7. Los síntomas de Natsu y una advertencia

Después de una desastrosa luna de miel en familia, literal; todos regresabamos, cada uno a su casa, a su gremio o a donde iban a realizar su actividades "normales".

Había disfrutado de esas vacaciones, realmente me habían fascinado pero era momento de regresar a trabajar. Extrañaba trabajar pero en especial extrañaba mi casa, mi cama y en algunas ocaciones la intimidad que tenía con Natsu.

Pero en este tiempo, la cosa peluda azulada con alas se quedaba la mayoría del tiempo a nuestro lado, no era que me molestara, si no que había veces en las que quería tener un momento a solas con Natsu y había veces en las que nos interrumpía.

-Happy, ¿Porque no vas con Charle? Ultimamente estabas algo pegado a ella -Natsu preguntaba con curiosidad.

-Ella últimamente ha estado de mal humor, no se que le molesta

-¿Algo le hiciste? ¿Le molesto algo que de pura casualidad no mediste bien? --Internevia mientras acariciaba su cabeza peluda.

-No le hice nada, realmente la extraño --Se veía un poco dolido.

-Bueno amigo, hay que tranquilizarnos e ir a pescar, así tan vez te animes y quizá acepte tu pescado como regalo --Natsu había tomado las dos cañas y se había salido de la casa.

-Vamos Happy, no te desanimes, ve con Natsu, tal vez así atraparas un gran pescado para ella

Con el ánimo renovado salió volando detrás de Natsu, yo los miraba feliz desde la puerta.

Y así un mes más había terminado y un nuevo mes ya tenía. Podía sentir como mi vientre estaba un poco más duro de lo normal, apenas y se me notaba la pequeña barriga, no podía evitar verme cada mañana y emocionarme.

Natsu cada mañana que despertaba y me cachaba viéndome en el espejo, besaba mi vientre y hablaba, como si aquella pequeña vida que aún se estaba formando, le escuchara. Hablaba muchas tonterías que a mi me hacían reír pero para el era importante.

Las faldas y algunos pantalones cortos que utilizaba ya no me cerraban muy bien, ya empezaba apretarme un poco, así que empezaba a vestir vestidos sueltos. No me molestaba, me gustaban y a Natsu pareciera que le agradaba cada vez más, no me molestaba diciendo que me tapara.

-Valla Lu-chan, tus vestidos son muy hermosos

-Gracias Levy-chan, hay alguna ropa que ya no me queda así que decidí comprar algunos vestidos de acuerdo al mes

-¿Y Natsu que te dice de los vestidos? --Mira llegaba y me ponía enfrente un gran plato de fruta que sin dudar empezaba a comer.

-Que me veo bien y muy diferente pero le gusta --Me sonrojaba un poco, recordaba como Natsu siempre bajaba su mano a mi trasero y lo apretaba diciendo que le gustaba mi vestido -Aunque empiezo a extrañar mi ropa, hay alguna ropa que aún me pongo pero los pantaloncillos y algunas faldas ya no

Y por consecuencia, mis pies se hinchaban con facilidad, aún no cargaba mucho peso pero empezaba a cansarme un poco más. Llegaba cansada al gremio y llegaba cansada a mi casa. Utilizaba zapato un poco bajo y hasta sandalias, había momentos en los que Natsu y Happy empezaban a burlarse de mi por mi estatura.

-¡Lushy está enana! --Happy volaba tratando de que no lo alcanzara con la escoba.

-¡Cuando te atrape bola de pelos me las pagarás! --Iba atraparlo cuando Natsu me detuvo, iba a empezar a reclamar pero me beso la nariz.

-¡Oh vamos! Estas algo bajita y eso te hacer ver más linda, no es como si me molestara agacharme un poco más y besarte, me encanta cuando tienes que levantarte de puntillas para alcanzarme --Y me tranquilizaba.

Había dejado de hacer misiones largas para sólo hacer misiones que los mismos ciudadanos pedían. No me molestaba ya que las pagas eran buenas. Natsu se encargaba de hacer misiones un poco largas y lejos, teníamos el dinero suficiente pero queríamos tener nuestros ahorros a parte.

Cuando se iba, normalmente me dejaba a cargo con alguien del gremio, no me molestaba si a veces era Gray, Erza, Juvia o hasta Lisanna, no me molestaba tener un poco de compañía mientras Natsu se iba a alguna misión.

Pero cuando Natsu regresaba, se notaba un poco más enfermo que cuando viajaba en tren. Vomitaba un poco, me empezaba a preocupar. Un día fuimos con Porlyusica, aunque Natsu no queria lo arrastre hasta ese lugar, de alguna manera me sentía más segura con ella que en alguna clínica, de todas maneras ella conocía a todos los del gremio mejor que nadie.

-¡Los humanos son apestosos!

-Por favor, sólo quiero que revise a Natsu, es lo único que pido --No pensó un poco y nos dejó pasar.

Una vez adentro empecé a comentarle lo que tenía Natsu, escuchaba mientras empezaba analizarlo. Con un suspiro nos miro.

-No tiene nada malo, tampoco a ingerido alguna otra cosa como hace las veces anteriores --Tomaba de entre sus estantes un libro viejo -Es un dragon slayer después de todo y prácticamente su vida está vinculada contigo y eso también significa tu embarazo --Lo abría y empezaba a leer -No se mucho sobre este tema, sólo algunas cosas que Grandine me ha dicho y de entre ellas es que un embarazo de ellos implica que estén más vinculados a sus parejas y algunos síntomas o cansancio que tu sufras también el idiota lo sufrirá y será sólo un poco peor

-¿Y solo eso? --Preguntaba curiosa mientras veia como Natsu sonstenia un bote cerca de su rostro.

-Por el momento si, tendría que observarlos más seguido, como dije, no se realmente como es el embarazo de un dragon slayer y tampoco se si será lo mismo para los otros, tendrán que venir más seguido --Suspiraba y dejaba el libro a un lado suyo -Por el momento le daré medicina a él y le pediré a Wendy que ayude con su magia, es lo único que puedo hacer y si me permiten es hora que se larguen ya han apestado mi casa

Y salimos a escobasos, en la caminata al gremio veia como Natsu se veía mejor, después de un rato, su sonrisa regresaba y ya no se doblaba mucho por las arcadas que le provocaban.

A sólo unas casas del gremio podíamos escuchar algunos gritos, al principio creíamos que a trataba de su usuales peleas pero fue todo lo contrario. Silbidos y gritos de emoción, nos mirábamos algo confundidos cuando una muy ebria Cana se acercaba a nosotros con su gran barril.

-Ustedes son se perdieron de una gran pelea que terminó en muchas cosas vergonzosas para ellos

Señaló el centro y pudimos ver como por primera vez Gajeel se sonrojaba y no se alejaba de una muy nerviosa Levy. Gray sólo un poco sonrojado tomaba la mano de una muy alegre Juvia.

Nos acercabamos a ellos, pude ver en las manos de las chicas que traían dos anillos, no pude evitar gritar de emoción.

-¡Juvia al fin se casará con Gray-sama! --Y no podía dejar de abrazar al mismo -¡Y Juvia esta esperando a un pequeño bebé! ¡Seremos padres!

-Valla refrigerador andante --Natsu golpeaba el hombro de Gray -Al fin te decidiste por pedírselo

-Cállate

Juvia me abrazaba con cuidado, algo me imaginaba, el día de nuestra boda nunca vi a Juvia beber algo de alcohol. Mire a Levy y Gajeel, con ternura Levy tomaba mis manos.

-¡Lu-chan, me voy a casar!

Podía ver la gran sonrisa en su rostro, gritaba de emoción mientras me enseñaba el anillo de su dedo. Lisanna se acercaba a nosotros con varias bebidas.

-Por cierto, Mira-nee y Laxus van a tener un hijo, no han mencionado nada de una boda pero me alegro por ellos

Iba a volver hablar hasta que veía como Meredy llegaba con nosotros con una gran sonrisa, como una pequeña niña.

-¡Una nueva noticia! ¡Jellal y yo nos uniremos al gremio!

Juvia gritó de la emoción y la abrazó.

-Eso si, aún estaremos pendiente de los demás pero gracias a su maestro podremos estar en ambos lugares --Se soltaba un poco del abrazo de Juvia -Aunque dejen decirles un pequeño secreto que ha guardado Erza de Jellal, pronto habrá un pequeño que también se encargará de patear el trasero a muchos de aquí

Algunos se habían quedado un poco callados, Gray y Natsu de habían quedado paralizados.

-Pero sólo no le digan a Jellal, se supone que es una sorpresa

Y soltamos una pequeña risita. Pronto escuchabamos como Natsu, Gray y Gajeel empezaban una nueva pelea. ¿El asunto? Algo realmente absurdo, Natsu empezaba a gritar el porque quisieron copear su manera de hacer las cosas.

Dejaba que discutieran, empezaba a tener un poco de hambre y decidí ir a la barra a comer algo mientras Juvia me platicaba un poco de su embarazo.

Por las cuentas que hacía ella, calculabamos que sólo por un mes era la diferencia. Levy y Meredy conversaban y compartían alguna que otra opinión. Nos alegramos cuando vimos que Jellal y Erza bajaban tomados de la mano y con una gran sonrisa.

Escuche un pequeño tintineo provenir de mis llaves, cuando tome mi llavero tres de ellas empezaron a brillar.

-Será bueno que no estés peleando Natsu, a Lucy no le gustará y es mejor que te calmes o yo seré el que patee tu trasero

Detrás de encontraba Loke, Virgo y Capricornio.

-Loke, Virgo me había dicho que ibas a venir a visitarme pero creo que tardaste un poco

-Perdón Lucy pero estaba haciendo algunas cosas más --Tomaba mi mano y se arrodillaba, Natsu tuvo que ser detenido por Gajeel para no golpearlo.

-Perdón por la tardanza princesa, ¿Nos va a castigar?

-Me da mucho gusto verla señorita Lucy --Capricornio hacia una pequeña reverencia -Se ve realmente hermosa

Después de algunas palabras, Loke se levantó del piso, no traía su misma sonrisa, se notaba algo serio y más de uno se había dado cuenta.

-Nuestra visita es algo sería Lucy, tenemos que hablar con el maestro y con ustedes dos, es realmente importante que sepan algo

Sin decir otra palabra, Natsu y yo los dirigimos a la oficina del maestro, Capricornio al ver que muchos nos seguían creo una gran barrera de runas.

-Disculpenme pero es importante esto

Una vez que se disculpó volvió a subir con nosotros. Tocamos la puerta y el maestro nos dio permiso para entrar, se sorprendió al vernos los cinco. Asintió con la cabeza y Capricornio cerró la puerta detrás de nosotros quedándose ahí. Loke y Virgo nos cedieron los asientos.

-Lamentó interrumpirlo maestro Makarov pero tenemos que hablar de algo --Loke se había quitados sus gafas.

-Te escucho Loke, ¿Es lo que me dijiste que ibas a investigar?

-Me temo que si --Suspiraba Loke.

-Nosotros como espíritus y amigos de la princesa y Natsu-sama hemos detectado una pequeña irregularidad en la magia de la princesa y en su cuerpo mismo --Virgo se veía más sería de lo que era.

-¿Algo esta mal con mi magia? Lo unico que siento es mucho cansancio--Preguntaba un poco curiosa.

-No es algo de lo que se deba de preocupar señorita Lucy --Capricornio posaba su mano en mi hombro -Es algo que realmente nosotros nunca habíamos visto y antes de querer decirles habíamos decidido investigar

-¿Que tiene Lucy como para que todos estuvieran tan serios? --El maestro preguntaba.

-No hay nada malo que nos debamos preocupar de más pero... --Tomó un poco de aire, me miraba con una pequeña sonrisa y continuó -Lucy es usuaria de magia celestial, una magia algo antigua pero la de Natsu, el es un dragon slayer, considerada una magia antigua y también considerada magia perdida y realmente desconocemos todo lo que tenga que venir con los dragones, encontramos que es muy poco raro ver como ambas magias se combinan pero ahora... --Hacia una pequeña mueca -La magia de ambos se concentran cada vez más en el vientre de ella consume un poco la magia de Lucy como su energía, es por eso que se cansa con facilidad, es como si abriera una llave, no tan grande como la nuestra pero si consume energía suficiente

-Eso quiere decir que el pequeño consume la magia de Lucy y podría afectar su cuerpo ¿Así es de rara? --El maestro sólo se había levantado de su asiento y empezaba a caminar ala ventana. -¿Y que sucede con Natsu?

-Consume la magia de Natsu-sama sólo que no por cantidades grandes, esto podría ser un poco peligroso para ambos en grandes cantidades pero suponemos que la más afectada sería la princesa --Virgo hablaba.

-Por lo que todos sus espíritus hemos decidido que la señorita Lucy no podrá usar su magia sólo por precaución, no queremos que algo malo suceda a ella y al bebé --Y Capricornio terminaba de hablar.

-El bebé está drenando un poco su magia, no es su culpa, no lo puedo culpar por ello --El maestro habia volteado y nos miraba -Pero tampoco pienso poner en peligro a uno de mis hijos ¿Que clase de padre sería? Se lo duro que podría ser para ti Lucy, no poder invocar alguno de tus espíritus, no pienso que eres débil pero... --Tomaba mi mano -Hay que tener precaución, como padre no quiero perderte

-Pero... --Le devolvía el apretón -¿Podré verlos? Digo son mis espíritus pero no vernos por un tiempo, sería algo que me molestaría y no me dejaría tranquila

-Princesa, no se preocupe, el Rey de los espíritus está de acuerdo de todos podemos pasar todo el día con ustedes, utilizaremos nuestra propia magia para abrir las llaves y nos iremos en el momento que usted o Natsu-sama quiera --Virgo se arrodillaba y tomaba mi mano libre.

-¿Aún cuando Natsu tenga que salir a alguna misión larga?

-Si el señor Natsu nos lo permite, todos la cuidaremos, no dudo que también el gremio tenga que cuidar a su miembro más importante si no se enfrentarán a él --Capricornio señalaba a un callado Natsu, sólo tenía sus brazos cruzados y miraba a otro lado.

-¿Natsu? --Pose mi mano en su brazo, dio un pequeño brinco, me miro, sus ojos mostraban culpabilidad -¡Oh vamos! Ni intentes culparte Natsu Dragneel, te conozco y se que dirás que es tu culpa que esto está pasando, sabemos que ninguno de los dos estábamos conscientes de esto y...

-Lo se... --Volteó a verme con una gran sonrisa, levantó su mano y limpio el rastro de lágrimas, las cuales no sabía que habían empezado a bajar -No es culpa de ninguno, simplemente pasó y no sabíamos nada de esto, quiero al bebé tanto como a ti Luce, no quiero perder a ninguno de los dos, si eso significa tragarme mi miedo y mi orgullo para que la vaca pervertida y el peluche te cuiden... --Se acercó y me dio un pequeño beso en la frente -Lo haré, lo voy a soportar porque no quiero perder a mi familia, tu y el bebé son mi familia

Capricornio posó su mano en el hombro de Natsu, con una sonrisa le tranquilizó.

-Gracias por entenderlo de la mejor manera posible Natsu --Loke se volvía acomodar sus gafas y volvía a sonreír -Tampoco deberías de estar tan triste Lucy, nos verás a diario y una vez que el pequeño nazca, volverás a utiliza tu magia, aquí estaremos para ti

Volveia a sonreirles, me sentía tranquila al escuchar todo.

-Si nos disculpa princesa nos tenemos que retirar, los demás querrán saber a que llegamos --Virgo hacia una pequeña reverencia y desaparecía.

-Estaremos investigando más, si hay alguna cosa que es de gran importancia no dudaremos en hacerles saber --Capricornio volvía hacer una reverencia y desaparecía.

-Por cualquier cosa, sólo toca una de nuestras llaves Lucy y llegaremos a ti lo más rápido --Miraba a Natsu un poco amenazante -Cuida a Lucy, si le pasa algo no te lo perdonare nunca

-Lo haré, gracias por todo Loke --Ambos estrecharon su mano, una vez que se separaron, Loke volvió a sonreír y desapareció.

El maestro volvía a tomar mi mano, su gesto empezaba a suavisarse un poco, me dirigió una pequeña sonrisa.

-No estas sola mi pequeña Lucy, por cualquier cosa aquí tienes a un padre para escuchar tus quejas del idiota de Natsu

Solté una pequeña risita, apreté su mano.

-Gracias por todo maestro, a partir de ahora recaigo en sus manos, me gustaría que le contará a los chicos mi situación, yo no sabría como explicarles sin querer contarles de más

-No te preocupes, yo me encargaré --Soltó un largo suspiro y empezó a mirar a Natsu -Lucy, ¿Podías dejarme hablar con Natsu en privado? Es algo importante lo que tengo que decirle

-¡Oh! Claro --Solté al maestro, me levanté no son antes darle un pequeño beso a Natsu -Te esperaré abajo

Abría la puerta y salía pero antes de cerrarla, escuchaba un poco la conversación que empezaba a tener el maestro con Natsu.

-Con todo esto, necesito que hagas una misión especial Natsu, una misión que sólo tu puedes hacer

-¿Como me voy a ir con lo que está pasando, viejo? No quiero alejarme de Lucy...

-Si te dijera que se trata de...

No logré escuchar más, había cerrado la puerta y sabía que estaba mal espiar conversaciones ajenas. Volvía a recordar, los chicos habían querido escuchar nuestra conversación, probablemente al no poder pasar el escudo de Capricornio, decidiero  darse por vencidos.

Aún estaba un poco triste, no poder utilizar mi magia, me sentía un inútil pero no me debía sentir así, todo era por el bienestar de nuestro bebé, todo era por mi bienestar. Y Natsu estaba de acuerdo con ello, no me quería perder y el de igual manera empezaba a tener miedo.

-¿Lu-chan? --Levy me había tocado mi hombro, si un pequeño salto.

-Lo siento, ¿Que me estaban diciendo?

-Coneja, te preguntamos que era lo que habían hablado ahí

-Yo... --No sabía que decir -Me gustaría decirles pero el maestro dijo que lo mejor era que el les dijera

-¿Y no nos puedes adelantar un poco Lu-chan? --Tomaba mis manos -Somos tus amigos

-Yo...

-Lucy, ¿Puedo hablar contigo? --Natsu llegaba a mi lado, me había salvado antes de colapsar frente a todos. Pero su rostro no me decía nada, sólo me miraba y ya.

-Claro, lo siento chicos pero creo que tendrán que esperar al maestro

Me tomo de la mano y empezamos a salir del gremio bajo muchas miradas. Para mi desgracia Natsu no me había volteado a mirar y cada vez empezaba a caminar un poco más rápido, prácticamente me estaba empezando arrastrar. Ignoraba todo a nuestro alrededor, ignoraba los tropiezos que estaba teniendo.

Me solté y Natsu no se había percatado, se metía a la entrada del bosque a nuestra casa, un poco cansada lo seguía a paso lento. Sólo podía ver su espalda.

-¡Natsu! Por favor espera --Un poco cansada me detuve a tomar un poco de aire. Descanse un poco pero ya no podía ver su espalda. -Oh rayos

Empecé a caminar, Natsu en ningún momento se detuvo. Camine a mi paso a la casa donde se supondría que estuviera pero la puerta no estaba abierta. Un poco cansada me quite los zapatos y camine por el suave pasto hasta llegar al lago donde siempre nos reuníamos.

Fue cuando lo encontré, un poco cabizbajo, alzo su rostro.

-Lo siento por dejarte atrás

-No te preocupes Natsu, sólo recuerda que mi fuerza y mi energía no está bien por el momento

Me senté a su lado, inmediatamente se acostó en mis piernas y las abrazo como niño pequeño. Con calma acariciaba su cabello, intentaba que se calmara.

-El maestro me dijo algo muy importante

-¿Te volvió a regañar?

-En realidad --Tomó un poco de aire y se levantó, con calma tomaba mis manos entre las suyas, me miraba a los ojos con decisión y antes de dejarme hablar, el de había adelantado -Yo tengo que irme por un corto período de tiempo

Sentía como el tiempo se detenía a mi alrededor, sentía como había dejado de respirar.

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