5. El inicio de una nueva aventura

Cuando menos, el mes había pasado demasiado rápido y antes de poder imaginarlo, sólo faltaba una semana y muy pronto sería la esposa de Natsu. Desde el inicio de esa semana Natsu había empezado a llamarme "Mi esposa Luce" o "Lucy Dragneel" sabía que estaba muy emocionado que muy pronto estaríamos casados y que ahora si ya seria suya totalmente.

Desde que había descubierto que Natsu ya tenía todo lo suyo listo, este lo único que me decía era que el día de nuestra boda me sorprendería y me sonreía. Era un tramposo pero ya no me podía enojar con él, sabía que estaba haciendo un gran esfuerzo.

La mayoría de los invitados habían llegado al inicio de la última semana, queríamos una boda pequeña con los miembros del gremio pero la información se había escapado a los miembros de los gremios amigos, una auto-invitación y se nos estaba escapando de las manos. Y desde ese entonces la fiesta había empezado, con alegría bebían, peleaban, destruian y se reían. Aunque con tanta destrucción el Maestro Makarov había empezado a molestarse y a cobrar ahí mismo las reparaciones para antes del día de la boda.

Lo bueno de todo era que los adornos, arreglos y demás anotaciones ya estaban listas y ocultas para evitar alguna tragedia. Como el hecho de mi vestido de novia, el de las chicas y hasta el traje de Natsu, de igual forma ya estaba preparado. Me sorprendía que en todo este tiempo, todo estaba en perfectas y teníamos este tiempo para relajarnos y yo podía tener tiempo para poder meter en cajas mis cosas mientras Natsu me ayudaba a pasarlas a su casa y habíamos podido ir a consultas médicas para saber más de mi embarazo.

Me encontraba en una parte del gremio, en específico la barra, donde no la podían destruir porque era custodiado por Titania, un demonio y un dragón. Prácticamente nadie se atrevía a romper algo de ahí o se las verían con ellos tres aunque pensaba que era con todo el gremio porque no dejaban de cuidarme de más.

-¡Ya estoy tan emocionada Lu-chan! --Levy comía a mi lado -Ya falta tan poco para tu boda, ¡No puedo dejar de gritar por mi amiga!

-Si --Comía un poco de pastel que Mira me había compartido -Aún no puedo creer que falte muy poco --Vi como a mi lado de sentaba Erza y de igual manera le pedía un trozo de pastel -Oye Erza, ¿Jellal iba llegar en esta semana?

-La última carta que me mando decía que vendría una semana antes así que...

Erza no había terminado de hablar, cuando menos no esperamos dos personas encapuchadas habían entrado al gremio. Ninguno se movía, muchos no entendían y se mantuvieron atentos a cualquier movimiento. El Maestro Makarov apareció y con una señal, Romeo cerró las puertas, dando así un poco de privacidad.

-Hola chicos, perdón por llegar un poco tarde --Hablo el más alto de los dos.

Se quitaron sus capas y ambos nos sonrieron, Juvia se acercó con rapidez y abrazó a Meredy quien reía con felicidad. Los demás miembros de los demás gremios empezaron alterarse, murmuraban: "Ese es el traidor del Consejo", "¿Que no es un gremio peligroso?", "¿Que hacen aquí?"

Sin embargo nosotros y ellos dos lo ignoraron, se acercaron con seguridad a nosotros, varios de nosotros los recibíamos con felicidad.

-¡Ya llegaron! Meredy-san y Jellal, digo Mystogan-san --Wendy un poco nerviosa por todas las miradas se había corregido.

-No te preocupes por nuestros nombres Wendy --Con una sonrisa le tranquilizó -Y bien, ¿Donde están Natsu? Me alegro que al fin te casaras Lucy

Yo le sonreí de vuelta, iba empezar hablar cuando varios magos de los otros gremios se habían acercado a nosotros. Prácticamente me estaban empezando a reclamar a mi.

-¿Que significa esto? ¿Porque Jellal esta aquí?

-¿No se supone que es un traidor?

Callaron cuando Natsu llegó frente a mi, se veía un poco molesto.

-A Lucy no le tienen que reclamar nada y para nosotros no son enemigos, son unos grandes amigos que han salvado el trasero de muchos desde hace tiempo, no se tienen que alterar que están de nuestro lado

Aunque aún ellos los miraban con mala cara, ya no dijeron nada y decidieron alejarse. Natsu suspiro y volteó con una gran sonrisa, se acercó a Jellal y lo saludó con naturalidad.

-Juvia se alegra que llegarán sin problemas y sin que alguien más los descubra

-Aunque se presenten algunos problemas creo que podría decir que ya estamos acostumbrados --Meredy se sentaba a mi lado y me veía como niña pequeña -¡Lucy-san, no sabes la alegría cuando me enteré que te vas a casar con Natsu! ¡Y luego tu embarazo, doble regalo! ¿Como has estado? ¿Y como ha estado el pequeño Salamandra?

-Gracias por preguntar Meredy, estamos muy bien los dos, día a día sigue creciendo y... --Suspire resignada -No he podido dejar de comer, me entra un hambre peor que el de Natsu y luego son antojos un poco extraños pero luego tengo la mala suerte y me revuelve el estómago y adiós comida

-Vamos Lucy, no puedes quejarte, sabemos que es normal ya que tienes que comer por dos --Natsu pasaba su brazo por mis hombros mientras algunas chicas gritaron de la ternura -Aunque los antojos si debo decirte que son raros

-Ya lo se, ¿Y han estado bien tu y Jellal?

-Nos ha ido mejor, sólo que los demás no quisieron venir por tantas personas presentes --Soltó una risita nerviosa -Aunque Jellal no dejaba de hablar durante el viaje, sabía que iba a estar tan emocionado, no mucho por la boda si no porque iba a pasar un rato más con Erza que en ningún momento me lo negó

Empezamos a reír, el rato que ellos pudieran tener era lindo, aunque eran igual o más densos, seguimos hablando durante un tiempo más. Natsu se había quedado a mi lado a platicar y escuchar lo que decíamos hasta que Lisanna hizo una pregunta importante.

-¿No estaba aquí hace un momento Jellal y Erza?

Miramos sorprendidos a nuestro alrededor, ya no estaban.

-Por cierto, ¿No estaba Mira-san en la barra? --Preguntaba Meredy.

-Estaba, hace poco me dijo que cuidara la barra mientras salía por la puerta de atrás junto con Laxus

-Que sospechosos --Meredy hablaba con un tono burlón.

No entendíamos hasta que comprendimos y mis mejillas se pintaran de rojo, a veces Erza me decía que se iba a "platicar" con Jellal y aprovechar su tiempo juntos y Mira me decía que "tenían que arreglar algunos asuntos" cosa que en realidad era otra cosa.

En fin decidimos dejarlos en paz, probablemente cuando llegarán las chicas preguntarian. Yo no quería saber, estaba bien con saber que ellos tenían estas "escapadas" para tener un poco de privacidad.

...

-Y está es la última caja

Natsu cerraba con cuidado la caja, observaba como lo único que se quedaba eran los muebles. Todo ya estaba en la casa de Natsu, mis cosas me esperaban ahí. Había muchas historias que contar en esta casa, me dolía un poco dejarla pero estaba dispuesta a seguir avanzando.

Sin hacer mucho ruido salí, baje las escaleras y en la entrada fue cuando me encontré con la casera. Aquella señora que me había aceptado en mis primeros días en la ciudad y había aguantado muchas cosas que hacíamos, algunas fiestas y los días después del pago de la renta.

-Entonces... --Me dedico una pequeña sonrisa -Ya te vas mi querida Lucy

-Es hora de seguir avanzando en esta vida, gracias por cuidarme todo este tiempo, no sabe cuánto la voy a extrañar

-No sabes cuánto mi niña, ahora que no vas a estar aquí extrañaré todo el ruido --Soltó una gran carcajada -Cuidate pequeña y ahí estaré en el día de tu boda, no me lo perdería por nada y no olvides venir a visitarme, aquí también es tu casa

-Gracias, prometo venir a visitarla con gusto

No tardó en llegar a mi lado Natsu con la última caja, con una gran sonrisa se despidió de la casera y agradeció por todo ese tiempo. Sólo espere a que la casera se metiera a su casa y varias lágrimas cayeron por mis mejillas. Natsu se veía un poco alterado, con cuidado dejó la caja en el piso y me abrazo. No dude más y lo abracé conteniendo varios gritos.

-Oh vamos Luce --Pasaba si mano por mi cabello -No llores, puedes venir cuando quieras aquí

-Lo se pero este era nuestro lugar especial y donde pasamos muchas cosas y...

-Lo se tonta pero intenta ver esto como un nuevo paso, quiensabe, probablemente cuando nuestro hijo se cansé de mis estupideces se venga a vivir aquí

Solté una pequeña risita.

-¡Ya te lo imaginaste! No tienes por que estar triste, puedes venir cuando quieras y verás como todo mejorará

-Gracias Natsu

-No tienes que agradecer Lucy --Me dio un último beso en mi cabeza y se separó para volver a tomar la caja. --Es hora de ir a nuestra casa Lucy

-Vamos

Tome su mano libre y empezamos a caminar a nuestro hogar, pasábamos por varias casas y tiendas, las personas nos saludaban y nos deseaban mucha felicidad. Salimos hasta llegar a un camino de piedra.

Yo recordaba que eso no estaba, ante mi mirada Natsu sonrió más.

-¿Sorprendida? En lo que tu estabas empacando, Happy y yo nos encargamos de cambiar algo por aquí, te sorprenderas de cuánto ha cambiado

Recorrimos ese camino de piedra el cual gracias a algunos árboles nos hacían un techo y caminábamos sin el molesto sol, no se veía como un bosque, se veía diferente. Había muchas flores a nuestro alrededor, el pasto y algunos árboles se veían muy bien podados.

-Valla esta tan hermoso que ya no me sentiría rara, ¿Como hubiera imaginado que ahora está sería nuestra casa?

-Vamos Lucy, te acostumbraras a estar con nosotros, además quería asegurar que nuestro hijo tuviera un gran patio para jugar y con todo este espacio podrás tener una gran inspiración para tus novelas

Era cierto, se veía como un escenario de un cuento de hadas. Llegamos a nuestra casa, se veía muy hermosa de fuera, un poco rústica pero sin embargo se veía muy diferente a como recordaba, afuera estaba el letrero "Natsu y Happy" y un poco abajo agregaron mi nombre. No pude evitar emocionarme.

Me tendió una llave, sin dudar la tome y me dirigí a la puerta, con alegría metí la llave y gire la perilla. No pude evitar gritar de alegría. Todo estaba ordenado y muy diferente.

Una gran sala, los muebles perfectamente acomodados, algunas estanterías de libros y algunas fotografías en la pared. Entre un poco más y vi como se veía más grande. Camine a varias puertas, en una estaba una gran cocina, en otra un cuarto de invitados y en otra era una escalera que los dirigía a la parte de abajo de la casa.

-Después de que decidieran hacer un gran hoyo debajo de mi casa, se me ocurrió hacer algunas cosas

Baje con cuidado y pude ver tres puertas más. Sin dudar empecé a entrar, en una de ellas se encontraba un almacén de provisiones, en otra se guardaban los recuerdo de las misiones que Natsu había guardado todo ese tiempo, hasta podría decir que tenía muy bien mi traje de maid en un estante de cristal y en la otra era una gran biblioteca, me sentía como una pequeña niña en una tienda de dulces.

-Todos son los libros que tenías, más algunos que había conseguido en misiones y algunos otros que los chicos te regalaron, tuve tiempo de acomodarlos

Recorría las estanterías, cada libro era hermoso y alguno que otro nuevo, no podía evitar emocionarme, quería leer todos esos libros ya.

-¡Vamos! Aún falta que vengas a ver otra cosa más

Volvimos a subir, esta vez nos dirigimos al segundo piso, había más cuartos. En uno tenía un pequeño letrero "Cuarto de Happy" no pude evitar reirme, pasamos cuatro puertas más, donde Natsu me aseguró que uno iba a ser para nuestro hijo y los otros por algunas cosas más.

Llegamos al cuarto de baño, grande y muy hermoso. No podía evitar pensar que pasaría mucho tiempo encerrada. Cuando llegamos al cuarto final, Natsu abrió la puerta. Era nuestro cuarto.

Unos cuantos muebles, un escritorio, mi ropa y algunos accesorios y una cama mucho más grande. Todo estaba perfectamente ordenado, sentía que estaba soñando.

-Perdón si abrí las cajas antes pero quería evitar que hicieras algún esfuerzo sola y empecé acomodar tus cosas, Happy no tocó nada tuyo, yo lo hice sólo

-¡Me encanta Natsu!

Y me colgué de su cuello, estaba tan feliz, Natsu había hecho un gran cambio.

-Gracias por todo Natsu

-Quería asegurar que estuvieras cómoda, con todo el dinero que he reunido de las misiones he tenido oportunidad de hacer todo esto

-Bueno ahora que estaremos casados y con el dinero que ambos juntemos será suficiente para todo lo demás

Y nos besamos, me tomó de la cintura y me acerco más a él. Fue un beso suave y tranquilo, nos separamos por la falta de aire.

-Todo por eso --Pose mi mano en su mejilla --Hoy tendrás un gran premio

-¿Y cual será ese premio?

-Pues... --Me acerqué a su oreja y lo mordi, escuché un pequeño jadeo saliendo de él y me separe, no sin antes -Si pones traba a la puerta podré darte tu regalo

Sus ojos se apagaron, el color verde de sus ojos era más intenso. Con rapidez cerró la puerta con traba y con decisión me dejó tumbada en la cama.

-Tomare tu regalo ahora Luce

Y con amor, atrapaba mis labios, podía sentir como sus manos recorrían mis cuerpo sin pudor. Intenté seguirle el ritmo, mis manos empezaron abrir su chaqueta y desenredar con cuidado la bufanda de su cuello. Pude tocar su pecho, sin darle tiempo, nos dimos vuelta, el se encontraba debajo mío. Nos separabamos con un pequeño hilo de saliva y con nuestras mejillas rojas.

Cuando me senté en él, podía sentir lo grande que ya estaba, empezaba a moverme un poco. No me detuve, mis manos de pasearon por su pecho, su abdomen y sus brazos. Me acerqué un poco más y besaba su cuello donde tenía su cicatriz. Pude sentir como Natsu acariciaba mis piernas y subía un poco mi falda.

-Tranquilo Natsu, quiero marcar este ritmo

-¿Me matarás de dolor?

-Sólo te torturare un poco --Le dejaba una pequeña marca en el cuello -Amo las cicatrices que tienes, no sabes cuánto me gustaría besar una por una --Besaba sus brazos -Amo tus músculos, tus ojos, la mirada que sólo a mi me regalas, tu hermosa sonrisa --Besaba sus labios -Tus sentimientos, tu risa, tu impulsividad y... --Paseaba con mi dedo su estómago hasta llegar a su cintura --Todo lo que tu cuerpo me de

Así se abrían cierres y la ropa quedaba en el piso, mi sostén como mis bragas habían quedado tiradas, lo único que cubría a Natsu era su boxer. Besaba el cuerpo de Natsu, desde su nariz, sus mejillas, su pecho y su abdomen. Su respiración era un poco acelerada, estaba tratando de resistir hasta que sintió como lo tocaba aún sobre su ropa interior. Soltó un gruñido más fuerte, sonreí victoriosa mientras disfrutaba del cuerpo de Natsu. Podía sentir como su mano invadía mi cuerpo y me tocaba.

Sabía que disfrutaba y que se contenía a tomar el control, quería tomar el control pero quería ver hasta donde yo era capaz de llegar.

-Por favor Lucy --Me suplicaba.

-Lo se, yo tampoco creo aguantar más

Volvía a besarlo con más intensidad mientras me acomodaba y le daba paso dentro de mi cuerpo. Pronto empecé a subir y bajar, disfrutaba tener el control, Natsu había cerrado sus ojos y empezaba a jadear. No pude evitar y una de sus manos la subí a mis pechos, este gustoso lo apretó, la otra la dirigí a mi cintura y empezó a marcar un ritmo un poco más rápido.

Abrió los ojos, no dejaba de mirar como mis pechos brincaban al ritmo de nuestros movimientos, se levantó un poco y beso con cariño mi cuerpo. No necesitábamos palabras para decirnos el cuanto nos amabamos, nuestras caricias nos decían todo.

Tome sus labios, apretaba mis pechos a él mientras nuestras lenguas se enredaban más y manteniamos el vaivén que nos gustaba. Natsu dejaba en mi cuello y mis pechos marcas, mientras que yo me encargaba de arañar un poco sus hombros. Era tan intenso los movimientos que teníamos.

Quería llegar al tan ansiado clímax, quería llegar junto con Natsu. Pegué nuestras frentes, mi cabello tapaba nuestros rostros como si de una cortina se tratará.

Nos mirábamos, café contra verde. Su mirada tan intensa y tan hermosa, siempre había visto el verde de sus ojos como algo tan hermoso y que lo hacía único.

-Te amo Lucy...

Y nos volvíamos a besar con intensidad mientras sentíamos como habíamos llegado al fin. Mi cuerpo se sentía caliente, nuestras respiraciones aceleradas. Pronto volvía a sentir como cambiabamos, ahora yo estaba abajo mientras sentía como salía de mi y volvía a besar todo mi cuerpo.

-Amo tu sonrisa, tus ojos, tu bella sonrisa y tus sentimientos --Decía mientras bajaba su lengua por mi abdomen -Amo tus sonrojos, el como se arruga tu pequeña nariz cuando te enojas, tus abrazos, tu olor --Sus manos me repartían todo tipo de caricias -Tus piernas, tus senos, tu cuello, amo y me enloquece todo tu cuerpo y lo mejor es que es todo para mi

Besaba cada rincón de mi cuerpo, mi respiración se aceleraba con cada beso. Repartía todo tipo de caricias en mi cuerpo, quería que escuchará que realmente estaba disfrutando.

Y así volvíamos a empezar.

...

Disfrutaba de estos pequeños días con Natsu y Happy, era divertido despertarse y ver a Natsu abrazarme. Desayunar y escuchar como Natsu y Happy peleaban por la comida. Sorprender a la chicas que ya no vivía en mi antigua casa, si no ahora vivía con Natsu.

El día de la boda había llegado, esa misma mañana, las chicas habían llegado a la casa, nos despertaron y prácticamente me sacaron para ir a Fairy Hills, así se aseguraban que Natsu pudiera verme antes.

Me ayudaron con el maquillaje, me ayudaron con el vestido cerraban el cierre que se encontraba en mi espalda, me ayudaban a ponerme mis tacones, a ponerme el collar blanco y el velo que aparte de ser adornado por las dos rosas, tenía una pequeña corona.

Mi cabello lo habían amarrado en una cebolla y habían dejado mi flequillo suelto. Cuando me fije en el espejo, no pude contener mi emoción.

-¡Eres hermosa Lucy! --Bisca había llegado y me miraba, a su lado la pequeña Asuka me veía con ojos brillantes.

-¡La tía Lucy parece un princesa de verdad!

-Gracias Asuka --Me agachaba para acariciar su cabello -Tu también te ves hermosa

La pequeña reía, un pequeño vestido rosa. Ella iba ser la encargada de los anillos. Las chicas se habían ido a otra habitación a prepararse. Me quedé platicando con Bisca sobre mi embarazo cuando llego Wendy y Charle, quienes traian un hermoso ramo de flores.

-Lamento la tardanza Lucy-san --Me entregaba un ramo de flores rosas

-No te preocupes, es hermoso

Mis nervios crecieron, las chicas estaban listas, yo ya estaba lista y estaba segura que Natsu y los demás ya me estaban esperando. Ya era la hora, con cuidado me subí a un carruaje que nos llevaría a la catedral Kardia.

Miraba la ciudad, también la habían adornado, los invitados no dejaban de llegar. Celebraron cuando me vieron bajar, las chicas me guiaron a un cuarto alejado. Sentía que iba a devolver el estómago, ellas hicieron todo lo posible para tranquilizarme hasta que llegó el maestro Makarov. Unas pequeñas lágrimas salían de sus ojos, me miraba con alegría.

-Lucy estas muy hermosa... --Se limpiaba las lágrimas y acomodaba más su traje -Aunque no sea tu padre, hoy seré quien entregará tu mano a la persona que más amas, hoy iniciaras tu propia aventura, se feliz Lucy, no dejes de sonreír hija mía, tu sonrisa es lo más bello que hay

-Maestro... --Quería llorar pero me aguante, no quería que el maquillaje se corriera

-No dudes de tu familia, no dudes de Natsu y confía siempre en él, amalo y nunca lo dejes, es hora de que ambos sean felices

Sólo asenti con la cabeza. Mis nervios se fueron y empecé a caminar junto con el maestro y las chicas. Abrieron las puertas y las chicas entraron primero, detrás de ellas Asuka con los anillo, Lily, Happy y Charle aventando flores.

Cuando me indicaron, entre a paso lento junto con el maestro. Las personas me miraban, trataba de evitar cualquier contacto, pude reconocer a varios amigos de otros gremios y alguno de mis espíritus, entre ellos Loke, estaba un poco triste pero por aceptar mi felicidad haría cualquier cosa hasta aceptar a Natsu en mi vida. Veía todos nuestros amigos pero algo dentro de mi decía que faltaba alguien, decidí ignorarlo.

Camine hasta que al fin pude ver a Natsu.

Su cabello desordenado, un traje blanco con un chaleco y corbata gris, en su pecho, donde está su corazón, dos pequeñas flores rosas, el mismo color que las mías en mi velo. Me daba gracia, no dejaba su inseparable bufanda. A un lado suyo se encontraba, Gajeel, Jellal, Gray y Laxus. Me sorprendía que fueron ellos a quien los había escogido y al fin entendía el porque Gray declinó el ser el quien entregará mi mano. Me miraba con un sonrojo.

Cuando llegamos, todos callaron, el maestro Makarov aclaró un poco su garganta y se dirigió a Natsu.

-Natsu, cuida de mi querida Lucy, te juro que si le haces enojar te pateare de aquí hasta que recuerdes a todos tus antepasados --Todos soltaron una carcajada -Pero se que serás un buen esposo y la amaras como la primera vez que lo hiciste y como cuando entraste a mi oficina y me preguntaste porque tu corazón se aceleraba cuando veías a Lucy --Fue el turno de Natsu sonrojarse más -Protegela, amala y nunca la dejes, compartan aventuras, alegrías, tristezas, enojos y llantos, te entregó su mano como su padre, te entregó a mi querida hija

-No te preocupes viejo, se que si algo llego hacer mal ella me ayudará a corregirme incluso hasta con golpes --Volvieron a reírse todos -Pero le prometo que la amaré, la protegere y nunca la abandonare, será mi princesa, será la princesa custodiada por el temible dragón, no permitiré que alguien aleje mi hermoso tesoro --Tomó mi mano y la beso -La amaré como nunca

Todos enternecieron ante las palabras de Natsu, algunos más aplaudieron. Tome con más seguridad la mano de Natsu mientras veíamos como el maestro se iba con una sonrisa. Natsu me miro, miraba mis labios, sabía que tenía ganas de besarme pero tenía que contenerse, no pude evitar ver lo guapo que estaba, mis piernas temblaban.

-Respira Lucy

-Todos nos miran y...

-Lo se, tal vez estemos igual de nerviosos pero tranquila y verás que todo saldrá bien

Afiance su agarre en mi mano, con tranquilidad volteamos a ver al cura. Había empezado al fin la ceremonia, escuchábamos atentos a cada palabra, veía a Natsu de reojo, estaba demasiado tranquilo, me imaginaba que había sido amenazado por el maestro y en especial por Erza, no pude evitar sonreír.

Y no pude evitar imaginar si mis padres estuvieran aquí, estarían sonriendo y tal vez mi padre hubiera casi matado a Natsu por salir embarazada y mi madre nos estuviera apoyando más que nunca. Me sentía tranquila al imaginarme que ellos me estuvieran viendo desde arriba, que su hija se casará con el hombre que más ama.

El momento final había llegado, Natsu y yo estábamos de frente, nos tomábamos de la mano mientras que la pequeña Asuka nos miraba con una alegría. Traía el pequeño cojín con los anillos, Natsu la miro y le revolvió su cabello mientras agarraba uno de los anillos.

Era momento de decir nuestros "votos matrimoniales".

-Natsu Dragneel ¿Aceptas a Lucy Heartfilia como tu esposa? ¿En la salud y en la enfermedad? ¿Prometes amarla, cuidarla y respetarla hasta el fin de nuestros días?

Veía como tomaba un poco de aire, tomaba mi mano y sonreía más que nunca.

-Yo, aceptó a Lucy como mi esposa de ahora en adelante, te cuidaré mucho, te amaré, te protegere y te respetaré más que a mi propia vida, porque tu eres Lucy y yo soy Natsu, no hay que dar explicaciones porque sabes a lo que me refiero --Solte una pequeña risa -Porque cada mañana que despierte, deseo ver tu hermosa sonrisa, tus enojos cuando destruya o lea tus novelas, tus sonrojos cuando te haga un cumplido, tu llanto cuando terminas un nuevo libro y tu hermoso rostro dormido, quiero ser y voy a ser el único testigo y así será

Con cuidado, puso él anillo en mi dedo, me contenía a llorar y besarlo en ese momento.

-Lucy Heartfilia ¿Aceptas a Natsu Dragneel como tu esposo? ¿En la salud y en la enfermedad? ¿Prometes amarlo, cuidarlo y respetarlo hasta el fin de nuestros días?

Tomaba aire, tomé el otro anillo y lo mire.

-Yo, aceptó a Natsu como mi mejor amigo, como mi esposo y como mi amante de ahora en adelante, prometo cuidarte aunque no quieras, prometo amarte y respetarte hasta el resto de mis días, aunque no te salvaras de las tundas que te daré cuando me hagas enojar --Todos volvieron a reírse, Natsu se contenía de sacar una gran carcajada -Porque tu eres Natsu y yo soy Lucy, porque cada mañana deseo ver la tranquilidad con la que duermes, deseo ver la hermosa sonrisa con la que siempre despiertas, escuchar tu risa por toda la casa y ver tu concentración al leer mis novelas, porque yo quiero ser la única testigo de todas las cosas buenas y malas que pasan en nuestra vida y así será

Con tranquilidad puse el anillo en su dedo.

-Y con el poder que me han otorgado, los declaró marido y mujer, Natsu no tardes en besar a tu esposa

Solté una risita, Natsu tomó mi rostro entre sus manos, si toqué era delicado y un poco rasposo por las cicatrices que le quedaban. Sus pulgares acariciaron con lentitud mis mejillas.

-Te amo Lucy

Y me beso, cerré mis ojos y sentí como sus labios los movía a un ritmo lento, pase mis brazos atrás de su cuello. Las personas no tardaron en gritar y silbar, las flores no tardaron en caer.

Nos separamos, lo miraba con alegría. "Somos unos idiotas enamorados" después de todo.

-También te amo Natsu

Me volvió acercar y me dio un pequeño beso en la nariz. Happy con directamente a nosotros, lo abrazamos.

Caminábamos por entre todos nuestros amigos, no dejaban de abrazarnos y felicitarnos. Algunos más lloraban y otros más gritaban, era una gran fiesta dentro de la Iglesia hasta que al fin pude ver una última mirada azul.

Abrí mis ojos al ver como sonreía con pequeñas lágrimas saliendo e sus ojos y salía de la Iglesia con mucha prisa.

-Lisanna...

Era la persona que había faltado y ahora nos miraba con tristeza, con una sonrisa falsa.

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