no soy más la princesa nacida del barro como mito de Adán. no soy más el siervo extirpado de la costilla del hombre. no soy más rey ni reina. no soy más la fragilidad de este cuerpo. no soy la ternura que me entregaste para luego romperme. no soy tuyo desde que pienso en poner mis manos en tu cuello, hasta que la vida se extinga, y yo te clave puñaladas con el cuchillo de la cocina hasta quedar satisfecho. no soy más la creación de tus manos, de las decenas de manos que me criaron, ya no les pertenezco. aprendí a repararme y cocerme. aprendí solo de la mala vida que me dieron. hoy busco reparar mi propia costilla porque ya no quiero sentir que me voy muriendo.

y muero

y renazco cuando releo

mis versos

y muero

y muero

y muero

mil veces,

hasta forjarme de nuevo.

escribo y reparo la herida,

escribo y me hiero.

para sentirme poeta de nuevo,

me hiero

con la inspiración que me distes,

con el odio que palpita dentro.

quiero ser un hombre nuevo,

volver barro la ceniza

y ser madre y observador,

ser dios y destructor

de mi propio nacimiento.

en los versos

muero y renazco.

gracias por todo,

ya nada te debo.