus manos en los bolsillos del pantalón y parecía algo cansado, llevaba una camisa blanca y el cabello como si se hubiera acabado de parar, muy parecido al de Sans.
—¿Asriel?.
———
Gracias a Lulú por ayudarme con este capítulo, ella me dio la idea para poder seguir con la historia, te debo una we xD
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