Espero que les guste~

Nota: ¡Estoy tan cerca! xD

-¡Ah, estoy tan cansada!- Mable fue quien rompió el momentáneo silencio que reino entre ellos, luciendo agotada y frustrada, resistiendo el impulso de tirar el tablero al suelo porque temía que el juego quisiera vengarse en su siguiente movimiento, dejándolo en el suelo y empujándolo. Quería esa cosa lo más lejos posible de si misma. -¿No podría salir algo más tranquilo o inofensivo?- se cruzo de brazos. -¿Como un gusano bien lento y que no tiene siquiera una boca para morderte? Eso sería algo muy bienvenido en este punto-

-No creo que tengamos tanta suerte- Dipper se dejo caer de sentón al lado de su hermana, rascándose la cabeza y esperando no haber conseguido pulgas o algo así debido a su trasformación porque la comezón era insistente, lo suficiente como para ser molesta.

-Teniendo en cuenta todo, me temo que tienes razón, chico- Stan hizo una mueca, moviéndose para poder sentarse lo mejor que podía y aunque el suelo duro no era exactamente el lugar más cómodo del mundo, era suficiente tener donde descansar para quienes habían estado corriendo mucho las últimas horas. -¡Oye, Nerd!- llamo a su hermano, cuya paranoica parecía estar en aumento mientras revisaba algo que no tenía muy en claro para que servía, de seguro asegurándose de que nada pudiera entrar a donde estaban o algo así. -Te toca- señalo el juego, notando que uno de los niños lo estaba abriendo con desgana y resignación. -Venga, así podemos terminar con esto de una vez- porque faltaban pocas casillas para llegar al ansiado final por el que tanto se esforzaron.

-Ah, cierto- Ford hizo una mueca, aprensivo. No quería seguir jugando, ninguno quería realmente, pero tenía que hacerlo si quería que todo se arreglara y quitarse de encima a ese cambia-formas que lo odiaba con locura por una razón que desconocía. -Bien, bien- tomo los dados, apretándolos unas cuantas veces por pura ansiedad, antes de armarse de valor y dejarlos caer. 4 y 3. -"Ten mucho cuidado, empezaras a flotar"- leyó, enarcando una ceja. -¿Flotar?- hubo un segundo de confusión entre ellos antes de que aquello se cumpliera. El hombre de seis dedos en cada mano no tardo mucho en empezar a flotar ante la incredulidad de su familia, casi como si la gravedad fallara repentinamente solo para él. -¡O-Oye!- se sintió torpe, sin equilibrio y entre más se elevaba, más difícil era mantenerse erguido. -¡Stanley!- su laboratorio era profundo, de techos altos y a pesar de que tenía la suerte de saber que no podía llegar más allá de eso, la sensación de flotar sin ningun tipo de control hacia que su estomago vacío se revolviera.

-¡Te tengo!- Stan tuvo que ser rápido en levantarse para poder tomar la mano de su hermano, suspirando con alivio. -Bueno, ahora tenemos un globo con forma de nerd- bufo con burla ligera, sonriendo cuando los gemelos rieron apenas ante su mal chiste y pudiendo sentir la mirada fulminante del otro encima suyo. -¿Quién sigue?- se sentó una vez más. Le cansaba el brazo y la repentina anti-gravedad parecía querer arrastrar a Ford hacia arriba a toda costa pero Stan se mantuvo firme y se aferro a su hermano, incluso si podía sentir que su brazo se acalambraba. Además, era lo más inofensivo que les había lanzado el juego hasta el momento.

-Creo que yo- Mabel tomo los dados, sonriendo con cierta diversión al notar como su tío Ford casi estaba de cabeza y pataleaba en un intento de encontrar un cierto equilibrio o algo así. -Aquí voy- tiro, sintiendo tensión ante el 5 y 2, observando con atención el mensaje que no tardo mucho en aparecer. -"Una lección tendrás que aprender y un turno debes retroceder"- hizo un puchero. -En serio, estas rimas son malas- hubo un segundo de confusión antes de que, de repente, Ford cayera al suelo con un grito.

-¡Tío Ford!- hicieron una mueca al verlo, escuchando su queja amortiguada por su cara aun medio aplastada contra el piso, mientras Stan parecía entre estar preocupado y reírse de la desgracia de su hermano.

-Creo que eso anulo...los efectos de mi turno- gruño, moviéndose para levantarse, haciendo una mueca y llevándose una mano a la nariz. Se golpeo directo la cara al caer, tenía suerte de que sus anteojos no se hubieran roto.

-¿Estás bien?- Dipper le sonrío con torpeza, aliviado de ver que la gravedad volvió a afectar al mayor pero aun algo preocupado por su forma de caer. De alguna manera, había tenido suerte de que no cayo encima de su propio gemelo.

-Si- se sentó, mandándole una mirada de muerte a su hermano que se estaba riendo entre dientes y golpeando su hombro con molestia sin mucho fuego, sonriendo sin poder evitarlo ante la gran y burlona sonrisa que su gemelo el mostro. Era bueno ver que ciertas cosas no cambiaban. -Gracias, Mabel- ella le sonrío enormemente, contenta de haber podido ayudar incluso si no había sido su intención realmente. El juego era raro.

-Bueno, me toca- el niño tomo los dados, sacudiéndolos entre sus manos por unos pocos segundos. Estaban muy cerca del final. -No seas nada malo, no seas nada malo- suplica al dejarlos caer, tenso mientras estos giraban hasta detenerse en 1 y 3. Los cuatro se inclinaron con ansiedad ante el mensaje en el centro, incluso si para los adultos era difícil poder identificar que decía porque estaba al revés desde su perspectiva. -"Prepárate y lucha"- levanto la vista para mirar a los demás, nervioso y temeroso ante lo que acaba de leer. Podía ver el miedo en el rostro de su hermana, la tensión que invadía el cuerpo de su tío Stan y como el rostro de su tío Ford se tornaba en algo lleno de ira protectora. -E-Eso ni siquiera es un rima- uno de los mayores abrió la boca, quizás en un intento de tranquilizar o consolar al niño asustado pero un fuerte ruido los interrumpió y las luces parpadearon, como si estuvieran fallando, algo viscoso y blanquecino filtrándose por los bordes de la entrada.

-¡STANFORD!- la voz de aquel ser resonó por el lugar, logrando que los niños se estremecieran ante el enojo y resentimiento puro que podían notar en su tono, al mismo tiempo que el mencionado palidecía mientras aquella cosa se cumulaba y se retorcía, formando una figura alta que solo habían logrado ver con rapidez antes de huir antes pero ahora, no tenían a donde correr. Estaban encerrados.

-¡Tienes que estar bromeado!- Stan en serio quería tener una pistola o incluso un maldito lanzallamas para quemar a ese alienígena insistente.