[26]
Jungkook cerró de un solo golpe el refrigerador al percatarse que su apreciado flan que tanto había guardado y escondido, ya no estaba. Se dirigió a la sala, contemplando a Hoseok acostado de lado mientras veía una telenovela, que poco a él, le importaba saber de que trataba. El pelirrojo dirigió una miradita al cachorro, para luego restarle importancia y seguir viendo su dorama.
—¡No! Se murió Hansung—chilló Hoseok tomando la almohada que había a su lado y mordiendo—¡Y era tan guapo!...¡Era el más lindo, oh, demonios!...¿¡Por qué siempre los que tienen los caracteres más lindos tienen que morir?! ¡Gracias por siempre matarlos, malditos!
—Hoseok...
—¡Ustedes bestias sin corazones! ¡Siempre matan a los corazones más dulces! ¡Pero verán que la sangre de cristo tiene poder y se irán al infierno!
—Hoseok...
—¡Que ustedes no tengan corazón, no significa que nosotros tampoco! —dijo dramático golpeándose el pecho— ¡Si tan solo me pudiera meter a la historia!—Hoseok lloró con más ganas mientras abrazaba la almohada—¡Mi Hansung! ¡Hay un dios que todo lo ve desgraciados, pecadores!
—Jung Hoseok...
—Ojalá mi bebé llegase a ser tan guapo como Hansung...¡Pobre de mi personaje, los maldeciré como a esa escritora de Daddy Issues que tortura nuestras almas, es una cínica! ¡El dia que la encuentre la tomaré del cuello y la sacudiré hasta sacarle-..
—¡Jung Hoseok!—alzó la voz el cachorro.
—¿¡Qué, qué, queeeé?!—gritó furioso el pelirrojo mirándolo esta vez.
—¿Te comiste mi budín?
—¿Queeé, yooo? ¡Ahg!—dijo fingiendo mucha indignación—¿Porqué iba a comerme algo que no es mío?
—¡Porque tienes cinco meses de embarazo y andas comiéndote todo!—le respondió Jungkook poniendo sus manos en la cintura—¡Anteayer te comiste un pedazo de pastel de chocolate que me compré en una pastelería y era caro! ¡Era para Yoongi, de regalo!
—¡Ya te dije que fueron las ratas!—se quejó el mayor frunciendo el ceño.
—¡Que ratas ni que nada, admite que fuiste tú!—le señaló el menor
—Yo no tengo la culpa que esas animalas anden buscando algo para comer. Los pobres andan muerto de hambre—comentó mirando de nuevo a la televisión—¡Ay dios mío, se acabó el bromance de Hansung! ¿Y ahora qué hago con mi vida?
Jungkoook rodó los ojos para luego dirigirse al televisor, Hoseok lo estudió de pie a cabeza, notando que el menor estaba unos centímetros más alto, frunció el ceño desviando un poco su cabeza a la derecha. Jungkook desconectó el televisor y aquel pelirrojo dio un grito al cielo ante aquel atrevimiento del menor.
—¡Si no estuviera de cinco meses, ya te hubiera jalado de los pelos por irrespetuoso!—le alzó la voz Hoseok.
—Oye, no puedes estar solo durmiendo, comiendo cosas que no debes, debes ejercitarte.
—No me molestes ¿Como quieres que me mueva con esta panza?—se señaló a sí mismo, el vientre del mayor ya estaba más grande y se le podía notar que llevaba un bebé.
—¡Esas no son excusas, hay ejercicios para los omegas embarazados! ¡Solo dices, patrañas, patrañas! el doctor dijo que debes comer saludable.
—¡Pues que se pudra el doctor, al diablo con él, por más guapo que esté el tipazo! Soy un omega embarazado.
—Como sea...ya hice una cita en un centro de ejercicios para omegas embarazados. La cita es—el menor contempló su reloj y sonrió espléndido—¡Hoy dentro de una hora, nos vamos!
—¿Qué? No, ni pienses que me moveré de aquí.
Jungkook se rascó la cabeza haciendo un leve mohín—oh, es una lastima dicen que después habrá rifas de regalo para bebés.
—¿Cuándo dijiste que era?—preguntó de un solo el mayor sonriéndo espléndido.
La música sonaba sobre aquel cuarto blanco de cortinas amarillas, un lugar de paredes blancas y clima agradable, en medio se hallaba Hoseok, rodeado de otros padres y madres omegas, sentadas en forma de flor de loto, dejando relajar cada molécula de su cuerpo. La instructora caminaba de un lado a otro, con la mirada en alto, creyendo que todos sus alumnos estaban de ojos cerrados.
Hoseok abrió un ojo, se sentía observado, dirigió su mirada al lado derecho, notando a cinco hermosos niños que rodaban entre los dos a ocho años, quien le miraban fijamente y muy emocionados, como si fuera una paleta de algodón o algo por el estilo,el mayor tragó saliva y volvió a cerrar su ojo tratando de relajarse, ya era su quinto mes, y su vientre estaba más abultado, muchas veces sentía que explotaría.—Dejen relajar su cuerpo...mente, imagínense que se hallan en un campo, en este solo hay flores alrededor—la instructoras esbozó una sonrisa—pueden imaginarse cualquier planta que les guste.—prosiguió aquella mujer mirando al frente.
Hoseok abrió de nuevo un ojo y vió a los cinco niños, quienes se habían adelantado, cinco pasos de su lugar de origen, miró de nuevo al frente y respiró profundo.
¿¡Pero qué pasa con estos niños?! Solo...ignoralos, inhala, exhala.
—El bebé es capaz de sentir las buenas y malas vibras, puede sentir el terror de la madre o algo que a ella le preocupa.
Hoseok abrió los dos ojos y miró de un solo golpe al lado derecho, los cinco niños estaban a un metro de él, los pequeños le sonrieron espléndidos. Estaban emocionados al ver a un omega con semejante color rojo de pelo, era algo nuevo para ellos. Hoseok les sonrió, los niños suspiraron ante aquello, como si el omega fuese una hermosa estatua monumental—¡Niños, a la esquina!—gritó una mujer, todas se giraron molestas al sentirse interrumpidos, los pequeños regresaron a la esquina cabizbaja.
La mujer contempló aquel omega por un momento luego miró a las demás un poco avergonzada—Lo siento—se disculpó rápido, Hoseok solo le sonrió con amabilidad y contempló a los niños—Hola—dijo este cariñoso hacia los pequeños, los niños sonrieron más emocionados y se abrazaron entre ellos conteniendo los gritos internos de fanáticos hacía aquella criatura de pelaje llamativo.
Hoseok y las demás omegas volvieron a cerrar sus ojos, volviendo a concentrarse y relajar su cuerpo. Afuera se encontraba Jungkook esperando, llevaba quince minutos, aún faltaba una hora, realmente se terminaría aburriendo; pero en el libro confiable le había recomendado tal actividad, de ese modo su omega se mantendría tranquilo y evitaría por una hora el estrés de permanecer solo en casa.
Hoseok bostezó. Si, esa clase era tranquila; pero estaba disimulando el sueño que la música le propiciaba. Abrió un ojo, mirando de nuevo hacia los niños, otra vez, ellos estaban a cinco pasos mas delante de su punto de origen, frunció el ceño, cerró el ojo, respirando profundamente, escuchó un pequeño ruido, miró rápido al lado derecho y a cinco centímetros de su rostro, apreció una espléndida sonrisa que apenas tenía sus dientitos de leche.
Hoseok pegó un pequeño grito asustado, todos los demás omegas le contemplaron. La madre de los niños suspiró muy avergonzada—¡Niños!—la madre se levantó y tomó a los pequeños para alejarlos del omega. Hoseok volvió a sonreír con amabilidad mientras trataba de calmarse.
¡Esos niños son hijos del diablo!. ¡Padre nuestro, manda a estos diablos lejos de mí, amén!
—Pido disculpas joven—la madre agarró las cabecitas de los niños y se los inclinó a la fuerza mientras ella también agachaba la cabeza, haciendo un saludo de noventa grados.
—No hay problema—dijo Hoseok todavía sonriente, contempló a los niños—¿son...todos hijos suyos?—preguntó sorprendido.
—Si; pero hay tres más en la casa—respondió la mujer sin alzar todavía el rostro y un poco nerviosa ante la amable sonrisa que había ante ella.—hay uno más que viene en camino.
¿¡Qué clase de omega es esta?! Serían...uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis por el de la panza, más tres en casa...¡¿NUEVE?!. ¡igghhh que me da un paro!.
Hoseok contempló a los cinco niños, al que llevaba la mujer en su vientre y sintió todo un pesar sobre su espalda, preguntándose como rayos había hecho aquella madre con tantas crías, sobre todo que se notaban no ser criaturas tranquilas. Agradeció que Jungkook solo quisiera un hijo tal vez en el futuro le darían un hermanito al bebecito que aún nacía, tal vez.
¡El no iba tener tantas criaturas, con uno bastaba!
Sonrió satisfecho que Jungkook no tuviera tener en mente tantos cachorros.
Jungkook se levantó cuando la puerta de aquel salón se abrió, miró a cada omega en búsqueda del suyo, hizo un puchero recostandose en la pared, contemplando como aquellos omegas corrían abrazar a su pareja para depositar un casto beso sobre sus alfas, o los alfas levantandolas con sumo cuidado. Jungkook se rascó la cabeza y al ver a Hoseok quiso hacer lo mismo; pero notó una cara de cansancio completa del mayor, que impidió cometer tal acción.
—Quiero ir a un karaoke—dijo el mayor de un solo golpe.
—¿Qué?—dijo sorprendido el menor.
Jungkook se encontraba ahora en el Karaoke , con cara de re traumado mientras Hoseok cantaba completamente desafinado y bailaba como loco desquiciado. El menor tenía una pandereta y la sacudía sin ritmo alguno, tragó preguntándose que estaba pasando realmente. Jungkook dio un suspiró,. —Esto...no es normal—dijo pasándose una mano por el rostro.Hoseok dio una nota alta completamente desafina, que hizo que Jungkook se cubriera los oídos.
—¡Hoseok, realmente parece como si no tuvieras un bebé!
—¡No estoy haciendo movimientos bruscos!—se defendió este girándose sobre sus talones.—el médico dijo que ya había pasado el peligro.
—Ay dioses...
—¿Sabes? Creo que en mi vida pasada tal vez fui algún rapero o bailarin, lo hago muy bien. ¡Hasta puedo hacer rimas!
—Hoseok...tienes que ir a descansar, ya parale a esta locura.
—Sí—dijo el mayor dejando el micrófono sobre la mesa y afirmando con su cabeza—debo descansar.
—¡Gracias por escuch-...
—¡Vayamos a comer algo!
—¿¡Qué!?—alzó esta vez más la voz el menor abriendo los ojos hasta no poder mientras tenía el entrecejo fruncido.
Después de unos minutos Hoseok estaba muy feliz y radiante como un sol, se había comido más de cinco pedazos de rodajas de pavo, todos los presentes miraban desconcertados, bajaron su mirada al vientre abultado, realmente aquel omega debía haber pasado un mes de completa tortura con la dieta de comida que cargaba o el bebé era un glotón. El pelirrojo les sonrió espléndido mientras se chupaba los dedos, había logrado conseguir los manjares que deseara, haciendo un berrinche al menor que casi lo tomaba del pelo cuando este se negó. Al parecer Jeon Jungkook no aprendía que un no al omega, era buscar la bestia de este.
Jungkook se metió el pan a la boca, contempló a su alrededor , notando como los demás tenían fijamente su mirada en su omega, realmente Hoseok era toda una Diva por delante, bajó su mirada al vientre y Jeon Jungkook solo pudo pensar que seguramente la criatura que su omega cargaba era muy glotona, presentía que nacería regordete por el hambre que su pareja poseía.
En cambio Hoseok se excusaba diciendo que alimentar dos estómagos no era tarea fácil.
El celular de Hoseok sonó, este frunció el ceño limpiándose las manos con las servilleta para sacarlo de su bolsillo.
—¿Si?...¡Oh Jin!
Jungkook gruñó de un solo al escuchar aquel nombre, notó a Hoseok bastante tranquilo, tomando ahora el pequeño pedazo de pastel que le trajeron minutos antes. El menor sacó con disimulo su cartera, contando el dinero que tenía. Tragó duro, agradeciendo que no fuera un restaurante caro y fuese comida rápida. No podía creerse el hambre mortal que su mayor estaba teniendo.
Le había dicho que invitaría al omega; pero olvidó que no llevaba tanto dinero a mano. Notó a Hoseok cerrar el celular, el pelirrojo él contempló sorprendido.
—¿Qué...pasa?—preguntó este cruzándose de brazos.
—Jin nos invitó con su familia ir a un hotel de montaña...dicen que se ganaron unos premios, y que pensó que podíamos ir como relajación.
—¿Qué? Dime que le dijiste que no.
—¡Ya estás de vacaciones, le dije que sí!—dijo aquel omega—¡Verás que la pasaremos en grande! Es bueno relajarse y pasar en la montaña...
—¿Porqué tengo un mal presentimiento sobre eso?—musitó en bajo el menor pasándose la manos por la cabellera—Por cierto Hoseok—El omega pidió la cuenta, el mesero lo trajó enseguida y el mayor se lo pasó al alfa—Verás...olvide que no ando tanto dinero...¿Puedes pagar?
El mayor se quedó desconcertado.
—Pero dijiste que me invitabas—comentó el omega, notó a Jungkook apretar los labios, suspiró—Está bien.
Jungkook guardó el dinero y enarcó una ceja, contemplando al pelirrojo pagar y sonrió un poco al notar la gran sonrisa que el mayor poseía.
[Cualquier error de ortografía, redacción, avisad por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]
¡Recuerden el lema de la familia!
∞ Somos Sol que calienta; pero no quema 7w7r ∞
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