acercate a mi labios para palpar el veneno,

destrozame la cabeza. ya lo voy comprendiendo.

¿cómo amar seres ficticios?

si mis dedos son incapaces de penetrar en el vacío

e inyecto mi sangre una y mil veces en el viento,

hasta volverme mar

e irme al cielo, junto a las nubes, a las tormentas.

toma de la mano la declaración de sanidad

y traga con tus dientes el pañuelo amarillo.

y así, con tus dedos desabridos, cavas

la tumba perfecta para tus palabras.

es una noche sin alma, noche sepulcral.

rompe el silencio con un grito de agonía,

es música ambiental contenida

en una reliquia, un relicario por volcar.

miénteme.

decime tu nombre al revés,

sin contar las letras.

miénteme.

susúrrame despacio la verdad absoluta:

somos un conjunto de átomos.

la materia no se destruye

así que no me hables de culminar nuestro amor,

seremos eternos porque es la muerte quien nos unió.

venite, dame la mano.

naveguemos por el firmamento,

haré que te sientas infinito.

pintaré cada rasgo de tu cuerpo,

te obstruiré los poros.

será una implosión, serás magnífico.