[23]
—Entonces es un niño—dijo Hoseok tomando su tacita de té mientras se encontraba de visita en la casa de Jin, el omega dirigió su mirada a la derecha contemplando a Namjoon, que estaba sentado a su lado, mirándo al mayor desde hace minutos dejando en claro una suma emoción, el omega tragó duro posando rápido su mirada al frente.
—¿Ya han decidido el nombre para el bebé?.—preguntó Jimin acercándose con una bandejita de galletas con chispas de chocolates.
Hoseok contempló aquella galletas con leve sospecha, pero no creyó que Jimin hiciera tales cosas. ¿Y si escupió sobre ellas?, ahora se arrepentía que el karma le regresara a él y le pagara todas sus maldades. Jimin se sentó al lado de Jin tomando una galleta, aquella acción tranquilizó a Hoseok.
¡Por supuesto, Jimin no era como él! Jimin era un omega dulce, posesivo, celoso; pero no perverso.
Tomó una de las galletas y empezó a comerlas, mientras negaba con la cabeza que no, aún no tenían un nombre para el bebé, Hoseok pensaba que había tiempo, apenas estaba en los cuatro meses, faltaban cinco meses más en los que tendría todo el mundo para planear como ponerle a su hijo. El pelirrojo dirigió su mirada a la mesa, donde Jungkook y Yoongi jugaban a algo, a construir una enorme torre de bloques sin que se cayera. Hoseok no veía para nada entretenido aquello, literalmente le terminarían estresando y seguramente diría malas palabras y si se pudiera, tiraría todo al suelo.
—Oye Jungkook. Vayamos a la tienda, quiero comprar una soda. —pidió Yoongi mientras contemplaba fijamente al menor.
—¿Queda cerca? —preguntó el otro mientras agarraba un pequeño bloque de aquella gran construcción, sacándolo de su puesto.
Yoongi afirmó suavemente y el menor le miró en ese momento, ambos se sonrieron para levantarse del comedor y dirigirse a la puerta. Al abrir, Jungkook se le erizaron los vellos, viendo a la pandilla de motociclistas que estaban parqueados del otro lado de la acera, como si mantuvieran la casa bajo vigilancia.
—Solo ignoralos—dijo Yoongi sin ninguna emoción para salir de la casa—es lo mejor que siempre hago.
—¿El líder sigue atrás tuyo?.–preguntó sorprendido el pelinegro para caminar al lado de aquel omega.
Choi al ver a Yoongi, le dio leves golpes a su cigarro para luego enfocar su mirada en Jungkook, quien tragó duro al sentir la intensa mirada sobre él.—¡Oye muñeco!—le llamó aquel hombre al piel pálida, cual rodó los ojos, un poco cansado.
—No te preocupes, me gusta que te hagas el socado, las cosas difíciles son las mejores—comentó el líder con una gran seriedad que a Jungkook le hizo sentir una presión de miedo en su pecho. Yoongi se giró cruzándose de brazos para mirar de pie a cabeza al líder.
—Ustedes son una bestia, yo una fiera. ¡Y tú de bestia, no estas a la altura de esta!—dijo el omega para luego darse la vuelta y seguir caminando.
Jungkook empezó a limpiarse el sudor que se le acumulaba en sus manos, ya sentía aquel ambiente tenso colándose en sus poros.¡No podía creer el carácter que escondía Yoongi!
¿Dónde estaba su tierno y dulce amigo?
—¡UUH!—dijeron los amigos de aquel líder ante aquella respuesta, riéndose entre ellos.
—Pues esta bestia te dominará y rendido a mis pies, caerás. —le respondió el hombre inhalando una bocanada del cigarro.
—¡OHH!—volvieron a responder los otros en coro ante aquella achicada que ambos se estaban entregando.
—¡Ay mi cielo!—dijo con sarcasmo Yoongi para girarse de nuevo sobre sus talones— cualquier omega que finge es perra, se te entrega y se abre de piernas; pero yo soy de la realeza y a esta—se señaló a sí mismo con un arqueó de ceja derecha—¡Se respeta! ¿Y que te digo?.Min Yoongi no nació entre la mierda.—comentó Yoongi para seguir caminando.
—¡UHHH!—dijeron aquellos hombres en coro con una gran emoción.
El líder rió divertido ante el carácter de aquel omega, parecía más encantado en vez de echarse atrás. Yoongi tomó de la mano a su amigo para llevárselo casi a rastras de aquel lugar. Total, aquellos hombres parecían no tener vida alguna, porque siempre llegaban a la misma hora de la tarde a la casa del omega de piel pálida, y quedarse afuera, como si estuvieran protegiendo territorio. Jin estaba al colapso de los nervios, igual Jimin que trataba de conversar con su hermano menor para darle una oportunidad aquel alfa. Pero Yoongi era terco y no quería a un hombre de alto calibre a su lado.
Hoseok dejó la taza sobre la mesa para salir de la casa al percatarse que el joven alfa no regresaba, al abrir la puerta se encontró con aquel grupo de motociclista.
—¡Sol solecito, caliéntame un poquito, hoy y mañana, por toda la semana! —cantó el líder divertido al ver aquel pelirrojo, mientras lo analizaba de pie a cabeza.
—¿Qué...hacen ustedes aquí? —preguntó sorprendido el omega.
—Quiero cortejar al omega de pelo blanco; pero es socado.
—¡Ah, la perra esa!—comentó Hoseok muy tranquilo.
—Cuanto desprecio—dijo divertido el líder para luego guiñarle el ojo al menor—Pero parece que anda encantado de tu pequeño bodoquito.—comentó con leve celos manteniendo el cigarro en su boca.
¿Oh? Esto me parece una oportunidad de maravilla para que ese estúpido omega se aleje de Jungkook...
—¡Tengo una idea, si quieres a ese omega hermoso como tu pareja.
Hoseok se acercó al líder con una radiante sonrisa, mientras se acercaba casi saltarín. Ya estaba haciendo todo un plan de ideas en esa mente ingeniosa, poniendo una corta distancia entre aquel hombre y él, empezó a susurrarle algunas cosas al alfa, quien sacó el cigarro de su boca, para levemente poner su mano sobre el asiento de la moto y escuchar con mucha atención las ideas del omega.
Hoseok se encontraba preparando la cena de aquella noche, mientras iba de un lado a otro en la cocina, buscando los ingredientes, se percató que el apartamento estaba muy silencioso, demasiado. Y aquello solo significaba una cosa—peligro—dijo este mirando a los lados con mucha sospecha. Jungkook no era de los que se mantenían en algún momento callado, siempre se movían alrededor de aquella vivienda, iba de la sala a la cocina, luego se dirigía al baño, abría las puertas y las cerraba, o simplemente estaba hablando solo cosas incoherentes en voz alta o diciendo: ¡Hoseok, Hoseok!
El mayor sabía que el menor ya se encontraba en la casa, eran las siete y media y sus turnos de trabajo terminaban a las seis de la tarde.
Tragó con dificultad, sintiendo todos los nervios en su cuerpo que se acumularon en su palpitante corazón–¿Jungkook?—preguntó el pelirrojo empezando a caminar para dirigirse a la sala, para su sorpresa él no estaba en aquel lugar. Se dirigió a los cuartos, empezando con el del menor, Jungkook no estaba tampoco allí, se dirigió al cuarto del bebé, tampoco.
Un poco alterado de que el menor se haya escapado sin pedirle permiso, se dirigió al último cuarto, donde dormía Hoseok. Pero Jeon Jungkook tampoco estaba.
¡Tu padre ha huido bebé! ¡Se fue por leche! No importa, puedo conseguirte otro...creo.
—¡Hijo de su pu-...
—¿Porqué tan alterado?—escuchó una voz detrás suyo, el omega pegó un grito a pura reacción y el joven alfa se tuvo que cubrir los oídos ante los alaridos potentes de aquel hombr.—¡Joder Jung Hoseok, mis oídos, me dejarás con sordo a estas alturas!
—¿Se puede saber donde estabas?—preguntó entre gruñidos el pelirrojo.
—¡Te dije que iba ir al baño! ¿¡Ahora tengo que pedirte permiso para cagar?!—preguntó alterado el menor aún nervioso por lo acontecido.
—Que asco Jeon Jungkook—dijo el omega haciendo una cara de desagrado para dirigirse de nuevo a la cocina—La cena estará lista, espero que te hayas lavado la manos—murmuró en bajo lo último para acercarse a la cocina.
Jungkook no dijo nada, contempló al omega de pie a cabeza, para levantarse la camisa y sacar el libro que había prensado en su pantalón, debía seguir donde se había quedado—En esta...etapa empiezan a desarrollar la leche para el bebé—leyó muy interesado, bajó el libro para concentrarse de nuevo en el cuerpo de Hoseok. Se lo metió entre el pantalón usándo la parte del elástico como sostenedor del libro y se dirigió hacía el mayor. El omega encendió el fuego y sintió sus vellos erizarse, se giró al percibir una intensa mirada proveniente del joven alfa.
—¿Q-qué?—preguntó con cierto nervios.
—El capítulo cinco dice que empiezas a desarrollar leche ¿Te van a crecer los pechos o algo así? —preguntó con mucha curiosidad.
—¿Qué?—preguntó mucho más extrañado para luego bajar su mirada a sus pechos y luego subirla, tratando de procesar la mente—¡No lo sé! ¡Es la primera vez que tendré un bebé!—dijo alterado—¿Y para qué quieres saber si voy a desarrollar leche?
—Estoy tratando de confirmar los capítulos que leo—dijo el menor que se acercó a Hoseok sin dejar de enfocar su mirada en ese lugar.
—¿Pero se puede saber qué clase de libro lees?—preguntó extrañado Hoseok.
Jungkook se giró sobre sus talones para sacar de nuevo el libro, lo abrió, pasando la yema de sus dedos sobre otro de los pequeños capítulos, sonrió afirmando algo en su mente, para depositar aquel libro sobre una silla que se encontraba cercana. El menor se acercó de nuevo a Hoseok y se tronó los dedos. El omega se cohibió cuando sintió las manos del chico sobre sus hombros y los pulgares de este presionando entre la división de su cuello y los hombros. El mayor entrecerró los ojos con mucha sospecha, preguntándose qué era lo que quería Jungkook, no por nada andaba con tanta amabilidad.
—Hoseok, tienes que relajarte, últimamente estás muy estresado—comentó el menor haciéndole masaje en sus hombros.
—¿Estresado?—el mayor alzó la voz ante aquello, quitándose las manos del menor. —¡Ja! Ahora resulta que estoy estresado.
—¿Qué? No...digo, solo relájate.
—¿Qué me relaje?—preguntó arrugando su nariz
—Sí, es que...últimamente andas muy molesto.
—¿Molesto?—el omega abrió y cerró la boca, ofendido por aquellas palabras— ¿¡Tengo cara de estar molesto?!—grito el omega mientras su rostro empezaba a tomar un leve color rojo de la cólera. Hoseok tomó su chancla , poniéndosela en la mano.
—¡No, Hobi, con la chancla no!—chilló el menor mientras el omega empezaba a pegarle con aquella gran herramienta de castigo que la madre utilizaban.—¡Auch, duele!
—¡Si no te educaron, yo lo haré! ¡Se te ocurre decirme semejantes cosas eres un...—Hoseok empezó a llorar y Jungkook abrió los ojos en par ante aquel gran cambio de humor—¿Por qué eres así conmigo? he sido el único que te he criado todos estos años—chilló el mayor pasándose la mano por los ojos para limpiarse las lágrimas—Trato de mantener la paz de esta casa y tú...¡eres cruel!
—¿Qué fue el mal que yo hice? ¿Cúal f-fue el mal que dije?—preguntó el menor lleno de nervios sin saber como actuar respecto a los dramas del mayor.
Hoseok subió su mirada mirándole fulminante y sus lágrimas desaparecieron para después ponerse en plan "asesino". Se levantó, acercándose al alfa quien tragó duro, pasando con dificultad la saliva.
—¡Querrás decir que no hiciste!¡Claro!—empezó el mayor con su drama cruzándose de brazos—¡Aquí el omega embarazado siempre haciendo todo, que cocina, que la planchada, que la limpieza, que tiene que despertar al padre de su criatura para que vaya a estudiar! ¡No, si Jung Hoseok no fuese el esclavo de Jeon Jungkook, el chico no puede vivir por sí mismo!—dijo muy alterado el omega.
—Ah...yo puedo ayudarte si quieres.
Hoseok le contempló perplejo al escuchar aquello y su molestia pareció desaparecer.Jungkook quiso tomar el cuchillo y clavarselo, si se pudiera, tirarse del segundo piso para estrellar su cabeza contra el suelo, los cambios del mayor con su humor, eran un dolor de espina.
—No, no te preocupes por eso...¡Yo puedo! ¿Acaso piensas que los omegas somos débiles? ¡Tú mejor concéntrate en tus estudios y sigue trabajando, le dio suaves golpecitos en la mejilla al menor
—¿Qué...me voy volver loco a estas alturas—murmuró en bajo Jungkook ante aquel cambio de pensamiento. No sabía si tenía que meter a Jung Hoseok al manicomio o sería el quien iría a parar a ese lugar.
Después de varios minutos, Jungkook se encontraba sentado en el suelo, pegado a la pared de la sala, con el libro en la mano, suspiró sintiendo que ya era del todo su fracaso, al parecer nada le iba de maravilla con lo que el libro aconsejaba, bajó su mirada contemplando la guía aquella, preguntándose si en realidad funcionaba, siempre terminaba molestando al omega. Lo abrió pasando las páginas a una gran velocidad, algo tenía que servir ¿Cierto? Había fracasado en todos los consejos y su relación con aquel omega iba de picada cada vez. Encontró uno que le pareció muy interesante, sonrió satisfecho cerrando el libro, debería correr suerte con esa opción.
Jungkook se dirigía por el pasillo del edificio para dirigirse al ascensor y bajar hasta el primer piso, según decía el libro, lo primero era conseguir rosas, le avisó con anticipación al omega que saldría, no sea que este pegue el grito al cielo. Al llegar al ascensor, logró ver a una persona entrar también. Jungkook le sonrió de forma amable pero no le puso mayor importancia. Al llegar al primer piso, sus vellos se le erizaron, se giró sobre sus talones, percatándose que la persona que había visto, ya no se encontraba junto con él, es como si nunca hubiese estado en el ascensor. Siguió caminando por aquel pasillo mientras las luces empezaban a encender y apagarse, Jungkook apresuró sus pasos, sintiendo un miedo introducirse en su interior.
Al salir por la puerta principal, se quedó afuera un rato, buscando que rutas tomar para ir a una floristería. El ruido de unas motos se hicieron presente, el menor subió su mirada viendo en cámara lenta aquellos motociclistas que empezaron acercarse, varios de ellos empezaron a dar círculos alrededor de la entrada sin quitar su intensa mirada a un Jeon Jungkook que se quedó petrificado, al final de cuentas apareció el líder.
¿Por qué se les hacía familiar?
—Súbete—ordenó el líder mientras se parqueaba enfrente del joven alfa.
—No, ustedes me mutilaran—chilló el menor lleno de miedos.
—Ya lo hubiera hecho si quisiera—contestó con burla aquel alfa mientras se ponía un cigarro sin encender en su oreja derecha—Ahora sube o lo haremos a la fuerza.
El joven alfa tragó duro, aceptando su orden, se subió en el asiento atrás de aquel alfa, Choi Seung Hyun sonrió ladino para encender de nuevo su moto y emprendió el arranque. Jungkook pegó un alarido cuando la moto empezó andar a una gran velocidad—¿¡Qué hice para merecer esto?!—gritó a todo pulmón mientras el grito iba disminuyendo a la lejanía.
[Cualquier error de ortografía, redacción, avisad por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]
¡Recuerden el lema de la familia!
∞ Somos Sol que calienta; pero no quema 7w7r ∞
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