[21]
Hoseok se encontraba haciendo el desayuno, no recordaba en que momento había llegado a la cama y estaba perdido respecto a que horas llegó el joven alfa a la casa. Dio un enorme bostezo mientras seguía preparando las tostadas francesas, él no tenía mucho que hacer ese día, era claro que se quedaría en el apartamento, tal vez se pondría a ver unas películas, o seguramente alguna novela, mientras se mantuviera distraído, sería capaz hasta de salir el balcón a ver a las personas de las calles y ponerse a criticarlas como viejita de barrio. Un quejido lo hizo salir de sus pensamientos, notando a Jungkook salir del cuarto con el pelo hecho un desastre en la mañana, los ojos entrecerrados e hinchados.
—¿Se puede saber a qué horas viniste ayer? Aquí hay un toque de queda, no puedes andar afuera como perro vagabundo.
Jungkook se sentó de mala gana sobre la silla contemplando al mayor, desvió la vista.
—Tú me dijiste que no regresara hasta que encontrara un trabajo—contestó Jungkook con la tranquilidad que se mantenía por el sueño.
Hoseok frunció el ceño mirando a los lados, no recordaba haberle dicho semejante cosa, o tal vez lo dijo en un momento de tensión, que no le tomó mayor importancia. Entrecerró los ojos, el hecho que empezaran a olvidarse de tales palabras, solo lo hizo recordar su mayor edad.
—¿Y...encontraste uno?—preguntó dirigiéndose a tomar un plato plano.
—No, no aceptan menores de edad—Jungkook chasqueó la lengua para luego desviar su mirada a la ventana enorme de la sala—¿Cómo hiciste tú? Es decir...cuando llegaste a trabajar a mi casa tenías quince años.
—Solo puse que tenía experiencia cuidando niños y también me inventé una historia y...lo demás ya sabes que pasó.—comentó sin leve importancia.
Pobre de mi abuelita que la maté en esa entrevista...
—No creo que me acepten. La mayoria me ha rechazado.
Hoseok contempló al menor un poco pensativo, Jungkook se veía bastante triste, parecía un poco estresado por la situación. El omega sabía que en ningún trabajo aceptaban a un menor de edad, no al menos que fuese un local familiar donde el hijo quisiera ayudar a su padre, o fuese un trabajo ilegal. Enarcó su ceja derecha para luego dar un leve suspiro.
—Hagamos algo—dijo el pelirrojo girándose en dirección de Jungkook, que tenía la cabeza gacha.—Sigue buscando uno, yo te acompañaré...es decir 1/10 debe aceptarte, aunque sea por lástima—comentó de último cruzándose de brazos.
—¿En serio me acompañaras?
—Solo porque acabo de recordar que debo ir al banco a sacar un dinero, pronto se aproximan el pago de la luz, el agua y esas cosas—mintió pasándose la mano por la cabellera— así que aprovechando la situación.
—No eres tan malo después de todo—rió Jungkook cruzándose de brazos y haciendo una sonrisita.
—Cállate antes de que me arrepienta.—le gruñó el omega para volver su vista de nuevo al plato y terminar de preparar las tostadas francesas.—Ve a bañarte, te vistes bien y ponte loción...que no sea muy fuerte o darás la señal equivocada que eres demasiado arrogante; pero tampoco muy suave porque pensarán que no eres lo suficiente bueno para el puesto.—dijo el pelirrojo recordando un poco ciertos detalles.
—Eh...sí—dijo el menor aun con sueño, levantándose de su asiento para dirigirse a bañar.
Hoseok sonrió suavemente para seguir en lo suyo, debía terminar el desayuno a tiempo y su estómago ya rugía por el apetito que poseía.
Jungkook ya estaba completamente arreglado, saliendo del cuarto, frunció el ceño al percatarse que Hoseok no salía aún, se giró sobre sus talones viendo el interior de la vivienda, la puerta del cuarto de Hoseok se abrió, el menor frunció el ceño al ver al pelirrojo salir con unos lentes color rosa, un suéter afelpado también del mismo color, unos blue jeans rotos pegados con unas botas negras. El omega se pasó la mano por la cabellera como si le estuvieran grabando o en una sesión de fotos, luego enarcó la ceja derecha, para bajarse un poco los lentes y mirar a los lados como si fuera algún tipo de pasarela.
¡Ya salió por quien lloraban, my babys!~
—¿Pero qué demonios?—dijo el menor en bajo para luego mover su cabeza levemente a la derecha—¿Qué diantres te has puesto?—preguntó el menor sorprendido ante aquella vestimentas feas y sin estilo que el mayor se cargaba.
—Si voy a salir a la calle por lo menos debo ir bien. —comentó sonriendo con un aire de viva para empezar a salir del apartamento.
—¡No me vas acompañar así, me harás pasar vergüenzas! —chilló el menor pasándose las manos por el rostro.
—Ese es el punto—comentó divertido para empezar a caminar en dirección de la puerta principal.
—¡Pero si no hace frío Hoseok, hace calor!—chilló mucho más avergonzado Jungkook acercándose a tocar aquel enorme suéter que le triplicaba el tamaño.
—Yo soy primo del fuego—se puso la mano en la cabeza para enarcar una ceja—¡El sol brilló cuando yo nací!—prosiguió el omega como si fuera normal andar con aquellas prendas—¿O quieres que me vista como una Maid?—sonrió divino subiendo y bajando las cejas a una gran velocidad sin quitar esa sonrisita burlona.Al parecer Hoseok andaba un humor de buenas.
—Sí...no...bueno no estaría mal...¡No!—reaccionó Jungkook alterado, respiró con profundidad—Solo...quítate ese suéter feo—ordenó el menor.
—¡No, tengo que mantener caliente a mi bebé!—chilló Hoseok aferrándose a su suéter rosado que recientemente se había comprado y él encantado con aquella prenda, parecía de esas mujeres mayores de alta sociedad, con gustos un tanto excentricos.
—¿Qué?...¡No estás empollando Hoseok, el bebé ya tiene la temperatura perfecta en el vientre así que quitatelo.
—¿Oh?—Hoseok se cruzó de brazos entrecerrando los ojos con mucha sospecha—¿Cómo sabes sobre un bebé, cuando ni siquiera sabías cómo se hace uno?.
—Lo leí ayer en unos libros que compré...¡Pero ese no es el punto!—Jungkook estaba que se moría de frustración.
Hoseok se rió divertido para quitarse el suéter, entró al cuarto de nuevo y como si nada, lo tiró a una silla cercana, luego cerró la puerta. Quedando solo con la camisa negra que llevaba debajo y mantenía el cuello en forma de "V" dejando a la vista un poco de las clavículas del mayor y expuesta piel de la línea separadora de su pecho. Jungkook se acercó al pelirrojo, lo olfateó para después enrollar sus manos en la cintura y empezar a frotarse sobre el otro.
—¿Qué...haces?—preguntó el otro con leve incomodidad.
—Tengo que dejarte mi aroma, debo avisar que ya tienes alfa.—dijo tranquilo mientras seguía su trabajo—En el libro que también compre ayer...decía que esto es necesario.
—¿¡Pero se puede saber que andas leyendo?! ¡Lo que estás haciendo es un ritual de apareamiento idiota! Además ¡Soy un omega embarazado, no me van a tomar!—comentó frunciendo el ceño de último.
—Ellos no lo saben Hoseok y aunque parezca extraño, hay gente con fetiches muy raros que gustan de personas embarazadas—gruñó el lobo de Jungkook para terminar de hacer las fricciones—¿Sabes qué? Mejor usa ese suéter horripilante—comentó con leve celos el joven alfa inspeccionando las vestiduras del mayor—Así espantarás mas rápido a las personas.
—¡No, ya no!—gruñó molesto Hoseok—¡Me molestaste para que me lo quitara y ahora quieres que me lo ponga de nuevo. Y dicen que el hormonal soy yo; pero que cambiante eres—respiró con profundidad arreglándose de nuevo los cabellos—¡Vámonos!—ordenó el mayor logrando zafarse de las manos de Jungkook , tratando de no concentrarse en la agitación de su pecho y queriendo ocultar un poco el rubor de su rostro.
Jungkook rodó los ojos llenándose de paciencia—El libro decía también que los cambios de humor eran normales—dijo en bajo acordándose de aquellos dos libros que compró la noche anterior, uno era de guías sobre el embarazo, que traía como capítulos: " como cuidar a un omega en la etapa de embarazo" " cambios en un omega embarazado" entre otros capítulos que Jungkook creyó eran necesarios que los leyera. El segundo libro era: "Como ser un buen alfa y no quedar como idiota en el intento".
Mientras caminaban por las calles, el omega ya había pasado por varias tiendas de comida, comprándose algún sorbete, unas crepas con nutella, unos sandwichs de pollos, unos dulces entre otros antojitos que se le ocurrieran en el proceso.Jeon Jungkook en cambio no podía creerse lo glotón que el mayor se estaba volviendo. Mientras uno se concentraba en buscar el trabajo, el otro iba cual tranquilo de la vida comiendo lo que pudiera en cada tienda de comida que estuviese disponible. El menor pensaba que Hoseok había decidido acompañarlo, con la excusa de ir al banco, pero debía ser más sus ganas de comer ¡Que banco ni que nada, por la comida iba!
Al joven alfa se le ocurrió algo, acercándose al mayor mientras buscaban otro local donde contratan personas.
—Oye Hoseok...¡Acabo de recordar una canción que nos va perfectamente!
—¿Eh?—el omega frunció el entrecejo mirándole con extrañeza.
—¿Qué importa unos años de más?—Jungkook inhaló mucho aire como si lo que fuese a decir algo de vida o muerte.— ¡A mí me gustan mayores, de esos que llaman señores, de los que te abren la puerta y te mandan flores!—dijo cantando el menor.
—¡Cállate, en vez de mandarte flores serán invitaciones a tu funeral si sigues cantando esa mierda!—comentó el pelirrojo empujando al menor y alejándose a pasos apresurados para fingir que no iba con él.
—Loco, loco, ohhh! ¡a mi me gustan ma-...
—¡Oh espera!—interrumpió el pelirrojo al menor— acabo de recordar un párrafo de esa misma canción—dijo Hoseok girándose sobre sus talones— Yo no quiero un niño que no sepa nada ,yo prefiero un tipo que me de la talla ¡No me gustan menores, di no a los chillones!
Las personas que pasaban de paso, les contemplaban de pie a cabeza, pregúntandose de que circo habían salido aquellos dos.
—¡El último párrafo ni siquiera es de la canción!—intervino el menor cruzándose de brazos.
Hoseok le sacó la lengua para llegar a otro local que tenía un rótulo que también contrataban personal. Jungkook respiró con profundidad, aguantándose los nervios para entrar a dar su mejor sonrisa. Hoseok en cambio se sentó en una de las mesas de afuera, mirando a las personas pasar.
Pasando varios minutos Jungkook salió con un rostro serio, otro trabajo más donde no lo aceptaron por ser menor.
—¿Y...qué te dijeron?—preguntó el omega levantándose de la banca.
—Ah...no me aceptaron tampoco—comentó Jungkook rascándose la cabeza.
Hoseok respiró con profundidad, enarcó una ceja para entregarle los lentes, se arregló un poco la cabellera, le entregó una sonrisa plana al menor.
—Vámonos-...
—Ahorita no joven—el omega enarcó una ceja—Deja que yo me encargue, no saldré de allí hasta que te acepten—comentó con una gran confianza aquel pelirrojo.
—¿Qué piensas hacer Hoseok?—preguntó con sospecha Jungkook mirando un poco nervioso a los lados.
—Lo que mejor sé hacer—comentó respirando con profundidad—Porque entre ser y no ser...yo soy.
Hoseok ingresó a la tienda pavoneándose, contempló a los lados abriendo la puerta, al ingresar frunció el ceño hasta ver al encargado. Se acercó a pasos tranquilos al hombre que estaba a lo lejos conversando con un empleado.
—Buenos días...disculpe. Ustedes están contratando personal ¿Cierto?—preguntó el mayor ofreciendo una gran sonrisa.
—Sí...¿Viene para la entrevista de trabajo?—preguntó él tipo muy interesado.
—No; pero...—Hoseok empurró su cara agrandando sus ojitos—Mi hermanito sí y lo acaban de rechazar—el omega empezó a llorar con mucha falsedad—es su primera vez queriendo buscar trabajo. ¡Como pueden ser tan crueles! El chico tiene un poco de discapacidad mental; pero está rompiéndose la espalda para vivir y como son tan malditos ustedes, lo discriminan.
—Lo siento; pero él es menor de edad, no lo hemos discriminado en ningún momento—dijo el hombre mirando un poco nervioso a los lados cuando algunos clientes enfocaron su atención en ellos.
—¿¡Y eso qué?!—alzó la voz el omega—¡Eso es discriminación, no es su culpa ser medio pendejo! ¡Además...está dando su mayor esfuerzo y usted es...un hombre sin escrúpulos!—Hoseok se limpió las falsas lágrimas.
—Es en serio, lo lamento mucho; pero...no podemos aceptarlo. No tiene terminado sus estudios y aún no es legal según la ley.
¡Mierda! este imbécil no cae, bueno, tengo que hacer uso de otro recurso.
—Bueno, entonces...nos iremos con la otra opción —dijo el omega poniendo una voz ya seria, sacó el celular de su bolsillo, enarcó la ceja derecha para marcar un número, luego posicionó el celular en su oreja—¡Oh! ¡Cariño!—chilló el pelirrojo—nuestro Kookie vino a buscar un trabajo, pero el gerente lo rechazó de forma horrible-...¿Qué, hoy saliste de la cárcel?—alzó más la voz el omega mirando fijamente al gerente—¡Es que te tengo un trabajo, un par de hermosos huesitos para romper, tengo comprendido que amas mucho romper culos y esas cosas! ¿Qué ya vienes en camino?–alzó más la voz—¡Oh, si, por supuesto! Te esperaré aquí.
Hoseok en realidad no había llamado a nadie, tampoco tenía un pariente que amenazara al gerente, después se le ocurriría otra mentirita cuando no llegara nadie, diciéndole al hombre que tenía suerte que su familiar no lo partiera a la mitad. Además el hombre ya estaba tembloroso de sus piernas, con leve miedo. Cuando Hoseok iba seguir su diálogo de convencer de buena manera al hombre para que aceptase a Jungkook en el trabajo, la puerta se abrió, haciendo sonar la campanita.
El gerente tragó duro casi volviéndose pálido, por aquel lugar ingresaron unos hombres con chaqueta negra tatuados, con algunos piercings y entre ellos el líder de la pandilla de motocicletas. Hoseok se giró al sentir un montón de olores a alfas, al reconocer un olor familiar, se giró frunciendo el ceño.
¡Es que no podía estar más agradecido de la suerte con la que amaneció ese día!
Sonrió espléndido, corriendo a tirarse sobre el líder, quien frunció el ceño sin comprender que estaba aconteciendo. El hombre olfateó al omega para luego mirar alrededor, viendo al pequeño e indefenso pelirrojo que chillaba y en como sus ojos estaban con las pupilas expandidas ¿Qué demonios sucedía en ese lugar?
—¡Oh!—dijo aquel alfa sonriendo a Hoseok—¿Algún problema?
El omega afirmó rápido, haciendo su carita triste para señalar al gerente.
—Ese hombre...me acaba de faltar el respeto.—se acercó al oído del líder para susurrarle—dijo que no le daría trabajo a un omega embarazado, porque eran poco eficientes, también se burló porque no estoy casado y me juzgó por ser padre soltero.—Hoseok sonrió ladino cuando algo más se le ocurrió—Y dijo que me rajará el culo con todo bebé.
Aquellas palabras fueron suficientes para que aquel alfa frunciera el ceño, subió su mirada de un golpe al gerente, quien tragó duro cuando esa mirada tan fría se posó sobre él. Estaba muerto a como fuera. El líder se acercó al gerente para tomar del cuello al hombre y levantarlo unos centímetros del suelo. Hoseok sonrió espléndido ante aquello, limpiandose los bigotes invisibles de la felicidad.
—Discúlpate y cumple lo que él te pide, es nuestro amigo, así que más te vale que lo respetes.
El hombre temblando de los nervios y a punto del colapso del desmayo, aceptó afirmando rápido su cabeza. Hoseok sonrió espléndido, aplaudiendo.
—¿Ves? No había que ir tan lejos si usted solo aceptaba... pero bueno, ¿Que se le podía hacer?—fingió tristeza que claramente no existía. Hoseok abrazó al líder de aquella pandilla, quien le guiñó el ojo juguetón para soltar al gerente.—¡Gracias chicos!
Jungkook escuchó la campanita de la puerta , vio al mayor salir radiante como el sol, frunció el ceño, percatandose de un montón de motocicletas parqueadas a los lejos. Hoseok estiró sus brazos para bostezar.
—¡El lunes en la tarde puedes empezar venir a trabajar!—ordenó el pelirrojo.
—¿Eh?...¿Cómo hiciste para que me aceptaran?—preguntó muy sorprendido el menor.
—No mucho, solo les dije que eras un chico que se esmeraba mucho en su trabajo y que no se iban arrepentir de tenerte, el hombre afirmó de la emoción como no tienes idea—dijo el pelirrojo con mucho orgullo plantando una sonrisa en el rostro.
—¡Oh, Hoseok! Eres lo máximo—chilló de la emoción el cachorro. Tomando al mayor de la cintura y lo cargó en ese mismo instante.
—¡Ya deja de sacudirme que me sacarás al bebé!—gruñó el mayor.
—Realmente no sé qué haría sin ti—dijo Jungkook soltando al omega para darle un rápido abrazo y empezar a caminar en dirección de la casa.
—¡Obviamente, necesitas de mi existencia!—comentó el mayor muy sonriente y orgulloso al sentir su ego elevarse—Vámonos a casa.
Jungkook afirmó sonriente para luego empezar a caminar atrás de Hoseok tarareando la canción con la que le hizo burla minutos antes, el omega le contempló fulminante, advirtiéndole que mejor se callara. Para luego sonreír levemente.
—¡A mi me gustan ma-...
—Jeon Jungkook, silencio—alzó la voz Hoseok.
Estaré publicando dos cap por dia, quiero terminar rápido esta historia. Los quiero mucho, gracias por su apoyo, no olviden comentar que es mi energia ;A;
[Cualquier error de ortografía, redacción, avisad por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]
¡Recuerden el lema de la familia!
∞ Somos Sol que calienta; pero no quema 7w7r ∞
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