Capítulo 15
-Suéltame -exige el rey.
-Tú dijiste que no le harías daño -comenté sin hacer lo que me pidió.
-Puedo hacer lo que quiera, soy el rey y él mi hijo. Ha desobedecido una orden así que merece tal castigo -responde.
Me agarra la muñeca quitándola con fuerza y antes de que pudiera reaccionar sentí un golpe en mi mejilla. Apoyé mi mano sobre el golpe mientras sentía el sabor metálico de la sangre inundar mi boca... Me había golpeado con el cetro.
-¡Padre, déjala! -Axe se intenta levantar pero cayó de nuevo al suelo, adolorido por todos los golpes que había recibido.
El rey se me acerca pero antes de que pueda tocarme siquiera Aren entra a la habitación y lo sujeta por el brazo para empujarlo y se coloca frente a nosotros.
-Es suficiente -habla Aren-. Déjalos. Padre.
-¿Creen que pueden decirme que hacer? ¡Ja! ¡Insolentes!
El rey ríe a carcajadas mientras nos mira a todos hasta permanecer su mirada en mí directamente y sonríe.
-Esto le costará caro a tu madre, preciosa.
Abrí los ojos de par en par cayendo en cuenta de lo que había conseguido.
-No... espere, por favor...
Me levanté a tropezones y me acerqué a él pero me agarra por el brazo y me lleva arrastras hasta su habitación. Estando allí me lanza al suelo y cierra la puerta.
-Majestad... s..se lo suplico... -comencé a lagrimear-. Haga lo que quiera conmigo, cumpliré con todo lo que me diga y no volveré a acercarme a sus hijos, ni a nadie... pero por favor... -me arrodillé-. Por favor deje a mi madre en paz.
Él se me queda viendo sollozar sin parar. Tenía miedo de lo que esté hombre tan vil pudiera hacerle a mi madre.
-Q..Que ella no pague por mis errores, por favor... yo asumiré toda culpa.
El rey se arrodilla frente a mí y me sujeta por la barbilla para levantar mi cabeza.
-¿Cumplirás con lo que yo diga?
-S..Sí, Majestad, con todo...
Él sonríe de lado y se acerca a mí, nos hace levantar del suelo.
-Demuéstralo.
Lo miré a los ojos, sabía qué era lo que quería que hiciera y realmente no quería hacerlo. Me daba tanto asco de tan solo pensarlo que sentía las arcadas amenazando mi garganta. Tragué grueso...
Pero aún así, haría lo que fuera por mi madre.
-Estoy esperando... -comenta para apresurarme.
Yo resoplé en silencio, me incliné hacia él y lo besé en los labios... No sabía ni como hacerlo, este era mi primer beso... pero algo tenía que hacer.
Las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas y él me agarró por la nuca tomando el control de este asqueroso momento. Sonríe y cuando ya tuvo suficiente se separa de mí.
-Bien, me convenciste -menciona-. Tu madre no sufrirá por tus errores, pero tú sí.
Asentí sin más, lo único que podía hacer era aceptar esto.
-Axe se salva esta vez, tendría que agradecerte linda, pero me temo que no podrá o habrá un castigo -acaricia mi cabello y luego mi mejilla para hacerme levantar la cabeza y limpiar la sangre que aún salía de mi labio.
-Alguien vendrá a curarte eso, tú espera aquí.
Me suelta y se va de la habitación. Lentamente levanté mi mano hasta mis labios, los sentía y quería vomitar. Corrí hasta el baño y mojé mi mano, empecé a limpiarme con fuerza pero la sensación asquerosa no se iba. Agarré el jabón y de igual forma lo pasé por mis labios pero nada servía.
Pronto tenía lágrimas rodando por mis mejillas, apreté el borde del lavamanos mientras mi garganta dolía por mi esfuerzo de ocultar los sollozos. Repentinamente llaman a la puerta del baño.
-U..Un segundo -pedí.
Volví a mirarme en el espejo, apagué el grifo y sequé mi rostro junto a mis manos. Me acerqué a la puerta y al abrirla vi a Miriam...
-Oh Delia... no quería creerlo... -ella se me acerca y me abraza con fuerza-. No tú...
Su abrazo me tomó por sorpresa pero a la vez me sentía bien con ella, tan en confianza que hasta empecé a llorar de nuevo. Miriam fue tan amable conmigo cuando estaba en la pobreza que no podía evitar sentir calidez con ella.
-Miriam... me hizo besarlo, dijo que si no lo convencía de alguna forma le haría daño a mi madre... no quiero... no quiero que ella sufra por lo que yo haga... -sollocé con cada pausa.
-Lo sé, cariño... sé que no quieres eso... sé lo difícil que es para ti.
-¿Qué voy a hacer...? -cuestioné desesperada.
-Primero, debes calmarte... se que es casi imposible, pero eres la chica más fuerte que he conocido, lo lograrás.
-Quiero desaparecer... junto a mi madre... quiero irme.
-Yo tampoco quiero que sigas aquí de esta forma...
Ella se me separa y me agarra de la barbilla para ver mi golpe y mi labio partido.
-Te ha golpeado muy fuerte... me sorprende que tu mandíbula siga en su lugar -comenta- ¿Por qué entraste allí?
-No quería que siga golpeando a Axe por mi culpa... él fue muy amable conmigo y no se merecía eso...
-Ay niña... tú siempre pensando en los demás.
Ella me limpia un poco la herida del labio mientras me hace sostener una tela bastante fría sobre mi mejilla. Miriam termina de curarme y ambas salimos del baño.
-Aren y Axe están muy alterados y preocupados por ti luego de li que sucedió allá.
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