– Debido a los sucesos lamentables en el lado norte del edificio de estudiantes, el directivo se ha visto obligado a tomar cartas en el asunto... e implementar medidas hasta que el problema sea resuelto.

Se escuchó resonar la voz del profesor pero apenas nombro la palabra directivo comenzaron a escucharse los murmullos de los estudiantes que permanecían sentados en sus asientos. Consternados ante tal noticia.
– Silencio, silencio, ¡He dicho silencio! – repitió y los murmullos cesaron. – Como iba diciendo. La directora nos ha pedido a cada profesor que os dieran esta noticia; a cada alumno perteneciente al ala oeste se le será asignado un compañero, dicho compañero será procedente del ala norte, obviamente.

Los quejidos de los estudiantes no se hicieron esperar, quejándose de cómo habían dejado pasar tal detalle en las tuberías de ala norte, quejándose de la decisión del directivo, y quejándose de ser obligados a compartir habitación con alguien.

– Lo lamento, pero no pueden hacer nada chicos – volvió a hablar el canoso profesor entre la multitud de quejas. –, el cambio será a partir de esta noche, todos recibirán una carta con el nombre de su compañero asignado y su habitación en estos momentos será acondicionada con una litera. Entre ustedes y su compañero podrán crearse reglas y llegar a un acuerdo. ¡Bien, comencemos!

El hombre dio un estruendoso aplauso y comenzó a escribir en la pizarra todo lo que conllevaría la clase de hoy. Y por supuesto que ningún estudiante presto verdaderamente atención a lo que el hombre decía, estaban tan sumidos en sus quejas no solo algunos llegaron siquiera a dar apuntes en sus libretas.

Para nuestro protagonista Shadow no le era muy conveniente esta situación, de hecho le sentaba extremadamente mal puesto que se consideraba una persona muy sumergida en el mundo del orden y la limpieza y tener un compañero solo significaba que las cosas se pondrían tensas en su habitación por dicho tema. Vamos. Que hasta ordenaba sus libretas por color y las etiquetaba según el día que debía usarlas.

Solo esperaba que su compañero asignado tuviera la consideración de ordenar sus cosas tal como él lo hacía.