8. Dolorosa partida y un gran peligro se acerca
-El maestro me pidió que fuera a una misión que realmente es importante para mi Lucy
-Sólo espero que no dure mucho --Intentaba morderme el labio para que no doliera más esas palabras -Si el maestro te lo pidió, entonces no hay de otra más que vallas Natsu, sólo espero que no dure mucho
Tomó mi rostro entre sus manos. Una pequeña sonrisa aparecía en él.
-Tal vez dure de uno a dos meses por lo mucho, se que es poco tiempo pero aún así...
-Es mucho tiempo...
Empezó a besar mis mejillas y la punta de mi nariz. Quería hacerme sentir bien.
-Lo se, no me gustaría dejarte ahora en estas situaciones pero es algo muy importante para mi, para nosotros --Sus brazos me envolvian -Probablemente encuentre al fin a Igneel, el maestro escuchó sobre algunas noticias de vistas de dragones y debo de ir y tener la última oportunidad de encontrar a mi padre
Siendo Igneel, no podía frenar a Natsu, pase mis brazos por detrás de su cintura y me ocultaba en su hombro.
-Si es por Igneel, no puedo oponerme a que lo encuentres, sólo procura regresar sano y salvo, también quiero conocerlo y escuchar todo lo que me quieras contar de él
-Lo se --Soltó una gran carcajada, se separaba de mi y me daba un pequeño beso en la frente -También vendrán a esta misión Wendy, Gajeel, Sting y Rogue el maestro hoy les va avisar a los demás
-Bueno, al menos me alegra que no quisieras ir sólo, se que armaras una grande
-¡Oye! No soy tan idiota
Empecé a reír, tomé su rostro entre mis manos.
-No te sientas culpable porque me vas a dejar aquí, estaré bien, los del gremio me van a cuidar como mis espíritus, se que no puedo hacer misiones lejos de aquí, procuraré hacer las que sean de aquí o ayudaré a Mira en el gremio, algo de me ha de ocurrir
-Es sólo que no me gustara dejarte sola por mucho tiempo, me harás mucha falta y más en las noches
Empezamos a reír, páramos y como si se tratará de un imán, nuestros labios se habían juntado. Extrañaría la calidez de sus labios y de su cuerpo. Nos separamos, Natsu acariciaba mis piernas.
-En una semana me voy pero mientras llega el día, déjame disfrutar de ti
No dije nada, sentía como sus manos volvían acariciar mi cuerpo sobre la ropa, sus besos de hacían más demandantes. Nos separabamos con los labios hinchados. Mis mejillas no podían dejar de estar rojas, las caricias de Natsu empezaban a matarme.
-¿Aquí o en casa?
-Si vamos a la casa probablemente Happy estará ahí y no lo quiero dejar traumado
Con una pequeña risita Natsu ya me había sacado mi vestido, sólo mi ropa interior me cubría, me miraba con hambre, sin saber lo que seguía, volvía a besar mi cuerpo, mi cuello, mi clavicula, mis pechos, mi estómago, mi vientre y mis piernas.
Sus manos se habían encargado de quitarme el sostén, sus labios empezaban a succionarlos.
-Eres hermosa --Subía su rostro a mi centro, metía su cara entre ella y respiraba -Y sólo mía, en estos días te demostrare cuánto te amo en diferente modos y en todo lado --Mordia mi piel hasta quedar un poco roja -Así no te olvidaras
No podía hablar, varios gemidos salían de mi boca. Sentía como se quitaba con desesperación su ropa, como quitaba la restante mi. Con besaba y apretaba mis pechos con cariño y entraba a mi cuerpo de una sola vez. Su salvaje vaivén en mi cuerpo hacia que más gritos sonoros salieran de mi. El como nuestros cuerpos se encontraban y como Natsu besaba y tocaba todo mi cuerpo.
Era imposible resistirse a las caricias, al placer y al amor. Pronto nuestra explosión llegó y Natsu caia rendido a mi cuerpo. Con tranquilidad salía de mi y volvía a bajar su rostro pero esta vez a mi vientre.
-Se un buen bebé y cuida a mamá, portate bien y protegela en lo que papá se va por un corto tiempo --Besaba mi vientre con cariño -Ahora es tu turno de cuidarla y protegerla
Se sentía curioso que Natsu se llamara papá y a mi mamá, palabras que me habían enternecido. Pronto volvía a sentir como subía una vez más, como volvía entrar en mi, me volvía a besar y una vez más dábamos tienda a nuestra pasión.
...
Nos habíamos quedado hasta la noche, mirábamos las estrellas, sentía su caliente piel junto con la mía. Antes de querer irnos, nos metimos al río a bañarnos donde volvimos a repartirnos caricias y dejar que la pasión creciera. Me había dado un poco de flojera ponerme mi vestido, sólo me puse la ropa interior, Natsu no me iba permitir llegar así a cada así que me dio su chaqueta, así me calentaria y no me haría daño el frío que se sentía.
Al igual, me había dado su bufanda y la había enrollado en mi cuello.
Me cargo sin importar cuánto le hubiera pedido que no lo hiciera pero lo había hecho para llegar a casa más rápido, se sentía más tranquilo y decidido. Me quedé dormida entre sus brazos y el suave latir de su corazón.
Los días pasaban con rapidez, intentaba aprovechar cada minuto al lado de Natsu y me divertía con cada acción de los demás, el gremio iba a estar realmente tranquilo sin ellos.
El maestro había aprovechado para decirle al gremio sobre mi condición, por lo que las peleas quedaron un tanto prohibidas para que ninguna, en especial yo, saliera herida. Sin olvidar que mis espíritus nos acompañaban a cada rato, me protegían, cuidaban mi alimentación y seguían investigando un poco más.
Laxus había declinado a ir, quería quedarse a observar que el gremio no fuera un campo de batalla, aunque unos cuantos sabemos que lo hizo por Mira. Meredy y Jellal visitaron al gremio avisando que Cobra había dicho que no quería ir y se había marchado a alguna ciudad.
Natsu de igual intentaba aprovechar cada pequeño momento para pasar conmigo el rato, me besaba y me mimaba. Hacíamos pequeñas misiones y comprabamos alguna que otra cosa, realmente quería olvidar un poco el asunto de que el se iba a ir.
Algo muy raro de ver era que Natsu se comportará un tanto cariñoso conmigo frente a todos y realmente agradecía que Natsu intentaba hacer todo esto para que no me sintiera sola. En algunas veces Natsu empezaba a discutir con Happy. El minino no quería alejarse de mi lado pero Natsu le pedía de favor que lo acompañara.
Happy se aferraba a mi cuerpo como niño pequeño mientras Natsu lo veía tratando de que el tema pudiera ser resuelto.
-Vamos Happy, no importa si vas con Natsu, yo estaré bien
-¡Pero Lushy! No me quiero alejar de ti, quiero cuidarte --Happy se aferraba a mis piernas, con tranquilidad acariciaba su pequeña cabeza.
-Pero Natsu también te necesita, tengo entendido que Charle también irá, así aprovecharas todo el tiempo con ella --Ronroneaba de gusto.
-Lo se --Alzaba su pequeño rostro -¿Estarás bien sin nosotros?
-Voy a estar bien, ahora vamos a pescar para que así tengas tus pescados para el viaje
Con una gran sonrisa, Happy olvidaba y sacaba una gran canasta para sus pescados. Con una gran tranquilidad los veía pescar y discutir, habían regresado a la normalidad. Aprovechabamos también el tiempo para ir a comprar algunas provisiones para el viaje, si se trataba de Natsu, probablemente comería todo en un sólo descanso.
Procuraba recordarle que no se comiera todo pero siendo que los demás iban a estar ahí, le iban a recordar. Pero aún así, metía en su mochila una que otra provisión como esconder una que otra en la misma, sólo era precaución.
Hasta que había llegado ese día. Todo el gremio estaba presente, tanto Levy como yo despediamos a nuestros "chicos" Wendy intentaba no llorar.
-Hijos míos, espero que en este viaje al fin encuentren lo que todo este tiempo han ansiado --El maestro Makarov hablaba. -No se preocupen por nosotros, estaremos bien, vallan con bien y tranquilos en este viaje a su regreso los esperaremos con los brazos abiertos y con la alegría de escuchar sus historias
-Gracias maestro --Wendy intentaba no soltarse a llorar.
-Nos uniremos con Sting y Rogue en el camino, de ahí nos dirigiremos a donde el maestro nos dijo --Gajeel hablaba.
Natsu no me soltaba, olía mi cabello con tranquilidad y apretaba mi cuerpo al suyo.
-Prometo no tardar mucho Lucy, regresare lo más pronto posible --Hablaba en mi oído.
-Estaré bien, tarda lo que tengas que tardar y regresa con cuidado a nuestro lado --Posaba su mano en mi vientre -El bebé y yo te esperaremos
Nos separabamos y subía su mano a mi rostro, quitaba las pequeñas lágrimas de mi rostro.
-No te preocupes por Lucy o el bebé Natsu --Erza llegaba a nuestro lado con una sonrisa tranquila -Nosotros los cuidaremos
-Así es flamitas, Lucy estará en buenas manos, no permitiría que mi pequeña hermana salga herida --Gray llegaba a nuestro lado y golpeaba el brazo de Natsu.
-Lo se y gracias por todo --Me tomo entre sus brazos y me dio vueltas en el aire, reía junto con él.
Al bajarme al piso, junto sus labios con los míos.
-¡Natsu es todo un hombre! --Elfman gritaba. -Gajeel besa a tu chica y se todo un hombre
Todos rieron, con tranquilidad me separaba de Natsu.
-Regresa a mi lado Natsu, no olvides cada detalle que quiero escuchar tus aventuras a tu regreso y si encuentras a Igneel dale mis saludos
Volvía a besarme con tranquilidad. Pronto sus brazos dejaron de rodearme, veía a los pequeños mininos despedirse del gremio. Empezaron a caminar, Natsu miro atrás y alzó su mano donde esta su anillo, una gran sonrisa apareció en su rostro, con alegría y un poco más calmada al ver si anillo, lo despedía deseando un buen viaje.
-¡Te estaré esperando Natsu!
Todos gritaban con alegría mientras los veíamos caminar. No debería de estar llorando, debería de estar feliz. Con alegría me daba la vuelta y caminaba al gremio, apretaba mi mano, donde estaba el anillo.
Lo esperaría con felicidad, esperaría a su regreso.
...
¿Quien iba imaginar que el gremio iba a cambiar en todo este corto tiempo? Yo realmente no me lo hubiera esperado, las fiestas que normalmente armaban, las borracheras legendarias y las peleas desesperantes se habían ido con ellos.
No había destrozos en el gremio y el maestro podía estar tranquilo por un tiempo, no había reparación alguna que pagar o un pueblo que volver a construir.
Pero realmente era un poco aburrido, el maestro de había dedicado a beber, apostar y dormir. No ver alguna persona quemada, congelada o con una espada cerca de su trasero, era un tanto tranquilo.
Había aceptado las misiones que llegaban al gremio, pequeñas misiones que consistía en ayudar en una tienda, ser de mesera en alguno que otro restaurante e ir por algunas cosas a otro pueblo cercano. Tanto Erza como Gray se habían quedado a mi lado y me ayudaban.
Y cuando ellos no podían, mis espíritus se encontraban a mi lado y hacían todo lo que podían. Gracias a ellos había conseguido un poco más de dinero. Teníamos más dinero pero siempre trataba de tener unos ahorros extras, no sabía que se podía presentar.
Gracias a Mira, también había empezado a trabajar en el gremio, me encargaba de la cocina o de alguna otra pequeña actividad. Agradecía mantenerme ocupada y no sentirme un poco solitaria sin la presencia de dos revoltosos.
Agradecía las pequeñas visitas que me hacía el maestro y algunos miembros más. Agradecía a Lisanna o alguna otra mujer del gremio que me acompañara a mis revisiones médicas.
Realmente, como se lo habían prometido a Natsu y a mis espíritus, todos me cuidaban.
-¿Pasa algo Lucy? --Mira se sentaba a mi lado y me pasaba un gran plato de fruta.
-No mucho de que preocuparse pero si debo admitir que extraño un poco a Natsu y Happy, la gran casa se me hace un poco solitaria
-En eso tienes razón, el gremio se apagó sin las revoltosas peleas que todos causaban
Nos callabamos mientras veíamos como llegaban los demás miembros, pedían comida alguna o cerveza. Me ocupaba un poco, les sonreía a los chicos y preparaba algunas cosas para ellos.
Cana pedía cerveza y aunque Mira le prohibía y le daba un pequeño sermón de que no siguiera tomando, el maestro se había vuelto su cómplice, le daba uno que otro tarro y tomaban la reserva secreta del mismo. Que se le podía hacer a esos dos.
Platicaba con algunos que llegaban y se sorprendían de la tranquilidad del gremio al igual que me había casado y mi embarazo. Llegaban algunas chicas y charlabamos sobre algunas cosas, compartía con Juvia un poco sobre nuestro embarazo. Me alegraba verla tan feliz, en sus brazos, cargaba algunas revistas de bodas y algunos más sobre bebés. Su rivalidad, la que nunca había empezado, había terminado y me pedía algún que otro recomendación para ella.
Me pasaba así mis días, hasta en ese día en específico, un día muy atareado. En la tarde, casi noche empezaba a despedirme de algunos chicos. Antes de que alguien más decidiera acompañarme Levy, con su bolsa y algunos libros en sus manos ya estaba a mi lado.
Nos deteniamos a comprar alguna que otra provisión y a descansar. Como siempre, mis energías se estaban agotando un poco más. Pensaba en lo mal que lo debe de estar pasando Natsu, pobre de él.
-Levy-chan, ¿Estas triste?
-¿Porque lo dices Lu-chan? Estoy realmente bien
Detuve un poco mi caminar, podía notar como me mentía. Decidí dejarlo pasar por el momento y volví a caminar. Me apresure en llegar a casa, con una sonrisa invite a Levy que se quedara, no me molestaba tener a alguien en casa.
Entramos y Levy se sorprendió como estaba muy bien acomodado. Con cansancio dejaba mi bolsa en el sillón y me sentaba.
-¿Ahora si me vas a contar porque está triste?
-No estoy triste Lu-chan, me encuentro...
-Levy ya no me quiere --Lágrimas falsas salían de mis ojos -No me quiere contar el porque está así, ¿Ya no somos amigas?
-No llores Lu-chan --Cansada se había sentado a mi lado y me había tomado de las manos -Está bien, te contaré pero no llores
-¿Entonces que pasó? --Y mi sonrisa regresaba.
-¿No estabas llorando? --Se sorprendió -Las mujeres embarazadas dan miedo
Empezó a reír un poco. Antes de que siguiera hablando Virgo apareció.
-Bienvenida princesa, ¿Quiere que le prepare algo de comer?
-Por favor Virgo, estoy cansada
-Como ordene princesa --Hizo una pequeña reverencia, al levantarse de dirigió a Levy -Señorita Levy, ¿Desea algo de comer?
-Si no es mucha molestia Virgo
-No es molestia, en uno minutos les traeré algo de comer, si me disculpa princesa estaré en la cocina, por cualquier cosa sólo aviseme
Y se retiraba en silencio, antes de probar algún bocado, Levy empezó a platicarme un poco lo que le pasaba. Abrí mis ojos al escuchar algo muy importante, tome sus manos y la empecé a felicitar, sin embargo, en sus ojos se mostraba con miedo.
-¿Porque tuviste miedo de decirle? Sabemos como es Gajeel pero se que se hubiera puesto muy feliz
-No quería estropear su viaje, quería que se fuera tranquilo y que probablemente viera a su padre, mejor que se valla tranquilo y cuando regrese, bueno...
-Hay Levy-chan, sólo te deseo que todo salga bien, verás como Gajeel se pondrá tan feliz como cuando al fin consiguió un gato, tu me apoyaste con Natsu, yo te apoyaré con Gajeel, para eso están las amigas
Y soltamos a reír, una vez que Virgo nos anunciara que estaba lista la comida, nos levantamos y nos fuimos al comedor. Levy se sorprendió por toda la comida que había ahí, no pude evitar sonrojarme y decirle que es culpa del embarazo que como igual o más que Natsu.
Comenzamos hablar y comer cuando vimos como Virgo se alejaba a la cocina en silencio. Seguimos hablando de otras cosas. Le anunciaba lo feliz que estaba porque al fin una editorial había aceptado una de mis historias. Y asi se nos fue pasando la tarde hasta que cayera el anochecer.
Virgo recogió todo y empezó a lavar los trastes mientras nos había dejado con una taza de té caliente.
-Si sigues comiendo así Lu-chan, tu embarazo se notará más
-Lo se, de por si aún no tengo barriga, así se me notará más y ya me ha regañado la doctora pero no puedo, culpó a Natsu y sus malditas ganas de comer de más hasta casi vomitar
-Bueno, no puedo decirte nada, en ocasiones igual y me dan unas grandes ganas de comer
Virgo había terminado de lavar y desapareció con una pequeña reverencia a nosotras, en su lugar apareció Aries.
-Lamento interrumpir pero Lucy-san, debe ir a descansar
-Gracias por avisarme Aries, Levy-chan ¿Te quieres quedar a dormir? Ya es algo tarde y no me gustaría que salieras
-Si no es mucha molestia
-No se preocupe Levy-san --Aries había hecho una pequeña reverencia -En un momento acomodo el cuarto de Happy y podrá dormir, si me disculpan
Con felicidad subía las escaleras, esperaba a Levy, quien había regresado a la sala por sus cosas, empezamos a subir las escaleras, estaba agotada, sólo quería llegar a mi cama y dormir. Aries antes de desaparecer, nos indicaba que el cuarto ya estaba preparado.
Antes de meterme a mi cuarto, Levy tomó mis manos y me agradecía una última vez.
-Descansa Lu-chan y gracias por apoyarme todo este tiempo
-Igualmente Levy-chan y no te preocupes para eso están las amigas
Espere a que ella entrará al cuarto, con una sonrisa entre al mío pero, la sonrisa desapareció al ver a dos de mis espíritus un poco alterados.
-Loke, Acuario ¿Porque están aquí?
Ambos se miraron, Loke fue el único que se acercó a mi y tocó mi hombro.
-No queremos asustarte pero hemos detectado una magia poderosa cerca de la casa
-¿Muy poderosa? --Pregunté.
-Algo, nosotros nos quedaremos vigilando, no le digas nada a Levy y duerme con tranquilidad
-Loke --Acuario le llamo la atención -Ve por Capricornio, Tauro y Géminis, entre ustedes cuatro cuiden el parámetro de la casa, yo me quedaré aquí, por cualquier cosa pide a Virgo que venga y se quede dentro
-Te encargo a Lucy, Acuario
Loke no discutió y desapareció. Me sorprendía la manera en la que había mandado a Loke. Acuario me miro.
-Tu niña, vete a dormir, no es bueno que estando en tus condiciones te alteres
-¿Estarán bien? ¿No es algo peligroso?
-Yo no te mentire, si es algo peligroso pero con nosotros estarás bien, ahora mete tu trasero a la cama y ya duérmete
Decidí no discutir más, me metí al baño y me cambié a mi pijama, sin dirigir palabra alguna me metí en las cobijas y cerré los ojos.
¿Peligro? Y justo en el momento que Natsu y todos los demás se habían ido. Sólo rezaba que todo esto no quisiera salirse de control.
Un peligro que al menos para mi iba a significar un gran riesgo.
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