4. Tal vez tú y yo...

Natasha.

—Claro que no, Stark.—Murmuré.

Mi amigo giró los ojos y dejó su tarjeta de crédito frente a mí.

—¡Vamos, Nat! Sólo una noche haciendo tus tragos, le enseñas a mi nuevo empleado y luego te pago lo que quieras.

—Hoy tengo una cena con mis suegros. No puedo, tengo libre mañana por la noche.

—¡Me sirve!—Dijo rápidamente. —Tienes talento con el alcohol, Natasha. ¿Por qué no lo utilizas?

Observé mis manos manchadas por concreto que había removido.

—Me trae malos recuerdos, lo hago únicamente porque somos buenos amigos y pagas bien.

—Acepta que es más, porque me adoras, porque verdaderamente te pago una mierda en comparación a todo lo ganas construyendo cabañas.

—Te aprecio mucho, Stark. Somos buenos amigos.

—Me sacaste de lo peor. ¿Cómo no serlo?—Preguntó sonriente. Y es verdad, Anthony Stark es un hombre exitoso, dueño de más de siete clubes nocturnos y discotecas en la ciudad, es negocio limpio, pero así como lo ven, su pasado es oscuro. Nos conocimos, porque Tony era adicto al igual que Yelena, cuando saqué a Yelena de esos malos pasos, lo vi a él, pequeño e indefenso. Sus padres fallecieron cuando él tenía sólo quince años, dejándolo solo y millonario, lo ayudé a invertir y lo saqué de eso. Erik Maximoff —Xavier es contador, lleva las finanzas de Tony, y la verdad, estoy muy feliz de que mi familia y mis amigos se lleven tan bien.

Ambos son importantes para mí.

—Sólo hice lo que merecías. A alguien que esté de tu lado, mejor agradeceme que consiguiera que Wanda pactara una cita con Stephen.—Sonreí. Mi mejor amigo asintió.

Stephen Strange, doctor encargado del área de salud infantil del trabajo de Wanda, y esposo de mi amigo desde hace unos años, ambos tienen dos hijos y están bastante felices. Morgan, quien es genéricamente de ambos —Sí me lo preguntan, magia de la tecnología— Y Peter, quien es hijo de Pepper y Tony, Pepper es una madre que deseaba tener un hijo, pero no tenía tiempo de criarlo, es mejor amiga de Stephen y son bastante modernos respecto a la crianza, aunque el pequeño lleve de segundo nombre el apellido de su padre convirtiéndolo en Peter Strange Stark Potts, una mezcla horrible. Morgan es más simple, sólo Stark Strange.

—Stephen y yo estamos en proceso de adopción. —Soltó de pronto. Abrí rápidamente mi boca, sorprendida. —Ya sé, queríamos mantenerlo en secreto, pero no aguantamos, y aquí estamos... Ya casi en la dulce entrega.—Susurró emocionado.

—¡Wow! Te abrazaría, pero estoy manchada de concreto y tu traje...

—¡Ven aquí!—Dijo él acercándose a abrazarme sin importar que mi ropa estaba completamente destrozada.—Es sólo un traje. Me haz visto en peores condiciones.

No sé si se refiere a que antes de conocer a Wanda, él y yo tuvimos sexo un par de veces o es que se refiere a verlo usando la misma camiseta por dos semanas debido a su debilidad al momento de levantarse de la cama en su proceso de dejar la adicción tan grande que tenía.

—No me refiero al sexo, Natalia.—Se quejó y me encogí de hombros.

—No dije nada.

—Tu rostro lo dijo todo. —Giró los ojos.

Tony es algo así como... Una pasiva, si lo ponemos desde esa visión, yo en aquél entonces me reconocía como bisexual, a día de hoy, lo cuestiono, ya que no me siento atraída por hombres, sin embargo en su momento lo que tuvimos fue grandioso, y lo disfruté, pero lo que más me gustaba de aquello era que yo tomaba el control, así como con mi esposa. Creo que debido a eso Tony notó que es gay.

—¿Estás divagando sobre nuestra relación, verdad?—Dijo acomodando su camisa de tela fina. Me encogí de hombros.—No tienes remedio, Romanoff.

—Es que es gracioso como tú y yo somos tan buenos amigos, tú eres el gay pasivo y yo soy la lesbiana activa, pero en su momento estábamos bien y creímos gustarnos.

—Nos gustaba el sexo que teníamos. Yo soy el pasivo, pero... ¿Quién dice que no soy quien va atrás? Quien la mete no necesariamente debe ser el activo.—Se encogió de hombros.

Noté lo extraña que se había vuelto nuestra conversación y le di un trago largo a mi cerveza.

—No sé como nuestra conversación se tornó en homosexualidad y sexo.

—Brindemos por eso.—Dijo levantando su cerveza.

—¡Cheers!—Dije sonriente.

Chocamos las cervezas y comenzamos una competencia de quien bebía más rápido. Ese sujeto, es de mis mejores amigos.

Gané yo, ya que tengo habilidades que él perdió, por lo general sólo bebe cuando nos vemos, ya que Stephen nunca ha probado el alcohol, lo detesta, diría yo.

—¿Sabes algo?—Pregunté.—No me dijiste que edad tendrá tu nuevo niño.

—Es niña y tiene quince.—Dijo emocionado.

Escupí la mitad de mi cerveza en su rostro y él cerró los ojos haciendo una mueca de asco.

—¡Romanoff, me escupiste!

—¡¿Quince años?! ¿¡Para qué o qué?!—Dije espantada. —¡Es gigante!

—Por esa misma razón. —Dijo secando su rostro con aquél pañuelo bordado con las iniciales de su esposo.—Stephen y yo concordamos en que nadie en su sano juicio adoptaría un adolescente. Peter ya tiene diecisiete, entrará al MIT, Morgan tiene sólo cinco, necesitábamos un poco de algo entremedio de eso.

—¿¡Pero quince!?—Insistí.—¡Adopta un perro!

—Nat, ella necesita oportunidades. No se las darán de la nada.—Murmuró.—¿No te habría gustado que alguien te adopte a esa edad y poder seguir estudiando?

—Estudié.

—Pero no como te habría gustado, ¿o sí?

—Es lo que te permite un sueldo de fin de semana, Tony. Necesitaba un trabajo rápido y no tenía mucho más que hacer para calzar mis horarios y pagar la habitación en la que dormía.

—Y no te juzgo, cariño. Pero realmente... Sabes que si alguien te hubiese dado la oportunidad de ser parte de su familia y velar por tus estudios. Tu vida sería diferente a lo que es ahora.

—Vivo bien, no me quejo.—Murmuré. Tony tiene razón, pero... Si nunca me adoptaron ha sido, porque yo no quería dejar a Clint y Yelena. Clint la tuvo peor, y Yelena... Era mi hermanita, no habría abandonado a las personas que más amo. —Pero ya está. Me alegro por ustedes, amigo mío. Debo irme. Wanda y yo tenemos una cena en unas horas y quiero estar decente para ver a mis suegros. Charles está algo hormonal y no quiero llegar tarde y hacerlo sentir mal.

—¿Se está hormonando o...?—Preguntó Tony y negué.

—Peter y Logan están intentando ser padres nuevamente. —Dije yo y Tony asintió.—No estoy de acuerdo con sus métodos, pero siempre debe existir un insoportable en la familia. Le tocó a Logan.

Tony comenzó a reír.

No era chiste.

[•••]

Wanda.

—¡Cariño!—Papá Charles me abrazó con fuerza mientras mi otro padre abrazaba a Natasha. Hay una amistad sincera entre ambos, y me gusta.

Es como si fuesen almas gemelas. Papá la considera su hija, y eso es lindo.

—Las extrañamos.—Dijo Erik mientras Natasha le enseñaba una botella de vino.

—Es mi favorito.

—Oh, lo sé. Por eso lo he traído. Trae unas copas, Erik.—Dijo Natasha emocionada.

Papá giró los ojos mientras mi esposa y mi otro padre huían en dirección a la cocina.

—Están dementes.

—Ni lo menciones.—Giré los ojos.—Definitivamente debemos esconder las botellas de alcohol.

—Lleva sin beber dos meses, desde su última visita. Es juntarlo con Natasha y conseguir que sus ganas de mezclar cloro con helado.

—Todo lo mezcla con helado.—Me burlé también. —¿Qué hay para cenar?

—Langosta.

—No.—Me quejé y él comenzó a reír.—¿Le han hecho caso a Logan?

—Howlett no tiene mucho que ver aquí. Hemos hecho lasaña, sabemos que Natasha ama la lasaña de Erik.

—Natasha ama todo lo que papá haga.—Me burlé.

Y es verdad, es una verdadera lame traseros cuando se trata de papá, ambos podrían emborracharse y llorar sobre lo especiales que son el uno para el otro.

—¿Y Pietro? —Pregunté.

—Probablemente saliendo con alguna de las chicas con las que comúnmente sale.—Dijo papá.—Dime algo. ¿Hice algo mal para tener un hijo heterosexual? Es decir, sé que tu padre es bisexual y sé que gran parte de ese carácter playboy, es suyo, pero, cariño, les ponía lady gaga, los llevé a cerámica artística para bebés, les di la posibilidad de ver el secreto de la montaña en cuanto cumplieron dieciséis. ¿He hecho algo mal? Katy Perry es su mayor amor platónico, ni siquiera es que sea su ejemplo a seguir.

Comencé a reír. Papá es un exagerado.

—No me digas que vas a caer en estereotipos tu también.—Dije sabiendo que me enfrentaría al poderoso imbecil de Logan Howlett  en unos minutos.

—No, cariño. Pero hablando en serio, me apena que teniendo un gay, una lesbiana, una bisexual... Llegara Pietro a...—Cubrí su boca. Conozco el humor de papá, sé que es humor, pero definitivamente mi familia podría ser cancelada.

—Bien. Entiendo el punto. Piensa en que tendrás nietos biológicos.

—Nietos son nietos, de donde vengan, Wanda.

—Claro, no he dicho lo contrario.—Me corregí al ver lo sensible que se había puesto papá. Él definitivamente está obsesionado con la noticia de Peter y el bebé que desean tener.—Bueno, Lorna no parece querer hijos, Pietro sigue siendo el soltero codiciado, mi esposa y yo no tendremos bebés, así que... Considero que debes estar muy feliz de tener un nieto en camino.

—¿¡Qué?!—Dijo espantado. —¡¿Natasha y tú?!

¿Qué parte de no queremos hijos no quedó clara? Uh, ha oído mal.

Negué repetidas veces.

—¿Natasha y tú, qué?—Preguntó Pietro entrando abrazado a Lorna.

—¡Un bebé, ellas tendrán un bebé!—Dijo papá emocionado hasta las lágrimas. —Oh, cariño.

—¡No, nosotras...!—Dije yo.

—¡¿Qué?! ¡Quieres ser el centro de todo!—Dijo un molesto Logan que acababa de entrar.

—¡No!—Me quejé yo.

Natasha y papá entraron bastante sonrojadas debido al alcohol que probablemente estuvieron ingeriendo todo éste tiempo.

—¿Cuál Natasha?—Dijo papá con la lengua algo pesada.—¿Esta Natasha?—Preguntó zamarreando a mi esposa.

—¿Qué?—Dijo mi esposa algo abrumada.

—¡Me hacen inmensamente feliz!—Lloró Charles.

—¡No puede ser!—Siguió Logan en su berrinche.

—¡Seré tío!—Dijo Pietro y Lorna comenzó a gritar emocionada.

Joder. Es una casa de locos.

—¡¿Qué?!—Gritó Natasha.—¡¿Lorna está embarazada?!

—¡No, mi bebé!—Dijo un espantado Erik.

—¡Aún soy pequeña!—Dijo una ofendida Lorna.—¡Sólo tengo veinticinco!

—Eso en mis tiempos no era ser pequeña.—Dijo Pietro ganándose un golpe de parte de la peliverde.

—¡Basta! ¿Tendrás un bebé?—Preguntó un emocionado Peter.

—¡Intentan quitarnos el protagonismo! ¿No lo ves?—Dijo su esposo.—¡Te conozco, Wanda Maximoff!—Me apuntó acusadoramente.

—¡Quita tus sucias pezuñas de mi esposa, Logan!—Gritó Natasha.

Oh, mierda.

—¡No peleen!—Grité viendo como mi esposa se avalanzaba sobre el pelicastaño. —¡Natasha!

—¡Pelea!—Gritó papá.

—¡Erik!—Lo regañó mi otro padre. Mierda y más mierda.

Natasha recibió una patada por parte de Pietro quien tropezó con los pies de Logan quien yacía en el suelo quejándose por nuestro supuesto bebé.

—¡No tendremos ningún bebé!—Grité espantada de tanto mareo.

Todos se quedaron en silencio.

—No está en nuestros planes, se los hemos dicho millones de veces. ¿Por qué no nos toman en serio? No por ser mujeres tenemos una obsesión enfermiza con tener bebés como si la tienen Logan y Peter.

Mi hermano observó el suelo avergonzado y Howlett se levantó dispuesto a quejarse pero fue empujado nuevamente por mi esposa, cayendo ambos a la alfombra.

Nota mental, no permitir que Natasha beba nuevamente.

—Sabíamos que no querían, cariño. Lo siento, sólo es que me ha hecho demasiada ilusión pensar en ti con un bebé en tu vientre. Lo siento tanto.

Papá comenzó a llorar en el pecho de mi otro padre quien parecía estar próximo a caerse al suelo. ¿Cuánto pueden beber en menos de media hora?

—Ya ve, suegrito. Los únicos útiles en ésta familia somos Peter y yo. Ninguno sería capaz de criar niños ni aunque les obligaran.

Bajé la mirada al suelo y vi a mi esposa verlo con recelo.

—¿Quién dice que no?—Preguntó mi esposa.—Wanda y yo no queremos niños, somos felices sin tener un pequeño que nos despierte en mitad de la noche porque tiene pesadillas, o sin prepararlo para dormir y tener que noche tras noche arroparlo, contarle un cuento o...

—¡Lidiar con los horribles quince años!—Dije yo.

—O incluso tener que enseñarle a leer o...—Natasha se detuvo y me observó en silencio.—O leerle un cuento... Porque quiere estar con nosotras...

—O despertar con besos en el rostro...

—Que la casa huela diferente, como a...

—Un bebé.—Completé su oración.

—No serían capaces de aguantar todo lo que conlleva tener un bebé.—Insistió Logan.

Sonreí, estiré mi mano y mi esposa la tomó.

—Hemos recordado que... Tenemos algo que hacer.—Dije yo. —¿Podemos reunirnos el otro viernes?—Pregunté. Mis padres asintieron.

Mi esposa salió aferrada a mí. En silencio. No puedo dejar de darle vueltas al asunto. Tener un bebé que... Nos ame, que nos aleje de ser las... Mujeres que pueden beber sin ningún problema, que viven hablando de plantas y mascotas, no le veo lo malo, pero... Cambiar la rutina, criar una personita desde cero y enseñarle a ser todo lo bueno que nos habría encantado ser desde pequeñas, enseñarles a tener un alma pura y llena de amor...

—Hola, preciosa. ¿Vienes sola?—Preguntó y sonreí.—Aléjate. Tengo esposa. ¡Wanda!—Comenzó a llamarme y la subí al auto.—Pediré que te arresten.

Sacó la cabeza del auto y subí corriendo del otro lado. Está demente.

—¡Wanda, ayuda!

—Nat, quiero hablar de algo serio contigo.—Murmuré.

—¡Wii!—Dijo lanzándose por la ventanilla del auto.—Mierda. Joder.

Es una estúpida.  Pensándolo bien, es absurdo. ¿Por qué querría un bebé?

Nota de autor:

¡Hey! Otra vez yo, manifiesten que pueda darme el tiempo para subir capítulo a gmhm.

¿Qué les va pareciendo éste fanfic hasta ahora?

Codi.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top