[05]
Hoseok tragó duro, estaba lleno de pánico y el calor que se apoderaba de su cuerpo.Debía buscar bien, eran los nervios y por eso no encontraba las pastillas ¿Dónde las había dejado?
Sus vellos se erizaron cuando algo rozó su cuello y unas manos rodearon su cintura—Omega—habló aquella voz, el mayor soltó un chillido, se giró empujando al alfa. No había tiempo ¡No lo había! Empezó a tirar la poca ropa que quedaba. Demonios, si su omega despertaba y dominara sobre él, dejaría de tener conciencia sobre sí mismo, ya no recordaría nada, su lado animal saldría listo por la necesidad de un alfa.
Incluso con solo pensarlo, le dio un repelús.
Se quedó en blanco al ver el frasco; pero no las pastillas. Miró a los lados ¿Cómo se le habían acabado tan rápido? ser descuidado con algo así. Se giró viendo que Jungkook se había sentado con mucha tranquilidad en la cama y recorría su mirada sobre él, mientras acariciaba la sábana de la cama.
¡Maldición! no me mires así ¡No me hagas el sexo en tu mente!
Corrió a la otra gaveta para buscar también.
—¡Mierda, mierda!—chilló el omega sacando todo lo que podía.
—¿Qué pasa, porqué estás tan alterado?—preguntó el alfa, el aroma del mayor se intensificó, parecía que pronto saldría su lobo omega, y él esperaría.
Hoseok tomó su maleta, si sus pastillas no estaban, debía comprar unas de emergencias, la farmacia quedaba a una cuadra, él no podía salir, eso sería una completa locura, no regresaría con cuerpo entero y si perdía su razonamiento a medio camino, se abriría de piernas ante cualquier alfa disponible.
Hoseok no quería quedar atado por culpa de su instinto animal.
Sacó un billete de $20, debía comprar un supresor de emergencia podría funcionar, pero mientras lo pensaba, se percató que Jungkook era el único por el momento y pensó, que, por una vez, él podría hacer aquel favor. Solo, debía hacerlo reaccionar.
Y tampoco era como si la anciana fuera a ayudarle, de seguro ya se debió haber ido, no, debía guardar esperanzas, de seguro aún estaba en la casa. Salió del cuarto, escuchando los pasos de Jungkook atrás suyo, su cuerpo no cedía para bajar de nuevo las gradas. Se giró.
—¡Jungkook! ve a la farmacia y comprar un supresor, es de color azul.—Hoseok sintió la lubricación deslizarse, se avergonzó—Jungkook...dile al señor que quieres un supresor, es de color a-azul y...
—¿Debería?
Hoseok subió su mirada al ver cómo las pupilas de Jeon estaban muy dilatadas e iba acercándose a él con lentitud, el omega retrocedió extrañado. Bueno, supuso que era normal que aquel tipo reaccionara a su aroma, al final de cuentas el engendro era un alfa. Tragó duro sintiendo un miedo extraño que se revolcó en todo su cuerpo, se sonrojó al sentir como su ropa interior se humedeció un poco más, su lubricante natural ya estaba haciendo de las suyas y el ronroneo de su pecho salió inconsciente.
¡Control, no debía dejar que el omega poseyera su cuerpo!
Bajó las escaleras tembloroso y al estar ya en la última, se acostó en el suelo, boca arriba con su pecho agitado. Sus piernas se habían debilitado por completo.
—¡Jungkook reacciona!—pidió a gritos el omega—ve a la farmacia, supresores pastilla color...azul...ah...
Jungkook reaccionó y miró como Hoseok estaba rendido en el suelo respirando agitado, mientras se retorcía.
—Hoseok...¿Qué es lo que tienes? Me asustas.—dijo el menor frunciendo el ceño, pero al contrario, su lobo sonreía ladino esperando el momento indicado para aparearse sobre aquel omega que estaba enviándole su completa disposición.
—Mi celo—dijo el peli-rojo—necesito apagarlo...ve a la... far..
—¿Celo?—preguntó sin comprender el menor.
Hoseok subió lentamente su mirada al chico, sus ojos se abrieron en par al sentir un fuerte aroma que se desprendió del alfa, soltó un gemido y se retorció, se sentía atraído, llamado por ese tipo.
El olor de alfa...mierda, Jungkook. No puede ser, no tú. Estoy perdiendo mi cordura...
—Alfa—las pupilas del omega se dilataron al sentir el aroma del lobo de Jungkook, sus ojos se volvieron de un anaranjado, ronroneó.
Jungkook se sintió hechizado y se acercó con lentitud al cuerpo de aquel omega, empezó a olerlo y su lobo chilló ante aquello, necesitaba poseerlo, el anhelo de estar dentro de ese omega le hizo perder su razón. Jungkook se relamió los labios y pasó su lengua desde las clavículas del mayor hasta su mejilla. Sus ojos se volvieron amarrillos.
—Hueles...bien.
—Hazme tuyo—pidió Hoseok sintiéndose completamente excitado; su lobo estaba respondiendo, había tomado el control completo, se sentía perdido en todos los sentidos.
El alfa ingresó sus manos bajo la camisa, acción que hizo al mayor sobresaltarse.
—¿Qué...qué crees que haces? no toques allí—dijo el omega sonrojado cuando el dedo índice acarició sobre una de sus tetillas—Estoy sensible, ah...-Hoseok soltó un pequeño gemido y ronroneó complacido.
—Siempre esperé...por ti.
—¿A qué te refieres?—susurró el omega viendo directo a los ojos de aquel alfa.
Jungkook empezó a desnudar al omega, quitándole primero su camisa, para luego bajar su pantalones, el menor se quedó quieto al ver una pequeña erección sobre la ropa interior. Luego decidió hacerse cargo de su propia ropa, quería calmar también ese deseo de estar dentro de ese omega, su lobo estaba dominando todo sus sentidos, en ese momento solo era un hombre con apetito sexual y las ganas de aparearse hasta eyacular, dejando su fragancia.
Ninguno de los dos era del todo consciente de sus palabras, de sus pensamientos de lo que estaba a punto de suceder, no lo recordarían, porque el celo les nublaba toda su mente.
El lobo miró desconcertado la parte íntima del omega cuando bajó la ropa interior. Levantó un poco las caderas del mayor, como si buscara algo. El omega le miró desconcertado sin comprender.
—Hmm, Tienes una polla igual que yo...pensé que los omegas machos también tenían la parte íntima de una hembra—dijo el chico. El omega al escuchar aquello abrió y cerró la boca.
¿Qué, era idiota? ¡O demasiado inocente! pero la primera era mas razonable, de seguro.
El alfa acarició el vientre del mayor, recorrió su mirada sobre aquel cuerpo desnudo. Viendo los pezones y luego seguir bajando hasta enfocarse en la erección, se agachó un poco, ofreciendo un beso en el vientre y por último pasar su húmeda lengua. Hoseok soltó un suave quejido y sus pies se pusieron en punta—El hoyo...hoyo, un hoyo—el alfa bajó sus manos un poco más y pasó tocando por la parte trasera de las piernas hasta que sintió un líquido cálido pegarse entre sus dedos.Siendo el lubricante natural de Hoseok, avisando que ya estaba listo para la penetración. Tocó la entrada del omega quien dio un pequeño quejido.
—Ahmg,no puedo más...—suplicó Hoseok entre jadeos—hazlo.
—Entonces debe estar allí—dijo el menor abriendo más las piernas del omega, se puso en medio, rodeando las piernas del omega por sus caderas. El alfa tomó su dura y dolorosa erección para frotar su glande y presionando levemente contra la entrada del mayor.
¿No estaba olvidando algo? No sabía el que, pero...debía ser importante en esos momentos.
No importaba, no tenía tiempo para pensar en algo así.
Hoseok soltó un gemido y se ruborizó a no más poder.
—No te preocupes, seré cuidado—dijo el lobo con leve sorna ante aquel omega tan sumiso que le miraba con sus pupilas muy dilatadas, joder, se veía muy lindo. El lobo interior de Hoseok chilló bajando la mirada, sintiéndose completamente dominado por el poderoso lobo del alfa.
El alfa gruñó, decidiendo tomar mejor otra pose. Tomó al omega y lo giró, para luego alzar las caderas y posicionó al mayor, haciendo que levantara el trasero y que su quijada tocar el suelo. Hoseok dejó manejarse por aquel alfa, perdido entre la lujuria y la sumisión. El alfa presionó más su miembro hasta que empezó a ingresar, gruñó al principio por la incomodidad, sentía presión; siguió forzando hasta que al fin logró entrar del todo.
Hoseok chilló ante aquella intromisión, el alfa se agachó pasando su lengua por la nuca, rodeó sus manos alrededor de la delgada cintura y empezó a dar suaves estocada.
Los gemidos del omega empezaron aumentar en fuerza, entre el dolor y el placer, su mente trataba de enfocarse en lo que mejor le hiciera sentir bien; pero era imposible, el alfa era un brusco, tosco y no le estaba dando tiempo para acostumbrarse del todo a ese miembro viril. El omega soltó un quejido, acción que hizo al menor detenerse. El alfa recostó su cabeza y pasó su nariz por el cuello. Tratando de relajar al omega
—Estás muy tenso, relájate—ordenó.
Hoseok arqueó su espalda cuando las embestidas aumentaron de ritmo, agarrándose de la esquina de aquella enorme alfombra decorativa que yacía bajo él, como si fueran su última salvación, sus gemidos hacían eco, volviendo en un estado de más depravación al alfa, el aroma de Hoseok golpeando su olfato, el del celo, y su lobo volviéndose loco en todos los sentidos, quería llenar aquel omega de su semen.
Pero el omega de Hoseok no contaba con lo que vendría después.
Jungkook gruñó, su pene se hinchó y su nudo selló la entrada de Hoseok. El omega pegó un chillido, arañando la madera del suelo, era el nudo ¡El maldito nudo!
Aquello era un suicido,demonios, ese tipo estaba ya eyaculando—Ahmg...duele, duele...sacalo—pidió entre lloriqueos, el alfa giró a Hoseok y se sentó, posicionando encima de él al pelirrojo, limpió las lágrimas del chico.Si Hoseok corría de las suertes, el menor no lo desgarraría allí, no lo mataría en pleno momento. El gruñido del lobo se hizo presente, y el omega dio un chillido ocultando su rostro, tenía mucho miedo y temblaba bajo el alfa, sus ojos recorrieron por el pecho del tipo hasta bajar, notando el buen físico del joven adulto.
¿Cuándo dejó de ser un niño?
Chilló al sentir una pulsación, aferrando sus manos alrededor del cuello y escondiendo su rostro en la separación del cuello y el hombro. Era jodidamente doloroso, no era para nada a lo que le habían contado y mucho menos al placer que él mismo se daba cuando entraba en excitación, el omega creyó que tuvo una idea equivocada sobre el placer sexual.
¿Era así? ¿Se suponía que era así?
Jungkook dio otro gruñido cuando un leve cosquilleo se posicionó en su bajo vientre El lobo alfa presionó con toda su fuerza, entre el cansancio y la excitación hasta ingresar más su nudo. Hoseok sentía que moriría allí, que en algún momento colapsaría ante el cansancio y la pérdida de su propio equilibrio. Un cálido líquido empezó adueñarse de su interior y ronroneó ante aquello, cerrando sus ojos. El alfa olfateó al omega, con lentitud se acercó a la parte del hombro derecho, contemplando ese lugar que dividía entre su cuello y hombro. Se relamió los labios y mordió con fuerza.
Hoseok pegó otro chillido ante aquello y apretó con fuerzas e hizo puño sus manos al sentir aquellos filosos incisivos ingresar a su carne, le estaba mordiendo demasiado fuerte, demasiado perdida de autocontrol en ese alfa. El nudo seguía presente así que el menor al terminar de hacer el lazo, lamió levemente sobre la herida, pasando lengüetazos y de paso, saborear un poco la sangre del omega.
—Ahora eres mi omega—dijo aquel lobo susurrando al oído a un sumiso omega para luego morder el lóbulo de esta y chupar, el mayor soltó un ronroneo—he esperado mucho para esto.
Después de varios minutos que quedaron pegados por el nudo, Hoseok se rindió, cansado para cerrar sus ojos, necesitaba dormir, había requerido mucha energía. Entre ronroneos y chillidos el omega se dejó agarrar por Morfeo. Jungkook contempló el rostro dormido entre sus brazos y sonrió, ofreciendo un beso en la frente.
[Cualquier error de ortografía, redacción, avisad por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]
¡Recuerden el lema de la familia!
∞ Somos Sol que calienta; pero no quema 7w7r ∞
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