1. Pequeños síntomas: el inicio

¿Como es que había cambiado nuestra vida? Dejen contarles el inicio de lo que sería una nueva aventura.

Era un día normal y corriente, Natsu, Happy y yo, regresábamos de una misión que nos había mantenido dos semanas fuera del gremio. La misión se trataba de enfrentar a unos bandidos de un gremio oscuro, lo admito, no fue nada fácil el derrotarles, como sólo íbamos los tres, las cosas se habían complicado un poco pero al final habíamos salido victoriosos, sólo con uno que otro rasguño "Nuestros Trofeos" sería lo que diría Natsu.

Me sentía cansada, mi cuerpo me pesaba e íbamos a paso lento, estábamos realmente cansados, lo único que queríamos era comer y luego dormir.

La única diferencia de ese tiempo era que Natsu y yo estábamos tomados de la mano, muchos dirían que no era nada diferente a como nos comportábamos, lo que hacía todo diferente era que nosotros apenas teníamos un año de haber empezado a salir como pareja.

A pesar de ya tener un año, nosotros aún éramos unos densos, pareciera que no cambiamos en nada pero para nosotros si había una gran diferencia. Los besos, las caricias y los momentos solos los disfrutábamos como nunca. Compartíamos la cama porque todo esto ya era un gran cambio.

Pero regresando a ese día, nos dirigíamos al gremio, tendríamos que avisar que la misión había sido todo un éxito y no hacer preocupar a la familia por nuestra larga misión.

Una vez que nos acercábamos cada vez más al gremio, Happy dejó de volar y cayó en mi cabeza cansado, Natsu apretaba mi mano y me miraba con una gran sonrisa en su rostro.

Era imposible el no contagiarse de felicidad. Como siempre, Natsu pateaba la puerta y gritaba dejando salir una pequeña llamarada.

-¡Hemos regresado!

Nuestros amigos que estaban ahí, nos saludaban inmediatamente, saludábamos con los que nos encontrábamos en nuestro camino a la barra, donde siempre nos esperaba una dulce y tierna Mira.

-Tardaron un poco en venir pero qué bueno que regresaron bien --Saludaba con una gran sonrisa en su rostro mientras nos pasaba vasos de agua.

No tarde más y le di un pequeño sorbo, podía sentir como me refrescaba la garganta.

-Natsu no quería regresar en tren así que tuvimos que caminar pero todo fue un éxito Mira --Le comentaba mientras alzaba mi pulgar.

Mira solamente se rio.

Después de una pequeña charla de nuestra misión, pedimos de comer, Happy comió los peces que había dejado esas mismas dos semanas que no estuvimos.

Natsu pidió platos enormes de carne con fuego, mientras que yo...

-¡Mira! ¿Me puedes servir otro plato?

-Creo que ahora si tienes hambre Lucy, ya es el cuarto plato que me pides


En ese momento, podía sentir mi rostro caliente por ese comentario, tenía mucha hambre y no sabía él por qué. Mira se dio cuenta y me volvió a sonreír sirviéndome un plato más, sentía la mirada de los demás a mis espaldas.

Debo admitirlo fue algo vergonzoso, Natsu no decía nada, sólo me observaba. Al terminar de comer nos quedamos un poco más, Natsu empezó a pelear como siempre con Gray, aun sigo pensando si no se cansan de pelear. Yo como siempre me había ido a platicar con las chicas.

Hasta que...

-Lu-chan, ¿Estás bien?

Levy-san fue la primera que me pregunto y que se dio cuenta de cómo estaba, desde hace rato no me sentía bien, me dolía demasiado el estomago, sentía como toda la comida subía por mi garganta. Lo primero que se me ocurrió hacer, fue correr al baño.

Al llegar ahí empecé a vomitar todo lo que había comido, era raro, desde hace tiempo sentía ganas de hacer esto, pero hasta ahora paso.

-Lu-chan, ¿Estás bien? Sólo he venido yo

Escuche la voz de Levy-san, estaba del otro lado de la puerta, ella realmente estaba preocupada por lo que me estaba pasando.

Después de unos minutos, todo había pasado, me enjuague y me mire al espejo, estaba muy pálida. Salí como si nada del baño. Al abrir la puerta aun seguía Levy-san, me estaba esperando, de alguna manera me alegré que sólo ella estuviera ahí.

-¿Estás bien?

-No lo sé Levy-san desde hace tiempo que me siento así, creo que fue por comer demasiado, rayos y yo con toda la hambre que tenía

-Debes tener cuidado Lu-chan, creo que es mejor ir a ver a un médico, ¿No crees?

-Sera para mañana, estoy cansada y solo quiero ir a mi casa a bañarme y a dormir

-Está bien Lu-chan, si quieres que Natsu no se preocupe de más yo te puedo acompañar

-Gracias, lo agradecería demasiado


Me sentía aliviada, ya que no quería ir con Natsu, me iba a sentir incomoda ya que aun no sabíamos que era lo que tenia. Y si él estuviera ahí me pondría más de nervios.

Después de ese pequeño "accidente", pensé que era mejor irme a mi casa. Tome mis cosas y empezaba a despedirme de todos, fue cuando él apareció.

-Lucy deja te acompaño a tu casa, ya está oscureciendo

-Gracias Natsu


Le bese la mejilla y el quedo sonrojado, no nos dábamos muchos besos en público. Se veía lindo, cuando se dio cuenta que lo observaba miro hacia otra parte y camino junto con su mochila y mi maleta que me había quitado. "Tsundere" es lo primero que me vino a la mente. Me apresure a caminar, ya que me estaba dejando atrás.

Al llegar a su lado le agarre de la mano, no recuerdo bien si era por estar nervioso o que cosa, pero no me quería mirar, a cambio tenía un pequeño sonrojo, eso no me importaba y nunca me importo, con solo estar a su lado me sentía bien.

-Oye Lucy, ¿Estás bien?

-¿Porque lo preguntas Natsu?


El me miro, su mirada era sería pero sabía que desde el fondo él estaba tratando de ser dulce y no quería preocuparse mucho.

-Vi que te paraste demasiado rápido de tu asiento y Levy fue corriendo detrás de ti, no quería llamar la atención de todos así que me espere

Me había quedado paralizada, deje de caminar y Natsu al ver que había parado se acercó a mí, se fue acercando hasta tener su frente pegada a la mía.

-¿Y bien? ¿Me vas a responder?

-Me sentí mal porque comí demasiado, creo que fue mala idea comer de más


Había bajado mi mirada, el piso era demasiado interesante, mi cara estaba roja. Sentía como me abrazaba y como acercaba su rostro a mi oreja para susurrarme.

-Sabes que me preocupas, cualquier cosa que te pase o suceda también son mis problemas

-Perdón por preocuparte, mañana iré al médico con Levy-chan, no debes preocuparte demasiado, sólo me recreará algo y todo terminará

-Bien, sólo no quiero que me lo ocultes


Agarro mi rostro con cuidado, sus manos cayeron en mi barbilla y en mi mejilla, alzaba mi rostro para juntar nuestros labios. No me importaba que las personas se nos quedaran viendo y algunas señoras tapaban el rostro de sus hijos para que nadie nos viera. Porque en ese momento, nuestro amor era lo más importante.

Nos separamos con lentitud mientras sentíamos como aún nuestros alientos de combinaban. Empezamos a reírnos y decidimos irnos a mi casa. Con este año de relación, había cambiado los hábitos de Natsu por entrar en la ventana, había sido algo muy difícil que entrara por la puerta pero al final lo había logrado.

Entró corriendo a mi cuarto, brinco y se enterró en mi cama ocasionando que algunas almohadas salieran volando.

Solté una pequeña risita, deje a un lado de mi cama su mochila y mi maleta, camine en dirección a mi cocina y empezaba a preparar algo de té. Sacaba las galletas que anterioridad ya tenía preparadas y todo lo ponía en la bandeja a mi lado.

Una vez que tenía todo preparado, tomé la bandeja en mis manos y caminaba de nuevo a mi cuarto donde Natsu me esperaba y donde pude dejar la bandeja en la mesita del centro.

Natsu se sentó en el piso, abrió sus piernas para que yo me pudiera sentar entre ellas.

Las galletas habían desaparecido demasiado rápido, sinceramente, yo había sido la que comió casi todas en un sólo momento.

-Lucy, si te duele el estómago no deberías comer de más

-¡Ya sé que estoy gorda! No deberías meterte en esto


Mi estado de ánimo había cambiado, me sentía furiosa, quería gritar. Pero al ver como Natsu se había quedado callado e impresionado, volví en mí.

-Perdón Natsu, no sé que me paso --El arrepentimiento había llegado. Me dio un pequeño beso en la nariz y me relajo con una de sus típicas sonrisas.

-No te preocupes, anda Lucy mejor toma té y relájate

Platicábamos y reíamos como siempre, hablábamos de cosas que probablemente no tendrían sentido alguno. Después de un rato, nos habíamos levantado, empecé a lavar los trastes, mientras que Natsu subió perezoso a mi cama y se quedó dormido.

Una vez que había terminado me dirigí a mi escritorio donde empezaba a escribir con ánimo las cartas a mis padres. Hasta que volví a sentir un retortijón en mi estómago.

-Otra vez no...

Había corrido al baño, levante la tapa y empecé a sacar lo poco que había comido. No podía evitarlo.

De tanto ruido que había hecho, podía escuchar como Natsu había entrado de golpe al baño, se agachó un poco y amarro mi cabello para que no cayera al frente.

-Tranquila Lucy, ya pasará

Me hablaba Natsu mientras daba pequeñas palmadas a mi espalda. Al terminar, me levanté y enjuague mi boca. Al mirarme al espejo me dieron ganas de llorar, no me resistí.

Natsu me atrapó entre sus brazos, yo pasaba mis brazos por detrás de su espalda y entregaba mi rostro en su pecho.

Me sentía débil.

-Es mejor que descansemos, mañana que vallas al médico te recetara algo --Con una de sus manos acariciaba mi cabello. Sabía que él estaba igual o más preocupado que yo pero trataba de disimularlo.

-Natsu, tengo miedo ¿Porque me está pasando esto?

-Tranquila, si esta enferma aquí estaré a tu lado


Como no sabía que tenía, mi único desahogo era llorar a mares. Al ver que no terminaba de llorar, Natsu me cargo y me metió a la cama, no tardó en ver mi mirada suplicante y meterse. Me acerco a su cuerpo, sus piernas las enredó con las mías, sus brazos rodearon mi cintura y mi cabeza quedó tan cerca de su pecho.

Seguía hipando, fue en ese momento que Natsu susurró cerca de mi oído.

-Vamos, descansa no dormiré hasta que tu duermas primero

-Gracias Natsu

-No tienes que agradecer, vamos duerme


Fue lo último que susurre antes de caer profundamente dormida, con el calor de su cuerpo cobijándome como siempre.

La mañana llego demasiado rápido desde mi punto de vista, quería aún permanecer entre las cobijas y el cuerpo de Natsu pero al final decidí por levantarme y alistarme para salir, esa mañana iba a ser la que iba a cambiar todo.

Empecé a escribir una pequeña carta a Natsu, con mucho cuidado lo deje en la mesa y me salí, no son antes darle un pequeño beso en los labios. Ya era un poco tarde, con la noche difícil y algo rápido, no podía creer que ya fuera tan tarde.

Al salir me encontré con Levy-chan que para mi suerte, ella apenas había llegado.

-Buenos días Lu-chan, ¿Estas lista?

-Buenos días Levy-chan, sigo nerviosa pero estoy lista

-Bien, entonces no hay que tardar y hay que irnos


¿Que sentía en ese momento? Mucha angustia, tal vez el miedo de lo que me enteraría, probablemente, aunque siendo sincera no sabía lo que me iba a esperar.

Levy-chan se daba cuenta de lo que me pasaba, era como si leía los pensamientos.

-Tranquila aquí estoy contigo Lu-chan, cualquier cosa aquí estaremos

Al llegar al consultorio del médico, nos registramos y esperamos en la pequeña sala que tenía, estaba atendiendo a más pacientes.

-Levy-chan estoy nerviosa

-Tranquila Lu-chan, no es bueno que te empieces a preocupar

-La señorita Lucy Heartfilia puede esperar, el doctor la está esperando


Cuando menos, me llamaron. Con nervios, pase al consultorio junto con Levy-chan. Nos sentamos en las sillas que estaban enfrente del escritorio, en el cual, ahí nos estaba esperando el doctor.

-Bienvenidas señoritas, ¿En qué les puedo ayudar?

No dude más y decidí contarle lo que me estaba pasando. La cara del doctor en ese momento era de asombro, de felicidad o simplemente estaba pensando en la inmortalidad del cangrejo.

Con una sonrisa de levantó de su asiento.

-Muy bien señorita, por favor pase aquí, le haremos unos estudios, no dolerán y serán rápidos

Pase al cuarto, adentro una enfermera y a su lado el doctor, me sentaron en una camilla y me empezaron a preguntar y al final me sacaron un poco de sangre.

-Eso es todo señoritas, por favor, ven la próxima semana para darte los resultados, normalmente tardaríamos unas horas pero como estamos un poco ocupados en posible que se tarde una semana

-Muchas gracias, nos vemos hasta entonces


Salimos del consultorio, no solamente estaba un poco nerviosa de los resultados, si no que estaba pensando en las posibles respuestas para Natsu.

Antes de que llegáramos a mi departamento y ver que Natsu esperaba paciente, pare a Levy-chan, tomé su mano y nos sentamos en las bancas más cercanas.

-¿En qué tanto piensas Lu-chan?

-Se que Natsu estará un poco nervioso, ando pensando en cómo le diré si no tengo los resultados

-Dile la verdad, que no los tienes y los tendrás dentro de una semana, el lo entenderá

-Lo sé pero si yo estoy hecha un manojo de nervios, el va a estar peor, ¿Crees que se moleste?

-Claro que no, es de Natsu de quien estamos hablando, te tiene mucha paciencia, va a estar muy curioso pero verás que podrá controlarlo


Aunque eso me había calmado un poco, seguía pensando en lo que me podía estar ocurriendo.

Y para mí, eso había sido una total tortura. Con un Natsu curioso y un gremio demasiado chismoso, había sido el inicio de una semana de muchas.

Una semana muy difícil.

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