Alison Vega es una muchacha de diecisiete años que no se cansa de sacar buenas notas. Los poemas son como una droga para ella. Una chica de puros sentimientos conoce lo que es tener una vida que es lo opuesto al color rosa. El desamor y las falsas esperanzas eran algo ya cotidiano para ella. Su corazón estaba ya acostumbrado y era inmune a casi cualquier sufrimiento.

Tiempo después, pasó algo que rompió con esa inmunidad. Fue algo tan fuerte que su corazón no lo resistió. Aún con el corazón desgarrado por aquella noticia lacerante, se levantó y trató de construir una sonrisa que fuera sincera y estuviera disponible para todos. Y cuando empezaba a borrar aquella marca indeleble, con algo más que un borrador azul, una persona vino a devolverle la sonrisa perdida.