C.20
Mirar video. y activen los subtítulos en español👆👆
Hice un fmv de esta historia , espero que les guste.💘 Por eso me tarde en subir cap. 😳 me disculpo ante ustedes por la tardanza. 😭
Notas sobre la Historia:
AU: Alternative universe : Puede haber cambios drásticos de la descripción de los personajes, es decir que su carácter puede no encajar con la realidad.
Ar: Alternative realitive: Los lugares donde se desarrolla la historia, pueden no ser los mismos que en la vida real. ^U^.
||¡Por cierto pequeños solcecitos.¿Les gusta el pequeño marcador que hice? ^///^ (no es la gran cosa; pero algo a nada :''v )
¡No olviden el lema de la familia 7v7 !
∞ Somos sol que calienta; pero no quema 7w7∞
Hoseok tenía vendados los ojos mientras Jungkook parecía dirigirlo a un lugar, hace una hora lo había pasado a recoger del edificio para llevarlo, quien sabe donde, porque desde que ingresó al carro le puso aquellas vendas, diciéndole que no se las quitaba por nada en el mundo, que le tenía una sorpresa. Hoseok no le agradaban demasiado las sorpresas porque sabía muy bien que el menor terminaba saliendo con alguna locura. Pero al final de cuentas, sabía muy bien, había terminado por acetar que cedería ante cualquier petición de su menor.
—¡Dime que no me vas a tirar de un edificio!—musitó con leve desconfianza el peli naranja.
—No Hyung.—comentó divertido el menor ante aquellas palabras.
—¡Tampoco se te ocurra subirme a una montaña rusa!—prosiguió el peli naranja agarrándose fuerte de la mano del menor.
—Oh...esa es una buena idea.—dijo con sorna solo para molestar un poco a su Musa. Hoseok estaba que temblaba del miedo.
—¡Ni se te ocurra!—dijo Hoseok mientras seguía caminando a lo ciego y tropezando a medio camino.
—Creí que confiaba en mí.—dijo el menor con cierto tono triste.
—Jamás dije eso, siempre pareces asumir cosas que yo no he dicho.—dijo negando y haciendo un leve puchero en su rostro.
—No necesita decirlas...solo me importa que esté a mi lado.
Dichas aquellas palabras, Jungkook sentó al mayor sobre un sofá-cama color café, para luego hincarse y quitarle la venda, cuando Hoseok al fin pudo contemplar su alrededor, se quedó enmudecido, notando el piso que estaba lleno de pétalos de flores rojas. Jungkook se acercó a una silla para tomar entre sus manos una corona hecha de flores naturales. El mayor subió un poco sus pies al ver aquello, siguió contemplando alrededor, el cuarto poseía colores cálidos, paredes pintadas de amarillo, con una cortina roja que dejaba entrar la luz del sol y daba una sensación más relajante.
Al frente había una cámara y también sobre una mesa unos reflectores de luz. El mayor frunció el ceño al percatarse que no era un cuarto cualquiera, era un lugar donde se hacían sesiones fotográficas, suspiró en bajo mientras el menor conversaba con cierto hombre, Hoseok supuso que aquel hombre con barba y pelo canoso era seguramente el fotógrafo. El mayor no pudo evitar ruborizarse cuando la mirada de Jeon se encontró con la de él, el menor le entregó una de sus mejores sonrisas, tan limpias, sin ningún sentimiento de lujuria en medio, solo por el hecho de poder contemplarle.
—Mucho gusto, yo estaré a cargo de tomarle sus fotos, haremos varias sesiones y poses, aunque usted puede elegir cual hacer. Con cual se sienta conforme—le dijo el fotógrafo dirigiéndose al peli naranja, quien solo afirmó un poco nervioso.
—¡Musa!—llamó su atención el ojo bruno mientras se sentaba en una de las sillas—solo tiene que relajarse y dejar que el fotógrafo haga su trabajo.—contempló al hombre, quien le sonrió amablemente—¿Es hermoso verdad?. Eso es mío.—señaló rápido al peli naranja con mucho orgullo.
Hoseok al escuchar aquello rodó los ojos, bueno, no era objeto de posesión; pero por más que le buscaba el sentido, sí terminaba siendo propiedad del menor, analizarse como un objeto ya ni siquiera le parecía molestia. No, ni siquiera le era una molestia que Jeon Jungkook fuera dueño de su pensamientos y cuerpo. Terminó por darle una sonrisa al menor mientras el fotógrafo solo se limitó a preparar la cámara.
Cuando todo parecía estar listo, los instrumentos para empezar la sesión. Hoseok estaba incluso cómodo en el sofá, como si fuera parte de aquel cuarto. Jungkook en cambio no paraba de tomarle fotos desde su celular. Pero de las tantas fotos hubo una que al menor le encantó, contemplando el perfecto perfil que aquel mayor poseía, realmente era una magnífica obra de arte y podía hasta memorizarse el rostro de su musa para pintarlo en cientos de cuadros y pegarlo en toda su casa, si fuera posible.
Cuando la sesión terminó, Hobi prefirió quedarse acostado sobre el sofá cama, sintiéndose casi derrotado, realmente ser modelo no era para nada fácil, poses que hacer, mientras el fotógrafo solo le decía que ángulo poner su rostro, entre otras cosas. Suspiró dando un bostezo mientras se estiraba para relajar un poco la tensión de su cuerpo. Un peso sobre él lo hizo estremecerse y el mayor miró de un solo a su izquierda, notando que en algún momento solo había quedado él y Jungkook, frunció el ceño mientras el menor parecía olerle como si fuera algún animal. Realmente el tipo era extraño.
—¿Porqué me hueles como si fuese un animal?—preguntó el mayor tratando de no tomarle importancia mientras recostaba su rostro sobre una de las almohadas que hacía conjunto con el sofá.
—Porque me gusta la fragancia que usted siempre carga.—comentó este metiendo sus manos abajo del cuerpo del mayor para abrazarlo por detrás, trató de no poner todo su peso sobre Hobi y no aplastarle.
—¿Ah, sí? ¿Y a qué huelo?—preguntó con diversión el mayor mientras la respiración de Jungkook se acercaba a su cuello. Dirigió su mirada a la puerta, preguntándose que estaba pensando el menor porque ciertamente no estaban para tener sexo en un lugar así, además el fotógrafo podía entrar en cualquier momento.
—A rosas.—Jungkook le entregó un beso en la mejilla para luego bajarse de Hoseok. Podía mandar su autocontrol a la mierda; pero tampoco consideraba ese lugar el más idóneo para tener sexo con su Musa. Se rascó la cabeza un poco nervioso—.A fragilidad...
El menor se dirigió a tomar su chaqueta de cuero bajo el radar de Hoseok, quien se tomó el momento para sentarse, Hoseok en la verdad nunca se había considerado como una persona frágil, como alguien que debía ser cuidado, siempre trataba de no ser molestia alguna, pensar en que era alguien frágil, ni siquiera estaba en asuntos por discutir. Pensativo se levantó contemplando una vez más el suelo, sus zapatos debían estar en algún lugar de aquel cuarto, buscando por la mirada, no los encontró. Se sintió molesto, no es como si la sensación de estar sobre flores fuera algo que le asqueaba, al contrario, se sentía bien caminar sobre los pétalos; pero conociéndose, podía hacer un paso mal y caer de espaldas.
—¿Dónde están mis zapatos?—se atrevió a preguntar, contemplando al menor terminar de subir el zíper de aquella chaqueta de cuero, joder. Hoseok no podía dejar de negar el fatal atractivo de Jungkook, cada vez pensaba que lo deseaba más.
—Ah... no lo sé—dijo este sin tomarle mayor importancia, para luego darle una mirada y reírse en bajo. Siendo honestos, el ojos bruno había dejado los zapatos de su musa en algún lugar del edificio.
—¿A qué estás jugando?. Regrésame mis zapatos—dijo acercándose a Jungkook, lo tomó de los hombros para girarlo; pero al hacerlo, la manos del menor le rodearon la cintura, acercándole a él.
—Esos zapatos ya están feos Hyung, le compraré unos nuevos.
—¿Feos?—dijo sintiéndose ofendido, quiso quitar el agarre del menor; pero no pudo.—No estoy para bromas...
—¿Sucede algo?.—se acercó al oído de su mayor—Musa, yo por mí podría tumbarlo ahorita para que me monte. Aún así, me lo contengo...no se moleste, solo son unos zapatos, si los tiene, no podrá sentir lo que es estar sobre pétalos. ¿no lo comprende?. Es como una forma indirecta de decirle que no dejaré que camine sobre el fuego y cristales rotos, es mi promesa...caminará sobre rosas, sus pies besaran la delicadeza mientras yo le ofrezco mi fortaleza, mi amor.
El menor soltó a su mayor y este no pudo evitar sonrojarse ante aquellas palabras, no podía negarlo, las palabras del menor eran poesía pura y tan noble, podía ser toda la oscuridad como la combinación de una luz cálida, entre ellos dos no sabía realmente quien había caído primero ante el placer de sentirse conforme al estar juntos. El peli naranja se cruzó los brazos y cuando menos sintió. Jungkook lo cargó entre sus brazos. Si estaba viviendo un cuento de princesas, no podía declararlo como algo así, estaba siendo tratado con tanta delicadeza. Jungkook era la personificación de la fuerza y valentía.
Hoseok no dijo nada, se dejó cargar, echando a un lado la vergüenza o lo que los demás pensaran cuando saliera del cuarto siendo cargado cual princesa. Enrolló sus manos en el cuello del menor, recostando su cabeza entre el hombro y la parte arriba del pecho. Junkook era tan cálido, como sus palabras, como todo lo que podía pedir. La sensación de querer más de él, de poder estar a su lado por más tiempo, seguía incrementándose. La sensación de una tristeza se apoderó en su pecho cuando recordó que debía apreciar cada momento con el menor, porque quien lo llamaba su arte, podía irse...para siempre.
Interiormente lloró mientras Jungkook lo llevaba por aquel pasillo, no quería soltarse. No debía enamorarse; pero al final había caído, en lo que era el placer de sentirse amado, y sí...amar a un gánster debía ser las peores de las pesadillas. ¿Pero qué podía hacer el realmente? Era su musa y para él, Jungkook era su protector, el ángel guardián que necesitaba, su pureza y alegría. Era su amado.
Entonces dos mundos no tan distintos habían colapsado entre sí, el bigbang de sus sentimientos flotaban en su universo, un chico que se prostituía, un hijo de la hermosa noche, se había convertido en el amante de la oscuridad, el arte le pertenecía a los ojos de la muerte y el amor. La combinación de un samaritano del amor y el hijo del diablo, creó en ellos un pequeño lazo...que podían mantener por el momento, podían...simplemente aceptarse y dejarse amar, cada uno conocía su propia oscuridad y a pesar de eso, de entender el mundo que les rodeaban, poseían una esperanza...el anhelo de su propia libertad.
Regalito: No sé si ya habían visto este gif; pero ven como el Jungkook se sabrosea a Hobi? 7w7
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