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Hoseok se giró y señaló a su bebé, el cual se encontraba sentado sobre el sofá con dos almohadas enormes que le servían de comodidad y soporte. Taehyung ya podía mantenerse sentado, había cumplido los cuatro meses, conocía a la perfección los rostros con los que si deseaba estar: Su papi Hoseok (el dramático). Su padre Jungkook (que parecía andar siempre en otro mundo) abuela Jeon (la apostadora impulsiva), el abuelito Jeon (el que perdía contra la apostadora impulsiva) . Abuelita Jung (una alfa muy seria y de pocas palabras, no le caía muy bien Papá), abuelito Jung (Una masita de amor andante).
También se emocionaba cuando raras veces llegaban sus abuelos Jeon, que le compraban muchas cosas y juguetes.Algunas veces cuando llegaba el tal alfa Jin con un omega de pelos rubios oxigenado con su familia y Choi incluido, el metiche.
De allí, lloraba si un extraño lo cargaba entre sus manos, el cachorro también ya pronunciaba más vocales y unas cuantas palabras, aunque no de todas, sabía que la comunicación era muy importante y lo mejor que le funcionaba por el momento eran los llantos de como si lo estuvieran matando.
Ese día los padres de Hoseok estaban de visita, estaban muy emocionados con su primer nieto, llegaban todos los sábados, para dormir un día e irse el domingo, ahora el cuarto de Jungkook se había convertido en el de huéspedes y ahora el alfa y aquel omega dormían juntos en el mismo cuarto, con la cuna del bebé incluido.
Claro que al principio al dividirse el closet y que gabeta le tocaría a quien fue un pequeño dilema; pero después todo fue más tranquilo, aunque Jungkook se quejaba un poco por el hecho que el pelirrojo era un desmadre para dormir.
La señora Jung, corrió rápido al aparato de música, el bebé les miró de un solo, sin entender que estaba aconteciendo, buscó con su vista a su papi Hoseok, que salió de la cocina ya empezando a mover sus caderas. Jungkook y el señor Jung se encontraban sentados en el comedor, tomando un café con suma tranquilidad—¡Sube el volumen!—gritó un emocionado pelirrojo. Los gritos de emoción del omega y la señora Jung se escucharon hasta por el pasillo de aquel edificio donde se ubicaba su apartamente, asustando a los que pasaban y se dirigían a sus viviendas.
Jungkook y el señor Jung, miraron en dirección de aquellos dos, preguntándose que locura se les había ocurrido, suspiraron.
La señora Jung subió el volumen de la canción "El Beeper " , empezaron a mover las manos como si fueran de los muñecos de aire delgados, que se usaban en las gasolineras o restaurantes para llamar la atención.Taehyung estaba serio, viendo a su abuela y papi moverse de una forma extraña. El omega y aquella alfa empezaron a mover las caderas de un lado a otro mientras seguían moviendo sus manos tipo convulsión. —¡A la derecha Hoseok!—ordenó la señora Jung.
Ambos empezaron a moverse a la derecha, luego a la izquierda, hicieron el trencito, mientras seguían bailando un tipo de salsa extraño, miraron al bebé con una espléndida sonrisa.
¿Iban hacer que el chiquillo sintiera amor a la música? ¡Sí! ¿Y qué mejor en ese momento tan temprano en edad?
Se pusieron de espaldas y empezaron a mover sus nalgas de un lado a otro hasta que terminó por ser un twerk. Jungkook y el señor Jung abrieron y cerraron la boca, estaban sin palabras, se preguntaban preguntaron si aquellos dos estaban en su sana plenitud mental.
—No creo...que ese sea un baile para un bebé—comentó el señor Jung.
—Por supuesto que no—afirmó Jungkook sorprendido como Hoseok movía su trasero—aunque hay que admitir que saben como mover eso. —sonrió divertido.
El señor Jung casi escupió su café ante aquel comentario, le tiró una mirada asesina al joven alfa quien al sentir la tensión en el ambiente recapacitó sobre sus palabras, muy avergonzado de sí mismo.
Taehyung seguía serio.
Hoseok y su madre, seguían bailando muy emocionados, gritando eufóricos, era obvio que se estaban divirtiendo; pero cuando miraron al bebé, se pusieron serios al notar que el bebecito no tenía la misma energia por el momento.
—No parece que esté funcionando—dijo Hoseok aún bailando.
La señora Jung contempló a su nieto, movió los hombros.
— Solo está sorprendido, es la primera vez que veo algo así. Sigamos bailando. --sugirió la alfa.
Ambos siguieron bailando mientras mantenían sus sonrisas espléndidas, Taehyung seguía serio, aún queriendo comprender aquella música ruidosa que entraba en sus pequeños oídos.Hoseok se acercó a su hijo.
—Solo tienes que mover las caderas amor, de esta forma—Hoseok hizo un twerking—derecha, izquierda—susurró mientras contemplaba a su hijo.
Jungkook enarcó una ceja ante aquello para darle un sorbo a su café mientras en su mente pasaban muchas imagenes no family friendly.
Taehyung sonrió espléndido se puso en cuatro, sosteniéndose a como pudo con sus manos y rodillas y a pura reacción empezó hacer el mismo movimiento de su progenitor, el chiquito sonrió por igual y movió sus nalguitas de un lado a otro como si estuviera sacudiéndose, al principio fue lento; pero luego de soltar un galillo de emoción, parecía que se quitaba algunas pulgas.
Hoseok y la señora Jung, pegaron un grito de la emoción.
—¡Eso amor!—dijo un eufórico Hoseok mientras movía todo el cuerpo como una locomotora.
La señora Jung sonrió divertida, el bebecito igual con las pupilas agrandadas moviendo sus caderitas al ritmo de aquella extraña música para su poco comprendimiento. Jungkook y el señor Jung, se quedaron de nuevo sin palabras, ahora eran tres locomotoras eufóricas por la música.
—¡Mueve esas pompis, baby!—motivó una feliz abuelita que estaba hechizada por aquella música extraña.
A muchos le costaría creer que aquellas dos, podían tener un comportamiento muy cambiante. Hoseok parecía otra persona cuando de su hijo se tratara. Los otros dos personajes que se encontraban en la mesa, le dieron un sorbo a su bebida, para después contemplarse entre ellos.
—Finjamos que no vimos nada—dijo Jungkook con una cara de traumado.
—Sí—afirmó el señor Jung bajando un poco sonrojado su mirada ante como su esposa podía ser.
Después de una horas, llegando la hermosa tarde de aquel domingo, cuando los abuelos Jung se fueron de la casa, se hizo el tiempo de ir a las clases de relajación.
Hoseok abrió la puerta de la clases de relajación que recibía para padres primerizos, todos se giraron, él había llegado diez minutos tarde; pero como su hijo era precioso, todo se le perdonaba, así que los presentes le sonrieron espléndidas—.Señor Jung, puede entrar—pidió con amabilidad la instructora.
Jungkook en cambio, era la primera vez que llegaba a aquellas clases, sin saber que Hoseok ya había hecho una historia de ellos dos con sumo drama en medio.
Jungkook entró segundo después con el bebé en su cangurera, las pupilas de todas las madres presentes se expandieron al ver aquel hermoso bebé y sobre todo al jovencito apuesto que lo traía, según lo que contó Hoseok : ¡Jeon Jungkook! su lindo hermanito, que los protegía y le hacía de padre, que era un tío perfecto (como siempre cambiando las versiones de la historia como mejor le convenía).
Los omegas volvieron a bajar su mirada en el hermoso bebecito. En cambio los bebés miraron a sus madres y padres con mucho celos
Hoseok se hizo espacio en el medio, de su maleta sacó el tapete donde acostarían a Taehyung, Jungkook se sentó y quitó al bebé de la cangurera, lo puso sobre el tapete, poniendo al chiquitín boca arriba como los demás estaban.
—Han venido a tiempo, justo ahora íbamos empezar a cómo hacer masaje al bebé antes de dormirlo.
Taehyung sonrió a su progenitores, entre comer y masajes, se llevaba el primer lugar de lo que más le gustaba. Para el cachorro nunca debía faltar un buen mimo para él,Hoseok ronroneó, dando un suave puyón en la punta de la nariz del cachorro.
—¿Por qué nos miran así, Hoseok?
—Estás imaginando—le respondió el pelirrojo.
La instructora empezó a hablar—.Los bebés desde que nacen se acostumbran al tacto de su papá o mamá; pero ahora será el padre quien se encargará de los masajes.
Hoseok y Taehyung miraron con mucha seriedad a Jungkook, el bebé contempló las manos del joven alfa para después depositar sus mirada en las manos suavecitas de su papi, pensativo volvió a contemplar las de su padre Jungkook. Taehyung no estaba acostumbrado a que fuera tocado por el alfa, la razón era que a veces el alfa le causaba nervio tener a su hijo entre brazos, por lo que prefirió solo cambiarle la ropa. Hoseok se encargaba siempre de bañarlo, darle masajes, alimentarlo, y dormir.
—¿Qué? —preguntó extrañado el menor al ver aquellas miradas sospechosas sobre él—. Ni que lo vaya a romper solo por tocarlo—dijo Jungkook agarrando la punta de la manta azul donde descansaba el pequeño.
Puso al bebecito Taehyung frente a él. Sonrió espléndido; pero el nene se limitó a ver a su papi Hoseok,muy asustado y con los ojos bien pelados que casi se salían de su orbita..
— Primero, empezaremos con untarnos las manos con aceite de bebé—ordenó la mujer.
Jungkook se tronó el cuerpo, los hombros, las manos como si fuera a pelear por algo de vida o muerte, se quitó los guantes que cargaba, a veces lo ocupaba para poder cargar las maletas y que no le salieran ampollas en la mano. Hoseok enfocó su mirada en las manos de su ahora alfa, eran grandes y muy varoniles, se le podían ver las venas resaltadas, algo que encontró muy atractivo, se sonrojó y ladeó la vista.
Jungkook le extendió la mano y la movió rápido, haciendo el gesto de pedir algo.
— El aceite—pidió el joven alfa.
Hoseok reaccionó y buscó el aceite para bebé, chasqueó la lengua al recordar que lo había dejado olvidado sobre la gaveta de ropa del niño.
—Lo olvidé—dijo él en voz baja.
—¿Olvidaste el aceite? ¿Acaso con saliva untaré al nene?
—¡Iugh, ya mucho ADN tiene el bebé!—dijo algo asqueado un horrorizado Hoseok.
—¿Sucede algo?—preguntó con amabilidad la instructora con una voz muy dulce.
—No tenemos aceite de bebé—respondió con seriedad el alfa.
Las madres se giraron en dirección del joven hermanito menor que ayudaba tanto a su hermano omega con su sobrino. Sentían lástima al recordar como un alfa imprudente los había abandonado a su suerte.
¡Sobre todo ser tan cruel y abandonar a su omega y un hermoso bebecito!
Aprovechando aquella situación, los omegas,se acercaron con bote de aceites en manos, como si fueran animales sobre comida, el joven alfa no entendía a que se debía aquella reacción, era ignorante ante la nueva historia que el pelirrojo había creado bajo su ausencia. Se sorprendió ante tanta amabilidad existente, aunque Hoseok se quedó sin palabras, era obvio que las omegas querían conseguir la atención de su atractivo joven alfa.
Los esposos suspiraron aguantándose los celos.
—Gracias—respondió con amabilidad Jeon Jungkook el cual se untó el aceite en las manos y contempló con mucha emoción a su nene, el bebecito Taehyung ,tragó saliva.
Los y las omegas presentes volvieron a su lugar, casi habían empujado a la instructora por la emoción que se cargaban. Taehyung solo cargaba una vestimenta tipo pijama de una sola parte.Jungkook notó que los demás bebés estaban solo con su damper, empezó a quitarle la ropa al pequeñin y entonces notó un pañal color celestito con el rostro de Hoseok impreso en este, teniendo un accesorio de una flor y una gran sonrisa.
El joven alfa dirigió una mirada a su omega, como preguntándo: "¿Qué rayos llevaba su hijo puesto?".
Hoseok solo le sonrió espléndido para luego desviar la mirada, contemplando a los demás bebés. La instructora encendió la música y sonrió mientras caminaba entre los bebés.
—Primero hay que enfocarnos en los piecitos—ella dijo con suma tranquilidad.
Jungkook tomó los pies de su hijo, al verlos entre sus manos sintió un temor, eran tan pequeñitos que quiso darle una mordida, parecían algodoncitos. Se contuvo el deseo eufórico de morderlos.
—Jungkook...no te pongas nervioso, sé que es la primera vez que vienes a esta clases—le susurró Hoseok.
—Es solo que...no puedo creer que yo hice esta cosita—dijo casi ronroneando cuando su lado paternal salió a la luz.
Hoseok rió divertido y acarició tras la nuca del joven alfa. Su joven alfa era tan tierno.
—Primero con los pulgares, hay que hacer leves círculos sobre la tibial, que sean suaves, para darle energía a sus pequeños—prosiguió la instructora.
Jungkook miró de nuevo los piecitos del bebecito, tragó saliva muy nervioso, apretó y el pequeño se quejó mirándole con los labios curvados, el alfa no había medido su fuerza.
—Jeon Jungkook—gruñó bajo Hoseok—¡con cuidado que este bebé no es de muñeco!
—Es que lo quiero apachurrar Hoseok—chilló el menor contemplando a su omega.
La instructora había notado que el chiquitín quitó los pies de las manos de su padre, se acercó para ayudar.
—No de esa forma, no presione—dijo la atractiva instructora, la cual tomó los piecitos de Taehyung, haciendo los masajes circulares, el nene sonrió muy calmado y curioso estudiando los rasgos del nuevo personaje que aparecía en su campo de visión.Bebecito dejó una sonrisa de satisfacción ante el tacto suave de aquella mujer.
¡Eso si eran masajes de los dioses!
¡Hey! ¡Que no me toques a mi bebé, pulgosa! Espera...tu bebé ¿Le acabas de sonreír? ¡La traición, la decepción hijo! ¡Me quema, me duele! ¡Que te perdone Dios, que yo no lo haré!
Taehyung se puso serio al percatarse que su papi Hoseok le miraba como si le reprochara.Ser un hermoso bebé, con un papi celoso, no era algo fácil de llevar.
—No está sacando suciedad, está tratando de que su bebé se relaje—aconsejó aquella omega.
—Entiendo—dijo Jungkook afirmando con mucho nervios.
Taehyung dejó de sonreír cuando de nuevo Jungkook estaba para hacerle el masaje, la instructora se levantó para seguir revisando como lo hacían los demás padres. El joven alfa agarró los piecitos del pequeño y respiró con profundidad, esta vez no presionó, lo hizo con mucho cuidado, haciendo círculos con sus pulgares sobre la tibial del nene, el cual miró a su padre, curioso y sorprendido.
Hoseok se río ante los gestos que su Taehyung hacía, eran divertidos, de cierta manera, también curiosos.
Las manos de Jungkook eran suaves, hasta el bebé estaba emocionado por aquello, eran como algodón mojado tocando sobre su piel, sonrió feliz. Hoseok contempló con cariño a Jungkook, a pesar de lo infantil que aquel joven alfa podía verse, su modo era completamente encantador, la personalidad era atrayente por igual
.Incluso el omega no se dío cuenta que estaba viendo por mucho tiempo a su joven alfa, se había perdido contando los lunares que el menor poseía en su rostro. Jungkook terminó de hacer el masaje de los pies, se giró tenso al sentir ciertas miradas sobre él, las madres y padres omegas le sonrieron espléndidos, él solo respondió serio con un bajeo y subida de cabeza, contempló de nuevo a Taehyung y suspiró tratando de relajarse, ya había hecho el primer paso.
—Ahora, bañaremos al bebé con crema, sobre todo en la parte del pecho y brazos. Eso ayudará a mantenerlos suave la piel y protegerlos de algunos brotes exteriores— comentó la instructora.
Jungkook extendió de nuevo la mano para pedir la crema de bebé, Hoseok buscó en su maleta y suspiró, el macho entendió. Por supuesto: ¡También había olvidado la crema de bebé!
—¿Alguien tiene crema de-...
El joven alfa no terminó la frase cuando las madres estaban casi encima de este, queriendo prestarle su crema de bebés, Hoseok gruñó bajo, chasqueó la lengua con cierto celos.
¡Creo que tendré que frotarme más sobre la ropa de Jungkook!
Jungkook agarró un botecito de crema y se lo regresó a su dueña. La instructora se levantó con ayuda de algunos padres, había sido empujada con salvajismo, no sabía que era peor en ese momento. Los bebés dirigieron una mirada aniquilante al bebecito Taehyung, quien hizo una risita ante aquello.
<<¡Jum!, básicos>>
—Todas son amables—le dijo Jungkook sorprendido a su omega, Hoseok emitió una sonrisa falsa.
—No creo que sea amabilidad—el joven alfa no entendió aquella indirecta.
¡Que eres carne fresca carajo! ¡Te quieren montar y que le hagas un bebé! ¡Oh, mis dioses, no pienses en eso Jung Hoseok! Elegancia, fineza.
El Joven alfa no entendió aquella indirecta, terminó de untar sus manos de crema para luego arquear la ceja derecha, el bebecito Taehyung se abrió de brazos sin pensarlo dos veces, ya le había gustado el tacto de su padre. Hoseok se sintió un poco celoso que el pequeño prefiriera ahora unas nuevas manos; pero después se le pasó aquellos pensamientos.
Sacó de su maleta una pequeña barra de chocolate para empezar a comérsela y e allí cuando se dio cuenta de algo...
—Jungkook...¿Usaste condón en mi celo?
—Si—comentó el alfa con suma tranquilidad.
El omega soltó un gran suspiro de alivio para seguir comiendo su barra de chocolate.
*entra con suma felicidad con una bandeja de galletitas; pero tropieza y se cae, empieza a llorar; pero debe fingir que no le dolió, así que se levanta con los piecitos temblorosos y se limpió las lágrimas—¡Les traje galletitas y awita, lechita no porque vaquita Florentina no la pude ordeñar!
[Cualquier error de ortografía, redacción, avisad por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]
¡Recuerden el lema de la familia!
∞ Somos Sol que calienta; pero no quema 7w7r ∞
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