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Hoseok pegó un grito y empujó al alfa a como pudo, echó llave a la puerta del baño para cerrarla de un golpe. Lo primero que se le ocurrió era que debía mantener esa puerta cerrada por el momento, se dirigió a la sala y agradecío, que su apartamento no fuera tan grande, por lo que empezó arrastrar el sofá en dirección del baño, para bloquear la puerta. Cuando lo logró, lsintió un enorme alivio; pero aquel tipo empezó a golpear en dirección de la puerta tratando de tumbarla al suelo, al omega se le erizaron los vellos ante esa situación.

Un gruñido de molestia se presentó y el omega sabía que para el menor, su celo era una tortura completa, pero debía asegurar primero a su bebé.

Sacó el celular del bolsillo de su pantalón delantero, solo para marcar a cierta persona, a quien confiaba con toda su alma. Kim SeokJin a.k.a el de los favores.




Jin se encontraba en el cuarto de su hijo, le estaba echando crema en su cuerpo, a tal punto que la piel del pequeño, pasó de ser morena, a un blanco leche, el nene tenía su rostro empurrado, molesto porque su padre no era tan suave respecto a como debía untarle la crema. Parecía más como si le estaba quitando la mugre que no tenía.

Yoongi pasó por el cuarto del cachorro al pasar notó la puerta abierta, al ver a su sobrino de tal forma, casi pegó un grito por el cielo. Entró, haciendo a un lado al esposo de su hermano, lo empujó con tanto salvajismo que el alfa cayó de culo al suelo.

—¡Que no estás sacando tierra, Jin!—gruñó molesto el peli blanco para luego sonreírle a su sobrinito con cariño—Ay, mi bebé~—dijo este tomando la mano del pequeño para hacer masajes y hacer desaparecer el blanquecino de la crema—. No te preocupes, yo me encargo de esto.

Jin solo contempló por un momento al omega, rodando los ojos ambos no se soportaban; pero debían aprender a convivir- según Jimin decía entre amenazas-.

El celular del alfa sonó, quien contestó a regañadientes, no era el mejor momento para que alguien lo llamara más a esas horas de la noche. Al notar que era Hoseok, una sonrisa se iluminó.

—¡Habla con worldw-...

—¡Hoy ni vivo, que no vivoooo! ¡Adios mundo cruel!—se escuchó un chillido y alguien tomando con mucha prisa algún objeto. Jin frunció el ceño, alejó el celular de su oido para ver el número y luego lo volvió acercar.

—Hoseok, calm-...

¡Que Jungkook entró en celo!—se escuchó un fuerte golpe al fondo—Oh dioses...anda re-loco ¡Ahora dejaré de ser papa para convertirme en puré! ¡El estaba esperando por esto, él siempre lo tenía calculado todo, el idiota he sido yo!

—¿Estás bien?

—¡No puede ser Jin! ¡Me vio la cara de idiota, el me mordió para que así cuando entrara en celo, solo se guiará por mi aroma y no fuese a meterse con cualquier omega ¡Me vio la cara de pendejo!—Hoseok comentó todo aquello a una gran velocidad sin tomar aire de por medio, estaba muy alterado.

—Ah, bueno, rezaré por tu alma.

¡Por mi culo maldito!—chilló el pelirrojo—. Me romperán el pequeñito.

—¿Solo para esto me habla-...ah, ya entendí—el alfa suspiró al recordar algo del pasado—Quieres que cuide de Taehyung ¿Cierto?—Namjoon al escuchar aquello, paró sus orejas y su cola invisible se empezó a mover de la felicidad, su cara de molestia cambió a una sonriente—. Tráelo cuanto antes, si te tardas más de una hora, tu pareja puede...volverse peor.

¿Peor?...¿¡Qué es lo que no me estás diciendo?! ¡No me estas ayudando en nada!

—Hoseok calma-...

¡Que estoy calmado!—se escucha unos ruidos y unos llantos de un bebé–No tae, no llores ahorita que me...¡Argh!, no me muerdas! ¡Lo siento mi hijo,sé que tienes sue-...¡Que dejes de morderme, joder!—chilló el pelirrojo con su voz alterada—¡Te dejaré a mi bebé, por favor Jin! confio en ti.

Se cortó la llamada. Jin contempló a su hijo, quien ya estaba rodando en la cama de la felicidad. Mientras uno parecía feliz como una lombriz retorciéndose, Jin estaba tieso como una estatua, el mal augurio ya llegaría. el hijo de Jung Hoseok, no era un bebé cualquiera, ni le llegaba a la normalidad.





Hoseok trataba de ir a pasos silenciosos sobre aquella madera del apartamento, como si fuera algún ladrón. Su idea era salir sin ser notado. Luego un golpe en la puerta se hizo presente y un gruñido por igual, alguien parecía estar demasiado inquieto. El mayor y el bebé pegaron un grito ante aquello y el chiquitín se aferró a su padre como si fuese algún tipo de garrapata—¡Vámonos a la v-...bueno en este caso me iré a la de Jungkook; pero...¡Vámonos a la ver-...–Hoseok no terminó su maldición al recordar que llevaba al pequeño en brazos (prudencia ante todo) no había que darle mala educación a un bebecito. ¿Cierto?

El omega sabía muy bien que Jungkook podía perseguirlo hasta calmar su apetito sexual. Rogaba que su joven alfa se quedara quieto; pero primero era asegurar a su hijo. Empezó a correr como alma que se la llevaba el diablo, saliendo del apartamento-no sin antes cerrar como es debido la puerta y volvió a correr con el corazón en la boca-. El pequeño Taehyung veía como su mundo se movía demasiado rápido, por lo cual empezó a sentirse mareado

Tener una vida tan ajetreada desde pequeño, era algo tan difícil, la vida de los adultos no era para nada sus gustos.



Hoseok llegó en un taxi, no se tardó más de treinta minutos en llegar a la casa de Jin, no vivían tan lejos,algo que ya agradecía desde lo infinito de su alma. Tocó la puerta nervioso, mirando a los lados.

¿Y si Jungkook logró escapar? ¿Lo estaría siguiendo? ¿Y si lo acorralaba en medio de las calles y se lo hacía en un callejón feo y sucio? ¡Ay no, eso no era para nada romántico y bonito!

La paranoia era presente, y no se dijera como su mente ya estaba creando escenarios de cómo el menor podía hacer de las suyas.

La puerta de la casa se abrió. Hoseok bajó su mirada contemplando al pequeño Nam, que le sonrió mostrando sus hermosos camanances. El pelirrojo frunció el ceño queriendo mirar al interior de la casa.

—No se preocupe señor Jung, puede darme al bebé—dijo el chiquitín extendiendo sus brazos para tomar al pequeño, como si el nene no pesara nada—. Señor Jung, deme al niño porfavor.

—Ah...¿Dónde están tus papás?—preguntó el pelirrojo notando como su hijo, se despertaba de su pequeña siesta, y se acomodó para poder ver el al sujeto de aquella voz infantil.

—Papi Jin ya saldrá, ahora, entregue a bebecito—pidió este sonriendo para extender más los brazos.

Taehyung contempló al niño de pelo griseado por un momento sin demostrar ninguna reacción. Jin salió de la casa y se acercó a su amigo, quien le entregó al pequeño Taehyung, Namjoon empurró su rostro ante aquello y se cruzó de brazos un poco triste. El quería ser el primero en cargar a bebecito, no su papá.

—Lo vendré a recoger el domingo—dijo Hoseok pasando sus manos por el pelo de su pequeño—por suerte hoy es viernes y no le afectará mucho a los estudios a Jungkook. ¿Puedes avisarle a mis padres que no vengan este fin de semana?. Perdona que te pida esto—dijo el pelirrojo un poco avergonzado ante los favores que le daba a su amigo—es solo que...

—Está bien—dijo Jin sonriendo—, sabes que después de tu familia, me tienes a mí—Jin bajó su mirada cuando su hijo empezó jalonear la punta de la camisa, haciendo su máximo esfuerzo al ponerse en puntillas—¡No, Namjoon que no es un bebé de juguete! no puedes agarrarlo—le dijo su padre regañando al recordar lo que pasó la primera vez que—si lo cargas y lo botas, le harás daño—se dirigió a Hoseok—. Ten una velada romántica con tu alfa—dijo de último con un tono de broma.

—Cállate—sentenció Hoseok muriendo de los nervios para entregarle un beso en la mejilla regordeta de su hijo y luego se dirigió al taxi que lo esperaba afuera.

El pequeño Taehyung le sonrió a su papi, despidiéndose como había aprendido a los largos de sus cortos meses. Cuando el taxi y su padre desaparecieron, cruzando la esquina su sonrisa angelical desapareció, dejando una ladina.

Era hora de divertirse cuando sus padres no estaban.





Hoseok contempló aquella puerta mientras su respiración era agitada, los golpes en algún momento se habían detenido y el silencio gobernó el apartamento. El mayor movió el sofa a un lado, tragando con dificultad giró la manilla de la puerta, retrocedió con mucho temor al ver a Jungkook en su forma animal, que se levantó del piso al sentir a su omega.—Perrito bonito, podemos hablarlo....la comunicación es buena en una relación de pareja—dijo Hoseok tragando duro mientras retrocedía. El lobo dio un gruñido lleno de furia—ah, creo que no—El alfa estaba inquieto, acercándose de forma amenazante a su propio omega. El pelirrojo tropezó con la alfombra, cayendo de espaldas, mientras aquel ser llegó a gruñir con suma molestia frente a su rostro—¡No me gruñas, Jungkook perro malo!—amenazó este.

Jungkook al escuchar aquello, volvió a su forma humana quedando a unos centímetros de los labios de Hoseok, Lo olfateó percibiendo una leve esencia de otro alfa, aquel aroma pertenecía a Jin, que seguramente quedó accidentalmente cuando el pelirrojo dejó a Tae sobre los brazos de su amigo. Jungkook metió sus manos en la cabellera del mayor, para jalonear un poco, no tan brusco; pero conteniendo un poco sus celos frustrados. El pelirrojo dio un leve quejido concentrándose en las pupilas del menor que seguían muy dilatadas, Jungkook se notaba incontrolable, parecía estar en una lucha interna con su lado animal. La respiración de Hoseok se cortó un momento cuando la mano del menor se introdujeron en sus pantalones y hacían caricias sobre su piel desnuda de su trasero.Jungkook aferró sus manos y subió después,agarró al omega de los hombros para luego empezar a besar con desesperación el cuello del mayor mientras se presionaba su erecta hombría contra la pelvis del omega. Jungkook apretó los labios al sentir como la mano de aquel omega había tomado su miembro y hacía movimientos con él, presionando de arriba abajo, ocasionando que soltara un suave gemido de placer.

Hoseok estaba reaccionando, se estaba volviendo esclavo a la fragancia de su alfa,así como su celo empezaba a encenderse por igual.

Hoseok se agitó cuando el menor lo levantó y por pura inercia, enredó sus piernas en la cintura delgada de aquel alfa, jungkook sin soltarlo, se lo llevó al comedor, casi tirando al omega sobre la mesa. Hoseok dio un leve quejido mientras el cachorro empezaba a quitarle con mucha desesperación sus prendas, el aroma de aquel omega era tan embriagante para Jungkook, debía recordarle a quien pertenecía, ningún alfa cualquiera podría tocar a su especial pelirrojo.

Jungkook terminó de desnudar por completo a su pareja para dar un breve momento a su respiración agitada. El cachorro empezó a besar el cuello desnudo de su mayor, hasta sacar la lengua y recorrerla hasta llegar a las tetillas del omega. Hoseok dio un chillido ante aquello, aún estaba generando leche, y era muy sensible en esa parte peculiar de su cuerpo.—...no ahí...—dio un gemido ahogado cuando los labios húmedos del menor succionaron, lamieron y después mordieron levemente. Hoseok se dio a la gloria, dejó que su cuerpo fuera débil, acostándose en la mesa del comedor. Haciendo presencia el sumiso omega, ese que se entregaba a su alfa en el apareamiento y no rechistar.

Sus mejillas volvieron a tomar un color leve de capas rojas y sus pupilas empezaron a dilatarse, dando permiso a su pareja que lo tomara y lo embistiera las veces que quisiera. Jungkook tomó al mayor de la cintura, por lo que optó cargándolo sobre su hombro como si fuese cual saco de patatas presente. Hoseok no entendía de donde sacaba tanta fuerzas el menor, incluso temía de esa fuerza escondida, seguramente no estaba muy bien desarrollada; pero cuando llegara a una edad adulta, se haría más presente.

Cuando llegaron al cuarto, el cachorro bajo a Hoseok mientras ambos empezaron a besarse con tanta hambre, con los ojos cerrados, golpeándose contra muebles, y paredes mientras se devoraban ante la excitación, a medidas que iban dirigiéndose a la cama, aquello era una total locura, sus gemidos se hicieron presente, ocasionando un eco en el cuarto. Jungkook acostó al menor en la cama para posicionarse a horcajadas sobre el menor

—¿Por qué?...aghm...

¿Por qué te marqué?—preguntó la voz de aquel alfa mientras contemplaba al omega con total lujuria.

Hoseok afirmó mientras los labios del cachorro subían a su cuello de nuevo para succionar y dejar marcas en la piel de su mate. Con su mano derecha acarició brevemente por el vientre, buscando su entrada, al encontrarla, frotando su dedo hasta que ingresó el primer digito con leve esfuerzo. Hoseok dio un leve respingo, escondiendo su rostro en el cuello de Jungkook, todavía no se acostumbraba hacer tocado por aquellas manos.

Tal vez...porque me gustó tu color de pelo—dijo el alfa con mucho cariño mientras dejaba en su rostro una sonrisa—y porque olías a cereza, a mi fruta preferida.

La respiración de su omega sobre la delicada piel desnuda de su cuello, era simplemente placentera, la lubricación de Hoseok se hizo presente, avisando que estaba listo para ser penetrado. Sacó su dedo , Hoseok dio un gemido de frustración cuando su entrada volvió a estar vacía, su calor se hizo presente, entrando también en un celo junto a su alfa. Hoseok contempló el rostro del joven alfa, para luego acercarlo a él, entregando un beso en los labios. Luego se fue dirigiendo a la oreja del menor, se sentía desesperado, el menor se estaba tomando demasiado su tiempo para que lo embistiera.

Dío un leve ronroneo mientras pestañeaba, manteniendo su vista en el menor, quien le contempló por un breve instante—Alfa...Hobi lo necesita—pronunció haciendo un puchero y una voz tierna, el pelirrojo dio leve lengüetazos sobre el lóbulo del alfa mientras ronroneaba poniéndose tan dócil ante Jungkook. Jungkook rodeó sus manos alrededor de la cintura de Hoseok, quien abrió un poco más sus piernas, se mordió los labios cuando la necesidad de algo grande dentro de él creció en desesperación. El glande del miembro de Jungkook jugó un rato sobre su entrada, frotándose; pero el omega no estaba para esperar, gruñó con suma molestia en dirección del menor, quien se sorprendió ante aquello y chilló del leve miedo, su omega era...escalofriante.

Jungkook tomó las manos del omega, besó de nuevo sus labios para luego presionar sobre la entrada de su pareja,ingresó su polla con lentitud, para que las paredes de la entrada de Hoseok, se acostumbrara a su órgano viril. Hoseok se trató de acomodar y calmarse; pero las embestidas del menor, dieron inicio, Hoseok soltó un leve quejido de sus labios. El celo de Jungkook volvía a cegar el autocontrol de aquel joven cachorro, penetrando a su mayor, de forma desesperada, tan hambrienta y sin piedad, los gemidos del omega se elevaron, poniendo sus manos sobre la espalda de aquel hombre y arqueó su cabeza y espalda.

Jungkook se agitó más ante el eco de aquellos gemidos, estrujó más su agarre de manos en las caderas del mayor, se levantó un poco para poder seguir introduciendo su miembro. Jungkook acercó más a su omega hacía él, mordiendo suavemente sobre sus hombros, para luego lamer brevemente en forma de acicalar a su pareja, el sudor de ambos se hizo presente ante las estocadas que el menor brindaba.Jungkook subió su cabeza buscando besar los labios del pelirrojo, al encontrarlos violó su boca con el músculo de la lengua. Hoseok se sobresaltó un poco ante esa acción, que el supiera Jungkook no sabía ni siquiera como se daba un beso de lengua . ¿O sí?.

Pero en ese preciso momento, no estaba para analizar que sabía y lo que no aquel chico, el placer lo estaba llevando a otros límites. Jungkook giró a Hoseok, poniendo al ajeno boca abajo, volvió a dar una fuerte estocada, posicionando sus manos sobre las caderas del menor; pero el peso del alfa ocasionó que Hoseok se derrumbara, quedando acostado por completo sobre la cama—Hoseok...—gruñó el menor tratando de buscar una forma de seguir con su apareamiento, por lo que abrió los muslos del trasero e ingreso de nuevo su dolorosa erección. Mordió con fuerza sobre el cuello del pelirrojo.

Hoseok dio un chillido mientras tomaba las esquinas de aquella sabana, a pesar de su lubricación, y que estaba sensible en todos los sentidos, había un leve dolor, se quería mantener calmado y tratar de concentrarse en el placer; pero Jungkook era demasiado bestia en la cama, su celo era realmente muy intenso.Jungook Chilló desesperado aumentando el ritmo,presionó más fuerte sobre la mordida,cuando su nudo se hizo presente, el omega chilló y apretó con todas sus fuerzas las sabanas ante aquello, el arqueó de su espalda no se hizo esperar, sintiendo como el cálido semen del menor se adueñaba de su entrada.

Sentía como si la voz se le había ido y el jodido placer le besaba cada molécula de su ser, ambos habían llegado a su apreciado orgamo, sus respiraciones eran agitadas. No salían palabra, otro gemido combinado de un quejido proveniente de Hoseok, se hizo dueño de un eco en aquel cuarto. El pelirrojo se mordió el labio mientras el menor introducía más su primer nudo de aquella .Para Hoseok las sábanas eran su salvación mientras el alfa seguía metiendo su nudo dentro de él, hasta lograr quedar pegados ambos.

Santa mierda, Hoseok abrió los ojos en par mientras Jungkook estaba aún mordiendo su nuva, se había entregado por completo y lo peor de todo aquello, era que volvían a cometer el mismo error...

¡Habían olvidado el maldito condón!

[Cualquier error de ortografía, redacción, avisad por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]

¡Recuerden el lema de la familia!

∞ Somos Sol que calienta; pero no quema 7w7r ∞

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