Capítulo 10
El rey termina su interrogatorio y sale de la habitación diciendo que iría a hacer algunas cosas y obligándome a quedarme en este lugar. Yo no dije más nada y dejé que se fuera, estaba esperando realmente que así fuera...
Cuando cerró la puerta no pude evitarlo y me eché al suelo, abrazando mis piernas cubiertas por las finas telas del vestido que traía, escondí mi rostro entre mis rodillas y quise llorar.
Pero algo llamó mi atención... escuché algo atrás de mí, me di la vuelta rápidamente y vi a Aren entrando por la ventana ya que en la puerta habían guardias.
-Delia...
-A..Aren... -mi voz llorosa me hizo reaccionar, me levanté y me di la vuelta para quitarme las lágrimas-. ¿Qué haces aquí? Si el rey te llega a ver te...
-¿Cómo estás? ¿Te hizo algo? -se me acerca ignorando lo que iba a decir, vi su intento de tocarme así que me aparté abrazándome a mí misma.
-Déjame. No quiero... que vuelvas a tocarme... -hablé adolorida y apartando la mirada-. Te lo preguntaré de nuevo. ¿Qué haces aquí, Aren?
-¿Estás molesta conmigo?
-Ja... -no podía creerlo.
Lo volteé a ver realmente molesta y él me mira sorprendido.
-Eres imbécil -respondí-. Claro que estoy molesta, me ocultaste que eras un príncipe por todos estos años y me abandonaste sin decirme algo por lo menos... ¿Por qué crees que no estaría molesta, Aren?
Él suspira pesadamente, se veía culpable y trató de mantener la calma él y calmarme a mí.
-Lo sé... y lo siento, no quería decirte esto porque no quería involucrarte y quería que... no me conocieras por ser el hijo del rey al que tanto odias. No quería que algo cambie entre nosotros si te lo decía...
Abrí los ojos sorprendida y sin poder creer lo que acababa de escuchar. Dejé caer mis brazos a mis costados y me relajé cuanto pude.
-El que seas un príncipe no cambiaba nada. Yo te... quiero... por como eres conmigo. Realmente me dolió que te fueras así...
-Lo sé, lo sé... A mí también me dolió no verte por todos estos años. Pero tenía miedo de que justamente esto pasara... Te hubieras enojado si luego de años yo te dijera que soy el hijo del bastardo que te hace vivir en la miseria.
-¡Claro que no! -grité/susurré.
Traté de calmarme nuevamente cerrando los ojos y suspirando profundo.
-No me hubiera enojado porque, como dije, eso no cambiaba nada. Pero estoy molesta ahora porque me tuve que enterar de otra forma y no porque tu me lo dijeras.
-¿Realmente no te hubieras enojado?
-No podría, jamás podría enojarme o por mucho tiempo contigo.... -me abracé de nuevo.
-¿Me odias ahora?
Negué con la cabeza y lo miré con lástima.
-No... Solo estoy decepcionada, me hubiera gustado enterarme por ti -aparté la mirada.
-Lo siento...
-Ya nada importa...
-No, sí importa.
Repentinamente estaba frente a mí y me hace levantar la mirada con su mano en mi barbilla. Mi corazón se acelera de nuevo y lo miré a esos ojos realmente hipnotizantes.
-Delia prometo que algún día conseguiré sacarte de aquí, a ti y a tu madre -Aren agarra la joya colgante del collar en mi cuello y lo aprieta molesto-. Te quitaré este collar y no tendrás porque preocuparte de nada.
Cerré los ojos para dejar de estar paralizada mirando sus ojos. Apoyé mis manos en su cuello y suspiré. Quería llorar pero no frente a él.
-Si tan solo fuera así de fácil... ¿Cómo planeas hacerlo? -pregunté volviendo a mirarlo.
-Encontraré la forma, pero tenlo por seguro... -apoya su mano en mi mejilla-...+ue conseguiré hacerlo.
Cerré los ojos disfrutando de su cercanía y tacto que no pude dejar apoyada mi cabeza en su mano. Volví a abrir los ojos para verlo bien.
-Aren...
Acaricia mi mejilla con su pulgar, limpiando el rastro de la lágrima que recién había resbalado.
-Tengo que irme, mi padre no tardará en volver.
Al momento de alejarse lo sentí tan desagradable... quería tenerlo cerca, quería estar con él. Lo vi alejarse y extendí mi brazo para alcanzarlo pero simplemente no pude... En su lugar me abracé a mí misma de nuevo.
-No te mates al tirarte -comenté acercándome unos pasos.
-Ja, eso no pasará, aún tengo que quitarte eso -apunta al collar en mi cuello-. Y cambiarlo por esto...
De su bolsillo saca el collar que me había dado él hace años. Me sorprendió verlo y sentí una opresión en el pecho.
-Lo agarraste...
-Claro, y lo tendré conmigo hasta que llegue el momento de sacarte de aquí.
Quería tenerlo, quería que me lo diera para tener algo que apreciar ahora... pero si el rey lo encontraba me mataría.
-Aren... -lo detuve antes de que salte-. Gracias... También te he extrañado.
Me sonríe ampliamente y asiente mirándome con cariño.
-Nos vemos, Delia...
Él salta de la ventana y yo me asomé enseguida para verlo subido a su caballo y alejándose de aquí. Me apoyé en el borde y suspiré atontada por ese hombre que se alejaba cada vez más.
Había cambiado tanto desde la última vez que lo vi... ahora estaba más grande, alto... fuerte... por lo que pude sentir con mis manos estaba... más ejercitado. Sentí mis mejillas arder, así que sacudí mi cabeza para evitar esos pensamientos.
La puerta se abre haciéndome enderezar y voltear a ver como el rey entraba a la habitación acompañado de dos mujeres en paños menores. Él estaba ebrio y planeaba divertirse con ellas dos.
¡Que asco...!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top