Capítulo 1.
Desde hace un par de horas que siento que mi vida se ha acabado, estoy con mis piernas dobladas hacia mi pecho y mi cabeza entre mis brazos en el suelo del baño de mi recámara llorando, derrotada por la tragedia, no entiendo lo que está pasando...
Últimamente las cosas han ido mal y sólo empeoran a cada instante, pensé que en nuestro hogar estaríamos seguros, en Seabrook siempre todo fue perfecto, pero nada ocurrió como yo esperaba. Tal vez hubiera sido mejor si actuáramos como si nada pasará, pero eso no era posible, las malas noticias aparecían en todos lados, era algo que simplemente no se podía ignorar.
Mi vida transcurría con normalidad hasta esta mañana, los noticieros anunciaban que la infección se encontraba cerca de la ciudad y como era de esperarse, todo el mundo entró en pánico. Mis padres lucían preocupados pero no formaron parte del escándalo, en su lugar se disculparon conmigo por su futura ausencia en la primera comida del día y ambos subieron la escalera para conversar con calma en el dormitorio matrimonial.
Aprovechando la situación, decidí mudarme de habitación y me dirigí hacia la sala para terminar mi desayuno, encendí el televisor y me dediqué a disfrutar mi programa animado favorito. Con todo lo que estaba pasando, me puse a pensar un poco y concluí que lo más seguro es que no hubieran clases hoy y mañana tampoco, mejor dicho nunca más; así que me quedé un rato más frente a la pantalla, luego de quince minutos, sólo pasaba los canales tratando de encontrar algo que valiera la pena para ver en el escaso tiempo que nos quedaba.
Al parecer el plato de cereal había satisfecho mis necesidades y después de un tiempo, me entraron unas inmensas ganas de dormir, así que me marché con rumbo a mi recámara, pero sólo fue una mala idea. Al instante caí presa del sueño y las pesadillas comenzaron a inundarme, tenía mucho miedo pero intentaba luchar contra ellas, mostrarles que era más fuerte que las veces anteriores, trataba de salir pero todo eso simplemente no era suficiente y no comprendía el porqué...
De un momento a otro, todo se volvió irreal y luego pareció como si hubiera vuelto a la realidad. La sala lucía de lo más natural, estaba confundida, así que empecé a escanear a mi alrededor pero algo interrumpió mi propósito, se escucharon unos ruidos provenientes de la segunda planta, mi curiosidad se encendió y decidí seguir al sonido hasta la habitación de mis padres, el interés hacía que mis manos picarán pero no podía hacerlo, ellos me habían enseñado lo que era el respeto y la confianza, no podía traicionarlos así, intentaba pelear contra mis impulsos pero ya no aguanté más.
En silencio me acerqué y mi oreja se juntó a la madera, podía oír una discusión muy acalorada, sin embargo, no podía unir las letras y menos conectar su significado, esto me preocupaba de sobremanera, mi vida era perfecta y en un abrir y cerrar de ojos se convirtió en esto, ni siquiera puedo encontrar una palabra tan horrible para definirlo, simplemente siento que todo se ha acabado.
Me tomo mi tiempo para meditarlo y por un instante, siento que todo es eterno de nuevo, no estoy convencida de lo que voy a hacer a continuación, pero de todas maneras, lo haré, necesito saber qué está pasando; abro la puerta y todo se desmorona dentro de mí, papá y mamá se agreden verbalmente, todo el amor que existía entre ellos dos ha desaparecido, es como si frente a mí sólo se encuentran un par de extraños.
El agua salada se agolpa en las cuencas de mis ojos y no deseo dejarla escapar ahora, no quiero que miradas exteriores me vean rota y cuando no me doy cuenta, con lentitud las lágrimas se deslizan por mis mejillas pero a nadie parece importarle, es como si mi presencia no estuviera ahí. Papá abruptamente se vuelve violento con mamá, esto no me gusta, no siendo consciente, mis pasos van directo hacia ellos y trató de detener a mi padre, él me toma fuerte por los hombros y me lanza hacia no sé donde, el viaje termina y escucho el impacto con la base de la cama, el dolor llega a la parte trasera superior de mi cuello y el llanto se hace más intenso, siento como la vida escapa de mi cuerpo, me resignó y dejo caer mis párpados para terminar con esto deprisa, todo es oscuridad hasta que un agudo silbido rompe la nada...
Me levanto asustada de golpe y por consecuencia, caigo de la cama, estoy muy confundida, cuando decido incorporarme de pie, me golpeo la coronilla de la cabeza con la mesita de noche de forma leve, aun así dirijo mi mano hacia el área para sobarme, todo se percibe indefinido pero logro captar algo que no puedo definir, abandono mi recámara y ya en el pasillo, por fin puedo identificar el estímulo como un llanto y viene de donde se supone que se encuentran mis padres, no muy segura me encamino y espero afuera, un par de minutos transcurren y el desgarrador sonido no cesa, estoy afligida ahora, todavía tengo dudas sobre la situación pero con valentía voy abriendo la puerta despacio y observo a mi padre sentado encima del colchón y con sus manos cubriendo su cara mientras llora, esto me parte el alma en pedazos que no puedo volver a unir de nuevo, no puedo evitar interrogarme: ¿dónde está mi madre? y hago mi pregunta pública, papá no responde, se limita a quedarse en total silencio.
Me doy valor a mí misma y obligo a mis pies a avanzar hacia adelante, sé que papá percibe mi cercanía pero no se atreve a mirarme, llego al otro extremo de la habitación y el horror me da la bienvenida, estoy tan aterrada que no puedo gritar, toda mi anatomía se ha petrificado y el único reflejo de mi miedo es mi rostro. No puedo creer lo que estoy viendo, me niego a aceptarlo pero es la cruda realidad, una verdad que arruina mi vida, las lágrimas se hacen presentes y tratan de distorsionar la pesadilla, pero todo es real y me temo que nada se puede hacer para cambiarlo, no se puede volver el tiempo atrás, me gustaría pero las cosas no funcionan así.
— Lo lamento. —Mi padre habla por primera vez.
Tan pronto como puedo recuperar el control de mi cuerpo, me precipito y envuelvo en mis brazos al cadáver, lloro con amargura y las gotas saladas caen sobre el pecho de mi madre, mantengo esa posición por un largo rato, ojalá pudiera no apartarme de ella, luego me obligo a levantar la vista, no quiero olvidar su recuerdo, empiezo a escanear cada facción de su rostro pero me detengo en el agujero que se encuentra en medio de sus cejas, no deseo guardar ese detalle en mi memoria, la miro con dulzura y de pronto alguien interrumpe con violencia mi fijación.
— Es tu turno, Addison.
— ¡¿Qué dices?! ¡Eres un monstruo! —alzo mi voz.
— Por favor no me culpes, cariño. —Trata de acercarse pero cuando adivina mi rechazo, se aleja y vuelve a tomar asiento en la cama—. Tu mamá y yo habíamos estado conversando sobre esto un par de días y decidimos que esto era lo mejor.
— ¡¿Qué?! —cuestionó, la confusión e ira se mezclan dentro de mí.
— Creímos que ver sufrir al otro sería un destino más terrible y preferimos acabar con nuestras vidas ahora, además, tenemos la certeza de que nos volveremos a encontrar en el otro plano y de nuevo seremos una familia feliz.
— ... Está bien, papá; creo que entiendo.
Mi padre me pidió que me acercará y así lo hice, prometió que no habría dolor y yo confiaba ciegamente en él, cuando me encontraba a su altura debía cerrar los ojos y seguí las indicaciones al pie de la letra, pero algo ocurrió dentro de su cabeza y se echó para atrás.
— No puedo —susurró por última vez, se puso la pistola en la boca y apretó el gatillo, pude sentir las gotas de sangre manchando mi piel; supongo que no podía acabar con la vida de su pequeña.
Cuando el sonido hueco del arma llegó a mis oídos, mis párpados se levantaron a toda velocidad y mis ojos se ampliaron por la horrible sorpresa, luego de observar la evidencia de la crueldad de los actos provocaba por el pánico, cubrí con las manos mi rostro para no apreciar más nuestro infierno e intenté salir de ahí... Incluso con todo lo que había pasado, aún no podía creer que ésta fuera mi situación actual...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top