Ya acabó

El aire fresco chocó contra el rostro de los adolescentes, los cuales estaban a las afueras del restaurante que marcaba como resultado de su reciente búsqueda.

El mayor de los Min se encontraba en ese lugar, sin negar las grandes posibilidades de que Jimin estuviese allí, junto a él.

Jungkook sabía que ya era el momento, y por lo tanto ese instante amerita mucho sigilo de su parte y de la parte de su gemelo.

Una misión difícil que requería gran fuerza de voluntad, de la cual carecían muy ligeramente.

-Recuerda, debemos entrar y decir el nombre de papá o el de Jimin Hyung.

-Está bien, pero ¿Y si nos dicen que solo reservaron para dos?..-  cuestionó Gguk, con una mueca de inseguridad en su rostro.

-Excelente pregunta, tal vez debamos entrar por otra parte..- le respondió dudoso, observando a su alrededor en una corta búsqueda de una segunda entrada.

Sus ojos pasaron por cada rincón, dándose cuenta en unos últimos minutos de una muy buena manera de entrar, sin ser notados por los camareros o por su papá.

-Oye Gguk, hay una parte del restaurante que es al aire libre..- musitó llamando la atención del dragón, quien no se interrogó en nada y simplemente miró el mismo lugar que observaba su hermano.

-Uhm, tienes razón. Vamos rápido antes de que alguien se de cuenta de nuestra presencia..- Jeongguk afirmó.

En ese momento, Jungkook golpeó  el brazo del contrario, señalando el lado derecho del restaurante. En donde claramente se podían notar unas vallas y los diminutos cuchicheos de algunos clientes.

Las vallas del lugar no eran tan gigantescas, unos cuarenta y cinco centímetros más altas que ambos gemelos. Oh mejor dicho, unos  cuarenta y seis centímetros para Jungkook.

-Okey, este es el plan. Yo tiró la mochila cerca de ese árbol de allá..- susurró Gguk viendo a una de las esquinas del restaurante.

-Luego de tirar la mochila te ayudo a subir al otro lado, y despues yo me voy sano y salvo a mi casita ¿De acuerdo?..- el dragón sonrió ante el ceño fruncido del chaneque.

-¡Ahg!, mejor yo te ayudaré a subir..- dijo desganado.

Jungkook se quitó la mochila de hello kitty de los hombros, empezando a desplazarse hasta quedar en la parte trasera del árbol, únicamente en la esquina.

-Allá va..- el lobo tiró la mochila al otro lado, para luego observar algo ansioso a su hermano.

Jeongguk se quejó en voz alta, procediendo a colocarse de cuclillas con la espalda pegada a la madera blanca, apoyándose en ella.

Jungkook se preparó para su gran salto, colocando uno de sus pies en la pierna izquierda de Jeongguk. Con un fuerte impulso se agarró del borde de la cerca, empezando a subir lentamente, con toda la fuerza puesta en sus brazos.

Unos cuantos segundos y su cuerpo impactó en el piso del otro lado, por suerte cayendo justo detrás del gran tronco del árbol.

-¿Kookie, te encuentras bien?..- su gemelo lo llamó algo inquieto desde el otro sitio.

-Estoy bien, ahora te toca subir a ti..- respondió con normalidad, sacudiendo su vestimenta.

El dragón menor puso un puchero mínimo en sus labios, observando hacia arriba mientras estiraba sus brazos.

Se puso de puntitas, tomando el filo de la valla con seguridad y dureza. Empezó a trepar la cerca velozmente, con un nítido impulso hasta cruzar al otro extremo en cuestión de poco tiempo. Cayendo sano y salvo detrás del árbol.

Al parecer esas clases de boxeo eran mágicas.

-¿Ahora qué?

-Nada, nos toca esperar un poco hasta que se oculte por completo el sol. Mientras tanto busquemos a papá por las mesas de aquí..- El dragón asintió a lo que había dicho su gemelo.

Así que estando ocultos detrás de un gran árbol se dispusieron a averiguar la mesa en donde ambos adultos estaban, agudizando más sus sentidos de la vista.

Prontamente encontraron una cabellera violeta entre la multitud, agradecidos de no sentir que lo arruinaran en esa misma situación en la que se encontraban. Solo les quedaba movilizarse hasta la mesa del mayor, sin interrumpir, quedando a la par de los mayores, listos para saber si realmente había algo maravillosamente especial sucediendo entre ambos.


-¿Cómo te fue hoy, Jiminie?..- la voz del alfa se escuchó con suavidad, remarcando una pequeña dulzura en cada palabra.

-Muy bien, hyung. Estuve aprendiendo a conducir, Taehyung estuvo enseñándome, y creo que ya la próxima semana quizás pueda ir a sacar mi licencia..- le contestó risueño, cortando un poco del trozo de carne que se hallaba sobre su plato.

Yoongi sonrió abiertamente, tomando un poco de su copa de vino. Mirando de reojo el rostro tan precioso del omega patito, el cual tenía un pequeño sonrojo tan natural cubriendo sus mejillas, como ya le era de costumbre ver.

-Me alegro mucho de eso, Minnie..- bramó el mayor.

Ambos se encontraban en suma comodidad, al aire libre mientras las bellas flores decoraban la mayor parte del comedor. La brisa se podía sentir a flor de piel, sin llegar a ser tan fría pero siendo la suficiente para calmar el ligero destello que lo aturdió.

Park Jimin se sentía así, como un gran destello en su pecho, abrumado de tantas sensaciones y emociones que ya habían obtenido su respectiva respuesta. 

Obviamente estaba enamorado, y se sentía completo de saber que tal vez, ese lindo sentimiento, era correspondido.

Por fin todo se aclaró, ambos hablaron, ambos tomaron una decisión, y ambos estuvieron de acuerdo en algo. Una oportunidad, pero no era para precisamente conocerse mejor de lo que ya se conocían, era para darse cuenta de que todo esto ya había tenido un sentimiento de por medio.

Un sentimiento que ya fue aceptado por el padre soltero.

Mientras que, por otro lado, estaba el sentimiento tan libre sobre el omega. Siendo correspondido en algo más que solo un par de palabras.

Por fin se daba cuenta de que quizás siempre fue amado.

El bonito Park siguió degustando de la comida, moviendo sus pies por debajo de la mesa de arriba hacia abajo, luciendo tan adorable y tan...Bonito. Sí, luciendo tan perfecto que lo atontaba.

Sin dudar, Yoongi había tomado una buena decisión en intentarlo.

Sin embargo.

¡Demonios! ¡Siempre hay un "sin embargo" aquí!

El patito observó con sus ojitos tan brillantes al alfa, el cual no había dejado de observar con algo tan profundo, más que adoración. Ocasionando que el omega cubriera su rostro con sus manos, algo apenado y avergonzado de que su hyung lo siguiese mirando de esa manera.

No, no se sentía mal. Era, de hecho, lo todo lo contrario. 

Por varios momentos podía percibirse especial.

Puso una leve sonrisa en el rostro, dejando que su pequeña mano sea apresada por la larga y delgada palma del dragón mayor, acariciando con ternura su mano sobre la superficie de la mesa.  

Se encontraba feliz, y todo se presentaba tan perfecto en esa noche que su patito se puso más que feliz al notar el aroma a galletitas recién horneadas.

Todo estaba más que bien.

Jimin giró un poco su cabeza guiado por aroma, esperando a encontrar al mesero que llegaría a su mesa con el postre, pero grata fue su sorpresa al verse envuelto en un gran deja vu.

Habían dos matas de cabello negro sobresaliendo de uno de los arbustos más cercanos, en donde claramente las plantas verdosas de los arbustos se movían, no mucho, pero lo necesario para que se diera cuenta de lo que estaba sucediendo debajo sus nariz.

Probablemente debajo de la de Yoongi también.

-Uhm ¿Hyung?..- llamó el patito.

-Dime..- el mayor le prestó entera atención a su enamorado.

-Le voy a decir algo, pe-pero no se moleste ¿Okey?..- titubeo algo ansioso, empezando a señalar disimuladamente el arbusto cercano a la mesa de los dos.

Con su dedo índice señaló discretamente, mirando como el alfa fijaba su vista ya sabiendo que sus dos retoños, sus hijitos, sus bebés, sus espermatozoides estaban allí.

-Ves, te lo dije y no me quisiste creer, ahora me debes cinco dólares.

Yoongi se levantó de su asiento luciendo tranquilo, dejando un casto beso en una de las mejillas pomposas del patito, para luego, caminar hacia los arbustos.

Llegando por arte de magia a una creciente discusión ultra violenta.

-No, gguk, ya te dije que no. No robaré hamburguesas si papá besa a hyung.

-¡Me parece injusto! ¡Tu agarraste uno de los camarones cuando el mesero viejo se giró!

-¡CÁLLATE, ESO ES SECRETO! y solo fue uno.

Yoongi frunció el ceño, carraspeando seguido para llamar la atención de ambos jóvenes.

No parecía furioso y esa era la verdad, él ya sabía que sus hijos iban a ir a la cita que tenía con Jimin. Aunque aún no sabía como rayos consiguieron la dirección.

Aún así eso no evitó que su omega y él apostaran, a favor y en contra.

No estaba enojado, no lo estaría y aún así sus hijos se pusieron de pie como almas que lleva el diablo. Algo temerosos, y con justa razón.

Él quería algo de paz, y tal vez algo de intimidad.

-Pa-Papá lo lamento..- Jeongguk fue el primero en disculparse, siendo perseguido por su segundo hijo.

Yoongi negó lentamente, cruzándose de brazos en el instante en el que Jungkook habló.

-Lo lamento, papá. Pero en nuestra defensa nosotros teníamos algo de curiosidad..- el menor colocó su mano izquierda sobre su cuello, tocando su pie con algo de timidez.

Enseguida Yoongi lo notó.

 -¿Curiosidad de qué?..- preguntó el padre.

Ya era hora de decirle la verdad a sus hijos, porque ellos ya estaban listos para que la familia se extendiera más.

-Sobre lo que ocurre entre Jimin hyung y tu..- Jeongguk dijo, colocando la mochila de hello kitty sobre sus hombros.

-Bien, muy bien, se los diré..- musitó.

-Jimin y yo empezamos a salir desde que fui a su casa para hablar, creo que ya está más que claro que yo fui el que pidió un oportunidad. Pero no es para lo que ustedes creen.

-¿Cómo? ¿Cuándo?¿Dónde?..- el lobito murmuró confundido, mirando con extrema atención a su padre.

La misma atención que le daba a las matemáticas, muy turbio.

-Le pedí una oportunidad para confirmar algo que llevaba en mi mente desde que me dijo que le gustaba, y ahora ya tengo la certeza de saber la respuesta..- el alfa mayor trataba de ser algo directo con los fetitos confundidos.

 Algo difícil pero no imposible.

-Confirmé que Jimin es mi otra mitad..- aclaró tan pacíficamente que esperaba a que ellos ya entendieran fácilmente.

Pero no fue así.

-¡Aish! ¿Y de quién no?

Yoongi giró sus ojos, empezando a irritarse. Esperaba a que tan solo Jungkook hubiese entendido la referencia tan sencilla, pero tampoco.

TAM-PO-CO.

-Lo que quería decir es que Jimin y yo somos parejas predestinadas, y no lo voy a negar. Me gustaría que fuésemos más que simplemente alfa y omega..- finalizó.

Los gemelos balbucearon un "Ahhh ya" asintiendo a manera unísona, sonriendo mientras sus mentes de pubertos repetían la confesión una y otra vez.

Como cinco veces, para ser congruentes.

Ahmm...Eso significaba que...

¡Park Jimin se había vuelto su segundo papá!

¡Por fin tendrían una excusa para decirle señor papá a Yoongi!



  

  




























💛💛💛

Espero que les guste,  perdón si ven algún error.

¿Qué les pareció?

Dejen tooodaaaas sus dudas por aquí, responderé a todas a ecepción de los spoilers xd.

Es necesario, ya verán después porque.

Nos leemos el 18/09/20, si comentan y votan mucho quizás en dos días uwu.

¡Los amo! Cuídense mucho.

-7

Sempai❤

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