¿Y si estamos contagiados?

El olor a espaguetis y a pizza casera inundaban las fosas nasales de todos, mientras algunas velas aromáticas coloridas iluminaban el lugar ligeramente fresco por la noche. Después de estar viviendo ahí una semana, Alya, Marinette y Adrien observaban mientras disfrutaban su comida, como Nino llevaba un largo rato intentando encender un televisor antiguo que la familia de Alya tenía en la cabaña.

-No se ve.

Dijo la de lentes sentada cómodamente en el comedor, mientras sudoroso Lahiffe se rendía poco a poco.

-No sé cómo encenderla, tiene años que no veo la televisión por cable, creí que era algo que solo veían los viejitos ¡Incluso ahora las novelas se ven por internet!

Su novia asintió mirando con melancolía como sus celulares se habían convertido en un tabla de aluminio, cobre, plástico y vidrio, después de una semana sin internet.

-Que prehistórico.

Murmuró Alya mientras todos asentían.

Entonces después de un rato de tener como entretenimiento a Nino luchando contra una antena, Adrien con ligera compasión se levantó aún masticando sus espaguetis.

-¿Puedo intentar?

Preguntó y el moreno sin chistar le entregó el martillo.

-Por supuesto, por estas cosas quiero ser director de cine y no director de museo, no me gusta lidiar con reliquias antiguas como esta.

Y se fué a servir su porción a la cocina, dejando a Adrien haciendo ecuaciones mentales al intentar descifrar el por qué rayos él estaba ocupando un martillo si su única tarea era acomodar la antena.

Milagrosamente la televisión encendió ganandose los aplausos de todos y el respeto de Nino, mientras miraban como la pantalla mostraba un noticiero, el cual tenía escrito "PANDEMIA MUNDIAL" en rojo y mayúsculas, así como varias ventanas emergentes que tenían distintas cifras.

Entonces el de lentes habló aliviado.

-Miren, ahí dice que sólo son 3912 casos en toda Francia, pensé que eran muchos más.

Todos relajaron sus hombros al igual que él hasta que Marinette palideció al darse cuenta de algo.

-Esperen, esos son solo los casos que se registraron hoy, falta sumar los casos de ayer, antier ¡Y los de los últimos 35 días!

Tras ella hablar, el sonido de los tenedores callendo sobre el plato sonó de los tres contrarios.

-Bueno, puede que eso no sea tan mal...

-Día número 37 de la cuarentena obligatoria y el número de casos activos al momento asciende a 96 368, mientras que las defunciones se mantienen en 8911.

Los cuatro adolescentes se quedaron en silencio escuchando con atención y terror hasta que un susurro por parte de Adrien se escuchó.

-Y apenas llevamos un mes y una semana.

Con lo catastrófico en mente, Alya tomó el control dispuesta a apagar el televisor pero la voz de la presentadora la detuvo.

-Recuerde quedarse en casa a pesar de no presentar ningún síntoma, puede ser asintomático. Una persona asintomática es una persona que no presenta síntomas pero porta la enfermedad y puede transmitirla.

Entonces Adrien sin pensarlo pulsó el botón de apagado del control que aún estaba en manos de la morena, escuchando de tan silencioso que todo estaba, como una chinche chirreaba en todo el lugar, pues una plaga de chinches estaba azotando a toda París.

-¿Y si estamos contagiados y no lo sabemos?

Preguntó ganándose una mirada asustada azul, verde y oliva, sintiendo como desataba el terror en sus amigos.
.
.
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La noche se hizo aún más oscura y la única luz que había en la cabaña era la de una linterna potente, que tenía el tamaño de media cabeza.

-Dime Marinette, ¿a quien viste en los últimos días antes de vivir con nosotros?

Preguntó Alya parada frente a la azabache aluzandole a la cara, quien estaba sentada en una silla haciendo que ella inevitablemente intentara cerrar los ojos encandilada.

-No cierres los ojos o... ¡cosquillas!

Amenazante Alya picó su costilla y ella los abrió con dolor, contestando.

-Con mis padres, ellos cerraron la panadería desde el primero de marzo, solo hacen pedidos ¡Listo, quítame esa luz!

Entonces la lámpara se acercó aún más a ella, siendo iluminada una lágrima inconsciente por parte de la chica de los ojos azules y de ahora pupilas diminutas.

-Ah ¿y como entregan los pedidos?

Adrien se acercó y con total enojo alejó la lámpara, importandole poco si Alya lo mataba después.

-Pues las personas van al mostrador, se toman la temperatura y desinfectan manos, luego les entregamos los pedidos y se van, después desinfectamos todo, ahora por favor quítame esto que ya no veo nada.

Le dijo y la de ojos oliva se retiró de su frente.

-Ya no te estoy alumbrando, fin del interrogatorio.

Marinette se levantó y con la mirada perdida se cayó, haciendo que Adrien corriera a ayudarla y a mirar fulminante a Alya.

Bien, no iba a negar que le dio miedo.

-Siguiente.

Continuara...

Los contagios hoy en día están peor, pero recuerdo que las primeras cifras por día yo las veía catastróficas.

Aviso que bajan las actualizaciones porque entro a clases denuevo y aún tengo covid, x, eventualmente me iba a dar. Afortunadamente parece un resfriado leve.

Mañana lo corrijo, me toca irme a tomar mis medicinas :D

En fin, disfruten.

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