Él entró, con su porte distinguido. Ni siquiera lo miró, sus ojos estaban demasiado ocupados en los papeles sobre sus manos. Un punto para él, tal vez si se apresuraba podría lograr que no viera su rostro, aunque estaba seguro de que aunque fuera el mismo chico de 18 años que alguna vez conoció, no lo reconocería en lo absoluto.

— Buenas tardes, —dijo mientras colocaba los papeles en el escritorio y sacaba cosas de su bolso.

Yoongi siquiera respondió, estaba demasiado nervioso y no encontraba su propia voz. Casi de puntillas se apresuró a llegar a la puerta con la esperanza de que el hombre frente a él ni siquiera se diera cuenta de que se estaba marchando. Pero sus planes fueron frustrados por su teléfono sonando ruidosamente y arruinando su deplorable intento de escape.

— ¿A dónde va? ¿acaso no va tomar su consulta? —Preguntó el médico un tanto confundido al ver su paciente con un pie en el consultorio y otro en el pasillo.

— Ha surgido algo y tengo que irme, re programaré la cita —alcanzó a decir con una sonrisa nerviosa.

— Entiendo, hable con la enfermera o venga mañana para poder reprogramarla —le indicó con cortesía, aunque su mirada lucia pérdida. Le daba un poco de curiosidad el comportamiento y la aparente angustia de su paciente.

Yoongi asintió con rapidez y contestó su teléfono el cual no paraba de sonar, cuando Jungkook se proponía arruinar las cosas lo hacía en grande — Hola, Jungkook, seokJin, Cafetería, ya voy para allá —dijo cerrando la puerta y escapando por las escaleras. Tenía que salir de ahí lo más rápido posible y él ascensor no era su opción preferida en ese momento de loca histeria.

¿Jungkook? ese nombre le era familiar, lo había escuchado antes. Si mal no recordaba, el ex novio de Taehyung se llamaba de esa forma. 

— Doctor Park, ¿interrumpo? —preguntó la enfermera desde la puerta.

— Para nada, Sunhee. ¿Qué sucede?

— Solo quería saber si le pasó algo al Joven Min, lo acabo de ver correr por el pasillo. Parecía como si hubiera visto un fantasma. 

— ¿El joven Min? —preguntó confundido. 

— Si, Min Yoongi. Él es el paciente que acaba de salir corriendo de su consultorio. 

Min Yoongi, ese nombre, hace mucho que no escuchaba ese nombre de los labios de una persona que no fuera Taehyung o de su propia voz interior — Oh si, el joven dijo que había surgido un problema y que iba a reprogramar sus cita para otro día. 

— Ya veo. Debió ser algo grave, ni siquiera quiso usar el ascensor, salio corriendo por las escaleras —Dijo cruzada de brazos y con una sonrisa— ¿puedo enviar a su próximo paciente doctor Park?

Jimin no la miró, se dió la vuelta y miró hacia la ventana con la esperanza de ver a ese joven salir del edificio — Sí, hazlo por favor. 

Ella dejó el consultorio y el no se movió de la ventana. Sus ojos se paseaban un poco entre las personas que pasaban por lugar hasta posarse en el chico de cabellera oscura que había estado en su consultorio — Min Yoongi, no es posible— se dijo así mismo y tomó su teléfono para buscar las fotos que aún guardaba del chiquillo ese que lo había vuelto totalmente loco cuando tenía veinte años. Trató de comprar cuando las encontró, aquella nariz pequeña, esos ojos gatunos y oscuros como la noche, su piel blanca como la noche, efectivamente la posibilidad de equivocarse era casi nula. Pero lo que aún no le cabía en la cabeza era el porque Yoongi estaría en Seúl, cuando ellos se conocieron Yoongi vivía en Daegu y él en Seúl.

Otra vez la puerta sonó y lo sacó de su pequeño trance. Se acomodó la ropa y se dio la vuelta pensando que era su paciente, pero era solo Taehyung quien lo miraba con una sonrisa y una ceja alzada. 

— ¿y ahora a ti qué te pasa? —le preguntó divertido al ver la expresión de su rostro— no has puesto esa cara desde...

— Desde Yoongi —terminó, hace más de cinco años que no mencionaba ese nombre en voz alta y  por alguna razón sentio a su estómago estremecerse ahora que volvía a hacerlo. Pero seguramente explicarle a taehyung lo que le sabia sería mucho más difícil que pronunciar su nombre.

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— ¿Dónde está? ¿Dónde esta Yoongi? - Dijo un muy preocupado Junkook casi tirando la puerta de la preocupación. paseo su mirada por todo el lugar. Había pasado por todo un infierno para llegar al cafe de SeokJin, pero su preocupación por Yoongi lo tenía absolutamente mal. Cuando el antes mencionado le llamó tartamudeando y apenas logrando articular una que otra palabra supo que algo muy pero muy malo había pasado, y fue entonces cuando lo vio- ¿Qué le pasó? - Preguntó a SeokJin quien estaba sentado en un banquillo mientras lea el periodico.

— Esta así desde que llegó- Respondío mientras señalaba al cuerpo inerte que yacía recostado sobre una de las mesas— traté de averiguar que pasaba, pero no reaccioná. Inclusó le ofreci uno de mis exquisitos manjares y ni siquiera se movió un solo desgraciado centímetro- expresó totalmente ofendido.

— Entonces si debe estar muy mal —dijo una voz detrás de ellos que logró sacarles un pequeño salto del susto.

— ¿Acaso quieres morir? nunca llegues por detrás y hagas la gracia de sorprender a alguien así, Kim —se quejó Junkook quien a su vez le dio un pequeño golpe en el hombro.

— ¡Jungkookie! deja de ser tan malo con Namjoonie— regañó el mayor.

— Ya Jinnie, no te preocupes, Junkook tiene razón, no debí asutarlos así— Sonrio el chico de los hoyuelos. Desde que había descubierto la pequeña cafetería petit de Jin no había dejado un solo día sin pasar por ella yendo al trabajo— Ademas, Yo venía para traerte estas -le dijo mientras le tendía un ramo de rosas rosadas.

— Aww Namjoonie, no debiste.

—  Es un obsequio por ese muffin de chispas de chocolate que aparece en mi maletin cada día —le respondio guiñandole el ojo.

— Yo no sé nada de eso —Dijo un acaramelado SeokJin mientras Jungkook los observaba como si estuviera viendo a un Alienígena proveniente del planeta Marte.

— Basta de verse así —se quejó Jungkook— Me voy a convertir en un diabético y me amputaron un pie por su culpa. 

— ¡Deja tu exageraciones! — Reprochó el pelirrosado mientras miraba con una sonrisa a Nam. 

— Hola —sacudió sus manos el pelirrubio— yo existo — Dijo Yoongi, haciendo su primer aparición luego un largo rato sin hacer el menor ruido.

— ¡Ay! —exclamo SeokJin con sorpresa— Esta vivo.

— ¿Y a ti que demonios te pasa, idiota? —reclamó Jungkook esta vez— No hagas esas llamadas de secuestro en progreso que asustan de esta forma, casi me da un infarto, pedazo de animal.

Yoongi lo miró sorprendido. Jungkook siempre había sido una cabeza fría, verlo tan molesto y preocupado lo sorprendía en demasía. Al menos el creía que con todas las emociones y la adrenalina del momento lo que había dicho a él castaño era más que suficiente y entendible.

Cafeteria, Seokjin, Hospital, Jimin.

— Me gritaste... - le respondio casi llorando mientras ponía cara de perrito regañado— Ya mejor mátame de una vez Jungkook.

Junkook lo miró incredulo—  ¿quién eres tú y qué hiciste con mi amigo Yoongi?

— Ya Kookkie, dejate de estupideces —le dijo gruñon, como siempre.

— No, ni te preocupes, sí que es Yoongi — respondió el pelirrosado mientras veía a Jungkook y a Yoongi con cara de despreocupación

Namjoon se aclaró la garganta — No quiero ser aguafiestas y sé que el chisme esta fuerte pero me tengo que ir chicos, tengo que trabajar — una mueca de disgusto se hizo en su rostro— el deber llama. 

— Sí, si, como sea — respondieron Jungkook y Yoongi al mismo tiempo.

— Ay Namjoonie, que mal que te tengas que ir, pero no te preocupes por nada, yo te digo como termino todo.

Namjoon río, — sé que puedo confiar en ti al respecto— se despidió de cada uno luego de aquello y se marchó mientras Seokjin dejaba escapar unos cuantos suspiros soñadores. 

— Ustedes deberían formalizar y tener una cita de verdad —Soltó Jungkook. 

— ¿Quééé? Noooo, pff nosotros, nosotros solo somos amigos . 

— Si claro, lo que tu digas. Y yo soy un mono de circo. 

Al parecer los únicos que no notaban lo dulces y buena pareja que podrían ser eran ellos mismo. Eso se llama, negación. 

— Hablando de amigo, ¿y a ti qué te pasó? —preguntó kookie mientras tomaba asiento. 

— Ya te lo dije —respondió Yoongi. 

— Literalmente no dijiste nada y de lo poco que dijiste apenas pude entender algo, usa palabras y oraciones esta vez —hizo una pausa— y que sean oraciones completas, por favor. 

— Pues, es como dije, fui a la estúpida e innecesaria cita médica que programa ste por ahí y él médico era mi ex, Jungkook, ¡mi ex! ¡Te dije mil veces que no quería ir ni muerto a un hospital! Sabía que esto pasaría. 

— Pero eso es totalmente imposible, ¿como es qué entre muchos médicos te tuviste que topar con él? — Preguntó el menor con confusión— seguramente mi hermana cometió un error o algo parecido. 

— Te juro, fue horrible, tuve que salir como idiota corriendo como si fuera un loco salido de un manicomio, solo espero que él no me haya reconocido —dejó caer su cabeza nuevamente. 

— ¿Seguro que no te equivocaste? Hay muchos Park Jimin en Seúl, además, ha pasado mucho tiempo desde que lo viste por última vez, ahora incluso puede que se haya operado la cara, incluso cabe la posibilidad de que ahora hasta sea una mujer. 

Yoongi lo miró con disgusto — Yo sé lo que ví, era su rostro, no importa si fuera una mujer, reconocería a Jimin donde fuera, incluso si ya pasaron seis años yo lo reconocería —se recortó sobre la mesa. 

— JAJAJA —empezó a reír el pelirrosado— lo reconoció por sus ojos soñadores. 

— Creo que alguien ha Estado viendo demasiados memes en instagram — mencionó el menos de todos— Esta bien, entiendo tu punto —dejó claro— Pero eso no quiere decir que no necesitas un chequeo médico, Yoon. 

— ¡Ni loco! ¡Si quieres que yo vuelva a ese lugar tendrás que asesinarle o llevarme a rastras! —renegó.

— ¡Jin! —gritó Jungkook llamando su atención. 

— Sabes Jungkook, la idea de llevarlo a rastras no es mala idea. Tú llevarías los pies... 

— Y yo las manos — terminó el menor. 

Todos se miraron. Era obvio que, por las buenas o las malas, Yoongi volvería a ese hospital. Y lo que si era seguro, es que habría una gran sorpresa esperando por todos. 

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— ¿Estas seguro, Jimin? ¿no te habrás equivocado? —Le preguntó el castaño mientras lo veia sorprendido.

— Te juro, que ese era Yoongi, lo podría jurar por lo que sea. Esos ojos y esa sonrisa, te lo digo Taehyung, es él.

Jimin se había quedado un poco contristado luego de esa consulta medica, al principio no lo reconoció muy bien ya que el chico que había visto tenía el cabello rubio, pero cuando lo vio sonreír no pudo ignorar esa típica y conocida gummy smile que caracterizaba a aquel castaño oscuro que en algún punto de su vida él había reconocido como el amor de su vida y a quien había decidido dejar en el pasado debido a sus inseguridades. Al principio ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar debido a las rápidas y precipitadas acciones de la persona que estuvo hace unas pocas horas en su consultorio.

-— Es que todo fue muy rapido, ni siquiera me dio tiempo de hablar, solo me voltee para poner mi bolso sobre el escritorio y cual lo ví de regreso ya estaba saliendo. 

— Sé que el enano nunca fue una persona convencional pero, ¿huir despavorido? No es algo que me esperaría de él — confesó Taehyung con sorpresa, causando una pequeña sonrisa en el rostro de Jimin — ¿de qué te ríes? — pregunto esta vez. 

— Lo llamaste enano, —río suavemente— Yoongi odiaba el apodo, decía que eras un idiota, y que te arrollaria cuando tuviera un auto. 

— Sí, y yo le dije que no alcanzaría lo pedales. 

Ambos se miraron y rieron. Los dos tenían gratos recuerdos del pequeño castaño en aquel entonces. Al parecer Yoongi, suponiendo que había sido él, había cambiado tanto su apariencia, pero detrás de todo aquel Look mucho más estético y varonil, como también del cabello Rubio, sabía que había visto aquellos ojos antes, como olvidar esos ojos, esos ojos Gat unos inconfundibles. 

" Sus ojos eran dos lunas, y él siempre había querido viajar a la Luna"

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Holaaaaaa, espero que les este gustando la historia. Estoy tratando de hacerlo cómico pero nu me saleeeee JAJAJA gracias por leer uwu ❤