[04]
Hoseok abrió y cerró la boca, retrocediendo un poco cuando aquel hombre ingresó al elevador. El agente miró aquel tipo de pie a cabeza con disimulo para recordar la razón que se la hacía tan familiar: ¿Dónde es qué lo había visto? Vagó en sus recuerdos hasta recordarlo, era hermano mediano del empresario que habían asesinado, bastante joven, atractivo y parecía que había llamado su atención cuando la mirada de ese hombre recorrió con disimulo sobre su cuerpo.
¡Ja, menudo idiota que estaba siendo engañado!
El agente enarcó una ceja derecha, haciendo a un lado su cabellera y resaltó sus falso busto, dejando a un lado su espalda curvada hasta sacar culo y pecho como toda una dama elegante. Cosa que no era y parecía que su espalda se partiría en dos.
—¿A qué piso se dirige, jovencita?— ¿Jovencita? ¿Así se veía? Hoseok se sorprendió, el maquillaje hacía maravillas realmente. El chico miró a Hoseok al no tener respuesta, dejando una sonrisa amable—¿Piso?
—Al primer piso...donde se estacionan los taxis.
Hoseok se preguntó cómo podía sacar información al hombre, era necesario para empezar a indagar.
—Nunca la había visto ¿Es nueva trabajando en este lugar, cuándo ingresó?—habló el hombre.
Bueno, tal parecía que no le iba ser tan difícil sacar tema de conversación con aquel hombre ¡Problema resuelto!
—Hoy vine a la entrevista de secretaria personal—habló Hoseok poniendo una mano en la cintura, pero después la bajó al pensar que era demasiado obvio y estúpido.
—¿Cómo le fue?
Hoseok sonrió subiendo con orgullo el contrato y no pudo evitar sacudirlo ante la emoción que se cargaba, el hombre bajó su mirada divertido ante aquella actitud. El agente analizó el comportamiento de ese señor, no parecía afectado por la muerte de su hermano, es más, se supone que un tipo que se mantenía en luto, debería tratar de disimular verse triste, o fingirlo por lo menos. Supuso que al estar trabajado no podía tampoco andar la gran cara larga de tristeza.
Una mano interrumpió que el elevador se encerrara, la sonrisa de Hoseok volvió a desaparecer al encontrarse con una sonrisa ladina del bendito hombre que hora atrás quiso verles la bragas. Su nuevo jefe.
Jung Hoseok maldijo en bajo.
—¡Tú, chica abusiva!—señaló el joven chico a la mujer de enfrente—¡Vas a ver desc-...—se quedó en silencio al ver que solo enarcó una ceja derecha, manteniéndose en su compostura, dejando su clara dominancia–Oh...Hyung—habló un poco más suave calmandose.
—Ceo—habló con respeto aquel hombre con una leve sonrisa, divertido por la situación.
Hoseok rodó los ojos hasta ponerlo en blanco y suspiró, quedando pegado en el fondo del ascensor, cuando creyó que su suerte no podía ser peor, varios hombres ingresaron y le miraron de pie a cabeza. El agente apretó los labios.
¡Maldita sea! ¡Ugh! ¿Por qué tenían que verlo de pie a cabeza? ¿Acaso nunca habían visto a una mujer con vestido par de simios?
Se hizo un descomunal silencio en el ascensor mientras empezaba a bajar, los hombres se mantenían en silencio y uno que otro tenía el valor de girarse comiéndose a Hoseok con la mirada—¿Quieres que te saque los ojos?—preguntó Hoseok molesto a los que se atrevían a darle una mirada bastante diferente a la acostumbrada.
El CEO se puso al lado de Hoseok con las manos metidas en los bolsillos del pantalón, miró a su derecha, recorriendo sin vergüenza alguna ni disimulo, su mirada sobre el cuerpo del ahora pelicastaños. El mayor se tensó ante la penetrante mirada hacía él ¿Qué demonios?
Ese niño puberto ¡Parecía todo un hormonal!
El mayor sacó un poco sus caderas y batió sus pestañas en dirección de su ahora Jefe.
Jungkook enarcó ambas cejas al ver que aquella mujer ya había caído con su atractivo, el menor se relamió los labios y acercó su rostro al de la chica, lista para besarla. Hoseok le entregó una bofetada que sonó, la puertas del ascensor se abrieron y Hoseok apretó sus dedos, haciéndose espacio entre el tumulto de hombres hasta salir de aquel ascensor.
—¡Adiós idiota!—rió divertido sacando su dedo de enfrente, se giró y se dió una nalgada mientras la mirada de Jeon Jungkook se afilaba.Hoseok dejó de sonreír al ver que las puertas no se cerraron y Jungkook salió del lugar—¡Ay, mierdaaaa!
Hoseok se quitó los zapatos y empezó a correr dando un enorme grito, sosteniendo entre sus manos los zapatos.
—¡Haré que te echen, tú, maldita!
—¡Maldita la vida que te vio nacer!
Ambos llegaron a la puerta giratoria y en vez de salir, empezaron a empujar aquello, Hoseok gritando con sus potentes pulmones y Jungkook soltando un enorme rugido de furia. La señora Jeon iba caminando por el primer piso, ya que tenía que ir hacer unos mandados cuando a lo lejos notó las personas enfocarse en cierto lugar, ella entrecerró los ojos y al ver a su hijo, queriendo atrapar a la nueva secretaria, suspiró.
—Y he allí, el CEO de esta prestigiosa empresa—comentó la mujer sacudiendo un poco la cabellera y negando con vergüenza.
—¿Quiere que haga algo al respecto, señora?—preguntó su secretario personal. La mujer le miró con ojos tranquilos.
—Nahhhh.
Hoseok salió de la puerta giratoria y al hacerlo, apretó un botón que se encontraba por uno de los marcos. Una alarma sonó y Jungkook quiso empujar aquella puerta; pero se había quedado trabado, sus ojos se abrieron en par y horrorizados, Hoseok suspiró, corriendo por la acera y levantó su mano, para atraer algún taxi que iba pasando por allí.
—Maldito imbécil—murmuró con su voz masculina e ingresó al carro que se había detenido frente a él. No sin antes tirar un beso en dirección de su nuevo jefe.
Cerró la puerta del carro y salió de aquel lugar. Jeon Jungkook enarcó ambas cejas—Le fascino, lo sé, está loca por mí—se dijo a sí mismo dándose ánimos.
Namjoon miró a sus lados, siguiendo a sus compañeras, debían ir a las clases de baile. Las chicas estaban muy bien vestidas, con ropa para hacer ejercicio mientras él, solo andaba su uniforme. Al ingresar al salón donde se llevarían aquellas clases, se encontró con uno de los jóvenes de la mañana.
Sí, ese que se golpeó de forma tonta contra el muro.
Las chicas suspiraron como enamoradas, haciendo un grupito entre ellas y casi gritando de la emoción mientras el joven maestro de baile, bajó un libro y las contempló sin emoción alguna, hasta que miró más a su izquierda y sonrió al percatarse de esa morenaza alta que había robado su corazón de pollo. Carraspeó, tratando de controlar sus emociones, sus cejas se enarcaron al notar a sus alumnas mirando a la nueva estudiante.
—¡¿Viste como la observó, a la jirafa esa?!—chilló una de las alumnas, apretando sus manos—,es la nueva, ni está bonita.Su piel es oscura, sus ojos muy pequeños, es demasiado alta, labios gruesos y su nariz chata.
—¿Cómo es qué se llamaba?—preguntó otra más asomando su mirada, echando una mirada de pie a cabeza sobre Namjoon.
—Kim Namjoo—pronunció otra de mala gana y cruzándose de brazos—,que asco parece pueblerina.
Namjoon frunció el ceño al percatarse de la mirada de las chicas sobre él y creyendo que le querían saludar, alzó su mano y empezó a moverlas ¡Pero que compañeras más agradables!
Pobre inocente.
—Empezaremos hacer calentamiento—Habló el de cabello castaño claro y se tronó el cuello, manos, dedos y la espalda, concentró su mirada en Namjoon—.Alumna, agréguese al grupo.
Namjoon se acercó emocionado; pero las compañeras se alejaron, el moreno volvió acercarse y las chicas no disimularon para nada otra alejada. Namjoon apretó los labios viendo como se hacía una bolita de chicas : ¿Pero qué era ese rechazo? aquello no le olía para nada bien, su ojos se entrecerraron un poco disgustado.
—¿Sabes qué?—agregó el maestro de baile—,ponte a mi lado, serás mi ayudante–sonrió Taehyung enarcando una ceja—.Presentate a la clase, ven.
Namjoon entrecerró más los ojos: ¿Acaso ese hombre le estaba coqueteando? Es decir, casi parecía devorarlo con la mirada. El moreno fingió una sonrisa y pasó sus manos al culo, sintiendo un jodido dolor que no supo analizar de donde provino. Se acercó al chico de su lado y no pudo evitar mirarle sorprendido, debía admitir que el maestro de baile era muy atractivo.
—Soy...—Namjoon carraspeó su voz tratando de sonar un poco femenino—soy Kim Namjoo, tengo 19 años y-...—notó la mirada intensa del maestro y tragó duro, sintiendo de nuevo ese puyón sobre su culo ¿¡Qué demonios?!—ah...
—Soy Kim Taehyung, su profesor de baile—habló el joven extendiendo la mano—. Es un gusto tenerla aquí con nosotros.
Namjoon bajó su mirada, notando aquella mano, los dedos largos y las venas resaltando. Frunció el ceño, regresando el apretón. La chica pegaron un grito de un solo ante aquello, sobresaltando a ambos hombres.
—No, yo...me gustan los hombres—¿Qué, se volvió loco? ¿Acaba de decir hombres? miró de un solo a su derecha percatandose del brillo que tomó el rostro ajeno.
—Y a mí las mujeres—habló Taehyung enarcando una ceja derecha un tanto divertido—, aunque no creo que eso sea un dato que importe, alumna.
Las chicas abrieron y cerraron la boca ante aquello y se miraron entre sí, soltando un gruñido al ver como la nueva había robado la atención de su maestro guapo de baile.
Después de unos quince minutos de haber calentado el cuerpo, la hora de baile dío inicio. Namjoon trató de seguir el ritmo de sus compañeras, notando como ellas movían demasiado el esqueleto y parecía que casi se partían la espalda al hacer un movimiento de twerking, mientras él, bueno, él tenía salud y trataba de acostumbrarse a esos extraños bailes. Una de sus compañeras le empujó, haciéndolo ir de lado y casi tropezando, el agente abrió y cerró la boca, sintiéndose molesto, no se iba dejar. Por lo que se acercó a esa compañera y le empujó por igual.
Disimuló con una sonrisa, moviendo sus caderas por igual, haciendo su pelo de un lado a otro. Taehyung fijó su mirada en cada alumna hasta que se concentró en la nueva, que parecía gusano atorado, haciendo golpes toscos con su movimientos.
Madre mía.
—Alumna—habló acercándose a Namjoon y se puso a su lado, dioses, si que era alta esa chica. No importaba, era parte del atractivo ¿No? además nunca había tenido un tipo ideal de chica y pues ella le había llamado la atención. Sin embargo, estaba en clases así que debía ser respetuoso y guardar su gusto por la morena alta—, sus movimientos son demasiados duros, parece como si estuviese enojado—posó sus manos en la cadera de Namjoon y apretó sobre ellas.
—Estoy haciendo mi esfuerzo—se defendió Namjoon.
Namjoon se tensó y abrió los ojos como dos platos en estado de shock al sentir las manos puyando en sus caderas.
—Debe relajarse, está demasiado tenso.
La alumna que había empujado a Namjoon se movió un poco y se quiso acercar queriendo escuchar; pero tropezó de forma torpe y cayó de lado. Unas risas se hicieron presentes y Taehyung junto con Namjoon, vieron a la chica levantarse, arreglarse como si nada pasó, quedando con su orgullo en el suelo.
—¿En qué estábamos?—prosiguió Taehyung relamiéndose los labios—, debe sentir la música...dejarse llevar por ella, por el ritmo.
—Eh, claro—Namjoon apretó los labios y bajó su mirada y al hacerlo se golpeó con la cabeza del profesor, dando un quejido.
Taehyung se quejó por igual, tocando su cabeza.
Hoseok llegó a la casa y al hacerlo, tiró los tacones, cayendo de forma dramática al suelo, sus pies dolían como los demonios. Escuchó unos pasos y se sobresaltó, notando desde el ángulo de abajo un rostro acercarse. El agente pegó un grito al ver su jefe de brazos cruzados.
—¡Jefe! Yo estaba...¡estaba a punto de anotar lo sucedido de hoy!—comentó levantándose de un golpe y arreglándose rápido su pelo.
—Hoseok—habló Jin con una sonrisa sarcástica, erizando los vellos de su trabajador, recorrió su mirada por el cuerpo ajeno del hombre—.Vaya, te ves muy bien. Pensé que ibas ser un asco; pero podría incluso follarte y no me doy cuenta que eres un tipo
—No sé si eso es un halago—comentó un tanto nervioso dando un chillido, posó rápido su mano sobre su culo—,que conste que soy tipo y me gustan mucho las mujeres ¡Soy heterosexual!
—Vamos al grano ¿Cómo te fué?
—Desde mañana empiezo el trabajo—notó una leve sonrisa en el rostro de su jefe, pero se esfumó rápido—¡Le caí muy bien a la madre del CEO! no sé si me vió más bonita que las otras entrevistadas y una estaba hecha una mamaci-...
—Hoseok, cosas del trabajo, no personales.
—Eh, me encontré con el hermano de la víctima, tal parece que trabaja en la empresa de ese Ceo ; pero al contrario de lo que debe verse un familiar que está en luto, parecía demasiado tranquilo, si contamos que su hermano fue asesinado, no solo eso parecía-...
—¿Es soltero?
—Si, no le ví ningún anillo o marca en el dedo de que usases uno.
—Perfecto, acércate a él, ganate tú confianza, debes buscar información y si no...—Jin sonrió sarcástico y posó su mano sobre la mejilla de Hoseok—siempre está la segunda opción—comentó con tono casi socarrón mirando de pie a cabeza a su trabajador.
—¡Torturarlo, quebrar sus putos huesos hasta que-...
—No, lo seduces y te abres de piernas—sonrió sarcástico.
—Pero...soy hombre ¿¡Cómo se supone que haré-...¡NO, NO , NO!—alargó la última frase.
—En tiempos de guerra, cualquier hoyo es trinchera, subordinado mío—Jin borró su sonrisa sarcástica—. Cuando llegue Namjoon, dile que me avise y me dé datos por igual.
Hoseok abrió y cerró la boca, viendo a su jefe tomar su saco que dejó sobre el sofá mientras lo esperaba. El rubio se lo acomodó, dejando su imagen tan varonil y poderosa. Enarcó una ceja derecha, pasándose la mano por sus cabellera y salió de la puerta de la casa. El agente trataba de procesar la imagen y al hacerlo, reaccionando, puso con disimulo su mano sobre el trasero abriendo los ojos como dos platos.
¿¡Maldito de su jefe, como podía ser descarado de decir algo así?!
Hoseok recordó sobre el carro y abrió la puerta de la casa, apresurando sus pasos, notando que Jin apenas se había subido.
—¡Jefe!—habló el agente agachándose un poco y dejó sin querer parte de su ropa interior expuesta—respecto al carro—Hoseok apretó los labios y sonrió divino—¿Se arregló el asunto?
Jin notó la pose de su subordinado.
—Se supone que debías cuidarlo.
—¡Pero no es mi culpa, explotó la maldita llanta!
Unos hombres que iban pasando no pudieron evitar silbar y Hoseok se cubrió rápido y maldijo en bajo
—¡Hijos de-...—recordó que debía ser delicada como una flor, así que trató de ignorarlos—¿Hará algo al respecto?—sonrió dejando una sonrisa cargada de sarcasmos completo.
Jin rió en bajo y suspiró, puso sus manos atrás de la nuca de Hoseok y lo acercó a él mirando fijo a sus ojos.
—Te tocará en bus y no gastes tu dinero en taxis.
—¿¡Qué? ¡Pero si queda lejos ese puto edificio!—sintió la presión de los dedos de Jin tras su nuca—Por supuesto, jefecito—sonrió sarcástico.
—Así me gusta—comentó Jin liberando su presión y encendió el carro. Se puso el cinturón—,le dices a Namjoon que esperaré su información recolectada.
—Si, señor.
Hoseok dejó de apoyarse sobre el marco de la ventana del carro y se alejó, notando el arranque de aquel carro lujoso, alejarse con su potente motores, carro más ruidoso y maldito de su jefe: ¡Solo se llevaban por tres años y el rubio ese se creía el gran señor!
Aunque debía admitir que era bueno en su trabajo, un bastardo; pero buen trabajador.
Seguramente a su amigo Namjoon le había ido de maravilla, no tenía que llevar tacones y solo iba hacer de tín a tán como alumna. Suspiró y silbó a los hombres que se encontraban ya un poco lejos, ellos se giraron como perritos emocionados y el agente se tronó dedito, uno por uno, con su sonrisa vil.
—¿Quieren jugar un rato?—movió con delicadeza su mano y sacó sus caderas, tirando un besito juguetón.
Los hombres sonrieron maravillados.
Menudos y grandes idiotas.
Minutos después, los hombres estaban medio inconscientes en el suelo mientras un Jung Hoseok silbaba con las más grandes alegrías del mundo, ingresando a su nueva casa y caminando con la piernas abiertas, era hora de descansar y los dedos de sus pies le dolían a morir.
Primera cosa que Jung Hoseok odió y se dio cuenta de algo:Los Tacones altos no eran para cualquiera.
¡Cualquier error de ortografía, redacción, avisar por favor, esto se corregirá cuando el fanfic pase a edición]
¡Recuerden el lema de la familia!
∞¡Somos sol que calienta; pero no quema 7w7r!∞
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