Capítulo 5.
La tensión se ha ido desvaneciendo poco a poco, al igual que la presencia del otro, nos encontramos en el mismo cuarto pero es como si estuviera sola, hay tanta calma reinando, por el momento eso se siente agradable. Mi mirada se desvía y por el rabillo del ojo observo su perfil, él es perfecto, me alegra tanto el hecho de que Zed esté aquí y eso se hace notar en mis facciones, de nuevo no puedo dejar de apreciarlo y cuando estoy convencida de que no se desvanecerá en el aire, vuelvo a mi tarea de concentrarme pero soy interrumpida.
— ¿Sabes? Soy un zombie, no soy un monstruo, somos iguales a ustedes. —Él está en su propio mundo pero está consciente de que está hablando conmigo.
—Lo sé, y lo entiendo.
—Me gustaría que todo el mundo lo hiciera.
—Nunca pierdas la esperanza de que eso algún día pueda ser una posibilidad.
Otro largo momento de silencio se vuelve a instalar entre nosotros y nadie parece interesado en cambiar eso. Estoy tan concentrada que por un rato pierdo de vista mi objetivo de seguir adelante, en un abrir y cerrar de ojos estoy de pie y comienzo a desplazarme de un lado al otro por toda mi habitación.
— ¿Y ahora qué? —pregunta Zed confundido mientras acomodo mi ropa en la mochila sobre el colchón.
—Supongo que tenemos que irnos de aquí, yo tengo que encontrar a los míos y tú regresar con los tuyos.
— ¿Sabes? Me agradas, y no como comida. —Me detengo en seco y doy la vuelta para verlo cara a cara, sin duda mi expresión debe de ser una de aflicción, ¿cómo puede decir eso tan tranquilo?
— ¿De qué estás hablando? ¿Cómo se supone que me sienta si dices eso? —farfullo.
—Es que, bueno... —Se rasca la nuca incómodo y sonríe apenado como un pequeño que acaba de ser pillado en una travesura —. No creo que esto sea una despedida.
—Zed, entiéndelo, no podemos estar juntos, no es correcto; si otras personas te ven cerca de una humana te matarán.
—Pero yo sólo quiero ayudarte, quiero asegurarme de que estés bien.
—Lo sé, yo lo entiendo y te lo agradezco, pero ellos no lo harán, ellos no te conocen ni un poco.
—Yo estoy consciente del peligro y lo asumo, Addison; además, ¡vamos! —bromea—; ya estoy muerto, ¿qué más podría pasar?, no te preocupes por mí, tu vida es lo más importante ahora, para mí ya nada podría ser peor, ya no siento dolor, nada puede lastimarme —intenta animarse y camuflar su tristeza, aunque yo ya me he dado cuenta de su estado.
—Sólo espero que en verdad no salgas lastimado después de todo esto —concluyo y reanudo mis acciones.
Me muevo de un lado al otro buscando lo necesario, ahora sólo tengo que dejarlo sobre la cama porque Zed se ha encargado de acomodarlo todo dentro de mi mochila, él sólo desea ayudarme y en serio lo aprecio muchísimo, pienso que si me hubiera topado con algún otro zombie, lo más seguro es que estaría muerta.
Ha pasado no más de media hora, ha sido un trabajo duro pero ya todo está listo y eso me parece perfecto. Ahora me dirijo a la habitación de mis padres, sola, será duro revivir de nuevo la escena pero debo ser valiente, hay cosas de esa habitación que necesito, la situación es perturbadora y el hedor a putrefacción penetra en mi nariz, es desagradable y siento ganas de devolver todo, ya no reconozco a las personas en el suelo y eso duele en lo más profundo de mi corazón; mis pasos son cuidadosos y me encamino hacia el armario, en la parte de arriba hay una maleta que necesito pero no logro alcanzarla, me coloco de puntillas y con mi brazo me apoyo del mueble, las puntas de mis dedos alcanzan a tocar la tela, palpo con mis dedos y consigo encontrar la correa, toda la longitud de mis pies vuelve al suelo y jalo, no calculo que tan pesada y grande es la maleta y el objeto cae sobre mí, lo que también me hace perder el equilibrio, termino sentada en el compacto suelo, por un momento pierdo el conocimiento pero con rapidez lo recupero, me doy cuenta de que una sustancia pegajosa y fría me rodea, con curiosidad me observo la palma, acerco mi mano a mi nariz e inhalo, huele como a... ¡sangre!, algo se ilumina dentro de mí y soy consciente de que es sangre seca o casi, me levanto abruptamente y el pánico con toda libertad toma posesión de mí, siento que me falta el aire y mis pasos van en retroceso hasta que mi espalda se topa con la pared, trago duro y me obligo a analizar la situación, todo está bien, no es algo que no sepa ya, a mi pesar, respiro y poco a poco recupero la calma.
Cuando ya me siento mejor, camino hacia la maleta y la tomo, la coloco sobre la cama y jalo el cierre, me sorprendo al ver tanto dinero, nunca me hubiera imaginado que en casa tuviéramos ese efectivo, en casa nunca faltó nada pero ahora no me imagino que haríamos con esa cantidad, de seguro pudimos haber ayudado a muchas personas pero ya no importa, ya que no sirve de nada, sólo es un simple papel más; vacio su contenido y el dinero cae sobre el colchón con toda libertad, sólo necesito la maleta, pero por si acaso tomo cinco billetes de a cien y los guardo en mi bolsillo.
Tomo asiento en la cama y observo todo a mi alrededor, cuestionando cada detalle pero mi vista se detiene cuando llega al retrato familiar sobre la mesita de noche de mamá, todos lucíamos tan felices, me encantaría retornar a esos tiempos, los extraño pero no puedo vivir aferrada a los fantasmas del pasado, debo seguir adelante por mí o seré arrastrada junto a ellos, no quiero eso, no deseo terminar mi vida así, debo de empezar de nuevo y construir mi propia felicidad... Algún día todo será luz de nuevo, eso espero...
Me pierdo en mis pensamientos, soñando con escenarios que posiblemente nunca pasarán, pero hay que mantener la esperanza, es lo único que tengo y no quiero perderlo, muchas cosas cambiarán, incluyéndome, sólo deseo que aquí no cambien o por lo menos no drásticamente, quiero volver a mi hogar después de un tiempo para no olvidarlo, deseo guardar por siempre en mi memoria todo lo que viví aquí, a mis padres, a mis amigos y a todo el mundo, no quiero extraviar nada pero sé que con el paso del tiempo lo haré, la memoria no es confiable, pero para no olvidar a las personas más importantes en mi vida, decido llevar conmigo el retrato, así por lo menos tendré siempre muy presente su memorable recuerdo y una parte feliz de mi existencia, tomo la fotografía en mis manos con cariño y mi vista se queda fija en sus rostros.
De pronto el ambiente se siente denso y las escenas de mi horrorosa pesadilla se avivan en mi cabeza, siento como mi garganta se cierra y en realidad me estoy asfixiando, debo dejar la habitación, estar aquí no le hace bien a mi salud fisica ni mental, me pongo de pie y guardo el retrato en el interior, cierro la maleta y la tomo, con prisa salgo de ahí pero también soy cuidadosa de a donde piso, no quiero marcas de sangre por todo el pasillo.
...
Nota:
¡Hola! :3
He estado un poco ocupada y casi no he tenido tiempo para hacer algo, pero esto es muy importante, un gran logro y vale la pena dedicar un poco de tiempo...
No sé cómo decirlo pero ¡muchas gracias!, en serio estoy muy feliz, me siento orgullosa y satisfecha. ¡Muchas gracias por mi primer 1k de leídas! :3 💚 Es algo muy significativo y estoy segura que habrá muchas sorpresas más, ya que creo en esta historia y creo en ustedes, me he dado cuenta que hay personitas muy lindas del otro lado de la pantalla, no se imaginan lo que significan para mí.
De nuevo, muchas gracias por todo.
Saludos y cuídense mucho. :)
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